Entrevistas

Mario Bergara: capitalización del BCU "mejorará su capacidad operativa"

Mario Bergara: capitalización del BCU "mejorará su capacidad operativa"

El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, dijo a En Perspectiva que la capitalización que le realizará el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a dicha entidad es "una corrección histórica" que permitirá "cumplir con la ley" de la Carta Orgánica del BCU aprobada en octubre de 2008 y "mejorará su capacidad operativa". Asimismo, el economista afirmó que la publicación de la información de 540.000 deudores del sistema bancario "contribuye a que quienes toman decisiones de crédito o de financiamiento puedan hacerlo con mayor caudal informativo", mejorando la eficiencia de los mercados de crédito. "Es una base de datos, no una lista de morosos", subrayó. El jerarca también se refirió a la decisión del MEF de comprar dólares en el mercado y a la posible crisis europea.


(emitido a las 8.58 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Hay al menos tres razones de peso que ubican hoy al Banco Central del Uruguay (BCU) en el centro de la atención nacional.

La primera, su decisión de hacer pública en su página web la información de 540.000 deudores del sistema bancario que forma parte de la Central de Riesgo Crediticio (CRC).

La segunda, el anuncio de la capitalización que le realizará el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), una medida inédita, que no tiene precedentes y que apunta a revertir el patrimonio negativo que hoy presenta la autoridad monetaria.

La tercera, que se vincula a la anterior, es la decisión del MEF de salir directamente a comprar dólares en el mercado para hacer frente a los compromisos financieros del Estado, y de paso quitarle al BCU la mochila que hoy carga debido a las muy costosas intervenciones que ha venido realizando últimamente en el mercado cambiario.

Pero además, como telón de fondo se suma un escenario económico y financiero internacional lleno de incertidumbre, con Europa como protagonista.

Para dialogar sobre toda esta situación, recibimos al presidente del BCU, doctor en Economía Mario Bergara.

***

EC - Empezamos con la CRC.

JAE - Hay 540.000 deudores, que no son necesariamente morosos. No se trata de un listado, sino de una base de datos que puede ser consultada si se tiene cédula de identidad o pasaporte para personas físicas y RUT para personas jurídicas. En la lista están los deudores de más de 2.600 dólares, aproximadamente. Se incluyen operaciones con tarjetas de crédito y se abarca solo lo referido al sistema financiero. Los datos que se despliegan pasan por el monto, la categoría del crédito (muy importante) y la institución o las instituciones acreedoras. La información proviene de la CRC, que funciona desde 1977 pero que hasta ahora era consultada solamente por los bancos, no tenía acceso público.

EC - Históricamente existieron dos bibliotecas con relación al alcance del secreto bancario. Una afirmaba que comprende a depósitos y a deudas, y otra, la tesis que se adopta ahora, indicaba que el secreto bancario vale solo para los depósitos. ¿En qué se basan ustedes para sostener esta última tesis?

MARIO BERGARA:
En la ley. La ley del año 82 de intermediación financiera, en la que aparece en el artículo 25 el secreto bancario, era bastante clara con respecto a que correspondía esencialmente a la información referida a los depósitos de las personas y las empresas en el sistema bancario. De todas maneras, hubo un tira y afloje conceptual o de interpretación del alcance del secreto bancario con respecto al lado del activo de los bancos, los créditos.

Si esa discusión podía tener algo de razonabilidad en los 80 y los 90 y a principios de los 2000, esa situación terminó en enero de 2006 cuando se aprobó la ley 17.948 que dejó clarísimo que el alcance del secreto bancario refiere esencialmente a los depósitos de las personas. Por lo tanto hay un marco legal muy claro que limita el alcance del secreto bancario.

Además, creo que en la discusión pública de estos días no está planteado que la publicación de datos crediticios violente el secreto bancario de ninguna manera. Incluso esa ley de enero de 2006, contra la que no conozco ninguna acción de inconstitucionalidad ni nada por el estilo, también le da un rango legal a la CRC, se menciona por primera vez en una ley que la administra el BCU. Es una base de datos alimentada con información de los propios bancos, por lo tanto la responsabilidad de esa información es directamente de los bancos. Pero se menciona por primera vez a nivel legal algo que regulatoriamente ya existía desde 1975.

