Entrevistas

García: "El salario de los trabajadores públicos debería vincularse a la productividad"

García: "El salario de los trabajadores públicos debería vincularse a la productividad"

Entrevistado por En Perspectiva, el ministro de Economía, Álvaro García, consideró que la política salarial del próximo gobierno -en el sector público- debería estar "directamente vinculada a la obtención de contrapartidas". El ex presidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo señaló que el crecimiento de la economía uruguaya se explica por una fuerte estabilidad institucional, económica y social, y en particular destacó un esfuerzo de ordenamiento a nivel de "reglas micro" que facilitará el fomento de la actividad productiva. García manifestó que la actual administración presentó el mejor comportamiento en déficit fiscal desde la última dictadura militar, advirtió sobre el alto desempleo estructural que sufre Uruguay y afirmó que en el próximo período el país va a estar en mejores condiciones para tener políticas de Estado.


(emitido a las 9.02 hs.)

EMILIANO COTELO:
En estas horas la economía global está pendiente de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) que arrancó anoche en la ciudad de Pittsburg, Pensilvania, Estados Unidos.

Se supone que en este encuentro se tomarán decisiones sobre varios temas claves. Por ejemplo, cuál debe ser el momento para que comiencen a quedar sin efecto los enormes paquetes de estímulo que han venido aplicando los países desarrollados. Hay temores de que si no hay una decisión adecuada, esa gran cantidad de moneda que circula por el mundo pueda provocar otra crisis aún mayor, en poco tiempo.

Los líderes del G-20 tratarán también la necesidad de regular las operaciones altamente especulativas, que en buena parte fueron responsables de las burbujas que condujeron a la crisis. Del mismo modo, habrá negociaciones sobre la reforma de los organismos internacionales.

Mientras tanto, Uruguay parece consolidarse como uno de los pocos países del mundo que atravesaron la peor recesión global de los últimos 70 años sin caída de su actividad económica. Por el contrario, el gobierno acaba de corregir su estimación de crecimiento del producto bruto interno (PBI) para este año aumentándola, pasó de 0,7 a 1,2%.

¿Qué realidad económica encontrará el próximo gobierno?

Vamos a conversarlo con el ministro de Economía, contador Álvaro García.

***

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Vamos a empezar por ubicar esta explicación de por qué finalmente la economía tiende a crecer más de lo previsto originalmente, y por qué Uruguay es una excepción. ¿Qué elementos claves explican esta situación?

ÁLVARO GARCÍA:
Hay elementos que Uruguay ha acumulado a lo largo de su historia, elementos como la estabilidad político-institucional del país. No voy a abundar sobre esto, pero cuando hacemos presentaciones en el exterior, cuando presentamos a Uruguay ante el mundo, este es un pilar fundamental, Uruguay es uno de los países más democráticos del mundo. La tradición de cumplimiento de los contratos, hay pilares básicos de Uruguay que son históricos.

Hay otros en los cuales se ha hecho especial hincapié en esta administración, acumulando con la situación anterior y agregando novedades, básicamente en las áreas de lo que llamamos la búsqueda de estabilidad de reglas microeconómicas y en el área de estabilidad social.

EC - ¿Podemos traducir eso en términos más sencillos?

AG - Cuando hacemos el razonamiento de una política económico-social de crecimiento con equidad, es imprescindible que el país crezca, que crezca a tasas mayores de las que creció en promedio durante el siglo XX, es imprescindible que no tenga aquellos ciclos de subidas y caídas pronunciadas que nos hacían retroceder varios casilleros cada tantos años, y para ello es necesario aumentar la inversión. Eso es absolutamente crucial, es un dato del problema, Uruguay tiene que aumentar los niveles de inversión. Para eso, el país tiene que presentar una imagen de confianza, de estabilidad, de clima de negocios adecuado.

Para ello nos hemos basado en cuatro pilares, uno es el que mencionaba al principio, la estabilidad político-institucional.

JAE - Esa es una política de Estado.

AG - Absolutamente.

JAE - Trasciende a este gobierno.

AG - Por eso digo que es acumulación histórica. La segunda es estabilidad macroeconómica. Después de la crisis de 2002 se han dado determinadas políticas, por ejemplo la política de flotación del tipo de cambio, de trabajar con metas de inflación y no con el tipo de cambio como ancla, que contribuye a la estabilidad macroeconómica, que hoy nadie discute, la casa tiene que estar en orden. Pero es condición necesaria, no es condición suficiente. Por eso digo que quizás el valor agregado más grande de esta administración haya estado en el esfuerzo en los otros dos puntos, en la estabilidad de reglas micro y en la estabilidad social.

