Análisis Económico

La suba de salarios en 2009 y las perspectivas para este año con los ajustes de enero

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.


(Emitido a las 8:30 horas)


JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
Se están definiendo los porcentajes de ajuste salarial que se aplicarán en el sector privado. El Poder Ejecutivo, por su parte, ya definió los incrementos para el sector público.

¿Cómo terminaron los salarios en 2009? ¿Cuáles son las perspectivas para este año? ¿Se observan señales de moderación de los salarios para 2010?

Varios analistas han marcado un riesgo de que los salarios continúen aumentando a un ritmo demasiado rápido.

Para responder a estas y otras preguntas estamos en contacto con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

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JAE: ¿Cómo se comportaron los salarios en 2009?

PABLO ROSSELLI (PR):
Los datos oficiales del INE (Instituto Nacional de Estadística) llegan a noviembre y como en general no hay ajustes de salarios en diciembre, podemos inferir con bastante precisión el cierre del año.

Hecha esa aclaración, podemos decir que el Índice Medio de Salarios subió un 12% en la comparación diciembre de 2009 contra diciembre de 2008.

De todas maneras, para tener una mejor medida del poder adquisitivo de los salarios es más adecuado utilizar una medida de promedios anuales, de forma de considerar el valor del salario en cada uno de los meses del año, en lugar de considerar solamente el valor de diciembre. Esa medida en promedio anual muestra una suba de 14,9% en pesos.

JAE: ¿Y qué supone ese aumento si se tiene en cuenta la inflación? ¿Cuánto subieron los salarios en términos reales?

PR: Si se descuenta la inflación, en la medida más adecuada de promedios anuales, el Índice Medio de Salarios subió 7,3% en términos reales.

JAE: ¿Cómo fue el comportamiento entre sector privado y sector público? ¿Cómo quedan los niveles de salarios de 2009 en relación a los que había antes de la crisis de 2002?

PR: En 2009, los salarios privados subieron en promedio anual un 8% en términos reales, mientras que los públicos aumentaron un 6%.

En cuanto a la comparación con los niveles previos a la crisis de 2002, hay que tener presente que los salarios reales alcanzaron un máximo en 1999 y empezaron a bajar en 2000, registrando la mayor caída en 2002.

Los salarios privados todavía se encuentran un 4% por debajo  del promedio de 1999, mientras que los salarios públicos en 2009 alcanzaron un valor que supera en aproximadamente 1,5% el valor promedio de 1999.

JAE: Esto no quiere decir que los públicos ganen más que los privados. Eso depende de cada rama.

PR: Exactamente. Y ha dos formas de mirar esto: la visión relativamente positiva es que los salarios recuperaron sustancialmente la pérdida de 2002 (a los privados aún les falta un 4%); la relativamente negativa podría ser que en 10 años los salarios no han subido.

JAE: ¿Y tenemos información por ramas de actividad? ¿Qué ha sucedido, por ejemplo, dentro del sector privado?

PR: Según los datos del INE, los incrementos mayores se dieron en la construcción (10,5%) y en actividades inmobiliarias (16%). En el sistema financiero, en la salud y en la educación privada se observaron los incrementos menores (entre 5,5% y 6,5%, según el caso). En el resto de los sectores que releva el INE las subas estuvieron en torno de ese promedio de 8%.

En el sector público, el mayor incremento en 2009 estuvo en el gobierno central (6,9%). Las empresas públicas incrementaron los salarios reales en 4,1% y en los gobiernos departamentales subieron, en promedio, un 6,1%.

JAE: ¿Cómo analizan los porcentajes de ajuste que el gobierno definió para aplicar en enero en la Administración Central?

PR: En enero los salarios de la Administración Central subirán en promedio un 9,97% nominal en pesos, por aplicación de un 5%, que contempla el centro del rango meta de inflación y dos ajustes en términos reales. Eso determina esa suba de casi 10% nominal.

Para los bancos públicos, el ajuste de enero será de 7,5% y en las empresas públicas será de 8,5%.

Con esos porcentajes, estamos pensando que en el promedio de 2010 los salarios públicos aumentarán un 4,5% en términos reales. Ese porcentaje puede variar en función de la inflación. Quiere decir que habrá un aumento significativo de los salarios públicos, que se situarán por encima de los valores pre-crisis.

JAE: ¿Y cómo son las perspectivas para el sector privado?