EC - De todos modos, pasaron cuatro años desde que esa ley despejó las dudas y habilitó la difusión de esta información hasta el momento en que efectivamente se hace la divulgación. El hecho de que la medida se tome ahora ¿tiene algo que ver con el nuevo contexto mundial que promueve mayores controles a la actividad financiera y en el que el secreto bancario está muy cuestionado?

MB - No; pero quiero remarcar algo que acaba de plantear usted, que es que esta ley autoriza la divulgación de la información contenida en la CRC. Dicho de otra manera, esa es la base de la legalidad de la medida tomada por el BCU, porque una de las cosas que sí fueron cuestionadas públicamente en estos días son los elementos de legalidad. Esta ley explícitamente autoriza al BCU a dar acceso a la información contenida en esta base de datos que es la CRC, y es tan explícita que dice "incluso a través de la internet". Entonces las dudas sobre la legalidad deben ser dejadas totalmente de lado.

EC - Pero ¿por qué ahora?

MB - Porque es cuando se pudo hacer. Es una base de datos muy compleja, amplia, contiene alrededor de 540.000 deudores, y hay temas de plataforma, temas de pulido de la información y demás que han llevado a perfeccionar el sistema antes de darle acceso al público. Aun así, el otro día, con todo el ruido que esto generó –solo el viernes hubo 23.000 consultas–, decidimos dar de baja la página y migrarla a un servidor más potente, por lo que hoy o mañana va a estar disponible con más potencia para poder habilitar un número tan grande de consultas.

JAE - En estas horas ha habido comentarios a favor y en contra. Por ejemplo, el director gerente de la Liga de Defensa Comercial, Bernardo Quesada, dijo que es un logro muy importante del mercado, que los bancos ya accedían a esa información, por lo que de hecho había una asimetría en el acceso a ella por parte de las empresas, entonces esto es relevante para conocer cuál es el nivel de endeudamiento de las empresas sobre todo en el mercado financiero. Quesada destaca la eliminación de la asimetría de información.

¿Qué se busca con esta apertura? ¿Qué impacto busca tener desde la óptica del BCU?

MB - Despejado el tema de la legalidad de la medida, es razonable entrar en los temas de fondo. Cuando uno habla de crédito y financiamiento básicamente está pensando que algunas personas, algunas instituciones o algunas empresas les prestan a otras. Uno le presta al que conoce, tanto desde el punto de vista conceptual como en la práctica cotidiana de todos nosotros, está claro que la información es un ingrediente sustancial a la hora de evaluar el crédito, el préstamo, el financiamiento. Diseminar información es un elemento que contribuye a que quienes toman decisiones de crédito o de financiamiento puedan hacerlo con mayor caudal informativo, necesario para esa decisión, por lo tanto ayuda a que los mercados de crédito funcionen de manera más eficiente.

Muy bien decía Elhordoy al principio que esto es una base de datos –no una lista de deudores–, de gente que ha tomado prestado, que ha tomado un crédito, que tiene un financiamiento, no es una lista de morosos, no es un clearing.

EC - Eso explica este caso que plantea un oyente. Dice Federico: "Yo no tengo deudas. Salí de garantía, el deudor viene pagando, y sin embargo aparezco como deudor por el total del préstamo".

MB - Claro, porque es la garantía del préstamo, es la exposición crediticia o la exposición del riesgo lo que está reportado ahí.

Un primer paréntesis: reitero que la responsabilidad de la información que está en la base de datos es estrictamente de las instituciones que reportan esa información, de los bancos. Por lo tanto, si alguna persona consulta su situación y entiende que no refleja la realidad, debe dirigirse directamente a su banco para promover la corrección del caso.

En cuanto al tema conceptual, como decíamos, la gente le presta al que conoce, la información es un elemento sustancial en las decisiones financieras, de crédito, por lo tanto diseminar esta información tiene una lógica de interés general de hacer más eficiente el funcionamiento del crédito al financiamiento, más allá del sistema bancario.

JAE - Crédito entre personas, entre empresas.

