(Emitido a las 08.15)

EMILIANO COTELO:
El "boom" económico de China y sus impactos sobre la economía mundial es uno de los temas que está captando más atención a nivel internacional. Así lo advirtió el Cr. Enrique Iglesias en su conferencia de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración. También el FMI, que en su informe semestral publicado la semana pasada le dedicó uno de los capítulos analíticos a este tema. Según el FMI, la economía de China creció 9,1% en 2003 y crecerá 8,5% este año.

Por esto nos pareció oportuno dedicar el espacio económico de hoy a analizar el crecimiento de China y sus posibles impactos sobre nuestro país.

El diálogo es con la economista Natalia Nollenberger, de la consultora Tea Deloitte & Touche. Para situar a los oyentes en el contexto, comencemos analizando algunos grandes números de la economía china. ¿Por qué se habla de un "boom" económico en China?

NATALIA NOLLENBERGER:
Bueno, lo de "boom" no significa que sea reciente. En realidad China ha tenido un crecimiento espectacular en las últimas dos décadas, crecimiento que coincide con una serie de reformas que comenzaron a fines de los setenta y que reorganizaron la economía abriéndola al mundo. Para tener una idea, en los últimos 20 años, el PBI se multiplicó por 5 gracias a una tasa de crecimiento de 9% anual en promedio.

EC - ¡Creció a un ritmo de 9% anual durante 20 años!

NN - Así es. Pero hay que tener en cuenta que si bien esta es una tasa de crecimiento muy alta en relación al crecimiento de otras economías grandes como la de Estados Unidos o Alemania, el punto de partida era muy bajo, el nivel de producción de partida era muy bajo.  

EC - ¿Y a qué se debe ese crecimiento tan fuerte?

NN - La mayoría de los analistas internacionales coinciden en que hay dos elementos que son clave: más comercio y un flujo muy importante de inversión extranjera directa. Estos dos factores obviamente están muy relacionados entre sí.

EC - En varios artículos sobre China se destaca el crecimiento espectacular de las exportaciones.

NN - Sí, las exportaciones han crecido mucho en los últimos años a tasas de dos dígitos anuales. Pero además hay dos cosas que merecen ser destacadas y que tienen que ver con un mayor valor agregado en los productos.

La primera es que China se ha convertido en un centro de procesamiento regional. Gran parte de las exportaciones chinas hoy en día corresponden a importaciones desde los países vecinos, que entran en régimen de admisión temporaria para avanzar en la cadena de industrialización y que son reexportados con más valor agregado.

EC - ¿Y la otra?

NN - El otro aspecto a destacar en la evolución de las exportaciones chinas en las últimas décadas es su  diversificación: en 1980 casi la mitad de las exportaciones correspondían a productos primarios y hoy éstas son menos del 10%. Por ejemplo, los artículos electrónicos representan hoy un 25% de las exportaciones.

Y todo esto tiene mucho que ver con el importante flujo de inversión extranjera. De hecho, China desplazó a Estados Unidos y actualmente es el principal receptor de inversión extranjera directa. Las empresas extranjeras representan la mitad de las exportaciones y producen casi un cuarto de la producción industrial del país.

EC - ¿Y cómo se explica esa captación de inversión extranjera?

NN - Hay múltiples factores, pero uno de los principales factores de atracción de esta inversión son los bajos salarios: hay quienes dicen que un sólo trabajador en la industria de Estados Unidos equivale a 26 trabajadores chinos en términos de salario.

EC - ¿Y qué impacto ha tenido el fuerte crecimiento económico sobre las condiciones sociales?

NN - Aunque el crecimiento del PBI per cápita fue brutal, China sigue siendo un país pobre, con un PBI promedio por habitante de 1.000 dólares. En Uruguay, por ejemplo, el PBI por habitante es de más de 3.000 dólares anuales.

Por otro lado, la distribución del ingreso ha empeorado; hay una diferencia abismal entre el campo y la ciudad. Hay encuestas que hablan de un PBI per cápita promedio en el campo de 150 dólares por año, mientras que en todo el país es de 1.000 dólares.

EC - ¿Y cómo incide el crecimiento chino en nuestro país?

NN - Actualmente China es un país netamente exportador de manufacturas y netamente importador de productos primarios. Esto significa que a medida que China crece, demanda cada vez más productos primarios y esto repercute sobre el precio de los "commodities". Entonces este es un primer impacto positivo para nuestro país, la demanda china de "commodities" hace subir los precios internacionales de muchos productos que exporta Uruguay, aunque no necesariamente a China.

EC - Pero Uruguay también le vende algunos productos a China.

NN - Sí; en 2003 por ejemplo, las exportaciones uruguayas a China fueron de casi 100 millones de dólares, algo más de 4% de las exportaciones totales.  Y si miramos la composición de estas ventas, encontramos que el 42% corresponde a cueros y pieles en distintos grados de procesamiento y casi el 30% corresponde a lana y tejidos de lana. También, aunque en menor cantidad, Uruguay exporta a China pescado congelado y madera.  

EC - ¿Y no exportamos soja? China es el mayor importador de soja del mundo.

NN - Sí; China es el mayor importador del mundo, importó más de 20 millones de toneladas en 2003, y una parte importante de esta soja provino de Argentina y Brasil. Pero Uruguay todavía no le exporta nada de soja. El cultivo de soja se ha extendido mucho en nuestro país, sobre todo el año pasado tuvo un crecimiento espectacular, pero la soja uruguaya todavía no puede entrar a China porque la autorización sanitaria todavía está en trámite. Algo similar ocurre con la carne, pero la apertura del mercado es inminente según han señalado las autoridades.  

En resumen, todas las repercusiones sobre nuestro país de este "boom" económico de China serían en principio muy favorables.

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Edición: Jorge García Ramón