La zona del euro enfrenta crecientes dificultades y aumentan los temores en torno a la economía española
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte
(emitido a las 8.41 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
La zona del euro continúa enfrentando dificultades. Días atrás conversamos en este espacio de la situación de Grecia.
En estas últimas semanas los mercados han comenzado a poner sus miras en otras economías europeas, como Portugal, Irlanda, Italia y España. En ese marco, las bolsas europeas han registrado bajas significativas en este comienzo de 2010 y el euro sufrió una fuerte desvalorización, pasando desde 1,50 dólares por euro a inicios de diciembre de 2009 hasta 1,38 en el día de ayer.
Ante ese panorama, les proponemos examinar hoy en particular lo que sucede con la economía española. ¿Cuál es la situación de España? ¿Cuáles son las semejanzas y cuáles las diferencias con el caso de Grecia? ¿Qué podemos esperar en los próximos meses? En seguida, dialogamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Comencemos comentando brevemente las dificultades que enfrenta la economía española.
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
España es una de las economías de la zona del euro que más sufrió los impactos de la crisis internacional. Enfrenta una recesión severa y esto ha derivado en un deterioro fuerte de las cuentas públicas. El PBI viene cayendo sin interrupción desde hace ya siete trimestres, es de las pocas economías desarrolladas que aún no ha comenzado a dar señales de recuperación. Según estimaciones del FMI, el PBI español habría caído 3,6% en 2009 y mostraría un nuevo descenso, de 0,6%, en 2010. Y en ese marco el desempleo se disparó a niveles de casi 20%.
Entonces, con menores ingresos debido a la recesión y un mayor gasto público la situación fiscal sufrió un deterioro muy fuerte. El resultado fiscal pasó de un superávit de algo más de 2% del PBI en 2007 a un déficit de más de 11% del PBI el año pasado.
Todos estos elementos son los que están detrás del deterioro que han mostrado las variables financieras españolas en estos últimos meses.
EC: Quizás valga la pena mencionar algunas cifras para poner en perspectiva el deterioro sufrido por las variables financieras en España.
FC: La bolsa de Madrid cayó 10% en las últimas dos semanas. Es cierto que en estas semanas la baja fue generalizada en las bolsas de Europa pero una caída de 10% duplica a la que registraron otras bolsas europeas como las de París, Londres y Frankfurt por ejemplo. En lo que va del año el IBEX acumula una baja de 16%.
Al mismo tiempo, el riesgo país mostró una suba considerable en lo que va de 2010. Pasó de ubicarse en 60 puntos básicos a finales de 2009 a casi 100 puntos básicos el viernes pasado. En las últimas jornadas este spread descendió algo pero se mantuvo por encima de los 90 puntos básicos.
EC: ¿Y cómo llegó la economía española a esta situación? Es claro que la crisis internacional tiene mucho que ver, pero ¿por qué España está en una situación más vulnerable que otras economías de la zona del euro, como Francia o Alemania por ejemplo?
FC: El caso de España tiene algunas particularidades. Durante los años de auge, la economía española vivió un boom de la construcción, asociado sobre todo al turismo y alentado por un fuerte flujo de capitales que ingresaban desde otros países europeos. Eso generó un fuerte aumento de los costos internos en España, en particular de los costos salariales.
Con la llegada de la crisis, España quedó entonces con un problema importante de competitividad. Quedó cara no sólo frente al resto del mundo sino también dentro de la propia Europa y como dejó su propia moneda para integrar la zona del euro no puede recurrir a la herramienta usual en estos casos que es la devaluación de la moneda.
En definitiva, en lo que es la génesis de los problemas existen varias similitudes con Grecia. Sin embargo, hay también diferencias importantes entre el caso de España y el de Grecia.
EC: ¿Cuáles son esas diferencias?
