(Emitido a las 08.00)

JOSE IRAZABAL:
La semana pasada estuvimos repasando en este espacio de análisis económico el comportamiento del sector exportador de nuestro país. Y la conclusión fue que las perspectivas siguen siendo muy buenas: luego de un aumento de 18% en 2003, las ventas al exterior pueden crecer este año más de 20%.

Para completar este análisis, prometimos que esta semana haríamos un examen a fondo de nuestra competitividad en los distintos mercados. Lo prometido es deuda y entonces éste será el tema que abordaremos en instantes charlando con el economista Horacio Morero, de la consultora Tea Deloitte & Touche.

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Horacio, en los últimos meses volvió a discutirse bastante sobre el nivel de competitividad que tienen las empresas uruguayas en los mercados externos. Creo que este tema está asociado a la relativa "debilidad" que muestra el dólar desde hace bastante tiempo.

HORACIO MORERO:
Sí, es así. Y lo que ocurrió en abril, que acaba de terminar, no fue la excepción. Ese mes el dólar subió apenas 0,17% cuando se compara el valor de cierre de abril, con el de fin de marzo. Y si se toma el valor del dólar promedio de abril, y se lo compara con el promedio de marzo, se concluye que la divisa estadounidense bajó 0,06% el mes pasado.

Esta es una comparación y se pueden hacer más. Por ejemplo, puede compararse el valor del dólar hoy con el de un año atrás. Y se concluye que en un año el valor de la divisa extranjera prácticamente se mantuvo constante, sin cambios. Creo que estos datos demuestran la fuerte estabilidad que está teniendo el valor del dólar.

JI - ¿Y cómo afecta esto a la competitividad? ¿Qué opinan ustedes?

HM - En primer lugar hay que aclarar que la competitividad de un país no depende solamente del valor de nuestra moneda con respecto al dólar. Depende también de la inflación, es decir de la evolución de nuestros precios internos (salarios, tarifas públicas, etcétera), depende también de cómo evolucionen esos precios en nuestros socios comerciales y, por último, hay cuestiones de productividad, de inversión, de tecnología, todos factores cruciales para poder competir con nuestros bienes en el exterior.

Hecha esta aclaración, te cuento que nuestro diagnóstico hoy es que el nivel de competitividad de la economía uruguaya sigue siendo muy elevado. Por lo tanto, lo que tú llamaste José como relativa "debilidad" del dólar, no modificó en forma sustantiva, según nuestros cálculos, la competitividad de las empresas y su capacidad para seguir expandiendo las exportaciones.

JI - Por lo tanto, nos podemos quedar tranquilos de que nuestras empresas siguen siendo competitivas.

HM - Nos podemos quedar muy tranquilos, sin desconocer además que en las últimas semanas a la debilidad interna del dólar, se sumó el fortalecimiento del dólar frente al euro a nivel internacional y estos movimientos también juegan en la competitividad.

Pero reitero la conclusión: hoy por hoy la competitividad de nuestras empresas es muy pero muy buena, la más alta de los últimos 10 años por lo menos. Y este resultado es natural cuando uno piensa que hace menos de dos años asistimos a una fuerte devaluación de nuestra moneda que solo tuvo impactos muy moderados en los precios internos.

JI - ¿Y cuál es la situación de competitividad por región? ¿Cómo estamos con nuestros vecinos?

HM - Sabemos que nuestra debilidad en materia de competitividad está en Argentina, país que ha devaluado su moneda más que la nuestra. Pero esta situación no es nueva, este problema Uruguay lo arrastra desde inicios de 2002 cuando quebró la convertibilidad argentina. Y a pesar de que nuestra relación de precios con Argentina no es favorable, ha ido mejorando en los últimos tiempos a partir de los valores mínimos de competitividad alcanzados a inicios de 2002. No olvidemos que dos años atrás el dólar llegó a valer 4 pesos en Argentina y hoy cotiza entre 2,80 y 2,90. Esta mejora en la relación de precios es una de las causas que están detrás de la mejor temporada turística que tuvimos este verano en relación con las dos temporadas anteriores.

JI - ¿Y cuál es la situación de competitividad con Brasil?

HM - Nuestros indicadores de competitividad indican que la relación de precios con Brasil es buena hoy, es una relación de precios muy similar a la que existió en los años de vigencia del Plan Real, me estoy refiriendo en concreto a los años 1994 al 98.

Pero es claro que esa buena relación de precios no alcanza hoy para aproximarnos a los niveles récord exportados a Brasil por aquellos años, del orden de los 900 millones de dólares. Las exportaciones a Brasil están creciendo a buen ritmo ahora, pero todavía no alcanzamos una corriente anual de 500 millones de dólares. Seguramente hay muchos factores que explican los problemas que tenemos para vender en Brasil a pesar de la buena relación de precios, pero hay que tener en cuenta que Brasil en los últimos años ha desarrollado fuertemente su sector agropecuario, sustituyendo con producción interna muchos productos que antes importaba y que nosotros le vendíamos. Esa es la realidad...

JI - ¿Y cómo estamos fuera de la región?

HM - Nuestra competitividad fuera de la región es extraordinariamente elevada y no ha sufrido cambios significativos en los últimos meses. Nuestros indicadores del primer trimestre del año marcan eso con respecto a Estados Unidos y Europa, y me referí al primer trimestre porque no podemos analizar datos diarios de la competitividad... no tiene sentido analizar eso. No tiene sentido hablar de pérdida de competitividad en Europa cuando uno observa en un día que el euro bajó de 1,20 por dólar a 1,18; por dar un ejemplo. La competitividad debe medirse en períodos relativamente largos, para tener una visión clara sobre la verdadera relación de precios con el exterior más allá de la volatilidad diaria que muestran algunos precios, como los tipo de cambio.

JI - En síntesis, la visión de ustedes es que estamos bien en materia de competitividad y no hay que preocuparse por este tema.

HM - Estamos muy bien en términos globales. Están dadas las condiciones de precios para que nuestras exportaciones sigan creciendo a tasas de dos dígitos anuales. Por supuesto que una buena relación de precios es un ingrediente clave para ganar mercados externos, pero sabemos que muchas veces no es suficiente porque aparecen otros problemas, como trabas comerciales por citar un solo ejemplo.