EC - ¿Cuáles son las reglas micro?

AG - Lo social se conoce más, por la batería de políticas sociales establecidas, el aumento del gasto en políticas sociales. La estabilidad de reglas micro pasa por distintos lados. El primer análisis que se hizo, a partir de la visión económica del país, fue que cualquier intervención que haga el Estado en la economía logra una afectación directa y a veces logra múltiples afectaciones indirectas no deseadas. Por lo tanto hay que pensar muy bien cualquier intervención que se hace. Y el país ha tenido históricamente una acumulación de beneficios, incentivos, exoneraciones, que cuando ingresó esta administración era un caos importante, y a nivel de política económica uno no tenía claro qué sectores estaba beneficiando y cuáles estaba perjudicando, escondiendo allí probablemente ineficiencias o injusticias. O al menos no se podía disponer de esas herramientas para establecer políticas, que es lo que hay que hacer.

Se hizo un esfuerzo muy grande de ordenamiento. La reforma tributaria en parte fue un pilar importante de eso, eliminó 15 impuestos, pero ha habido sucesivamente diferentes medidas que fueron tendiendo a clarificar el panorama. No es fácil destejer esa madeja, porque son acumulaciones de años, hay sectores que muchas veces dependen de este tipo de cosas, pero de cualquier manera, con una visión de mediano y largo plazo se intentó ir en ese sentido.

Otro aspecto importante es lo institucional desde el Estado. Cuando esta administración se planteó un objetivo de Uruguay innovador, Uruguay productivo, a todas luces el Estado no estaba preparado para encarar esa tarea. En ese sentido se han hecho avances importantes a través del trabajo en los gabinetes temáticos: Gabinete Productivo, Gabinete de la Innovación, Gabinete del Comercio Exterior; y la creación de agencias: la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) –veo con agrado que salió un material importante en la prensa informando sobre los avances y las políticas y los programas que lleva adelante la ANII–, y el Parlamento acaba de aprobar la Agencia Nacional de Desarrollo. Recuerdo tantas veces aquella primera entrevista que usted me hizo, cuando vine por aquí en 2005, sobre la primera visión que teníamos de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND).

EC - En ese momento usted presidía la CND.

AG - Exactamente. Llegamos, no había nada escrito en el programa, había que actuar con sensibilidad pero haciendo una administración genuina de los recursos, con criterio administrador, y con criterio de ir hacia determinado lugar. Y eso llevó a que hoy le dejemos a Uruguay, a la próxima administración, una institucionalidad mucho mejor a la hora de trabajar junto con el sector privado en el fomento de la actividad productiva.

EC - Recién mencionaba factores que habrían beneficiado a nuestro país en esta coyuntura crítica de la crisis global, pero que vienen de decisiones que se tomaron antes de que usted asumiera, que, casualmente, fue el momento en el que estalló todo este problema con la caída de Lehman Brothers en Estados Unidos, etcétera.

¿No jugaron también decisiones que se tomaron ante la emergencia del problema en el exterior que ustedes entiendan que hayan resultado eficientes para enfrentar esa crisis?

AG - Sí; cuando hicimos una improvisada conferencia de prensa en Washington ante la noticia de la publicación del Banco Central del Uruguay (BCU), ubicábamos dos causas. Una causa es lo hecho en materia de política económico-social, la reducción de vulnerabilidades que el país había logrado con respecto a la situación en que había salido de la crisis del año 2002, y el diagnóstico que se realizó en octubre y noviembre del año pasado, que fue correcto, porque si repasamos lo que dijimos en aquel momento, aproximadamente las cosas se dieron de esa manera.

Focalizábamos el diagnóstico en tres aspectos. Un aspecto fue el de las finanzas públicas, dijimos que Uruguay en principio, y con el flujo de fondos que veíamos, no iba a tener problemas de financiamiento de su gasto público hasta el año 2010. Una política de manejo de la deuda, con la creación de la Unidad de Deuda en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en 2005, que le permitió al país estar absolutamente tranquilo en los momentos de mayor incertidumbre, cuando el mundo se cayó y muchos países –sin ir más lejos, Brasil– tenían un giro de 90 días y tuvieron que salir a conseguir dinero para pagar sus gastos de Estado.

