Análisis Económico

La crisis institucional en Argentina se agudiza. ¿Cómo impacta esto en las perspectivas del país vecino?

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte


(emitido a las 8.35 hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
La crisis política e institucional que enfrenta Argentina ganó nuevos bríos en estos primeros días de marzo. El lunes pasado la presidenta Cristina Fernández anunció la derogación del polémico decreto de necesidad y urgencia por el cual se había creado el Fondo para el Bicentenario. Sin embargo, en el mismo momento informó también que había firmado dos nuevos decretos (uno simple y uno de necesidad y urgencia), en los que volvió a disponer el pago de deuda pública con reservas del Banco Central. Inmediatamente después, se supo además que el Banco Central ya había girado los 6.500 millones de dólares al Tesoro, pero a los pocos días la Justicia volvió a bloquear el uso de las reservas al suspender el nuevo decreto de necesidad y urgencia.

Toda esta situación reavivó la polémica y volvió a despertar duras críticas por parte de la oposición.

En este marco, les proponemos dedicar el espacio económico de hoy a este tema. En seguida, el diálogo es con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

En estos días se escuchan muchas opiniones, a favor y en contra, de la decisión del gobierno argentino de recurrir a las reservas para pagar la deuda pública. ¿Cómo analizan Uds. este tema?


FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Es una decisión que sin lugar a dudas ha despertado mucha polémica.  Ahora, parte del debate gira en torno a si al gobierno le corresponde o no tomar este tipo de decisiones por decreto y, en ese sentido, no tenemos elementos para opinar con propiedad sobre si la medida se ajusta o no al derecho argentino. Sin embargo, sí podemos aportar una visión técnica, como economistas, en relación a la utilización de reservas para pagar deuda.


JAE: ¿Y cómo se evalúa, entonces, desde la perspectiva económica esta medida?


FC: En términos generales, hoy hay en la profesión relativo consenso en que los bancos centrales deben tener una razonable autonomía, aunque con algunos matices.  

En particular, hay un acuerdo bastante generalizado en la necesidad de que la autoridad monetaria tenga autonomía técnica para implementar la política monetaria y en que no debe estar obligado a financiar sin límites el gasto público. De hecho, en la comparación internacional se ve que, en general, se exige que los préstamos del Banco Central al gobierno tengan algún tipo de tratamiento parlamentario. Lo que se pretende en última instancia es que el Poder Ejecutivo tenga limitado el acceso al financiamiento con recursos del Banco Central.


JAE: ¿Y por qué se intenta limitar que el Tesoro se financie con recursos del Banco Central?


FC: Porque la historia ha demostrado que cuando los gobiernos pueden recurrir a los fondos de la autoridad monetaria sin restricciones, tienden a hacer un uso excesivo de este recurso, gastando más de la cuenta y financiándolo luego con emisión, lo que genera inflación. Esto es lo que ocurrió en muchos países latinoamericanos en décadas pasadas. De hecho, era lo que sucedía justamente en Argentina en la década de los 80, antes de la Convertibilidad, cuando se vieron episodios graves de hiperinflación.


JAE: Ahora, la presidenta insiste en señalar que las reservas se van a utilizar únicamente para pagar deuda y hasta acusa a quienes se oponen a esta medida de promover un default.


FC: Sí. El tema es que muchos consideran que el hecho de recurrir a reservas para pagar la deuda deja en evidencia que el gobierno quiere evitar hacer un esfuerzo fiscal importante en 2010, como el que debería hacer si tuviera que pagar los vencimientos de deuda con los ingresos fiscales. En otras palabras, aún cuando las reservas se usen para pagar la deuda, implícitamente lo que se está logrando con esto es seguir financiando con los ingresos del Estado un gasto público que está creciendo a un ritmo de entre 20% y 30% anual y que no da señales de frenarse.

Hay que tener presente que en 2009 Argentina registró un deterioro fiscal muy importante. Este año se esperaba una mejora, aunque gradual, pero ahora se empieza a temer que no va a ser así. Aunque la recaudación seguramente crezca este año con la recuperación económica, si el gasto sigue subiendo tanto como lo hizo en 2009, el déficit fiscal va a seguir aumentando.  

En definitiva, esta medida se suma a otras tomadas por el gobierno el año pasado (como la estatización de las AFJP) que pueden interpretarse como señales negativas en torno a la evolución de las cuentas públicas y que, en última instancia, deterioran el clima institucional y las expectativas en torno al futuro de Argentina.


JAE: En línea con eso que tu decís, en los últimos meses el tipo de cambio volvió a subir en Argentina y varios analistas señalan justamente que esto refleja un deterioro de las expectativas en relación a la economía argentina.


FC: Es cierto. El dólar viene subiendo lenta pero sostenidamente desde inicios del año en Argentina. En un principio, esta suba acompañó una tendencia relativamente generalizada del dólar en el mundo, pero en las últimas semanas, desde mediados de febrero más o menos, el dólar volvió a debilitarse frente a varias monedas emergentes, como el real, pero no así frente al peso argentino.

En línea con lo que señalan varios analistas, a nuestro juicio en esto incide el deterioro del clima de expectativas. En los últimos años el gobierno ha llevado adelante una política monetaria muy expansiva y, como comentábamos recién, una política fiscal también decididamente expansiva, que no parece que vaya a revertirse próximamente. Y, en ese contexto, se teme que el gobierno siga recurriendo a una mayor emisión para financiarse, alentando un aumento de la inflación. De hecho, las últimas estimaciones privadas de inflación muestran un alza bastante notoria.


JAE: ¿En cuánto está la inflación en Argentina?


FC: Antes que nada hay que advertir que, por los ya conocidos cuestionamientos que tienen los datos oficiales del INDEC, nosotros seguimos un indicador privado de los precios minoristas, que elabora nuestra firma en Argentina junto con el estudio De la Vega, aunque prácticamente todas las estimaciones privadas están mostrando una evolución similar.


JAE: ¿Y qué marca ese indicador?


FC: Según este indicador privado, la inflación había bajado hasta 13,5% en los 12 meses a octubre de 2009 pero retomó un alza importante desde finales del año y en los 12 meses a febrero se ubicaba apenas por debajo de 16%.

Nosotros estamos esperando que la inflación siga subiendo este año y que cierre 2010 por encima de 20%. Y, en la misma línea, la mediana de la encuesta de expectativas de inflación que elabora la Universidad Torcuatto Di Tella en Argentina también viene corrigiéndose al alza en los últimos meses y ubica la inflación de los próximos 12 meses en 25%.

En definitiva, es claro que Argentina tiene niveles de inflación altos y subiendo.


JAE: Para terminar, ¿cómo afecta toda esta situación las perspectivas para la economía argentina?


FC: Bueno, cuando se habla de perspectivas para la economía argentina hay que distinguir a qué plazo estamos hablando.

En el corto plazo, nuestras proyecciones apuntan a una recuperación de la economía argentina este año, porque el contexto externo va a estar ayudando y porque, después de un muy mal año en términos climáticos, la agricultura va a tener una recuperación importante. En concreto, estamos proyectando que después de caer más de 4% en 2009, el PBI crezca 3,8% este año.

Ahora, como hemos señalado otras veces, en una mirada de más largo plazo, Argentina sigue acumulando desequilibrios importantes y el clima de negocios y la confianza en la economía argentina se siguen deteriorando. Todo eso desalienta las inversiones y, en última instancia, dificulta que la economía argentina consolide una senda de crecimiento firme y sostenible.


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