Los gobiernos de la eurozona anunciaron un plan de rescate para Grecia por 110.000 millones de euros
Análisis del economista Uri Lichtenstein, de la consultora Deloitte
(emitido a las 8.48 Hs.)
JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
Malas noticias llegan desde Europa. Hace minutos, la calificadora de riesgo Moody´s dijo que la ayuda a Grecia no es suficiente para superar la crisis. A su vez, una fuente oficial del gobierno alemán dijo a la agencia Reuters que hay nuevas dudas sobre Grecia porque queda claro que el dinero previsto para ayudar a Atenas no alcanza.
Además, distintos medios internacionales indican que España está en las puertas de una crisis. Así lo maneja el New York Times: "España tiene el riesgo de caer en la misma trampa que Grecia a menos que acelere las reformas económicas. El Financial Times dice que los inversores están preocupados por Portugal y España. El Wall Street Journal sostiene en sus páginas de opinión que podría haber una serie de transferencias de las economías más fuertes hacia las más débiles como Portugal y España.
Los indicadores están impactados. Cae el euro 1,3%, sube el riesgo país de Grecia, su deuda está con rendimientos de 8,63% a 10 años.
Todo esto ocurre pese al "mega paquete de rescate" para la economía Griega por 110.000 millones de euros, una cifra superior a lo que se había manejado anteriormente. ¿Será suficiente esta ayuda para evitar un default de Grecia? En seguida el diálogo es con el economista Uri Lichtenstein, de la consultora Deloitte.
Hace muy pocas semanas los gobiernos de la Zona Euro ofrecieron a Grecia asistencia financiera por 45.000 millones de euros. ¿Por qué finalmente este fin de semana se anunció un paquete que casi triplica al anterior?
URI LICHTENSTEIN (UL):
Todo parece indicar que los gobiernos de la eurozona subestimaron la magnitud de la crisis de confianza que enfrentaba el gobierno griego. En una primera instancia, la idea de los líderes de la Zona del Euro era otorgar financiamiento para cubrir solamente los vencimientos de deuda de este año (2010). Se pensaba que ese paquete de ayuda sería suficiente para recomponer la confianza de los inversores en la plaza griega, y que por ende, a partir de 2011 el gobierno griego podría volver a obtener financiamiento en los mercados internacionales.
Pero en las últimas semanas, los inversores dieron señales bastante claras, bastante contundentes, en el sentido de que no están dispuestos a financiar a Grecia a tasas bajas.
En ese marco, las autoridades europeas debieron ampliar en forma extraordinaria la ayuda anunciada inicialmente, ofreciendo un paquete por 110.000 millones de euros. Ese monto debería alcanzar para cubrir las obligaciones financieras de Grecia previstas para los próximos tres años.
JAE: ¿Y qué implicancias puede tener esta ayuda para las finanzas de los demás países de la Zona del Euro? Te lo pregunto porque en otras cosas el paquete surge de los países miembros, y otros países afectados, como España, terminan financiando a Grecia.
UL: Este "paquete de rescate" obliga a las 15 economías restantes del bloque a otorgar financiamiento a Grecia. En particular, Alemania deberá aportar más de 21.000 millones de euros. Por su parte Francia, Italia y España deberán prestarle a Grecia entre 10.000 millones y 15.000 millones de euros cada uno.
De todas formas, estas cifras son relativamente reducidas con relación al PIB de esos países. De hecho, la asistencia que estas economías van a brindar a Grecia en los próximos 3 años representa aproximadamente 1 punto del PIB de esos países, por lo que el "esfuerzo" para estos países no es tan significativo.
El otro elemento importante es que algunas de estas economías deberían ser las primeras interesadas en "rescatar" a Grecia porque, en buena medida, estarían evitando ataques especulativos sobre su propia deuda; estarían combatiendo el riesgo de "contagio".
JAE: ¿Cómo sería eso?
UL: El tema es así. En las últimas semanas y con el agravamiento de la crisis en Grecia, los mercados comenzaron a mirar con mayor escepticismo a otras economías que enfrentan dificultades en el frente fiscal, como Portugal, Irlanda o España. Sin ir muy lejos, a mediados de la semana pasada el riesgo país de Portugal alcanzó a casi 300 puntos básicos una cifra muy alta para la economía europea, de hecho es la más alta en la historia de Portugal desde que se unió a la Zona Euro, el riesgo de Irlanda superó los 200 puntos básicos y el de España alcanzó a casi 120 puntos.
En ese marco, salvar a Grecia y otorgar algo de tranquilidad a los mercados es importante para sus propios intereses. Estas economías necesitan ganar tiempo para ajustar sus propias cuentas públicas en los próximos años y recomponer así la confianza en su propia deuda. Resulta claro que un default de Grecia en estos días no ayudaría en lo más mínimo a estas economías.
Además, hay que tener presente que buena parte de la deuda del gobierno griego está en manos de bancos extranjeros, en particular de bancos de otros países de la Zona del Euro. Esos bancos tienen bonos públicos griegos por más de 70.000 millones de euros. Por lo tanto, este plan de salvataje, de alguna manera, también apunta a evitar eventuales problemas en esas instituciones.
JAE: ¿Y cómo recibieron los mercados este anuncio?
UL: En realidad, los mercados no reaccionaron con euforia ni mucho menos. Por un lado, el riesgo país de Grecia bajó desde los 850 puntos básicos de la semana pasada a algo menos de 600 puntos en la jornada de ayer. De todas formas, este nivel de riesgo país sigue siendo muy alto y refleja que los inversores todavía no están dispuestos a financiar a Grecia a tasas bajas.
Por otra parte, las bolsas europeas se mantuvieron relativamente estables ayer, al tiempo que el euro volvió a operar a la baja y se encuentra en estos momentos en torno de 1,31 dólares.
En definitiva, pese a esta impresionante inyección de liquidez que se le ha prometido a Grecia, los mercados todavía muestran muchas dudas sobre el futuro de esta economía.
JAE: ¿Y a qué se debe tanto escepticismo de parte de los mercados?
UL: Probablemente esta reacción se vincula con el hecho de que la inyección de liquidez no resuelve los problemas de fondo que enfrenta Grecia. El nivel de deuda de Grecia es extremadamente alto y recordemos que estamos frente a una economía en recesión que enfrenta importantes problemas de competitividad.
¿Y cómo puede recuperar competitividad Grecia sin devaluar su moneda? O sea, ¿sin abandonar la Zona del Euro? La única alternativa para ello es procesar una reducción muy importante de precios y de salarios. Pero en el corto plazo eso es muy costoso en términos de actividad. es muy recesivo.
Y en ese marco, el primer ministro anunció recortes extraordinarios del gasto público para los próximos años.
JAE: ¿Y eso podría provocar que la recesión sea más profunda?
UL: Efectivamente. Un ajuste fiscal de estas características (de más de 10 puntos del PIB en los próximos tres años), sumado a un proceso deflacionario para recuperar competitividad, en una economía que ya está en recesión podría resultar muy negativo en materia de actividad, con varios años de caída del PIB por delante, y quizás con mucha inestabilidad social.
Es por eso que los mercados todavía muestran dudas acerca de la salida de la crisis griega. Y en este contexto, aún no deben descartarse ni un default de la deuda griega (que ha alcanzado un nivel frente al PIB que parece impagable), ni una salida de Grecia de la Zona del Euro, ni tampoco debe descartarse problemas en otras economías como las de España, Portugal o Irlanda.
***