MB - O el crédito comercial. Uno de los grandes beneficiados de esta medida son seguramente los comerciantes. Hace aproximadamente un año tuvimos una reunión con la directiva de la Cámara de Comercio que nos planteaba esa asimetría que mencionaba la Liga Comercial, los comerciantes deben tener acceso a la CRC para poder evaluar cuando deciden un financiamiento para electrodomésticos, para vehículos, etcétera. Está en el interés de los comerciantes tener acceso a información que hace a si el potencial cliente tiene exposición alta, baja, si tiene voluntad y capacidad de pago y también vocación de pago.

JAE - También es cierto que la base de datos es incompleta porque no toma en cuenta los préstamos otorgados entre particulares. Puede darse el caso de que un buen pagador a un banco haya dejado un agujero en otro lado.

MB - Desde el punto de vista anecdótico puede ocurrir infinidad de situaciones. Esto es más información; en esto siempre es mejor más información que menos información.

EC - Un detalle que quedó dicho al pasar es que esta información de hecho no era tan secreta, los bancos podían acceder a ella.

MB - Desde el año 75.

EC - Los bancos entre sí intercambiaban esta información, pero otros agentes del mercado no la tenían.

MB - Y además un agregado: esta es información objetiva de situación crediticia y lo que se llamaba en la jerga financiera la calificación de riesgo, cuál es el estado de los créditos, si la persona tiene el crédito vigente o si es morosa y demás. Por lo tanto aquí se trasmite información, no solo información negativa como la que da el Clearing, si uno está en el Clearing ya está estigmatizado porque es moroso o fue moroso alguna vez, quizás hace muchos años. En cambio esto es información negativa y positiva. Si uno toma en cuenta que hoy la morosidad en el sistema bancario es de aproximadamente 1%, quiere decir que las personas y las empresas con esta información en el 99% de los casos pueden trasmitir información positiva, un perfil positivo de su situación de deuda, de su vocación de pago, de su voluntad de pago. Porque para un comerciante que consulta esto por supuesto que es importante saber si alguien es moroso o está sobreendeudado, pero también es una carga informativa fundamental saber que alguien tiene una situación razonable de deuda, que está al día y que tiene vocación de pago. Ambas cosas son informativas. Y, reitero, en la situación actual en el 99% de los casos puede trasmitir información positiva.

JAE - Por otra parte, el secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos, Julio de Brun, dijo que la medida impacta negativamente en la operativa bancaria, atenta contra el derecho de privacidad de la población, que esto le genera al sistema bancario en sí un sesgo negativo, en la medida en que la información que se divulga es qué hace la gente con el sistema bancario genera un incentivo a trabajar fuera del sistema para no estar sujeto a este tipo de publicidad.

¿Qué dice al respecto?

MB - Hay dos puntos que vale la pena destacar. Uno es que evidentemente antes los bancos tenían acceso a esta base de datos, son quienes la alimentan, y los otros agentes del mercado no. Decir que esto es un sesgo que perjudica a los bancos es la contracara de lo que decías recién que decía la Liga de Defensa Comercial, corrige una asimetría que se daba a favor de los bancos.

JAE - ¿Efectivamente los bancos pueden perder parte del negocio?

MB - No, el espacio para el aumento del crédito y del financiamiento es tan grande que no va a haber agentes que pierdan. Además tenemos que volver a la cuestión de fondo, que creo que el secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos pierde de vista, que es que al haber más información diseminada en el mercado va a haber más oportunidades de tomar decisiones eficientes en materia de financiamiento.

EC - El otro tema que se mencionó al pasar es si esto violenta la privacidad de las personas. Un aspecto que puede generarle algún cosquilleo a mucha gente con respecto a este tema.

JAE - Está la ley de hábeas data, que se supone que protege la información particular.

MB - Exactamente. Dos cosas con respecto a esto. En primer lugar, siempre que se plantea este tipo de situaciones se genera una especie de tensión entre los derechos de privacidad y el interés general que se deriva de la transparencia de cierta información. Por lo tanto esta es una cuestión de equilibrios entre esas cosas.

