La inversión extranjera directa en nuestro país: los factores que la atraen y las perspectivas para este año
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte
(emitido a las 8.40 Hs.)
JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
Uruguay parece estar rodeado de proyectos millonarios. Ayer estuvimos analizando, en entrevista con Fernando Puntigliano, gerente general de Minera Aratirí, las principales características del proyecto de esta empresa, que podría llegar a invertir más de 1.500 millones de dólares para la extracción de mineral de hierro. En estos días también avanza el análisis de factibilidad del proyecto del consorcio entre Stora Enso y Arauco para la instalación de una planta de celulosa en Punta Pereira (proyecto que antes impulsaba la empresa española Ence).
La inversión extranjera es un asunto de alta prioridad para el gobierno. En ese marco, nos pareció que valía la pena dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a este tema. En 2009, como consecuencia de la crisis internacional, la inversión extranjera cayó mucho en nuestro país pero siguió siendo importante, más de 1.100 millones de dólares. Entonces, desde ese punto de partida, ¿cómo son las perspectivas para este año? ¿Cuáles son los factores que están detrás del flujo de inversiones extranjeras? En seguida, el diálogo es con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
JAE: Para empezar, ¿podemos revisar cifras históricas de inversión extranjera directa (IED) en nuestro país? Recién decía que el año pasado se produjo una caída importante de la IED, aunque siguió siendo alta.
FC: En 2009 la inversión extranjera directa se situó en 1.126 millones de dólares. Como tú decías, eso marcó una caída de 40% respecto de los 1.840 millones de dólares de 2008.
Ahora, aunque la caída fue muy fuerte hay que tener en cuenta que hubo una crisis internacional muy profunda y que el punto de comparación (el año 2008) fue un récord histórico para Uruguay. Por eso, en realidad, a pesar de la caída, las cifras de IED del año pasado igualmente resultaron buenas. Es cierto, fueron un 10% menores a las registradas en 2007, fueron también inferiores a las de 2006 (cuando tuvimos la inversión de Botnia). Pero eso es lógico, era muy difícil que en un año de crisis mundial el país no viera un ajuste significativo de las inversiones extranjeras. Pero no debemos perder de vista que antes de la llegada de Botnia las inversiones extranjeras eran mucho más bajas. En la década del 90 promediaban menos de 200 millones de dólares por año, luego de la crisis se empezó a observar un crecimiento importante, con 400 millones en 2003, 300 millones en 2004 y 800 millones en 2005. Desde esta óptica, entonces, la cifra del año pasado fue muy buena.
JAE: ¿Y qué ocurrió en otros países de la región?
FC: El año pasado la IED cayó en toda la región pero Uruguay siguió muy bien posicionado. En los últimos años Uruguay captó un 1.5% de la IED que se dirigió a América Latina (según datos de The Economist). Antes de 2004 no llegaba a captar el 0,5%.
Otro dato: en los últimos 5 años la IED en Uruguay representó un 5,4% del PIB. En Brasil y Argentina la IED fue menos de 2,5%. En esa medida sólo Chile y Costa Rica superaron a Uruguay (con 7,3% y 5,9% respectivamente) entre los principales países de América Latina.
JAE: ¿Cuáles son los factores que están detrás de esta expansión de la inversión extranjera directa?
FC: Hay algunos factores del contexto internacional. La creciente globalización supone un aumento de los flujos de inversiones extranjeras en todo el mundo. A su vez, hay una mayor orientación a la inversión en economías emergentes. Estamos con precios internacionales elevados de las materias primas que exporta nuestro país, y esto también contribuye a alentar las inversiones en Uruguay. En América Latina hay un fenómeno creciente de empresas llamadas "multilatinas", que crecen fuera de fronteras.
De todas maneras, las cifras que comentábamos recién muestran con claridad que el país se ha vuelto comparativamente más atractivo para la inversión extranjera y en eso juegan factores domésticos, macroeconómicos, microeconómicos e institucionales.
JAE: Veamos en detalle esos factores.
FC: Luego de la crisis de 2002 la política macroeconómica ha tenido más éxito en la preservación de equilibrios básicos: las cuentas públicas mostraron niveles razonables de superávit primario, con la excepción del año pasado; el país se ha consolidado con niveles de inflación de un dígito; mantenemos una importante flexibilidad cambiaria que permite una mejor respuesta de la economía a los shocks externos. El país está gestionando de mejor manera su deuda pública, con el establecimiento en la administración pasada de una oficina de deuda especializada en ese tema.
En el terreno microeconómico, en el país fuimos realizando a lo largo de los años y de los distintos gobiernos diversas reformas. En los años 90 tuvimos la apertura de las telecomunicaciones a la competencia; la apertura de los puertos a la inversión privada; la apertura comercial en el marco del Mercosur, liberalización de los mercados agropecuarios; la reforma de la seguridad social; el combate eficaz a la fiebre aftosa. En los últimos años ha sido clave la implementación de la ley de inversiones con un conjunto importante de beneficios tributarios a la inversión.
JAE: ¿Cuáles son las perspectivas para este año?
FC: Esperamos que la IED se mantenga firme este año. De hecho, desde nuestra red global de Deloitte estamos recibiendo muchas consultas sobre oportunidades de inversión en el país.
Vemos condiciones para que la IED continúe llegando a los sectores de agronegocios, de exportación de servicios (call centers, servicios financieros, servicios de back office), logística regional, turismo. En ese marco y con la economía mundial recuperándose pensamos que probablemente tengamos en 2010 un aumento de la IED frente al año pasado.
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