Análisis Económico

Escándalo en Europa: operaciones financieras del gobierno griego habrían distorsionado los niveles de deuda pública

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte


(emitido a las 8.39 hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):

Esta semana comenzó con una nueva polémica en Europa y nuevamente la economía griega está en el centro del debate.

A comienzos de año, se supo que Grecia había distorsionado sus cifras fiscales. Ahora la polémica tiene que ver con los datos de deuda pública, luego de que saliera a la luz que en la última década Grecia utilizó diversos instrumentos financieros, que le habían permitido reducir artificialmente sus niveles de deuda pública. Algunas autoridades europeas han realizado duras críticas en relación a estas prácticas, que denominan de "contabilidad creativa".

¿En qué consistían estas operaciones financieras realizadas por el gobierno griego? ¿Qué implicancias puede tener este nuevo escándalo en Europa? En seguida el diálogo es con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.


¿En qué consisten estas prácticas de "contabilidad creativa" que, según se denuncia, Grecia habría utilizado en la última década?


FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Estas prácticas pueden ser muy variadas en lo que son sus características específicas, pero básicamente consisten en la utilización de instrumentos financieros denominados "derivados", que pueden tener mayor o menor nivel de complejidad.


JAE: Quizás valga la pena comenzar explicando entonces que son los instrumentos "derivados".


FC: Un instrumento derivado o derivado financiero es un producto financiero cuyo valor se basa en el precio de otro activo, de ahí su nombre, su valor se deriva del valor de otro activo (el llamado activo "subyacente"). Este activo subyacente puede ser de características muy variadas, desde materias primas hasta tasas de interés, tipos de cambio o acciones, por ejemplo.

En teoría, estos instrumentos, que se desarrollaron mucho en la última década, sirven para cubrirse de riesgos, lo que en la jerga financiera se denomina "hedging", pero también pueden usarse para tomar riesgos con fines especulativos.


JAE: ¿Y cómo es que estos instrumentos permiten "esconder" o "reducir" los niveles de deuda de un gobierno? Te lo pregunto porque lo que se está denunciando es que el gobierno griego redujo artificialmente sus niveles de deuda a través del uso de estos instrumentos. ¿Cómo es eso?


FC: Más allá de los detalles técnicos de las operaciones, que pueden ser bastante complejos, la cosa es más o menos así. Con el uso de instrumentos derivados, un agente (en este  caso el gobierno) puede asumir una obligación contingente (es decir, se obliga a pagar un determinado monto sólo si ocurre cierto evento) y recibe como contrapartida un ingreso. En la medida en que la obligación que asume el gobierno es contingente, no es contabilizada como deuda, al tiempo que el ingreso que recibe a cambio le permite reducir los niveles de déficit fiscal y por tanto disminuir las necesidades de nuevas emisiones de deuda. De esa manera, el efecto de estas prácticas es una reducción de los niveles de deuda pública.


JAE: ¿Y estas son prácticas aceptadas o implican una infracción a las normas por parte del gobierno griego?


FC: Estrictamente, el uso de derivados financieros es relativamente usual y en principio no es algo que está necesariamente mal. Esto es lo que señalan algunas de las principales instituciones financieras que participaron en estas operaciones con el gobierno griego (y según trascendió también con otros gobiernos europeos). De acuerdo a declaraciones que realizaron estas instituciones, no se hizo nada inapropiado, sino que simplemente eran operaciones de cobertura de riesgo cambiario y de riesgo de tasa de interés, que fueron registradas de acuerdo a las normas vigentes. El tema es que en este campo siempre hay espacio para la "creatividad contable" y aparecen áreas grises. No siempre es claro dónde está el límite.

De todas maneras, ayer se mencionaban en la prensa algunas operaciones que parecen "cruzar la línea" por decirlo de alguna manera.


JAE: ¿A qué te estás refiriendo concretamente?


FC: Por ejemplo, en uno de los contratos realizados en 2001,  el gobierno griego habría vendido los flujos de fondos futuros derivados de la lotería y de la cobranza de algunas tasas de los aeropuertos a cambio de recibir un monto en efectivo, que le permitió amortizar deuda.

El tema es que el acuerdo fue estructurado de tal manera que aparecía como una operación de cobertura de cambios en vez de cómo un préstamo y eso le permitió a Grecia no computarlo como deuda pública.

En este caso parece estar claro que la práctica procuraba efectivamente distorsionar las cifras fiscales para poder cumplir con los requisitos de ingreso a la Unión Europea.

En definitiva, seguramente hubo algunos casos en los que efectivamente no se operó debidamente, pero en última instancia la fuerte polémica que se levantó en torno a este tema tiene que ver también con el contexto económico y político particular que está atravesando Europa en este comienzo de año. Grecia, junto con otros países, enfrenta importantes problemas financieros, con déficits fiscales y niveles de deuda muy altos y, en ese marco, estas operaciones despiertan más suspicacias.


JAE: Para terminar, ¿qué impacto pueden tener todos estos eventos en la economía europea?


FC: No es claro si todo esto tendrá impactos significativos sobre la economía europea. Los impactos concretos que tuvieron las operaciones sobre las cifras griegas no habrían sido de gran magnitud. Según estimaciones realizadas por Goldman Sachs, uno de los bancos que realizaron operaciones con el gobierno griego, las transacciones realizadas en 2000 y 2001 habrían reducido el nivel de deuda de Grecia en 1,6% del PBI, desde 105,3% a 103,7% en 2001. Mientras que el déficit fiscal sin las operaciones habría ascendido en 2001 a 4,64% en vez del 4,5% observado.

El tema es que, de nuevo, no hay que perder de vista el contexto en que saltan a la luz estas operaciones, con una Grecia que en 2009 tuvo un déficit fiscal de más de 13% del PBI y niveles de deuda mayores a 115% del PBI.


JAE: Ahora, según se señalaba ayer en la prensa, uno de los impactos que podrían tener estos eventos es mayores mecanismos de control dentro de la Unión Europea. Algunas autoridades europeas mencionaban la necesidad de comenzar a realizar auditorías de los organismos estadísticos de los países miembros por ejemplo.


FC: Si, es cierto. A nuestro juicio, más allá de si la solución es establecer auditorías o controles a los organismos estadísticos, si hay algo que queda claro con estos eventos es la necesidad de avanzar en una estandarización de la contabilidad fiscal, no sólo en Europa, sino a nivel mundial. Hoy, por el contexto particular que atraviesa Europa, se levantó la polémica allá, pero este tipo de operaciones pueden estar realizándose también en otras partes del mundo. Y, en ese sentido, es clave comenzar a armonizar lo que se debe y lo que no se debe incluir en la contabilización del resultado fiscal y de la deuda pública. Se debe avanzar además en la identificación y divulgación de las obligaciones contingentes que asumen los gobiernos. Todo esto es fundamental para garantizar mayor transparencia, no sólo a los inversores sino también a los ciudadanos en general y al sistema político.


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