Voy a comparar la situación de información de depósitos con la de créditos. Porque la de depósitos está claro que está amparada en el secreto bancario, aunque se puede levantar en ciertas circunstancias, en casos de pensiones alimenticias, lavado de dinero, defraudación tributaria, etcétera. Ahí también hay un equilibrio dado entre privacidad por un lado e interés general y transparencia por otro; con el secreto bancario en las condiciones que tenemos hoy en Uruguay hay un sesgo hacia los elementos de privacidad, porque básicamente la plata de los depósitos es de uno. En el caso de los créditos el equilibrio es distinto, está más hacia el lado del interés general y la transparencia de información que hacia el de la privacidad, entre otras cosas porque la plata que está involucrada en los créditos no es de uno, lo que es de uno es la deuda. Todos aquellos que prestan, ya sea directamente o por medio de los bancos –porque el que presta en última instancia es el que deposita su dinero en un banco–, tienen el interés de conocer la situación y la información de lo que hace su banco con el dinero, a quién le presta, en qué condiciones, etcétera. Ese equilibrio entre privacidad e interés general tiende a volcarse un poco más hacia el lado del interés general por estas razones. Por lo tanto está claro que aquí no se violenta la privacidad en ese sentido.

El segundo comentario asociado a la ley de protección de datos personales es que estamos en permanente contacto y este proceso se hizo en diálogo con la Unidad Reguladora y de Control de Datos Personales, que está en la órbita de la AGESIC (Agencia para el Desarrollo del Gobierno de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y del Conocimiento), por lo tanto está claro que esto no violenta en absoluto la ley de protección de datos personales.

JAE - De todos modos, va a haber un proyecto para aclarar algunos puntos, según trascendió el fin de semana.

MB - Sí, pero son cuestiones aclarativas de aspectos ya coordinados y que no violentan para nada esta decisión con respecto a la CRC.

EC - Una pregunta que viene de la audiencia: "El costo operativo de construir esa base de datos es principalmente de los bancos, y luego ese producto se pone a disposición de intermediarios no bancarios". ¿Cómo responde a esa objeción?

MB - La plataforma la pone el BCU, los bancos brindan la información. Por supuesto, puede tener un costo brindar información, información que de todas maneras tienen porque son sus propios clientes. Puede tener algún costo para los bancos brindar esa información, pero en el mundo de hoy, con el desarrollo de la informática, no creemos que ese costo sea sustancial. Los bancos ya llevan 35 años proveyendo información de este tipo, por lo tanto no vemos que eso genere una asimetría espectacular.

EC - Teniendo en cuenta que se trata de información que hay que saber interpretar, porque se habla de categorización de deudores por ejemplo, un concepto que no es para cualquiera, ¿está previsto que el BCU organice alguna forma de divulgación, algún tipo de cursos de formación para que esta difusión no dé lugar a malas interpretaciones?

MB - Dos aspectos. En primer lugar, en esto estamos todos aprendiendo, y está claro que la propia página debe contener más información para poder interpretar mejor los datos. La calificación de los riesgos crediticios básicamente va de 1 a 5, 1 es el mejor crédito, el crédito vigente, el que no ha presentado problemas, y 5 son los créditos incobrables. De modo que de 1 a 5 siempre es mejor estar en el 1 o cerca que en el 5 o cerca. Pero tenemos que desarrollar más mecanismos de información, porque lo que queremos es diseminar información que la gente pueda utilizar.

También está claro que esto es un elemento cultural, hay un proceso cultural acá, tenemos que acostumbrarnos. Hay bastante ruido estos días porque son los primeros días de una medida que sacude algunos aspectos culturales. Pero esto va a ser útil también en la medida en que después se dé el uso equilibrado, prudente de esta información. No creo que la cuestión sea que ustedes salgan a buscar los números de cédula de los vecinos para chusmear qué deudas tienen. Básicamente serán quienes van a otorgar préstamos, créditos o financiamiento comercial quienes van a acceder a esta información.

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EC - Hay una cantidad de consultas de los oyentes sobre el tema de la CRC. Por ejemplo, Gonzalo de Pocitos dice: "Yo tengo deudas personales menores de 2.500 dólares, de hecho menores de 1.000, y el primer día cuando se dio la noticia, ingresé con mi cédula y ahí estaban los datos de las deudas". ¿Cómo se entiende esto?

MB - Puede haber aspectos de excepción que dependen de la historia crediticia de las personas. Puede ser que aparezca hoy alguien con deudas menores de ese límite de 2.600 dólares si tiene una historia crediticia con problemas de morosidad. No digo que sea el caso de Gonzalo de Pocitos, pero esa es una posibilidad de excepción. Y lo otro es que la gente debe tomar en cuenta que cuando tiene deudas de tarjetas de crédito lo que reporta el banco es la línea de crédito, no necesariamente lo utilizado.