El segundo aspecto fue la situación del sistema financiero, que en cualquier crisis de este tipo, y más en una que estaba vinculada directamente con lo financiero, era uno de los principales problemas a atender. En ese sentido el sistema financiero uruguayo, que es aproximadamente 50% banca pública y 50% banca corporativa extranjera, de acuerdo con los indicadores de solidez de aquel momento no nos brindaba preocupaciones, estábamos muy confiados en otra de las fortalezas; después de la crisis de 2002 se fueron tomando determinadas medidas, por ejemplo se creó el Fondo de Seguro de Depósitos, ahora la Corporación de Protección del Ahorro Financiero, la nueva ley Orgánica del Banco Central, que fueron llevando a que el sistema financiero uruguayo tuviera una situación de solidez como no había tenido antes, y nos brindara la confianza de que no iba a haber problemas por ese lado.

Y en tercer lugar dijimos que si se transformaba en una crisis global, por más diversificado que tuviéramos el comercio íbamos a tener afectación por sectores, y eso fue lo que pasó. En función de ese diagnóstico fuimos tomando las medidas que tomamos, las que anunciamos en diciembre en ACDE –que trasmitió El Espectador–, y más adelante algunas medidas relacionadas con la sequía –recordemos que en enero encaramos medidas antiinflacionarios y en enero y febrero medidas para paliar los efectos de la sequía–, en marzo hubo una batería de medidas que anunció el Gabinete Productivo referidas a los sectores en problemas, a los cuatro o cinco sectores que se vieron afectados, y en junio y julio anunciamos las últimas. Así que el diagnóstico y las medidas tomadas tuvieron mucho que ver con el encare.

EC - En particular ustedes optaron por no bajar el gasto, no recortar el gasto, no dejar sin efecto el aumento del gasto que venía previsto para este año con la suma del presupuesto más las rendiciones de cuentas. Este fue un frente de polémica dura con la oposición. Vamos a detenernos en el capítulo fiscal, sobre todo en cómo queda para el próximo gobierno.

***

EC - El gobierno acaba de ajustar al alza el crecimiento del producto para este año, estima que va a crecer 1,2%; pero no hizo lo mismo con el déficit fiscal, pese a que se supone que con el mayor nivel de actividad habrá más ingresos al Estado. ¿Por qué?

AG - Vamos a tener, como en otros casos, una política de mayor cautela. En este caso mantenemos en principio, al no nombrar una pauta nueva, la pauta que se había manifestado antes.

EC - Recordemos cuál era.

AG - De 2,6%.

EC - La oposición tiene números peores.

AG - Sí, también tenía números peores para el producto, y eran bastante feos.

JAE - Esta semana el asesor de la fórmula presidencial del Partido Nacional (PN) Gustavo Licandro habló aquí de una proyección de 3% del déficit para este año.

EC - ¿Cómo es eso? Si la economía va a andar mejor, ¿no debería bajar el déficit?

AG - Es posible, pero vamos a esperar para anunciar una nueva estimación. Hay diferentes factores, hay algunas partidas de transferencias que pueden afectar, vamos a esperar para hacer una nueva estimación.

EC - En la entrevista de esta semana el economista Licandro ponía el acento en este punto.

(Audio Gustavo Licandro.)

"Si no entramos en recesión, si la economía va a crecer, me gustaría ver no anuncios de seguir gastando como se están viendo, sino de empezar a desconectar los incrementos del gasto público, por motivos anticíclicos, en la parte que los haya, ahora, no el 1º de diciembre".

(Fin.)

EC - ¿Qué responde?

AG - El país tiene determinadas instancias y procesos, que son los ciclos presupuestales. Yo escucho hablar mucho de bajar el gasto, bajar el gasto, y en particular cuando ingresó este nuevo equipo económico la rendición de cuentas estaba siendo votada, por lo tanto uno parte con determinada situación establecida. Después aparecen las situaciones que la realidad va pautando, y en el MEF decimos muchísimo que no y cuidamos el frente fiscal de manera absoluta.

EC - Teniendo en cuenta que la economía se está recuperando incluso mejor de lo que se pudo pensar, ¿no es el momento de empezar a ahorrar, de empezar a juntar plata para políticas anticíclicas?

AG - Ahora estamos en setiembre, prácticamente con un año finalizado. En el año 2010 vamos a tener una instancia presupuestal. Estoy totalmente de acuerdo con eso. En el año 2010 hay que aprovechar la instancia presupuestal, como se planteó en el presupuesto nacional del año 2005, como una herramienta para la gestión. Cosa que no había sido así, generalmente se repetía lo que venía del año anterior y se trataba de aplicar la tijera, la motosierra o algún otro elemento; pocas veces el bisturí, y creo que hay que aplicar más el bisturí en este caso.

