La inflación de octubre fue nula y se ubicó por segundo mes consecutivo dentro del rango meta del Banco Central
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte
(emitido a las 8.39 hs.)
JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
El Instituto Nacional de Estadística informó ayer que los precios minoristas aumentaron 0% en octubre. Con ese registro, la inflación anual quedó en 6,5%, ubicándose por segundo mes consecutivo dentro del rango meta del Banco Central, que va de 3% a 7%.
Con estos datos sobre la mesa, les proponemos dedicar el espacio de análisis económico de hoy a repasar las tendencias recientes y las perspectivas en materia de inflación. En los próximos minutos, el diálogo será con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
La inflación de octubre, de 0%, estuvo bastante en línea con lo que esperaban los analistas de acuerdo a la última encuesta de expectativas, que marcaba un promedio de 0,1%. ¿Cómo vieron ustedes este dato?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Efectivamente, el promedio de los analistas que respondemos la encuesta de expectativas del Banco Central estábamos aguardando un registro muy bajo de inflación en octubre.
En nuestro caso, en particular, nuestras proyecciones apuntaban justamente a una inflación de 0% en octubre, coincidente con el dato que finalmente terminó divulgando ayer el INE.
Pero al margen de eso, lo que resulta más importante destacar es que la inflación subyacente, que es una mejor señal de la evolución más firme de las presiones inflacionarias, continuó descendiendo en octubre. Ya venía bajando de forma notoria en los meses previos y según nuestras estimaciones fue de -0,1% el mes pasado.
JAE: ¿Podemos repasar qué consideran ustedes en ese indicador de inflación subyacente?
FC: Claro. Consideramos la canasta del IPC sin frutas y verduras y sin artículos cuyos precios son administrados por el gobierno (tarifas públicas pero también otros precios regulados, como la cuota mutual).
La idea es excluir frutas y verduras porque tienden a ser muy volátiles mes a mes y también los precios donde hay una discrecionalidad importante del Poder Ejecutivo, para quedarnos con un indicador más depurado de lo que es la "tendencia" inflacionaria.
Como decía antes, ese indicador fue ligeramente negativo en octubre, cuando el año pasado las subas habían sido de casi 1% por mes en promedio. De esa manera, después de alcanzar niveles de hasta 11% en 2008, en los doce meses a octubre la inflación subyacente se ubicó en 6,4%, ingresando por primera vez desde inicios de 2007 dentro del rango objetivo del Banco Central. Eso a nuestro juicio es una señal clara de enfriamiento de las presiones inflacionarias en nuestro país.
JAE: ¿Y cuáles son las perspectivas para los próximos meses?
FC: Nuestras proyecciones contemplan niveles de inflación también reducidos para noviembre y diciembre, de entre 0% y 0,3% por mes, con lo cual la inflación cerraría 2009 ligeramente por debajo de 6% y se ubicaría probablemente en niveles similares también en 2010.
De verificarse estas proyecciones, tendríamos a la inflación cerrando los dos años dentro del rango objetivo del Banco Central, después de tres años de incumplimiento de esa meta.
JAE: ¿A qué responde el descenso de las presiones inflacionarias? Supongo que la caída del tipo de cambio tiene una incidencia relevante.
FC: Efectivamente. La baja del tipo de cambio es uno de los elementos que está detrás del descenso de la inflación. Al caer el valor del dólar, los precios de los bienes transables internacionalmente (es decir aquellos bienes que se exportan o se importan) disminuyen medidos en pesos.
Pero además de la baja del tipo de cambio, la menor inflación también tiene que ver con que los precios internacionales de los alimentos están, en general, en niveles mucho más reducidos que el año pasado. Si bien en las últimas semanas estamos viendo repuntes de precios internacionales en muchos productos, no son subas que reviertan en lo sustancial el ajuste que se procesó en el último tramo del año pasado. Por eso, las presiones inflacionarias provenientes del resto del mundo han cedido notoriamente desde el año pasado. Los números son bastante elocuentes, el precio promedio de los alimentos que forman parte de la canasta del IPC crecía a un ritmo de entre 15% y 20% anual hasta setiembre de 2008, mientras que en los últimos meses está subiendo entre 2% y 3% en términos anuales. La desinflación en este componente ha sido notoria.
JAE: Y más allá de las menores presiones inflacionarias desde el lado de los alimentos, ¿cómo está incidiendo la demanda interna en la evolución de la inflación en estos meses?
FC: A nivel doméstico, también ha habido probablemente cierto aflojamiento de la demanda, que está promoviendo en general aumentos de precios algo más moderados que el año pasado. Eso al menos parece indicar la evolución de los precios de los bienes y servicios no transables (que son aquellos cuyos precios se fijan por el juego entre oferta y demanda local y no en función de referencias internacionales), que también han tendido a moderar el ritmo de suba.
JAE: Para terminar, ante este descenso de las presiones inflacionarias, ¿cabe esperar una rebaja de la tasa de referencia en la próxima reunión del Comité de Política Monetaria? Te lo pregunto porque éste ha sido uno de los reclamos del sector exportador para frenar el descenso del tipo de cambio.
FC: En relación a este punto me parece que es importante señalar, como hemos comentado otras veces, que el descenso del tipo de cambio que se está observando en los últimos meses está asociado a tendencias internacionales muy firmes. El ingreso de capitales en las economías emergentes está siendo muy fuerte y en ese marco el descenso de tasas tendría que ser muy importante para efectivamente detener la baja del dólar.
En ese sentido, a nuestro juicio el BCU no tiene espacio para una rebaja significativa de la tasa de política monetaria, si no quiere correr riesgos en materia de inflación.
JAE: ¿Por qué?
FC: En primer lugar, si bien como decíamos recién la inflación viene cediendo todavía se ubica cerca del límite superior del rango (de 7%) y, según nuestras proyecciones, se mantendría por encima del centro del rango meta todavía en 2010.
Pero además existen algunos riesgos que nos obligan a ser cautelosos con las perspectivas de inflación. Por un lado, los precios de los commodities vienen mostrando repuntes apreciables en los últimos meses y de mantenerse esta tendencia en los próximos meses podrían resurgir presiones inflacionarias desde el lado de los alimentos. Por otro lado, con la economía recuperándose, hay algún riesgo de que los precios terminen subiendo más de lo que hoy estamos contemplando por presiones de demanda doméstica. De hecho, hoy por hoy, en las economías emergentes, la recuperación económica ha hecho que vuelvan a surgir temores por un rebote inflacionario y probablemente en los próximos meses veamos aumentos de las tasas de interés en estas economías.
Con esos elementos, entendemos que el Banco Central no tiene en realidad mucho espacio para promover un recorte significativo de la tasa de política monetaria.
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