(emitido a las 7.34 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
La apertura del mercado avícola a la producción brasileña acelerará el comercio bilateral. Esta es la conclusión a la que arribó ayer el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre.

El jerarca se reunió ayer con productores de leche de San José, habló sobre el acuerdo comercial alcanzado en Brasil en las últimas horas y señaló que las perspectivas para el sector lácteo mejoran sustancialmente. Entre otras cosas, y tal como trascendió en el día de ayer, el gobierno uruguayo acordó por un lado abrir el mercado uruguayo para los pollos brasileños, cuotificado, y, por otra parte, logró que se eliminen ciertas trabas a algunos productos que no podían ingresar con fluidez al mercado brasileño, como algunos lácteos.

Pero en las últimas horas también aparecieron voces relacionadas con lo realizado hasta ahora por el Estado uruguayo en el sentido de que no había justificación alguna para seguir sosteniendo que el pollo brasileño no podía entrar al Uruguay.


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JAE – El canciller Luis Almagro reconoció aquí En Perspectiva que no había ningún obstáculo técnico desde el punto de vista sanitario para frenar el ingreso de pollo brasileño. El gobierno logró aumentar por lo menos durante cinco años el ingreso de pollo diciendo artificialmente que no se podía habilitar a Brasil como proveedor, señaló.

¿Qué pasó entonces en este tiempo y por qué el Estado uruguayo sostuvo esta situación? Recibimos al senador y ex ministro de Ganadería Ernesto Agazzi.

Antes de ingresar a los detalles sobre esta discusión que se ha generado, ¿cómo valora el permiso que se le da ahora a Brasil para colocar 1.440 toneladas anuales de pollo?

ERNESTO AGAZZI:
En el comercio que tenemos con Brasil hay que levantar las trabas a las exportaciones que nos ha puesto Brasil en el caso del arroz, en el caso del trigo, en el caso de los lácteos. Y para eso hay que tener criterios claros de cuáles son las limitaciones al comercio que pone cada uno de nuestros países. Decirnos claramente y que además sea comprobable. Así que el argumento sanitario que nosotros poníamos para prohibir la importación de carne aviar... Hicimos el análisis de riesgo bien hecho, tuvimos que comprar equipos, que contratar gente, porque esto era una discusión hasta entre los técnicos veterinarios en Uruguay. La producción ha cambiado en Brasil, ha cambiado en el Uruguay y en realidad hoy no tenemos argumentos técnicos para prohibir...

JAE - ...Es interesante escuchar los argumentos pero también ponerlos blancos sobre negro. El hecho de que se haya aceptado la apertura de un mercado a cambio de otra cosa que no está establecida en el Mercosur como trabas paraarancelarias parece algo complicado desde el punto de vista del funcionamiento del Mercosur, de lo que debería ser el Mercosur.

EA – Seguro, pero por lo menos cuando pongamos trabas al comercio entre nuestros países seamos francos y digamos por qué ponemos trabas. Entonces que Brasil diga por qué pone trabas a la producción de lácteos; ellos tienen más de 1 millón de tamberos, tienen un sistema lácteo con baja productividad y quieren protegerlo. Nosotros tenemos un sistema de producción avícola que incluye muchísima gente y queremos protegerlo. Entonces es por eso, no es por enfermedades, no es por otro tipo de cosas.

EMILIANO COTELO:
Lo que usted está diciendo es que en definitiva el argumento sanitario era un argumento artificial, simplemente había que proteger a la producción avícola uruguaya.

EA – Cuando Uruguay producía sólo para el mercado interno tenía pocas enfermedades. Hay una demostración de esto: los millones de dosis contra el Newcastle que se han importado en el Uruguay para darles a nuestras aves. En la medida que la avicultura se desarrolló en Uruguay, junto con las aves empezaron los problemas, y hay un sistema de vacunación que se da en el país. Entonces bien nos pondrían decir los técnicos brasileños "¿por qué ustedes dicen que no tienen Newcastle si vacunan contra Newcastle?".

EC – Bueno, esa es otra de las afirmaciones suyas que en estas horas ha generado polémica. Ayer se la comentábamos al presidente de la Asociación de Productores Avícolas y "saltaba".