EC - No necesariamente lo que se debe en el momento, sino la línea de crédito que el cliente tiene con esa tarjeta.

MB - Exacto, porque el banco le ha dado como crédito una línea hasta un cierto monto que puede superar los 2.600 dólares.

JAE - Generalmente se asocia al ingreso.

MB - Exacto, y de repente lo utilizado de esa línea de crédito es menos de 2.600. Puede darse el caso de que algunas personas con esas características aparezcan en la base de datos.

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JAE - El senador Pedro Bordaberry hizo notar que la información sobre riesgos y calificaciones crediticias ya estaba disponible para algunos, por lo que el paso dado parece ir en el sentido correcto. De todas formas, advirtió que "el BCU parece un tero que grita por un lado (que dará esa información) a la misma vez que por lo bajo se anuncian otras medidas de las que no quiere que se hable o quiere distraer la opinión sobre las mismas". "Entre los vuelos amenazantes y los gritos sobre la información de deudores se distrae la atención acerca de dos hechos mucho más importantes que ocurrieron al mismo tiempo en el terreno bancocentralista: el primero que el MEF será ahora quien comprará dólares y emitirá deuda en unidades indexadas (UI) y pesos para financiar esas compras, y el segundo que se dispuso una capitalización del BCU por más de 1.100 millones de dólares".

¿Qué responde a esta apreciación?



MB - Sobre los comentarios agropecuarios no me siento en condiciones de responder, eso lo vamos a soslayar. No hubo ninguna intención de oscurecer nada, todo lo contrario, quienes estuvieron el martes pasado en la conferencia de prensa que dimos con el ministerio en la que anunciamos lo de la CRC deben de tener claro que el centro fue justamente el anuncio de la capitalización y que lo de la CRC fue el último aspecto, al final, y que así fue retomado en los medios del día siguiente, con un foco grande en los temas de la capitalización y la participación del MEF en el mercado de deuda doméstico como los temas centrales y fueron recuadros laterales los referidos a la CRC. El tema de la CRC adquirió otra relevancia en los días posteriores.

Soslayo el estilo de discusión de política en el cual no nos corresponde incursionar, y voy a lo central.

EC - Vayamos a la médula de la preocupación del senador Bordaberry.

MB - No entiendo la preocupación.

EC - Bordaberry destaca: "el Uruguay perdió mas de 1.000 millones de dólares en el último año por una política equivocada que, además, no evita que el dólar siga bajando y nos está haciendo perder competitividad".

MB - Me quedó colgado un punto muy menor acerca del déficit del BCU en el año 2009 que preferiría que no quedara pendiente. Efectivamente fue un déficit abultado y tiene que ver con lo siguiente. El BCU es el responsable de la acumulación y el sostenimiento de las reservas en Uruguay; la contracara de la acumulación de reservas fue la colocación de deuda, y básicamente ese déficit está explicado por lo que en la jerga llamamos diferencias de cambio. Los 8.000 millones de dólares de reservas que tiene el BCU a principios de 2009 estaban en el entorno de 24 pesos y pico y a fines de 2009 estaban en el entorno de 19 o 20. La diferencia de cambio sobre 8.000 millones explica en buena medida el déficit del año 2009.

Uno podría decir "entonces manejaste mal tus monedas", pero ¿qué significa manejar mal el portafolio de monedas en el BCU? Que transforme sus dólares en pesos. O deja de participar en el mercado cambiario o deja de tener reservas, porque tener reservas en pesos para el BCU no existe como concepto, sería desmonetizar la economía. Entonces no es una alternativa del BCU operar en pesos las reservas internacionales, va contra el propio concepto. Los vaivenes de valor de las reservas son algo que los bancos centrales absorben cuando ganan y cuando pierden, porque en el año 2008 hubo ganancias por eso, porque el dólar pasó de 19 a 24. Es un tema de manejo que no debe cuestionar la lógica de la política bancocentralista.

