(emitido a las 8.35 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Brasil y Paraguay fueron afectados por un fuerte apagón en la noche  del martes, causado por un cortocircuito en una estación eléctrica ubicada en la región de San Pablo. Fue uno de los apagones más importantes del mundo. Por ejemplo, el 18 de agosto de 2005 un corte en el servicio eléctrico en Indonesia dejó a oscuras a casi 100 millones de habitantes, a muchos por más de cinco horas.

También hay otros antecedentes de magnitudes similares. En 2003 un cortocircuito de una línea eléctrica en Suiza provocó apagones en un 95% de Italia y 55 millones de habitantes quedaron sin electricidad. El peor apagón en Estados Unidos ocurrió en 2003: 50 millones de personas en ocho estados y en Canadá. En 1999 hubo otro problema en la línea de transmisión de la represa Itaipú en la frontera con Paraguay, cuando rayos cayeron en una estación de transferencia de energía eléctrica en el estado de San Pablo.

La corresponsal de En Perspectiva en Brasil, Lucrecia Capurro, decía: "El mundo mira a Brasil porque además es organizador de los Juegos Olímpicos. ¿Tiene capacidad este país para organizarlos?". En 2004, cuando Grecia se preparaba para recibir los Juegos Olímpicos, una recarga por el uso del aire acondicionado y otros factores provocaron un apagón en Grecia afectando a 7 millones de personas.

¿Cómo se analiza este hecho ocurrido en Brasil? Estamos recibiendo al ingeniero Álvaro Bermúdez, ex director de Energía del anterior gobierno.

¿Cómo evalúa esto? ¿Es un hecho accidental como se ha dicho, debe tomarse como algo extraordinario y punto?

ÁLVARO BERMÚDEZ:
Yo diría que cuando nuestros vecinos compran linternas, acá en Uruguay tendríamos que comprar velas. Evidentemente nuestra dependencia de nuestros vecinos es creciente, lo ha sido en los últimos años, y eso lleva a que tengamos que pensar muy seriamente en las propuestas que tenemos para reforzar nuestra propia generación.

JAE – Vamos al caso concreto de Brasil. Usted ha comentado que Brasil tiene una red muy frágil, que este hecho permite concluir que efectivamente estamos ante una situación de fragilidad. ¿Por qué hace esta afirmación?

AB –  La fragilidad de una red se evalúa por los hechos pero también se evalúa técnicamente por la calidad y la cantidad de distribución de sus generadores. Brasil se parece a nosotros, salvando las increíbles distancias –nuestro sistema está en el orden de una capacidad de generación de 2.200 mega, ellos están en 96.000 y a veces con un pico de 63.000 mega de consumo–, ellos dependen muchísimo de la generación hidroeléctrica, al igual que nosotros. La generación hidroeléctrica, cuando funciona, es excelente porque probablemente es la de menor costo y es muy confiable siempre y cuando usted tenga agua. Pero ocurren estas cosas, ellos han tenido un problema en una red que afectó al generador de Itaipú –que tiene 18 generadores y suma 14.000 mega, o sea entre el 20 y 30% del consumo de pico del Brasil– salió de golpe del sistema y evidentemente generó un efecto dominó que el Centro de Despacho de Cargas –el que domina la entrada y salida de generadores y distribución de energía de Brasil, del sistema interconectado brasileño– no pudo compensar con otros generadores en tiempo y forma.

JAE – Pero esta explicación que dio el gobierno ayer en la noche, de un fallo producido por el desligamiento de tres líneas eléctricas debido a las tormentas eléctricas que hubo en una determinada zona, ¿podría pasar en cualquier caso o hay más vulnerabilidad por ser un generador hidroeléctrico?

AB – No, en el caso específico evidentemente la información deslinda ese tipo de elucubraciones. En cualquier momento un fenómeno atmosférico puede afectar duramente una red y pasar lo que decíamos, es exactamente lo mismo. Que se corte una línea que trae un 20 o 30% de energía del sistema de golpe evidentemente genera una inestabilidad en un sistema que es muy difícil de manejar, salvo que haya un plan B preparado para ingresar inmediatamente. Entonces en un caso u otro el tema depende de la capacidad de generación en un instante dado que tiene el sistema. Evidentemente Brasil tiene un cierto grado de fragilidad en el tema de generación y no pudo afrontar una salida del sistema tan grande, por la causa que sea; en este caso, si es como dicen, simplemente la destrucción de unas líneas de generación, o un colapso en uno de los generadores.

JAE – Si uno mira esta lista que publica la agencia de noticias AP, ve que hay no solamente países como Indonesia que están en vías de desarrollo sino que también hay países muy avanzados en materia de tecnología que sufrieron y han sufrido grandes apagones por efectos fortuitos, por accidentes. ¿Cómo ubicamos este caso entonces?

AB – Cada tema hay que tomarlo por separado. Es muy distinto el mismo fenómeno atmosférico si ocurre sobre un sistema en un país en desarrollo como Indonesia, que son una cantidad de islas con una dificultad muy grande para la transmisión, que en un país como Italia, que está totalmente interconectado al resto de la red europea. En algunos casos, dependiendo de la hora y del momento, puede ser hasta peor en un sistema tremendamente interconectado, pero evidentemente un sistema europeo siempre tiene una capacidad de alternativas mucho mayor que la que puede tener un país en desarrollo, como Brasil o Indonesia.

También recuerdo un accidente que se dio en una condición muy particular en Europa, en el que un barco atravesó unas líneas que cruzaban el Danubio e increíblemente provocó un apagón en Dinamarca, Alemania, Austria, Suiza, porque en ese momento el 15 o 20% de la generación era de tipo eólico. La energía eólica tiene una característica muy particular, necesita que el sistema le esté recorriendo con energía para poder generar y frente a un corte súbito de transmisión genera una situación de inestabilidad. Entonces cada caso es particular.


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