Análisis Económico

Los precios del oro se aproximan a 1.150 dólares por onza, un nuevo récord histórico. ¿A qué obedecen esos valores?

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte


(emitido a las 8.42 hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
El oro en Nueva York ayer se terminó cotizando a 1.144,80 dólares la onza. Se trata de un nuevo récord histórico. Para que se comprenda la magnitud de estos valores, tengamos presente que hace tres años el oro cotizaba a algo más de 600 dólares. Es cierto que en el mundo hemos visto precios récord de las materias primas, tal fue el caso del petróleo, que el año pasado llegó a 145 dólares por barril, pero mientras otros commodities se corrigieron sensiblemente a la baja a finales de 2008 e inicios de este año, el oro se mantiene en valores récord en términos históricos.

¿Cuáles son las causas de la fortaleza del oro? ¿Anticipan estos precios un aumento fuerte de la inflación mundial, como sostienen algunos analistas? ¿Se justifican esos precios con un argumento de búsqueda de refugio por parte de los inversores? ¿Qué están haciendo los bancos centrales con sus reservas de oro?

En seguida el diálogo es con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.


¿Cómo evalúan estos precios récord del oro?


FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Como decimos siempre, es muy difícil explicar las fluctuaciones de los precios de los activos. No hay modelos que puedan explicar en forma sólida, sistemática, la formación de los precios de los activos, porque en cada momento las expectativas juegan un papel central y no podemos medir y menos anticipar el estado de expectativas de los agentes.

Tú manejabas algunas cifras. Decías que el oro cotizaba a 600 dólares hace tres años, subió un 90% desde ese entonces. A fines del año pasado estaba algo por encima de los 800 dólares, lo cual pauta una suba del orden de 40% en lo que va de este año. Estamos efectivamente ante valores récords en términos de dólares nominales. Sin embargo, si medimos los precios en términos reales –tomando en cuenta la inflación–, en el pasado vimos valores más altos del oro.


JAE: ¿Cuándo?


FC: A fines de los 70 y principios de los 80 en el mundo se observó un fuerte aumento de la inflación. En Estados Unidos, en particular, la inflación alcanzó a casi 15% en términos anuales. En aquel momento, los precios del oro se dispararon hasta 700 dólares por onza (hubo algunas jornadas con valores incluso superiores). Los precios actuales son mucho mayores medidos en dólares corrientes, pero el poder de compra que tenían aquellos dólares era mayor porque en estos 30 años se acumuló mucha inflación. Aquellos precios del oro representan a valores de hoy unos 1.800 dólares.

Por eso decíamos que en el pasado hemos visto precios del oro más altos. A pesar de esa aclaración, los precios del oro actuales son muy altos en una perspectiva histórica, solo comparables con los precios que tuvimos cuando el oro empezó a caer tras aquellos máximos. Incluso, los precios actuales del oro resultan muy altos en relación a otras referencias de materias primas que también han aumentado.


JAE: ¿Cuáles son esas otras referencias?


FC: Más allá del ajuste a la baja que se produjo con el estallido de la crisis internacional, los precios de muchas materias primas se mantienen en niveles altos en términos históricos. Eso vale en general para los metales, porque los metales descuentan una demanda firme de Asia. Sin embargo, los valores actuales del oro lucen muy altos en comparación con los demás metales. Y también lucen muy altos en relación a los alimentos.


JAE: ¿Y cuáles son las causas de estos precios tan altos?


FC: Recién decíamos que es muy difícil encontrar explicaciones contundentes. Así que solo podemos ofrecer algunas hipótesis o explicaciones parciales. El primer elemento a tener en cuenta es que la demanda de oro como materia prima, para joyería y para sus usos industriales, no está aumentando. De hecho se redujo este año. Por lo tanto debemos apuntar directamente a explicaciones de oferta y demanda de inversión.