Aquí hay tres aspectos bien diferentes para comentar. El primero, el de la capitalización del BCU. El BCU por primera vez en 43 años de vida es capitalizado por el MEF, y por lo tanto el monto de capitalización, que es bastante mayor que el que menciona Bordaberry, es el fruto de la acumulación de los déficits operativos del BCU durante 43 años, desde el año 1967 en que fue creado el BCU a partir de la nueva Constitución. Estamos haciendo una corrección histórica, es un hito, un hecho sin precedentes esta capitalización que regulariza algo que no estuvo regularizado durante 43 años.

JAE - Sin embargo el patrimonio a fines de 2008 era de 14.500 millones de pesos y a fines de 2009 era de 7.750. En el último año informado hubo una pérdida de patrimonio importante.

MB - Lo vamos a explicar en el tercer aspecto. El primer aspecto hace a la nueva ley de Carta Orgánica del BCU de octubre de 2008, en la que se explicitan un capital mínimo para el banco y la obligación del Poder Ejecutivo de proceder a la capitalización. Fue necesario ponerlo en esos términos en la ley porque en los 30, 40 años precedentes el BCU nunca había sido capitalizado. Es una buena noticia para el BCU, no solo porque se cumple la ley, sino porque además va a mejorar su capacidad operativa.

En segundo lugar, el tema de la participación del ministerio en el mercado de deuda doméstico, etcétera. En el proceso de la crisis 2008-2009, la política fiscal y la política de deuda del gobierno se tuvieron que focalizar en reforzar las seguridades de la economía uruguaya en ese contexto de tan alta incertidumbre y de tantos problemas financieros en el contexto internacional. Por lo tanto el cuidado del proceso del tipo de cambio en Uruguay quedó bastante sobre los hombros del BCU, que en última instancia pasaba por una acumulación de reservas, una adquisición de divisas de manera más o menos permanente, cuya contrapartida es la emisión de deuda doméstica en las condiciones en las que el BCU puede emitir, básicamente en moneda nacional y en plazos relativamente cortos. Por lo tanto se estaba generando una burbuja con características no deseadas de un componente de la deuda pública.

Las intervenciones en el mercado cambiario están plenamente justificadas en momentos de tanta incertidumbre por dos razones. Primero, para mitigar la volatilidad, el tipo de cambio en Uruguay es una variable muy importante, es una economía muy abierta, muy dolarizada, por lo tanto es una variable que afecta muchas decisiones en la economía uruguaya, y demasiada volatilidad les agrega una prima de riesgo a las decisiones. Mitigar la volatilidad es un objetivo, pero sin ir contra los fundamentos, contra la evolución de base del tipo de cambio, porque no tenemos la capacidad de ir en contra de lo que sucede en el mundo.

El segundo aspecto, que es idiosincrásico del Uruguay, es que se retomó el proceso de desdolarización de los depósitos. Con un mercado cambiario tan pequeño como el de Uruguay y una alta desdolarización de depósitos, el hecho de que se desdolarice, de que se pase de dólares a pesos o a UI una porción, incluso una porción menor de los depósitos, ejerce mucha presión sobre el mercado cambiario por las dimensiones relativas de una cosa y otra. Eso sí puede generar un desalineamiento cambiario que no responde a los flujos corrientes de mercado, sino a lo que en la jerga llamamos un cambio de portafolio. Por lo tanto operar en el mercado para mitigar el impacto de ese cambio de portafolio también tiene plena racionalidad, porque si no, estaríamos en un desalineamiento cambiario que afectaría de manera no genuina la competitividad de las empresas uruguayas.

Esas son las razones de la intervención que ha hecho principalmente el BCU en el último año y medio. Obviamente era un proceso que no podía continuar en esos términos, porque la contracara de este proceso debería ser que si uno genera deuda en pesos para adquirir dólares debería tener la capacidad de manejar sus pasivos en dólares de otra manera. Pero teníamos una característica fundamental, que es el que BCU no tiene pasivos en dólares básicamente. Por lo tanto al entrar el ministerio activamente en el mercado de deuda doméstico se va a poder hacer un manejo más integral de activos y pasivos en las distintas monedas, además de que el ministerio está en condiciones de emitir a nivel doméstico en pesos, en UI o en dólares, y seguramente en mejores condiciones, a plazos más largos, y darle así un mejor perfil a la deuda pública.