FC: En primer lugar, España presenta niveles de deuda muy inferiores a los de Grecia. De hecho, los niveles de deuda de España son bajos en relación a la zona del euro en general. Concretamente, la deuda pública española se ubicó el año pasado en un 55% del PBI, mientras que en Grecia el ratio deuda/PBI es el doble (se ubica en torno a 110%) y el promedio de la zona del euro se ubica en torno a 80%. Este año la deuda española subiría pero se mantendría igualmente por debajo del promedio europeo, en torno a 67%. Por lo que, primer punto a favor de España, presenta una situación de endeudamiento mucho menos acuciante que la de otros países europeos. Por esa misma razón el riesgo país de España es muy inferior a los 350 puntos que tiene Grecia. Recién mencionábamos que el riesgo país subió en España pero no estamos en una situación crítica.
Y en segundo lugar, otro de las grandes diferencias con la situación de Grecia, tiene que ver con el comportamiento fiscal que tuvo España previo a la crisis.
EC: Es cierto. En la prensa se destacaba estos últimos días que hasta 2007 España tenía superávit fiscal.
FC: Efectivamente. Entre 2000 y 2007 España mantuvo una situación fiscal mejor incluso que la de Alemania, registró un relativo equilibrio fiscal hasta 2004 y tuvo un superávit fiscal de entre 1% y 2,5% entre 2005 y 2007. Hay quienes afirman que con en esos años, creciendo a un ritmo de aproximadamente 4% anual, España debió tener un superávit aún mayor, pero es claro, de todas maneras, que en el caso de España no hubo una situación de irresponsabilidad fiscal como se observó en Grecia. Y eso es algo que destacaron las autoridades españolas en las rondas que han mantenido en estas últimas jornadas con inversores en Londres y en París, es un punto importante a los efectos de lograr la credibilidad en los esfuerzos fiscales que se están anunciando para los próximos años.
EC: ¿Cuál es el esfuerzo fiscal que está anunciando España?
FC: Las autoridades anunciaron un programa de fuerte recorte del déficit fiscal en los próximos años. Concretamente, las proyecciones oficiales apuntan a una reducción del déficit fiscal desde el 11,4% de 2009 a 9,8% este año y bajando en los años siguientes hasta llegar al 3% que exige el Tratado de Maastricht en 2013. Es un esfuerzo fiscal realmente muy ambicioso, aunque, a diferencia de lo que sucede con Grecia, los analistas otorgan mayor credibilidad a que España logre cumplir estos objetivos. Entre otras cosas porque como el propio Ministro de Economía español, José María Campa, destacó ante los inversores en Londres "España ya lo ha hecho antes".
EC: ¿Cómo es eso?
FC: En los 90 España realizó un esfuerzo fiscal muy importante. En 1995 el déficit fiscal español ascendía a 6,5% del PBI y previo a su ingreso a la zona del euro en 1999 lo redujo fuertemente, en el año 2000 España ya tenía un resultado equilibrado. Esa es una diferencia muy importante con Grecia, que no sólo mantuvo un alto déficit fiscal durante toda la década de los 2000 (incluso luego de ingresar a la zona del Euro) sino que, tal como se reveló posteriormente, alteró las cifras fiscales publicadas.
EC: Para terminar, y en pocas palabras, ¿qué supone estas dificultades que estamos viendo en Grecia, en España y en otros países de la Zona del Euro en materia de perspectivas para la economía mundial?
FC: Con diferencias importantes de un país a otro, lo que estamos viendo en la zona del euro es que hay presiones recesivas importantes. Varios países han quedado caros y no pueden devaluar sus monedas. Tampoco tienen espacio para implementar políticas fiscales más agresivas por los altos niveles de deuda pública que se observan y por los altos déficits que ya se registran. Eso determina una perspectiva de crecimiento muy pobre para la zona del euro. Algunos analistas ya hablan de un período prolongado de relativo estancamiento en Europa.
Para la economía mundial eso tiene dos consecuencias. Europa no va a contribuir este año de manera significativa a la recuperación de la economía mundial. A su vez, eso acentúa la perspectiva de que la recuperación de las economías emergentes tendrá un componente importante de demanda interna y de que sus monedas se apreciarán frente al euro. Segunda consecuencia, que comentábamos días atrás a propósito de Grecia, la crisis en Europa puede traer más aversión al riesgo entre los inversores y eso puede significar más volatilidad en los mercados financieros, sobre todo en países con fundamentos fiscales débiles.
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