JAE - ¿Con qué dice que está de acuerdo? ¿Qué debería contener el presupuesto en materia de gasto? ¿Está limitado? Porque también ha estado en la discusión, con este nivel de déficit fiscal, la necesidad de un ajuste.

AG - Desmitifiquemos el nivel de déficit fiscal. Vayamos al material que presentamos en la rendición de cuentas y veamos que, considerado de manera global, esta administración tuvo por lo menos el mejor comportamiento en déficit fiscal de la dictadura incluida para adelante.

JAE - Bastante similar al del PN.

AG - Sí, vamos a cerrar en niveles similares en todo el período.

JAE - En el gobierno de Lacalle.

AG - Con una diferencia –y también le pido que revise el material–: en aquel momento el producto crecía y la relación gasto sobre producto también; en este período de gobierno el producto crece y la relación entre gasto y producto se mantiene, no es un tema menor. También disminuyó la carga tributaria.

JAE - Usted dice que el gasto ha aumentado en línea con el crecimiento de la economía.

AG - Exactamente, lo que no pasó en la década de los noventa. En ese momento el gasto crecía más aceleradamente que el producto. Son temas que hay que mirar bien.

Ante una situación de crisis financiera internacional como se planteó, la postura que anunciamos en diciembre fue: no podemos ser fuertemente anticíclicos, porque tenemos una visión de política fiscal responsable, pero tampoco vamos a ser procíclicos. Estoy absolutamente convencido de eso, hay momentos en los cuales hacer recortes en determinados aspectos es crear una espiral hacia abajo. Por supuesto que Uruguay tiene que transitar hacia políticas anticíclicas, pero las coyunturas son las coyunturas, cuando este gobierno llegó tuvo poco tiempo, ninguno de nuestros técnicos tuvo contacto con el Estado antes del 1º de marzo de 2005. Hubo una muy buena transición, pero es poco tiempo. Había que negociar con los organismos internacionales, porque con la vulnerabilidad financiera que tenía país era imposible cualquier proyecto de Uruguay productivo, Uruguay innovador.

JAE - Había un alto nivel de endeudamiento y compromisos en 2005 y 2006.

AG - Exactamente, estaban muy focalizados en 2005, 2006 y 2007. Entonces a veces nos fijamos en el nivel de déficit, que es un nivel que hay que absorber a través del financiamiento, pero hay que ver también lo que son las amortizaciones de deuda. Hoy y para el próximo gobierno el calendario de pagos de deuda pública es absolutamente diferente de lo que recibió esta administración. El próximo gobierno arranca con el camino allanado. Hay una gran tarea, que va a ser el presupuesto 2010, pero más que en términos de resultado fiscal, en términos de redistribución del gasto, de aplicación del presupuesto a las políticas que se quieran llevar adelante.

***

EC - Estábamos repasando cómo queda el país luego de conocerse que en el último trimestre el PBI creció 0,5% en términos desestacionalizados, con lo cual Uruguay quedó como uno de los pocos países del mundo que evitaron entrar en recesión pese a la crisis global.

Hemos hablado de lo que se espera, de lo que cabe aguardar en materia fiscal, pero detengámonos en otros frentes. Desde fines del gobierno del doctor Jorge Batlle el salario real de los trabajadores se ha venido recuperando, y ya en este período de gobierno volvió a situarse en niveles similares a los de antes de la crisis de 2002. ¿Cómo imagina que deberá ser el futuro de las políticas públicas con relación a los salarios de los trabajadores públicos y privados? Concretamente, ¿hay margen para que continúen aumentando?

AG - Es una opinión personal, pero se ha cumplido con una promesa de campaña, algo que estaba establecido en el programa de gobierno, que era la recuperación del salario real y las pasividades reales perdidos durante el gobierno anterior. Es más, se hizo especial hincapié en aumentar los salarios y las pasividades más bajos, y por tanto los salarios y las pasividades más bajos, que eran muy bajos, tuvieron ajustes superiores, bastante mayores que la recuperación del salario real.

Teniendo en cuenta esa realidad, la realidad relativa de cómo quedan algunos niveles salariales muy bajos, creo que la política salarial a seguir en el próximo gobierno –es una opinión personal– debería estar directamente vinculada a la obtención, ahora sí, de contrapartidas.

EC - ¿O sea?