EC - Además, si quien interviene es el ministerio, se aclarará de una vez y para siempre por qué son las intervenciones. Porque cuando quien las llevaba adelante era el BCU siempre había una explicación...

MB - ...La misma que estamos dando ahora, la volatilidad y la desdolarización.

EC - Sí, pero cuando a un gobierno le interesa intervenir porque quiere hacer bajar o subir el dólar una cosa es que lo haga el propio Poder Ejecutivo y sea una decisión política, y otra cosa es que lo instrumente por medio del BCU, que teóricamente tiene su autonomía.

MB - Se puede desvirtuar la lógica de la regulación monetaria.

EC - A eso iba.

MB - Justamente, el hecho de que el ministerio explicite ahora en estos términos este aspecto responde a la lógica de que cada organismo haga aquello que tiene vocación de hacer. Nosotros somos lo más transparentes posible en cuanto a por qué hacemos las cosas; de hecho la información sobre la participación del BCU, del gobierno y de las empresa públicas en el mercado cambiario es absolutamente transparente, todo el mundo lo puede ver todos los días, y la acumulación de reservas del BCU y sus componentes, sus contrapartidas es también transparente y se puede consultar todos los días. En eso hay absoluta transparencia. Este nuevo esquema en que el ministerio es el que opera activamente en el mercado doméstico de deuda asociada al mercado cambiario apunta a respetar de mejor manera los roles relativos del ministerio y el BCU en este proceso. Esto no quiere decir que el BCU desaparezca, porque el BCU también tiene operaciones genuinas para realizar en el mercado cambiario y en la deuda doméstica, en la regulación monetaria, este nuevo esquema.

EC - Cuántas veces he escuchado a presidentes del BCU responder, a raíz de una serie de intervenciones, "nosotros con el valor del dólar no tenemos nada que ver".

MB - No tenemos nada que ver no; tenemos que ver, el asunto es que no podemos determinar el valor del dólar.

EC - Exacto, "a nosotros no nos corresponde determinar el valor del dólar, hicimos esta intervención por tal o cual razón".

MB - Tampoco se está diciendo que el MEF vaya a determinar el valor del dólar ni mucho menos.

JAE - Pero sí se dice que hay preocupación por el nivel de la competitividad.

MB - Eso hace mucho tiempo que se viene diciendo.

JAE - En el período anterior se hacía mucha referencia a lo que decía Emiliano, "es el mercado el que determina, a nosotros no nos interesa el valor del dólar, nos preocupan más otros elementos".

MB - No, esas dos cosas tienen connotaciones muy diferentes. Una cosa es decir "es el mercado el que lo determina", básicamente es el mercado el que determina los fundamentos de evolución del tipo de cambio, las variaciones del valor del dólar a nivel internacional cada vez pesan más y cada vez es más volátil, por lo tanto no podemos afectar lo que en la jerga llamamos los fundamentos porque somos unos piojos al lado del mundo en ese sentido.

La segunda afirmación, no recuerdo que nadie haya dicho "no nos interesa el valor del dólar", eso es una exageración.

EC - Está bien, "no nos interesa" no, pero "no es nuestra función determinar el valor del dólar".

MB - No se puede determinar el valor del dólar, se puede incidir y de hecho se ha hecho y se lo ha explicado en términos de aprovechar el poder de compra que tiene el Estado en el mercado cambiario uruguayo para mitigar la volatilidad, y ahora le agregamos para mitigar los efectos que puede generar un desalineamiento cambiario a partir del retorno del proceso de desdolarización de los depósitos.

JAE - ¿Cuánto le va a pagar el MEF al BCU por los bonos? Porque capitaliza con bonos que van a generar un rendimiento.

EC - Empecemos por aclarar eso, la capitalización que hace el MEF del BCU no implica que le lleva una carretilla de dólares, le lleva papeles.

MC - Papeles que tienen una renta anual.

JAE - ¿De cuánto va a ser?

MB - Los detalles operativos todavía se están afinando para la elaboración de la resolución del Poder Ejecutivo. Pero básicamente con dos o tres instrumentos de bonos diferentes la lógica va a ser una remuneración comparable con los rendimientos de los bonos de largo plazo en UI.

JAE - Según lo que ustedes informaron la semana pasada, un 80% van a ser bonos a perpetuidad.

