Schreiber Foods confirmó la adquisición de las plantas de la venezolana Dulei (producción de quesos), Belficor (producción de suero) y DPU (una sociedad de empresarios locales y General Mills para producción de caseína) con una inversión estimada de poco más de 30 millones de dólares. El vicepresidente internacional de Schreiber, Helmut Felder, había adelantado a El País que en cuatro meses la planta estará operativa e industrializará 450.000 litros de leche por día.

La brasileña Bom Gosto anunció que en mayo próximo comenzará a construir su filial en Uruguay, con una inversión de 30 millones de dólares y que, en principio, captará 600.000 litros de leche diarios para producir leche en polvo y manteca, aunque prevé llegar a 1,5 millones de litros diarios.

La producción nacional. Se calcula que los 4.500 productores remiten a todas las plantas un promedio que supera los 4:000.000 de litros. El sector industrial cuenta con 10 empresas de mayor porte que procesan el 94% de la leche remitida. Uruguay exporta actualmente el 60% de su producción a más de 70 países.

Según los datos proyectados, las dos empresas deberían conseguir en el mercado un 25% de la producción de leche.

El Ministerio de Ganadería  habla para este año de un crecimiento de 3 por ciento como perspectivas de producción.

En cuanto a cómo debería impactar la llegada de estas dos empresas,  habrá mayor competencia por la materia prima porque crecerá la demanda de leche para industrializar. En la medida en que no crezca la producción, está claro que el producto saldrá de algún lado.

La producción lechera está congelada o en vías de retroceso. No se piensa que la lechería tenga posibilidades de crecer en el corto plazo. De algún modo, los precios no son muy atractivos y además, hay una fuerte competencia por tierras agrícolas. Esto quita espacio a los productores y además, hace que muchos prefieran una renta más abultada en el corto plazo.

El presidente de la Asociación de Productores Lecheros de San José, Julio Roquero, dijo a El Espectador que los productores deberán evaluar los riesgos de algunos productores. Además advierten que no todas las inversiones son buenas y pueden acarrear graves distorsiones a una lechería estabilizada. En este sentido, el gremialista opinó que la mejor opción para los lecheros seguirá siendo Conaprole.

Desde el punto de vista industrial, el presidente de Instituto Nacional de la Leche, Manuel Marrero, dijo que las pequeñas industrias debería asociarse para hacer frente a una mayor competencia por la materia prima. En declaraciones a El País, dijo que "es cierto que hay que contar también con políticas públicas apoyando esas posibles asociaciones, pero en el Inale son cosas que recién estamos definiendo en nuestras propuestas políticas para estrategias de desarrollo", afirmó.

Según Marrero, estos anuncios significan para las industrias extranjeras "apostar a que en Uruguay podrán trabajar bien, porque si no es así no vendrían, lo que se traduce en una visión positiva de la cadena láctea uruguaya".