AG - De mayores niveles de productividad y de cambios que se necesitan absolutamente en el Estado. Me parece que Uruguay, habiendo pasado esta prueba de la crisis financiera internacional, necesita hacer algunas tareas para mantener el ciclo de crecimiento económico por varios años más o para siempre. Resumido de manera muy simple, a todas luces Uruguay necesita un mejor sector público y también un mejor sector privado.

JAE - Usted dice que el Estado debería concentrarse en la calidad del trabajo, en la calidad del salario, del monto, más que en la cantidad.

AG - Absolutamente. Hay disparidades muy grandes –esto también es acumulación histórica–, desarbitrajes muy grandes entre sector público y sector privado. Ayer estuve en una actividad del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que también está hablando de emprendedurismo y lo está logrando, ha apoyado 400 y tantos emprendimientos productivos de gente que salió del Plan de Emergencia. Fue muy emotivo.

EC - ¿Por qué destaca eso?

AG - Lo destaco porque tenemos que hacer especial hincapié, cuando hablo de mejor sector privado, en fomentar el emprendedurismo, en fomentar ese espíritu que está escondido en algún lado, y está explícito en un montón de uruguayos que trabajan muy fuertemente, mirando el mundo, viendo lo que el mundo demanda, mejorando sus capacidades, generando nuevos productos. A eso que hay que apuntar, como tantos de nuestros abuelos que cruzaron hace 80, 90 años el océano en otro mundo y vinieron a hacer la América. Es un rol diferente del Estado y apuntar a que el sector privado vaya atrás de estos objetivos.

EC - Hace pocos días, cuando se conocieron los nuevos datos del PBI, entrevistamos al economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte, en el espacio de Análisis Económico aquí en En Perspectiva, y él manifestaba una inquietud que hay entre los analistas privados a propósito de que el aumento de los salarios en este período puede ser una bomba de tiempo, porque a la larga afecta la competitividad de las empresas uruguayas.

(Audio Pablo Rosselli)

"Uno de los desafíos que tendrá el próximo gobierno a nuestro juicio será mantener una política macroeconómica prudente ante esos riesgos, y eso involucra, entre otras cosas y sobre todo, acordar una moderación de los ajustes de salarios. Las subas de salarios de los últimos años ocurrieron en un contexto internacional muy favorable, que ya no va a ser así, y también a partir de niveles muy bajos de salarios, producto de la caída que se había generado durante la crisis de 2002".

(Fin)

EC - ¿Hay una coincidencia entre lo que usted manifestaba y esa advertencia de Pablo Rosselli?

AG - Me preocupan los desarbitrajes entre sector público y sector privado. Generalmente encontramos que en los salarios más bajos hay una diferencia notoria a favor del Estado con respecto al sector privado, en los salarios medios los niveles son niveles similares, y en los salarios altos a todas luces hay un desincentivo a la función pública. En ese sentido hay una tarea a realizar, que no es sencilla, porque los salarios son rígidos a la baja, esto es acumulación histórica, pero esta administración se ha metido con distintos temas –porque ha querido solucionarlos, y lo logró en muchos casos de manera exitosa– en los que otras administraciones no se habían metido. No quiero irme del tema, pero a veces pongo como ejemplo que cuando ingresó el presidente Batlle dijo –y fue un aporte para mí como ciudadano–: "Vamos a sincerar los patrimonios de los bancos". No se realizó en aquel momento, se hizo en esta administración, por ejemplo el Banco Hipotecario. Este también es un tema de acumulación histórica, hay que mirar al futuro y ver cómo se soluciona; debería encararse seriamente en el presupuesto 2010.

EC - ¿Y en el sector privado? Porque el economista Rosselli hablaba de moderar los ajustes de salarios. ¿Lo que usted planteaba iba en esa dirección?

AG - No, yo iba a lo público, al Estado.


   




EC - ¿Y cuando hablaba de atar nuevos aumentos a mejoras en la productividad?

AG - En el sector privado los mecanismos de Consejos de Salarios se han manifestado adecuados. Hay un ejercicio, hay una costumbre en Uruguay que tiende a abarcar a la totalidad de los sectores; ha sido una política exitosa, no unánime pero sí exitosa, y hay que seguir mejorando en ese sentido. Y hay que generar conciencia como país. Hace poco me tocó dar una charla sobre innovación, se estaba hablando mucho de la cantidad de uruguayos que en esta administración habían salido de debajo de la línea de pobreza, casi 400.000, y se me ocurrió poner la imagen de un tren: hubo 400.000 uruguayos que se subieron al tren del desarrollo en los últimos años, pero ¿qué mueve ese tren?, ¿cuál es la locomotora? ¿Qué tiene que haber allá adelante? Allá delante está la innovación, están la investigación, el desarrollo, está la mejora de la productividad. Eso va en beneficio de todos. Usted quería hablar de niveles de empleo, Uruguay está llegando, en el momento de salida de la crisis financiera internacional, a niveles de desempleo de 6,9%. Si se continúa con el crecimiento que teníamos, vamos a tener dificultades en cuanto a gente para trabajar.

