Análisis Económico

¿Cómo evolucionaron las cuentas públicas en los primeros meses de 2010?

Análisis del economista Uri Lichtenstein, de la consultora Deloitte


(emitido a las 8.30 Hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
En el año móvil a abril el déficit se ubicó en el nivel más bajo desde octubre de 2008: 0,9% del PIB.

Una mejora de las cuentas públicas es algo que numerosos analistas venían reclamando hace un buen tiempo, luego del fuerte deterioro que mostraron las cuentas del gobierno en 2009. Pero, ¿cómo se interpretan estos números? ¿Seguiremos viendo buenos resultados en los próximos meses o estamos ante una mejora transitoria de las cifras fiscales? En seguida, el diálogo es con el economista Uri Lichtenstein de la consultora Deloitte.


Los últimos números marcan que el déficit global del sector público se ubica solamente en 0,9% del PIB. ¿Por qué se redujo tanto el déficit en lo que va del año?

 
URI LICHTENSTEIN (UL):
Hace algunos meses que las cuentas públicas vienen mejorando a muy buen ritmo. De hecho, en los primeros cuatro meses del año el déficit se redujo 8 décimas del PIB, desde 1,7% al cierre del año pasado hasta 0,9% del PIB en abril.

A la hora de leer estos números, una primera conclusión a la que puede llegarse, es que esta mejora se debió casi exclusivamente a la normalización de las lluvias, que permitió una fuerte recomposición del resultado de UTE.


JAE: ¿Cómo es eso?


UL: El tema es así. El año pasado, cuando el déficit había aumentado muy fuertemente advertíamos que parte de ese deterioro era transitorio, producto de la sequía que le había generado sobrecostos muy importantes a UTE. En ese momento, el gobierno decidió no trasladar a las tarifas los mayores costos de generación de electricidad, a los efectos de evitar un mayor aumento de la inflación, y también para evitar un freno de la actividad económica en momentos en que la economía mundial atravesaba la recesión más profunda desde la 2ª Guerra Mundial.

Ahora bien, en la medida en que las condiciones climáticas se normalizaron desde finales del año pasado, los resultados de UTE mejoraron significativamente. Para ser más ilustrativos: decíamos que el déficit disminuyó ocho décimas del PIB en los primeros cuatro meses del año. En ese mismo período, el resultado primario de UTE mejoró 9 décimas del PIB y el de las empresas públicas en conjunto aumentó 12 décimas del PIB. Por eso decimos que las empresas públicas en general y UTE en particular están por detrás de esta mejora de las cifras fiscales.
 

JAE: ¿Y cómo están evolucionando las cuentas del resto del sector público?  


UL: En el resto del sector público no parece haber mejoras muy significativas, aunque sí una cierta estabilización de los resultados. Recordemos que parte del deterioro de las cuentas públicas observado en 2008 y 2009 se explicaba por la sequía, pero otra parte se explicaba por el fuerte aumento del gasto del Gobierno Central y del BPS en esos años. Por ejemplo: en 2009 la masa de remuneraciones que pagó el gobierno central aumento 13% en términos reales, las pasividades crecieron 9% en términos reales; estamos hablando de tasas muy importantes. Ese aumento tan importante del gasto representaba un cierto riesgo para la sustentabilidad de las cuentas públicas a mediano plazo.

Y recordemos que el año pasado la economía creció bastante menos que en años anteriores y que por lo tanto la recaudación se desaceleró.


JAE: ¿Cuánto aumentó la recaudación en 2009 de la DGI, por ejemplo?  


UL: El año pasado los ingresos de la DGI aumentaron algo menos de 4% en términos reales, a un ritmo sensiblemente menor que el gasto, que crecía a tasas cercanas a 10% en términos reales.

¿Qué es lo que estamos viendo en los primeros meses de 2010? Por un lado, la recaudación está comenzando a crecer a tasas mayores, lo que probablemente está asociado a una expansión más rápida de la actividad económica. Y simultáneamente, el gasto está creciendo, pero a tasas menores que en 2009. De esa manera, el resultado primario del Gobierno Central-BPS ha dejado de caer y se ha estabilizado en los primeros meses de este año.


JAE: ¿Y cómo quedan las proyecciones para el resto de 2010? Te lo pregunto porque la meta del gobierno apunta a un déficit global de 1,2% del PIB al cierre del año y en abril ya tenemos un déficit menor. de 0,9%. ¿El gobierno deberá corregir sus proyecciones?


UL: Hace algunos meses que nuestras proyecciones apuntan a un déficit menor que el estimado por el gobierno. Nosotros veíamos que los resultados de las empresas públicas estaban mejorando en forma acelerada y que podíamos llegar a tener un déficit global cercano a 0,7% del PIB al cierre del año.

Ahora bien, así como en 2009 los resultados de los entes fueron extraordinariamente negativos, es posible que este año los resultados de las empresas públicas terminen siendo extraordinariamente positivos. Lo que hemos visto en estos primeros meses del año es que UTE está enfrentado costos de generación eléctrica muy por debajo de la media histórica y, en ese sentido, esta mejora de las cuentas públicas puede tener algún componente transitorio (porque hasta ahora las lluvias han sido excepcionalmente abundantes).

En cualquier caso, es importante manejar alguna lectura de déficit estructural (es decir, sin distorsiones transitorias, climáticas o de otro tipo) y en ese sentido el gobierno apunta a un déficit estructural de 1,2% del PIB este año y de 0,8% del PIB hacia el final del mandato. hacia 2014.


JAE: ¿Y esa meta de 0,8% para el final del período de gobierno no es quizás un objetivo poco ambicioso? Porque eso implicaría una mejora muy modesta de las cuentas públicas en los próximos cuatro años, ya estamos con un déficit de 0,9% del PIB.


UL: El gobierno ha anunciado una política fiscal que podría calificarse como neutral para los próximos años. El presupuesto contempla que el gasto público crezca al mismo ritmo que el PIB tendencial, y en ese sentido la política fiscal dejaría de ser expansiva como lo fue en 2008 y en 2009.

También se prevé que como resultado de esta política la deuda caiga 25 puntos del PIB en los próximos años. De todas formas, buena parte de esa caída de la deuda se verificaría en 2010 y respondería fundamentalmente a la caída del tipo de cambio que observamos en el último año. En este sentido, podría llegar a considerarse que las metas fiscales y de deuda para 2014 no son muy ambiciosas.

De hecho, una política fiscal contracíclica permitiría reducir la deuda pública en forma más rápida y permitiría además generar espacios fiscales para expandir el gasto ante un shock externo negativo. Pero por otro lado, también es cierto que una política contracíclica supondría más restricciones fiscales y supondría renunciar a otros objetivos del gobierno.  


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