PR: Tenemos una diversidad de casos, dependiendo de cuándo finaliza el convenio. Eso incide en la aplicación o no de correctivos por la diferencia entre la inflación efectiva de 2009 y la inflación estimada en su momento. En otros casos también puede aplicar un porcentaje de incremento real.

Con toda esa casuística es difícil estimar el promedio (tendremos el dato oficial a fines de febrero), pero probablemente estará en torno al 5%. Contemplando que también habrá un ajuste en julio, estamos previendo que en el promedio de 2010 los salarios privados subirán también en torno al 4,5%.

JAE: O sea que se prevén aumentos importantes de salarios este año. ¿Cómo puede jugar eso en la inflación y en el comportamiento del dólar? Te lo pregunto porque otras veces ustedes y otros analistas han marcado la necesidad de una moderación de los ajustes salariales para contener las presiones inflacionarias y evitar nuevos descenso del dólar.

PR: Es cierto. Nosotros hemos sostenido que la política monetaria no cuenta con más espacio para actuar sobre el dólar.

En las últimas jornadas hemos visto que el dólar ha subido en el mundo (en Europa, en Brasil, en Australia y Nueva Zelanda: referencias que siempre consideramos) y eso ha provocado una nueva reducción de la competitividad de nuestro país.

La política monetaria no tiene más espacio porque la última decisión del Banco Central, de recortar la tasa de política monetaria desde 8% hasta 6,25% anual, ya supone un movimiento fuerte.

Los niveles actuales de tasas de interés son prácticamente nulos en términos reales. Eso pauta una tónica expansiva de la política monetaria. La Encuesta de Expectativas que realiza el Banco Central indica una proyección de inflación a 12 y 18 meses del orden de 6% anual, que es el límite superior del rango objetivo. Entonces, no parece haber espacio para que desde el frente monetario se procure revertir la caída de la competitividad. En este panorama, a nuestro juicio, la clave está en la política salarial y fiscal.

JAE: Hay nuevos datos del Banco Central a propósito del tipo de cambio real, que ha seguido bajando; 10% en un año. Diciembre fue el mes de mayor caída en los últimos cinco años.

PR: Exactamente, porque se observó un incremento del dólar en el mundo que no se repitió en Uruguay.

JAE: ¿Cómo pueden jugar estos aumentos de salarios en la inflación y en la competitividad?

PR: Otras veces hemos comentado que para evitar una mayor apreciación real de nuestra moneda (una mayor pérdida de competitividad) es necesario contener el crecimiento de la demanda interna. Si la demanda interna crece rápido, inevitablemente los precios tienden a subir, se generan mayores presiones inflacionarias y eso obliga a una política monetaria más dura y termina generando inflación en dólares.

Desde esta perspectiva, los aumentos de salarios que estamos viendo en enero no contribuyen a contener la demanda interna en el corto plazo, porque se trata de aumentos importantes.

De todos modos, hay que tener presente que los ajustes en el sector privado ya se habían pautado en la ronda de negociaciones colectivas anterior. En el caso de los ajustes en el sector público, el gobierno tenía firmado un acuerdo con los trabajadores. Desde esa perspectiva, en los ajustes de enero el gobierno no tenía mucho margen.

JAE: A partir de esta situación, ¿cuáles son las claves para la política económica del próximo gobierno?

PR: Desde la perspectiva macroeconómica, el principal desafío que enfrenta el gobierno es detener y revertir la baja de competitividad que se ha acumulado con notoriedad en los últimos meses.

Es necesario darle más consistencia a los objetivos de política económica. La suba de los salarios está siendo muy alta en relación a los objetivos de inflación. Eso requiere que en las próximas negociaciones colectivas, que comenzarán en algunos sectores a mediados de año, se paute para adelante un ritmo de crecimiento del salario real más moderado y relacionado con el aumento de la productividad y con lo que previsiblemente va a ser el ritmo de crecimiento de la economía.

La otra variable clave está en la política fiscal. La próxima ley de presupuesto debería establecer una política fiscal de signo contra-cíclico, algo que no ha sucedido en el país en muchas décadas. Para esto parece conveniente estudiar el establecimiento de alguna regla fiscal que relacione el crecimiento del gasto público a la evolución del ciclo económico y que permita incrementar los ahorros en los momentos de crecimiento.

El superávit primario debería mejorar mucho en 2011, que es cuando tiene efecto la decisión de la ley de presupuesto.