JAE - Usted advirtió que hay un desempleo estructural muy alto en Uruguay.

AG - Sí; no yo, se advierte a través de los estudios técnicos.

JAE - ¿Cuál es el desempleo estructural, el que no puede bajar pese a que haya demanda de trabajo, porque no hay oferta calificada?

AG - Se puede bajar todo, el objetivo es bajar y que no haya pobreza, que no haya indigencia, que no haya desempleo. Pero cada vez va a ser más costoso entrar a determinadas situaciones en las cuales hay, por ejemplo, pérdida de la costumbre de trabajar.

JAE - ¿Lo preocupa ese tema?

AG - Me preocupa mucho, sí. Cuando hablamos de inversión, de que el país tiene que aumentar sus niveles de inversión, estamos hablando de inversión física, que es absolutamente necesaria, pero tiene que haber también inversión en capital humano.

JAE - Ese tema no ha estado en la agenda política.

AG - Tengo la esperanza de que no está porque no genera debate y por lo tanto hay acuerdo. Quizás sea iluso, pero luego del ruido electoral, de la búsqueda natural de los partidos por perfilarse de manera distinta, seguramente en un montón de aspectos se pueden generar políticas de Estado. Pase lo que pase, el país va a estar en mejor condición para tener políticas de Estado en el próximo período.

***

EC - En la introducción yo mencionaba que desde ayer está sesionado el G-20 en Pittsburg, Pensilvania, Estados Unidos, y que se aguardan decisiones delicadas en temas que tienen que ver con el manejo de la crisis global. Usted, Uruguay, desde acá, ¿qué expectativa tiene?

AG - Nosotros lo vemos desde la tribuna, y no lo digo irónicamente, lo digo realmente, porque además fue objeto de una reunión que tuvimos en Estados Unidos. Una de las reuniones más productivas que tuvimos En Estados Unidos fue con el señor Lipton, asesor directo del presidente Obama en temas de economía internacional y persona directamente a cargo de las políticas del G-20.

JAE - Uruguay está en la tribuna, pero apareció en la lista gris de la OCDE.

AG - Pero desde la tribuna. El G-20 –y nos parece positivo– está sustituyendo al Grupo de los Siete, al Grupo de los Ocho en la definición geopolítica mundial. Lo vemos positivo, porque hay países como Argentina, Brasil, México, que tienen sensibilidades más parecidas a las nuestras que los países industrializados, que son vecinos, y lo que sucede es que los países grandes a veces nos representan y a veces no, cada país tiene su realidad particular. En ese sentido digo que Uruguay lo observa desde la tribuna. También observa desde la tribuna las calificaciones que organismos como la OCDE realizan, porque Uruguay no pertenece a la OCDE. Una de las definiciones podría ser –lo hemos conversado en el gobierno– avanzar por lo menos a ser miembro observador de la OCDE, a participar, porque si uno es juzgado por un organismo, de alguna manera tiene que influir, es un derecho.

¿Cómo veo la situación a nivel general? Es muy importante estar atento a las políticas que el G-20 determine, el G-20 ha determinado que la OCDE sea un organismo técnico que le brinde información para tomar sus determinaciones. Vamos a ser muy estrictos, a pesar de nuestra pequeñez y de la poca parcela de poder que tiene Uruguay en esto, utilizando su muy buena imagen puede aprovechar para ser escuchado y reclamar que se mida a todo el mundo con la misma vara. En ninguna de las cuatro listas de la OCDE están todos los países del mundo, algunos países no aparecen. ¿Por qué? No está Brasil, no está Perú; Perú tiene cuestiones muy similares a las que tiene Uruguay en términos de secreto bancario y algunas otras características.

EC - Estamos hablando de la lista gris de los países que están comprometidos a introducir reformas en su marco regulatorio y adaptar esas normas a los estándares internacionales sobre cooperación en materia fiscal, pero que no las han implementado todavía.

AG - Fue la categoría en que quedamos cuando se hizo la negociación de abril.

