Principales tendencias recientes del mercado laboral
Análisis económico de Tea, Deloitte & Touche
(Emitido a las 08.10)
EMILIANO COTELO:
La tasa de desempleo continuó bajando en los primeros meses de 2004, según las últimas cifras divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística.
Se trata, sin dudas, de una buena noticia. De todas maneras, es claro que la desocupación sigue siendo elevada y por esa razón es oportuno dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a examinar en detalle las cifras del mercado laboral. ¿Cuánta gente se encuentra actualmente sin trabajo? ¿Cuántos empleos se han generado? ¿Cómo ha incidido el proceso de fuerte emigración de los últimos años en el mercado laboral?
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Estamos en comunicación con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche. Comencemos, si te parece bien, por las principales cifras divulgadas la semana pasada.
PABLO ROSSELLI:
Según el INE, la tasa de desempleo a nivel nacional alcanzó a 13,9% en el primer trimestre del año. Ello supone un nuevo descenso en relación al trimestre móvil inmediato anterior: en el trimestre anterior, es decir en diciembre-febrero, la tasa de desempleo había sido de 14,2%.
Como el análisis de un dato al siguiente puede verse afecto por razones estacionales o por variaciones muestrales sin significado económico, siempre es conveniente mirar la tendencia con una perspectiva un poco más larga.
EC - ¿Y a qué conclusión se llega?
PR - La tasa de desocupación está mostrando una tendencia claramente descendente, después de haber alcanzado un máximo a nivel nacional de 19,8% en el trimestre setiembre-noviembre de 2002.
Desde entonces, la desocupación está bajando fuertemente, a un ritmo claramente mayor al que, a nuestro juicio, resultaba previsible a inicios de 2003, cuando se comenzaba a vislumbrar el fin de la recesión.
EC - ¿Cómo es el desempeño a nivel de Montevideo e Interior Urbano, que es la distinción que realizan las estadísticas?
PR - La tendencia es similar en ambos casos. En Montevideo tenemos actualmente un desempleo de 12,8%, frente a un máximo de 20% en setiembre-noviembre de 2002. Doce meses atrás, en tanto, el desempleo en Montevideo era de 19,2%.
Y en el interior urbano el desempleo es de 15%, frente a un máximo de 19,5% en 2002 y a 17,9% hace un año.
Es decir que la tendencia es la misma pero la desocupación ha bajado más en Montevideo que en el interior.
EC - ¿Cómo se explica el descenso de la desocupación? ¿Hay más empleos?
PR - Definitivamente. A lo largo de 2003 se han ido creando una cantidad de empleos muy significativa. Eso no significa, sin embargo, que esa mejora sea enteramente percibida por la población. En ese sentido, la tasa de desocupación sigue siendo alta y en muchos casos puede ocurrir que las remuneraciones obtenidas en los nuevos puestos de trabajo sean sustancialmente más bajas que las percibidas en los viejos empleos.
Esas cosas pueden determinar una percepción todavía muy negativas de los agentes en relación al mercado laboral, pero de todas maneras las estadísticas marcan con claridad que se están creando nuevos puestos de trabajo.
EC - ¿Cuántos puestos de trabajo se han creado?
PR - De acuerdo a las cifras oficiales que divulga el INE, en los últimos cuatro trimestres se crearon 74.000 empleos, 29.000 en el interior y 45.000 en nuestro país.
EC - ¿Y cuál es el balance en materia de empleos cuando se tiene en cuenta la pérdida de puestos de trabajo observada durante la recesión?
PR - Para contestar se presenta un problema importante. Las estadísticas del mercado laboral se elaboran a partir de encuestas. El número absoluto de personas ocupadas surge de multiplicar el porcentaje de personas que en la encuesta tenía trabajo por el número de personas que se estima vive en el país (considerando las poblaciones de más de 5.000 habitantes).