MB - Bonos perpetuos que tienen una renta anual.

JAE - La cuantificación de la renta pasa a ser muy importante.

MB - Exacto, la renta en UI de largo plazo comparable va a estar en el entorno del 4%. Y hay otro componente, un 20% de la capitalización se va a hacer en bonos también a largo plazo pero con un plazo definido, no perpetuos, lo cual va a permitir utilizarlos también en operaciones que llamamos repos, de manejo de liquidez intramensual por parte del BCU, por lo tanto tienen que tener una valoración de mercado. Ahí el rendimiento va a ser un poco menor de ese 4%.

EC - En definitiva lo que el BCU recibe del MEF son papeles de deuda.

MB - Más una renta anual equivalente a un volumen cercano al 4% de esos papeles, que es lo que va a contribuir a financiar el funcionamiento operativo del BCU.

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JAE - Al principio mencionábamos el entorno económico en el que se encuentra Uruguay hoy, las dudas que se generan en Europa, no se sabe bien si se está otra vez ante una crisis global de envergadura o si se trata de un resfrío serio que tiene su origen en Grecia. Justamente, el ex ministro de Economía Luis Mosca advirtió el jueves pasado aquí en En Perspectiva que el equipo económico al preparar el Presupuesto, al marcar los elementos de futuro, no está considerando el riesgo de una grave crisis internacional que podría estallar en Europa.

¿Qué visión tiene el BCU a propósito de esto?

EC - Entre otras cosas lo decía a propósito del espacio fiscal, señalaba: "No se puede hablar de que existe espacio fiscal cuando la incertidumbre que viene de fuera es tan importante".

MB - Básicamente esos son resortes de decisión del Poder ejecutivo, del MEF, no de un ente autónomo como el BCU. De todas maneras, nosotros tenemos un diálogo permanente con el ministerio y compartimos una visión de dónde estamos parados.

JAE - Aparte hacen informes.

MB - Los informes trimestrales de política monetaria incluyen una revisión del estado de situación, pero son más bien retrospectivos, no prospectivos. Es verdad que estamos en un mundo con mayor incertidumbre, no somos expertos en análisis de la economía internacional, somos más bien tomadores de análisis de la economía internacional, pero también es cierto que no es que antes estaba todo tranquilo y ahora aparece la incertidumbre. La crisis explotó a mediados de 2008 y Uruguay ha podido navegar muy razonablemente, como nunca antes en su historia, una crisis internacional de la envergadura de la que tuvo el mundo en 2008 y 2009. Por lo tanto se manejó con la prudencia y con los resultados del caso. Un país que con un estímulo fiscal muy acotado, muy acotado en cualquier comparación internacional y con su propia historia, fue una de las pocas economías del mundo que mostraron un crecimiento cercano al 3% en el año 2009, en medio de la crisis. Puede haber muchas opiniones sobre cómo va a rebotar sobre la situación uruguaya lo que pasa en el mundo, nosotros creemos que ese impacto va a ser muy acotado; no hay que soslayarlo ni mirar para otro lado, pero no va a tener dimensiones que afecten sustancialmente la programación.

De todas maneras la programación presupuestaria que se está haciendo obviamente se va a ir corrigiendo con las rendiciones de cuentas en función de cómo evolucionen las cosas. Creo que está fuera de dudas la actitud de prudencia y responsabilidad que han tenido las autoridades financieras, monetarias, fiscales en Uruguay, incluso en momentos de tanta volatilidad internacional como en estos años. Aquí no se está inventando espacio fiscal imaginando un mundo que funciona a las mil maravillas, sino que se hace una programación realista en un mundo de incertidumbre.

EC - Pero implícitamente se asumen compromisos en materia de gastos, en materia de retribuciones. ¿Qué pasa si después hay que desandar el camino?

MB - Para empezar, la programación planteada por el Poder Ejecutivo días atrás es extremadamente prudente, y, en segundo lugar, los compromisos irán tomando forma una vez que se discuta la ley de presupuesto y van a ser cuestiones que estén en la ley de presupuesto. Y la propia ley de presupuesto típicamente contiene mecanismos de ajuste en caso de que las circunstancias macroeconómicas lo requieran.

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Transcripción: María Lila Ltaif