EC - Aparecimos primero en la lista negra, y a las 48 horas, aparentemente porque eso ya estaba conversado de antemano y no se había formalizado, pasamos a la lista gris. Desde entonces estamos ahí.

AG - Recuerde que crearon una nueva categoría en ese momento. Nosotros estábamos tranquilos porque Uruguay paraíso fiscal no fue, no es y no va a ser por las definiciones de paraíso fiscal, pero crearon una nueva categoría, que compartíamos con Costa Rica. Ahora pasamos a una categoría diferente en la cual estamos con Chile. Estamos cumpliendo a rajatabla lo que dijimos, hemos ido adelante con los tratados para evitar la doble imposición. Yo voy a España la semana próxima a firmar el tratado para evitar la doble imposición con España, y estamos participando en todos los foros de la OCDE. Pero, como decía un filósofo uruguayo, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, no era justo que Uruguay estuviera en una lista negra de paraísos fiscales, logramos salir, pero como país pequeño tiene derecho a exigir contrapartidas, que los países grandes también cumplan esos requisitos.

***

JAE - A propósito del G-20 y de la lista de la OCDE que se difundió en las últimas horas, Uruguay está en la lista gris, de los países que se han comprometido a avanzar en el intercambio de información, particularmente en lo que está contenido en el artículo 26 del modelo de la OCDE. Usted decía que el país ha avanzado y ha cumplido sus compromisos a rajatabla, entonces ¿qué cosas quedan por hacer?

AG - Estamos cumpliendo el compromiso asumido en abril con la OCDE y vamos a seguir adelante. En el futuro van a seguir apareciendo propuestas, a iniciativa de Uruguay o de terceros países, de acuerdos bilaterales para evitar la doble imposición. Uruguay seguirá negociando e incluirá en ellos el artículo 26 de la OCDE, que es a lo que nos hemos comprometido.

Cómo va a ser la evolución de la OCDE en cuanto al tema de las listas es algo que no puedo responder.

JAE - Usted decía que Uruguay está próximo a firmar un acuerdo con España. ¿Qué otros acuerdos están pendientes de aprobación?

AG - Hicimos una acelerada con varios de los que Uruguay venía negociando, hemos avanzado con Portugal, con España –que está para firmarse–, con México, y se revisó el de Alemania. Todos los que teníamos arriba de la mesa van a quedar cerrados en esta administración de gobierno. Ese fue el núcleo central de nuestro compromiso.

Otra cosa en la cual manifestamos voluntad y estamos haciendo es participar en todos los foros que OCDE realiza a nivel internacional, allí está yendo el jefe de la Asesoría Tributaria del ministerio, el contador Fernando Serra, que está ahora en uno de ellos. Probablemente yo tenga una instancia –aún no está agendada– de encuentro con Ángel Gurría, si está en las reuniones dentro de dos semanas del Banco Mundial y del Fondo Monetario, para conversar sobre ese tema. Uruguay ha cumplido y está cumpliendo a rajatabla lo que dijo.

JAE - Para bajar a tierra, ¿cómo impactan estos acuerdos bilaterales de intercambio de información en la economía en forma concreta? Por ejemplo en el caso de Portugal, se dijo en algún momento que la llegada de Portucel dependía de un acuerdo entre ambos países. ¿Es así?

AG - No necesariamente; depende de otras cosas, de generación de infraestructura y otras cosas que están avanzando de manera muy positiva.

JAE - ¿Este elemento es observado por países con capitales que quieren radicarse?

AG - Contribuye a generar mejores reglas de juego entre los países que invierten. Esto es bilateral, en general a Uruguay le interesa más la recepción de inversiones de terceros países. Apunta a que el inversor no pague dos veces el mismo impuesto, en el país de origen y en el de destino.

JAE - A propósito, quiero preguntarle por lo que dijo José Mujica, candidato presidencial, en el libro Pepe Coloquios; Mujica dijo que el tema Portucel es un "cuento chino", el candidato considera a Uruguay como paraíso fiscal, un sitio donde sus empresas evaden impuestos y que el proyecto será castigado en su país de origen. ¿Qué dice usted? ¿Es un cuento chino lo de Portucel?