El problema es que el INE no ha actualizado sus estimaciones de población para tener en cuenta la fuerte emigración de los últimos años. Con los datos del INE, se puede concluir que durante la recesión se habían perdido unos 120.000 empleos, dependiendo un poco de qué trimestre se tome para realizar las comparaciones. En esa cifra se compara el tercer trimestre del 98 con el tercer trimestre del 2002. Y, como decía recién, en los últimos doce meses se crearon unos 74.000 empleos.
De todas maneras, cuando se tiene en cuenta la fuerte emigración de los últimos años, se concluye que en realidad se perdieron más puestos de trabajo de los que se desprenden de esas estadísticas.
EC - ¿Cómo es eso? ¿Cuántos puestos se perdieron?
PR - Aquí tenemos que considerar estimaciones basadas en los resultados de un estudio que realizaron Adela Pellegrino y Andrea Vigorito, ambas investigadoras de la Universidad de la República.
Considerando básicamente la diferencia entre las personas que se fueron y que volvieron por el aeropuerto de Carrasco, más algunos ajustes adicionales, llegan a la conclusión de en entre 1998 y 2003 emigraron unas 100.000 personas. Y en la gran mayoría de los casos, esas personas eran mayores de 14 años (que es la edad mínima para trabajar según la consideración de las encuestas).
EC - ¿Y eso cómo afecta las cifras de empleo?
PR - Quiere decir que hay en realidad casi 100.000 personas menos en edad de trabajar que las que considera el INE. Multiplicando el porcentaje de personas que tiene trabajo sobre esta nueva estimación de la población, estimamos que durante la recesión se perdieron en realidad unos 155.000 puestos de trabajo, es decir 35.000 puestos más que los estimados por el INE. Y a su vez, en los últimos doce meses se habrían creado unos 65.000 puestos de trabajo, en lugar de los 74.000 puestos informados por el INE.
De todas maneras, debemos insistir en que se trata de estimaciones preliminares a partir de los datos de emigración aportados por esa investigación a que hacíamos referencia. Tendremos que esperar a contar con una serie de población oficial proporcionada por el INE y que contemple el efecto de la emigración, pero por ahora podemos recurrir a algunas estimaciones puntuales.
EC - ¿Qué otras repercusiones tuvo la emigración en el mercado de trabajo? En más de una oportunidad escuché que la emigración había sido una "válvula de escape" para la población con problemas de empleo. ¿Es cierto?
PR - Seguramente sí. De acuerdo al trabajo de Vigorito y Pellegrino, un 50% de las personas que emigraron lo hicieron, entre otras razones, por problemas de desempleo. Quiere decir que si no hubiese existido la emigración, seguramente tendríamos una desocupación bastante más alta, de algunos puntos porcentuales más. De todas maneras, no podemos proporcionar una estimación cuantitativa que resulte objetiva porque tendríamos que hacer unos cuantos supuestos.
Desde esa perspectiva, se puede decir que la emigración funcionó como una "válvula de escape". Pero eso no significa una valoración positiva de la emigración: la emigración constituye un fuerte problema para muchos de los que toman esa decisión y para sus familiares y amigos más cercanos, afecta además al espíritu de la sociedad en su conjunto y tiene consecuencias negativas importantes porque contribuye al envejecimiento del país y significa por último una importante pérdida de capital humano porque promedialmente quienes emigran tienen, de acuerdo a Pellegrino y Vigorito, un nivel de educación relativamente alto.
EC - Para terminar, ¿cómo evalúan las perspectivas para lo que resta del año?
PR - A nuestro juicio, en los meses siguientes seguiremos observando un descenso de la desocupación que seguirá siendo consecuencia de la creación de nuevos puestos de trabajo.
Prevemos que la economía continuará creciendo por lo menos algunos meses más y que, con los bajos salarios reales que se observan actualmente, las empresas procurarán contratar más mano de obra. De todas maneras, seguiremos teniendo una tasa de desocupación históricamente elevada junto con otros problemas de empleo (como son las bajas remuneraciones, la precariedad en muchos casos, el subempleo en otros) para los cuales, lamentablemente, sólo contamos con estadísticas anuales.
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Edición: Jorge García Ramón