JAE - Sí, decía: "Acá no se vacuna, estamos todos locos. Se hizo un examen serológico donde se indica que acá hace años que no hay Newcastle, no existe la enfermedad, lo dijo el mismo Ministerio de Ganadería". ¿Entonces?

EA – Que no hay Newcastle es cierto porque el análisis que han hecho los laboratorios del Ministerio ha dado eso; tampoco hay influenza aviar, eso habla muy bien del sistema de Uruguay. Pero los productores de carne de ave vacunan. ¿Si no dónde van esos millones de dosis que se importan en Uruguay? Además yo he sido productor avícola, he vacunado contra el Newcastle como prevención. Al fin y al cabo cuando nosotros exportamos carne vacuna decimos que no tenemos aftosa...

JAE – ...Está bien, pero ¿cuál es la directriz del Ministerio? ¿No hay una resolución que dice que no hay que vacunar contra el Newcastle?

EA – Ahora se terminó el análisis técnico, como no se había hecho antes. Tuvimos un préstamo, contratamos técnicos especiales, ahora sabemos que en ninguno de los establecimientos muestreados ni en los frigoríficos se encontró nada de Newcastle ni de influenza aviar. Eso es así ahora, lo sabemos bien. Ahora no tenemos Newcastle en el país.

JAE – Pero si no tenemos, ¿no estamos asumiendo un riesgo al permitir que ingrese pollo desde una zona que tiene Newcastle?

EA – No, los técnicos especializados en el Ministerio de Ganadería hicieron todo el análisis de riesgo de la carne brasileña, está todo documentado, se hace con un protocolo técnico, y no hay ningún riesgo técnico en importar carne de Brasil.

JAE – Usted reafirma que en Uruguay hoy no está esta enfermedad que sí hay en Brasil...

EA - ...en Brasil tampoco.

JAE – ¿O no hay riesgo?

EA – Ellos vacunan y no hay riesgo de traerla.

JAE – Con ese criterio, como ayer decía Ezquerra, ¿por qué no se admite la importación de ganado en pie de Brasil, que también vacuna contra la aftosa igual que Uruguay?

EA – Ezquerra no sabe eso, en realidad está permitida la carne vacuna de Brasil.

JAE - ¿De ganado en pie?

EA – No, de ganado en pie no, de carne.

JAE – A eso se refería, al ganado en pie.

EA - ¿Y él quiere traer ganado en pie?

JAE – No, en este concepto de plantear escenarios equivalentes él se preguntaba justamente por qué entonces no se admite, con el mismo criterio, la importación de ganado en pie.

EA – La importación de cualquier cosa necesita que se haga un procedimiento de análisis de riesgo, que tiene un protocolo establecido por las autoridades sanitarias en forma internacional. Cuando hay una solicitud de importar algo se le hace el análisis de riesgo correspondiente. Hasta ahora nadie demandó traer ganado en pie de Brasil, parecería que no es muy razonable, pero si alguien lo quiere se hará el análisis de riesgo.

EC – Y cómo observa usted la aprehensión de los productores avícolas uruguayos...

EA - ...No, los productores avícolas uruguayos no tienen ninguna aprehensión.

EC – Están preocupados, dicen...

EA - ...¿Quién?

EC – Bueno, es lo que manifestaba Ezquerra ayer.

EA – Ezquerra nunca crió ni un pollito bebé, él no es productor, yo hablé con los productores. Hable con los productores, vaya a hablar con los façoneros de San Jacinto, ellos hicieron una asamblea el otro día. Ezquerra representa a los industriales y los industriales están habituados a tener el mercado interno cautivo. Es por ese motivo que la carne de pollo en los últimos meses del año pasado subió hasta 61 pesos el kilo a los consumidores cuando el costo de producción del pollo faenado era de 33 pesos. Acá hay un problema de organización del mercado interno, hay pocas empresas que controlan todo el mercado interno y lo quieren tener cautivo. Entonces ellos se han opuesto a que vengan inversores extranjeros, que son los que están haciendo el trabajo y sobre todo la exportación, y tampoco quieren mejorar la competitividad. Acá el problema no es si vamos a salirnos un poquitito de esta autorización, veamos cuál es la estrategia general con la cadena avícola a futuro. ¿Vamos a tener una avicultura dominada por pocas empresas sólo para el mercado interno? ¿O vamos –como pequeño país– a instalarnos en la globalización creando las condiciones para que la avicultura tenga un desarrollo? Ese es el tema.