AG - No voy a responder directamente a las afirmaciones del candidato, fueron realizadas en determinado contexto y hace algún tiempo. Reafirmo que Uruguay está haciendo un esfuerzo permanente de recepción de inversiones. La inversión de Portucel es muy importante para Uruguay, por la inversión en sí misma y por lo que genera a nivel de posicionamiento del país, de desarrollo de una cadena de medianas y pequeñas empresas y de empleo. Diversas autoridades hemos tenido reuniones, hemos tomado contacto con Portucel, pero lógicamente, con la afectación que tuvo el mercado de la madera y de la celulosa a partir de la crisis financiera internacional –fue uno de los mercados más golpeados–, las compañías esperan un tiempo para replanificar sus acciones. Esto está en línea con lo que hemos dicho siempre: en tanto y en cuanto Uruguay mantenga una política de clima de negocios adecuada para las inversiones, va a tener una ventaja comparativa con respecto a otros países.

JAE - Portucel ha enlentecido su camino de radicación en Uruguay.

AG - No de radicación en Uruguay, de sus inversiones fuera de Portugal. Es muy lógico, cuando usted tiene un determinado contexto, hace un plan de negocios con determina perspectiva, un mediano y largo plazo, un precio internacional de la celulosa o de la madera, según lo que vaya a comercializar, y el mundo se cae como se cayó, lógicamente las compañías revisan sus inversiones. No quiere decir que no las vayan a hacer, porque va su vida en eso, la gente de Portucel quiere internacionalizar la empresa, quiere ir al mejor lugar para internacionalizar la empresa, y la estamos convenciendo de que Uruguay es el mejor lugar para eso. La coyuntura afectó.

El secretario de la Presidencia, el doctor Miguel Toma, que coordina los grupos de trabajo de grandes inversiones, ha invitado a Portucel a una misión técnica y misión política, en el sentido de niveles de gerentes de definición, a venir a Uruguay para avanzar en este tema. Uruguay debe trabajar conjuntamente no solo con esta empresa sino con las otras que vengan, para aprovechar el impulso de las grandes inversiones a los efectos de generar una sinergia e ir realizando la infraestructura que muchas veces Uruguay no tiene y es necesaria.

JAE - ¿Ya hay fecha para eso?

AG - No tengo la fecha concreta, pero antes de fin de año puede haber novedades de una visita de la gente de Portucel.

JAE - Ya que hablamos del G-20, Emiliano planteaba que otra de las cosas que se discuten en el G-20 tiene que ver con los enormes paquetes de estímulo que han venido aplicando los países desarrollados. Se decía que hay temores fundados de que si no hay una decisión adecuada de quitar cantidad de moneda que circula en el mundo, se podría generar otra crisis aún mayor en poco tiempo. ¿Cuál es su opinión?

AG - Hay que estar muy atentos a lo que se resuelva, por supuesto que tanto los líderes de los países como sus equipos económicos disponen de muy buena información. Las políticas que aplicaron fueron exitosas, hay que recordar lo que se hablaba de la profundidad de la crisis, y sin embargo el mundo ya está hablando de retomar la senda del crecimiento. Hay que estar muy atentos, ellos disponen de la información primaria necesaria como para tomar las decisiones adecuadas. Surgen algunos temores, algunas preguntas.

JAE - Por ejemplo sobre el valor del dólar.

AG - Sí, porque ha habido una inyección enorme de dinero, tanto en Estados Unidos como en Europa, y hay que ver qué puede suceder tanto con el valor del dólar como con el del euro en el mediano y largo plazo. China es un gran tenedor de bonos estadounidenses, entonces estoy seguro de que al margen del G-20 va a tener preponderancia un G-2 entre Estados Unidos y China, en el futuro.

El otro riesgo o problema que hay que visualizar es la escasez de crédito que pueda existir en el futuro, también en términos de mediano y largo plazo, para los países emergentes. Dependiendo de cómo sea la salida o el deshacer las acciones que se tomaron para frenar la crisis, hay que ver qué pasa con el crédito a nivel mundial, si se lo llevan todo los países desarrollados, y qué puede suceder con cuestiones tales como tasas de interés y niveles de inflación.

JAE - ¿Dónde va a estar usted el 2 de marzo?

AG - Mi intención es estar en el sector privado nuevamente, se lo planteé hace bastante tiempo al presidente de la República y a quienes corresponde. Estoy muy orgulloso, muy satisfecho con esta tarea que ha sido ardua, es mi única experiencia en el sector público.

JAE - Dijo que es su "intención", no cierra completamente la puerta.

AG - Tengo intenciones fuertes. Digo que es mi intención porque no tengo nada concreto todavía, pero voy a volver al sector privado después de una experiencia de trabajo en el sector público. Estoy absolutamente consustanciado con lo que se ha iniciado en esta administración, apoyo completamente convencido, pero no necesariamente tiene que ser en un cargo público.

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Transcripción: María Lila Ltaif