Al comienzo tú señalabas que algunos analistas señalan como una de las razones detrás de la tendencia alcista del oro a la búsqueda de refugio de parte de los inversores ante el temor de un aumento fuerte de la inflación mundial. Esa es una posible explicación. Hay que tener presente que para enfrentar la crisis económica los gobiernos de varios países desarrollados expandieron fuertemente el gasto público y bajaron los impuestos, incurriendo de esa manera en fuertes déficits fiscales y en un aumento de la deuda pública. Para algunos analistas, ese aumento del endeudamiento público y las políticas monetarias expansivas que se han implementado pueden conducir a una salida inflacionaria. En el pasado el oro ha tendido a cumplir un papel de refugio ante la inflación y en algunas ocasiones el precio del oro se ha anticipado a un aumento de la inflación. Sin embargo, también es cierto que luego de los valores pico que se observaron a inicios de los 80, los precios del oro bajaron fuertemente en términos nominales y en términos reales. Quienes en aquel momento de inflación alta pensaron que el oro sería un buen refugio se vieron decepcionados.


JAE: ¿Qué otras explicaciones se pueden encontrar?


FC: Otras veces comentamos en el programa que estamos ante un escenario internacional que se caracteriza por altos niveles de liquidez y muy bajas tasas de interés. Eso probablemente alienta a los agentes a buscar otras opciones de inversión. Cuando las tasas de interés son altas, no tiene mucho sentido invertir en oro, que no rinde interés. Ahora, con las tasas bajas, puede haber más inversores dispuestos a incrementar su posición en oro.

Por otro lado, estamos con un dólar débil en el mundo y eso tiende a hacer subir los precios de las materias primas medidos en dólares. Esto puede contribuir a explicar la suba del oro, aunque como decíamos recién, el aumento del oro ha sido mucho mayor que el de otras materias primas. Quizás el oro esté anticipando que los precios de las materias primas en general seguirán subiendo.


JAE: ¿Y qué están haciendo los bancos centrales? Te lo pregunto porque en el último año se habló mucho de que los países asiáticos estaban preocupados por la desvalorización del dólar.



FC: Es cierto. Desde la crisis asiática para acá los países emergentes en general y los de Asia en particular, implementaron políticas de fuerte ahorro doméstico y de acumulación de reservas. Básicamente esa acumulación de reservas se hacía en títulos de deuda pública de Estados Unidos. Con la crisis en ese país, los gobiernos asiáticos comenzaron a considerar que estaban tomando un riesgo significativo por la concentración de sus inversiones en títulos americanos.

Ante esa situación algunos países asiáticos comenzaron a diversificar sus reservas. El Banco Central de India, por ejemplo, ha realizado inversiones importantes en oro. Ese puede ser otro factor detrás de este auge de precios.


JAE: Para terminar, ¿cómo debemos interpretar esta suba del oro? ¿Hay un riesgo significativo de aumento de la inflación mundial o de dificultades con la deuda de Estados Unidos?


FC: A nuestro juicio no hay factores de riesgo al menos de corto plazo. La inflación tanto en Estados Unidos como en la Zona del Euro se situó en los últimos 12 meses en niveles ligeramente negativos (-0,2% anual en ambos casos).

Por cierto, en un horizonte más largo podrían aparecer problemas. Sin embargo, y esto agrega algo más de desconcierto con la suba del oro, otras variables clave de los mercados financieros no envían señal alguna de riesgo en materia fiscal o de inflación. Por ejemplo, las tasas de interés que pagan los títulos americanos a 10 años de plazo se encuentran en niveles muy bajos, del orden de 3,5% anual. Eso no es consistente con un temor significativo de suba de la inflación o de deterioro de la capacidad de pago del gobierno de Estados Unidos.

Por eso mismo, también hay analistas que insisten en que con tanta liquidez en el mundo es posible que se formen burbujas especulativas en los precios de algunos activos o commodities. En la misma línea, hay analistas que sostienen que así como en Estados Unidos tuvimos en la última década un exceso de gasto que fue financiado con el ahorro de las economías asiáticas, en la medida en que las economías asiáticas no reduzcan ese nivel de ahorro, su propia demanda de activos de reserva puede alentar nuevas burbujas en otros mercados. Desde esta perspectiva, la suba del oro podría ser una manifestación más de los desequilibrios macroeconómicos que se observan en el mundo.