EC – Lo cierto es que en el discurso de Ezquerra había dos grandes argumentos. Uno, el riesgo sanitario, ya hemos estado conversando de eso con usted. Otro, el problema de los precios, la dificultad de competir con el pollo brasileño.

EA – ¿Cuáles son los precios de pollo brasileño? Yo tengo los datos de un análisis de la evolución de paridad de importación de pollo entero de Brasil en el puerto Paranaguá que es el que se toma como referencia, y pasa una cosa interesante: desde enero de 2009 hasta enero de 2010, tomando un año –y tengo los datos mes a mes–, en algunos meses el precio de exportación de Brasil es un poquito más bajo que el nuestro y en algunos meses es más alto; tomando el costo del pollo faenado en Uruguay, con datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

JAE – Sí, ¿pero a qué apunta con eso? Porque Brasil es el principal productor exportador mundial de carne de pollo.

EA – Sí, pero quién sabe si le va a dar el negocio al importador para importar. Aquí el importador va a importar pollo si tiene un beneficio importante, esto lo aprendimos con las importaciones de papa. El importador no va a invertir dinero si no tiene una expectativa de beneficios. En el promedio del año yo apunto a que el precio del pollo importado en Montevideo de Brasil en relación al costo del pollo faenado en Uruguay es el 98%. O sea que en el promedio de un año son casi iguales.

EC – A usted le convence entonces el mecanismo que se adoptó con Brasil, que implica levantar esa barrera sanitaria pero permitiendo solamente el ingreso del equivalente al 4% de la producción nacional.

EA – ¿Si me convence qué? Perdone que no le agarro el hilo de la pregunta.

EC – Si le convence la fórmula que se acordó con Brasil. Ya que usted cuenta que tiene experiencia como criador de aves, si le parece que ese es un buen mecanismo.

EA – Yo creo que es un buen mecanismo, sobre todo porque se implementa en forma gradual. Se va a autorizar, para que no impacte en nuestra cadena avícola, en una forma gradual, va a ser un porcentaje pequeño. Y eso nos va a servir de estímulo para mejorar nuestra competitividad. Eso es lo que se va a llevar adelante en la mesa sectorial de la avicultura, cómo atender esos problemas grandes que ha tenido nuestra avicultura históricamente: el suministro de raciones, la inocuidad y la trazabilidad de las carnes. Nosotros tenemos que tener una política que nos instale bien, hay que hacerlo con trazabilidad, ¿cómo mejoramos nuestra competitividad? Para esto una cosa clave es integrar la cadena; que los intereses de los que crían los pollos en el campo, de los industriales, de los comerciantes y del Estado estén juntos en una mesa para definir un plan de trabajo que mejore la competitividad de la cadena. Yo estoy convencido que eso es posible.

EC – Ese plan de trabajo apunta, entre otras cosas, a fomentar la exportación. Ayer el ministro Tabaré Aguerre hizo algunos adelantos, dijo que le va a proponer a la cadena avícola potenciar la exportación en base a devolución de impuestos, un mejor acceso al maíz y la instrumentación de un sistema de trazabilidad y monitoreo sanitario.

EA – Perfecto, yo estoy totalmente de acuerdo porque eso es lo que nos ha permitido mejorar la productividad y la inserción en los mercados de otras producciones: del arroz, de los lácteos, de la carne. Hay que hacer lo mismo con la carne de ave, estoy convencido que la carne de ave genera muchos puestos de trabajo. Si nosotros ahora tenemos una gran producción de maíz y nuestro maíz tiene un precio bien accesible, estamos a precio internacional, ¿por qué no podemos tener una industria que transforme con eficiencia ese maíz en carne blanca?

