Análisis Económico

Los gobiernos europeos anunciaron un "mega" plan anti crisis: ¿vendrá la calma en los mercados?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte


(emitido a las 8.45 Hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
El fin de semana, los gobiernos europeos jugaron a tres bandas. Por un lado, anunciaron un nuevo plan para enfrentar la crisis financiera creando un fondo que podría alcanzar a 750.000 millones de euros. En segundo lugar, los bancos centrales se comprometieron a comprar en forma coordinada títulos públicos de países en crisis. En tercer lugar, Portugal y España se comprometieron a introducir nuevas reformas y recortes presupuestales adicionales a los que ya habían asumido. Tras los anuncios, los mercados vivieron ayer un día muy positivo. El Dow Jones de la bolsa de Nueva York subió 405 puntos (3,9%). Las acciones también subieron en Europa; a su vez, el euro se fortaleció frente al dólar y las primas de riesgo país de Grecia, Portugal y España bajaron considerablemente.

¿Cómo quedan entonces las perspectivas para la zona del euro?  En seguida el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

Lo primero que llama la atención es el monto del paquete anti crisis, casi siete veces más que el último plan de asistencia a Grecia. ¿Cómo se entiende eso?


PABLO ROSSELLI (PR):
Los gobiernos europeos vieron que los anuncios realizados hasta ahora no estaban funcionando. Tiempo atrás habían lanzado un plan de asistencia a Grecia de 45.000 millones de euros. Los mercados inicialmente lo recibieron con aprobación pero días después volvieron las expectativas negativas. Entonces los gobiernos fueron por un paquete de 110.000 millones, que razonablemente podría cubrir dos o tres años de necesidades financieras en Grecia. Pero la semana pasada el riesgo país tocó un nuevo máximo histórico de más de 900 puntos. También se disparó el riesgo de Portugal y subieron las primas de otros países como España.

En ese marco, este lunes de madrugada los gobiernos anunciaron la conformación de un fondo que garantizará las deudas de los países miembros. Ese fondo tendrá un aporte de los gobiernos europeos de 500.000 millones de euros y un aporte adicional del FMI que podría llegar hasta 250.000 millones. Para acceder a esos fondos, sin embargo, hay que adoptar severas medidas de ajuste, en el marco de un plan que sería monitoreado por el FMI, como exigía Alemania.


JAE: ¿Y cómo se está analizando este paquete entre los analistas? Los mercados, por su parte, se vieron gratamente sorprendidos.


PR: Sin dudas, se trata de un paquete de shock que quiso jugar justamente con la sorpresa. Nadie o casi nadie esperaba un paquete tan importante. De este modo, los gobiernos de la Eurozona tratan de cortar el círculo vicioso que se estaba generando en los mercados. ¿En qué consistía ese círculo? Está claro que los gobiernos deben tomar medidas de ajuste fiscal y puede haber gobiernos muy decididos a recorrer ese camino doloroso, complicado. Pero si los inversores desconfían de esa voluntad de ajuste o de la capacidad de llevar adelante esos ajustes, piden más tasas de interés por los bonos. Eso tiene efectos recesivos adicionales y obliga a tomar medidas de ajuste todavía más duras, con más costos en materia de actividad económica.

Desde esta perspectiva, el plan apunta a un monto muy importante de ayuda, prefiere exagerar en el monto a quedarse corto. Con esto se busca cortar canales de contagio entre los países de la Eurozona, reconociendo como dato de la realidad que el caso de Grecia luce muy complicado. De todos modos, debemos ser cautelosos y evitar un exceso de optimismo.


JAE: ¿Por qué decís eso? ¿Este monto no debería ser suficiente?


PR: Sin dudas se trata de un monto muy grande. Pero para acceder a esos fondos hay que adoptar medidas de ajuste muy severas, y las medidas de ajuste tienen impactos recesivos que pueden dificultar la reducción sustancial de los desequilibrios fiscales.

Estamos ante un plan que trata de poner mucha más liquidez en el mercado. Pero ya hemos comentado otras veces que tenemos países con notorios problemas de solvencia. Es decir, que el nivel de endeudamiento en relación al PIB ha alcanzado valores muy altos. Sin dudas ese es el caso de Grecia. Pero también Portugal tiene una deuda que crece a tasas rápidas. Por otra parte, varios países de la Eurozona han quedado caros en euros, frente a Alemania. Eso les impide tener un sector exportador dinámico, en momentos en que eso es imprescindible dada la retracción del consumo, de la inversión y dada la política fiscal contractiva. Sin la perspectiva de una devaluación y en medio de una fuerte restricción fiscal, el panorama de actividad económica luce muy mal para varios países. Por eso mismo, hay analistas que sostienen que el plan anunciado hasta ahora debe complementarse con otras medidas.


JAE: ¿Qué medidas?


PR: Por un lado, medidas en el frente monetario. Tú señalabas al inicio que el Banco Central Europeo anunció que comenzó a comprar títulos públicos. Esas operaciones persiguen un objetivo de sostener los precios de los bonos, de contener la suba del riesgo país.

Pero esas compras deberían permitir una expansión monetaria mucho más fuerte en la Eurozona, lo que se llama un aflojamiento cuantitativo. Hasta ahora el Banco Central Europeo había evitado iniciar este camino por temor a acumular demasiados bonos públicos y perder control en el futuro de su amplia independencia de los gobiernos. Una mayor expansión monetaria debería contribuir a dos objetivos clave: a una depreciación del euro frente a las monedas del resto del mundo, para empujar la competitividad de la Eurozona como un todo, y a generar mayor inflación en las economías que andan mejor, como por ejemplo Alemania.


JAE: Llama la atención esto último que estás diciendo. ¿Se precisa más inflación?


PR: Hay analistas que sostienen que sí, a nuestro juicio acertadamente. ¿Por qué sería bueno un poco más de inflación? Aclaremos en primer lugar, que la inflación en la Eurozona está en solamente 1% anual y bajando. Europa corre un peligro serio de enfrentar un escenario de deflación, de caída de precios por falta de demanda. Cuando los agentes esperan caídas de precios, postergan sus decisiones de gastos e inversión y eso refuerza la recesión. Como decíamos recién, hay varios países que han quedado caros frente a Alemania, precisan bajar sus costos frente a Alemania. Eso puede ocurrir con varios años de caídas de precios nominales en esos países, lo cual es muy recesivo, o puede ocurrir con un poco más de inflación en Alemania. Por eso una política monetaria más expansiva es necesaria. Los mercados respondieron al paquete con una suba del euro, porque hay más confianza en los bonos públicos tras los anuncios, pero la Eurozona como un todo precisa de un euro más barato para competir mejor en los mercados externos.

Y también por estas razones se precisa de una política fiscal más expansiva en Alemania. Hay varios países que deben tomar medidas de austeridad fiscal. Alemania no lo precisa y le haría bien a la zona del euro contar con una mayor expansión de la demanda alemana.


JAE: En suma, ¿cuál es el balance de estos últimos anuncios?


PR: El paquete aprobado este lunes tuvo un impacto muy positivo y debería ayudar a limitar el contagio que estábamos viendo.

Pero la problemática europea es muy compleja. Esa combinación de problemas fiscales severos, con alto déficit y sobreendeudamiento, con problemas de competitividad no tiene soluciones fáciles. Además, faltan señales más claras a favor de una política monetaria expansiva en Europa y un enfoque más amplio de parte de la principal potencia de la zona, Alemania, que debería promover una política fiscal más expansiva.


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