JAE – Saliendo del tema puntual de los precios de los granos vinculados al pollo, rescato dos elementos que se manejaron en las últimas horas. Como decía recién, el canciller Luis Almagro reconoció que no había obstáculo técnico desde el punto de vista sanitario para frenar el ingreso de pollo brasileño. Usted ayer también en Últimas Noticias iba en la misma dirección diciendo que el argumento sanitario para proscribir el ingreso de carne avícola está fuera de lugar, que Uruguay tiene la misma situación sanitaria que Brasil y que en realidad esto debió ocurrir algunos años antes. Entonces me pregunto: este reconocimiento público que hacen algunos jerarcas del gobierno, ¿no afecta la credibilidad? ¿Un empresario o un técnico de otro Estado no podría decir que en realidad también hay otros elementos que se manejan de la misma manera, que en realidad se manejan argumentos para frenar el ingreso de productos diciendo algo que en realidad no es así?

EA – Esto era así, ahora no es más. El gobierno lo ha cambiado y lo ha cambiado trabajando, porque para poder tomar esta decisión, que es una gran decisión, hubo que trabajar mucho. Fíjese que no había ni equipamientos para esto, costaron unos cuántos miles de dólares.

JAE – Claro, pero el hecho de reconocer que en realidad se estuvo frenando el ingreso de pollo en forma artificial...

EA - ... no sé si en los orígenes era en forma artificial, porque la industria avícola en 15 o 20 años cambió mucho en Uruguay y en Brasil. Cuando aquí tuvo el primer empujón –en la época de Moro, que nosotros recordamos bien porque tenemos unos años ligados a esta cosa– la situación era distinta a la de hoy. Hoy hay una avicultura más difundida en el territorio nacional y además hay evoluciones técnicas, eso no hay que negarlo. El asunto es poder decir esto con pertinencia técnica, que eso era lo que nosotros dudábamos.

JAE - ¿Cuál es el punto de corte? Porque por un lado se estuvo sosteniendo algo que en realidad no tenía un buen sustento, ahora se reconoce que sí y que las cosas mejoraron, pero entonces ¿dónde está la credibilidad?

EA – El punto de corte es el día que hacés el análisis que se debe, hacer, con la metodología que se debe hacer, con los equipamientos y los recursos humanos que necesitás, y tenés el resultado arriba de la mesa. Eso era lo que no había en Uruguay y eso era lo que a nosotros nos tenía nerviosos en las negociaciones con Brasil cuando poníamos este argumento arriba de la mesa pero al mismo tiempo sabíamos que estábamos trabajando para ver si era cierto o no.

Un día las cosas cambian, y cambian cuando hay fundamentos para cambiarlas. En realidad podés decir que antes no teníamos fundamentos para decir lo que decíamos... Lo de antes pasó. Ahora tenemos los resultados del análisis de riesgo y de todos los monitoreos que hicimos en Uruguay, y además los propios productores nunca denunciaron la existencia de Newcastle en sus planteles.

JAE – ¿Y ahora sí hay que creer eso? ¿Ahora los uruguayos que están preocupados por el tema sanitario tienen que creer que esto sí es de verdad?

EA – Que miren los resultados y se van a dar cuenta que sí, que es de verdad, exactamente.


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EC – Desde la audiencia Ricardo, que es ingeniero agrónomo, nos pregunta cómo es que para explicar el problema de los pollos se entrevista al anterior ministro y no al actual.

JAE – Respondo: el ministro de Ganadería no ha querido hablar del tema.

EC - Ayer hizo unas breves declaraciones en esta recorrida que realizó por algunos predios lecheros en San José, pero dio tres titulares, no profundizó, y ante nuestra gestión para la entrevista su respuesta fue: "Por ahora no".

JAE – Va a ser después del encuentro que mantendrá con representantes del sector el lunes a las 16.00 horas. Pero además sabemos que el actual ministro de Ganadería ha estado preocupado porque dice que se ha hablado mucho del efecto negativo por el ingreso de pollo y se ha habado poco del efecto positivo de la negociación, por ejemplo de la facilitación de comercio de algunos productos sensibles de Uruguay hacia Brasil.

EC – Además era interesante conocer la experiencia de quien estuvo en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en este período anterior durante el cual se fue manejando, de la forma que él describía, este argumento sanitario para frenar la entrada del pollo brasileño.


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