Entrevistas

Eficiencia energética: Japón marca el rumbo y Uruguay busca posibilidades de aplicación

Eficiencia energética: Japón marca el rumbo y Uruguay busca posibilidades de aplicación

El Gobierno se encuentra en un momento de definiciones con respecto a la política energética. En ese marco, el concepto de eficiencia resulta cada vez más importante, tanto por lo que significa en cuanto ahorro económico como por su aporte contra el calentamiento global. Ernesto Elenter, gerente de consultoría en la empresa SEG Ingeniería, aseguró a En Perspectiva que es más barato reducir el consumo energético mediante políticas que estimulen la eficiencia que instalar nuevas formas de generación. Elenter relató el caso de Japón, país que desde hace varios años es líder en la materia. Con respecto a la situación de Uruguay, señaló que si bien el país está encaminado "existe mucho potencial de ahorro a distintos niveles".


(emitido a las 9.04 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Parece que nuestro país está en las puertas de un cambio radical en cuanto a la disponibilidad de energía.

Dentro de pocas semanas, el Gobierno resolverá si admite la generación a partir del carbón, o si se juega a nuevos proyectos basados en el gas natural importado.

Sea cual sea la definición, está claro que Uruguay requiere de más energía para poder crecer. En este sentido, el ministro de Industria, Roberto Kreimerman, reiteró que debido al aumento previsto de la demanda se proyecta la construcción de una planta regasificadora y una central de generación eléctrica.

Paralelamente Kreimerman destacó que para el país también son importantes la microgeneración y el desarrollo de los planes de eficiencia energética.

(Audio Roberto Kreimerman.)

"Son temas que van a contribuir en algo a una reducción en el consumo eléctrico y en algo mayor a la conciencia del uso de energía".

(Fin.)

JAE - Les proponemos detenernos en la eficiencia energética, a partir de la experiencia que ya han desarrollado algunos países de punta.

¿Qué le falta a Uruguay para avanzar en la eficiencia energética? ¿Hacia dónde apuntan las nuevas tecnologías? ¿Cómo afectarán a los grandes consumidores las nuevas exigencias medioambientales? ¿Cuánto falta para que en Uruguay sean comunes los vehículos con rendimientos de 500 kilómetros con 20 litros?

Para responder a estas y otras preguntas, recibimos al ingeniero Ernesto Elenter, gerente de consultoría de la empresa SEG Ingeniería, y recién llegado de Japón, donde participó en un entrenamiento organizado por la agencia de cooperación nipona JICA sobre eficiencia energética.

***

JAE - Repasemos rápidamente la actividad que usted desarrolla como profesional, el tema del ahorro energético.

ERNESTO ELENTER:
Efectivamente, SEG Ingeniería es una empresa consultora que desarrolla proyectos de eficiencia energética básicamente para industrias y grandes edificios como shopping centers. Tenemos ya unos cuantos años de experiencia y somos hinchas fanáticos de la eficiencia energética porque conocemos los excelentes resultados que da en materia de reducción de consumos energéticos.

JAE - ¿Por qué eligió Japón para esa formación?

EE - Me invitó a participar JICA, la agencia de cooperación japonesa, así que aprovecho para agradecerles a ellos, a la Dirección Nacional de Energía y al Programa de Eficiencia Energética, a Alfonso Blanco, que nos facilitó el camino hacia Tokio, donde participamos en un curso de un mes en el cual nos mostraron tanto tecnologías como aspectos normativos y legales de la manera en que Japón promueve desde ya hace unos cuantos años la eficiencia energética como manera de lograr varios objetivos.

JAE - Es un país modelo en este sentido.

EE - Sin duda. Uno de los aspectos que aprendimos en el curso es lo que se llama la intensidad energética, que es una manera de comparar cuán eficiente es un país con respecto a otros. Se divide el consumo de energía total de un país sobre su producto bruto interno (PBI), y ahí vemos cuántos kilovatios o cuántas calorías gasta para producir un dólar de PBI. Si comparamos ese valor de intensidad energética referido al PBI, Japón es el líder mundial, y si lo miramos comparativamente, si Japón es 1, Europa es 1,9, Estados Unidos es 2, Corea es 3, China es 9, y en el otro extremo está Rusia que es 18. Esto quiere decir que China gasta nueve meses más energía para producir un dólar de PBI.

JAE - Eso hace mucho a la competitividad. ¿Cómo se llegó a esto en el caso de Japón? ¿Tiene que ver con restricciones energéticas, con preocupación por el medioambiente? ¿Cómo llegó este país a ser el número uno?

EE - Se llega con un largo y sistemático camino de apoyo y trabajo en materia de eficiencia energética. Arrancaron con esto a partir de la primera crisis del petróleo, en el año 73, cuando tuvieron escasez de energía al punto que tuvieron apagones, como también nos tocó a nosotros en ese momento. Ahí se dieron cuenta de que tenían que trabajar fuertemente en eso, y en los primeros 10 años lograron bajar un 30% su intensidad energética. Eso es mucho. Fue hasta el año 85, más o menos, y de ahí en adelante siguieron bajando con menores tasas de reducción, pero bajaron al menos otro 10% más.

Eso se logra pensando en la importancia –primero que nada el porqué– que tiene la eficiencia energética. Todos sabemos que el problema del calentamiento global es real, está cerca, los pronósticos dicen que de aquí a finales de siglo la temperatura media va a subir entre dos y tres grados Celsius, lo que va a implicar un aumento de los niveles del mar de 26 a 60 centímetros, que va a acarrear refugiados y un montón de problemas económicos. Y una de las maneras más eficientes para combatir esto es la eficiencia energética. Esto me resultó sorprendente.

JAE - ¿Cómo es eso?

EE - Yo hasta ahora pensaba que el potencial de reducción de emisiones de gases con efecto invernadero, que esencialmente se producen por la quema de combustibles fósiles, venía por el lado de las energías renovables, energía eólica, energía solar, eventualmente energía nuclear, pero los estudios que existen no solo en Japón sino los que ha hecho la Agencia Internacional de Energía demuestran que el potencial de reducción de emisiones de CO2 puede ser mucho mayor por el lado de la eficiencia energética que por el lado de instalar energías renovables.

JAE - Un concepto muy fuerte, porque hasta ahora se ha hablado de la energía eólica, de energía solar como alternativas, de hecho se llaman así, energías alternativas o renovables, pero ahora aparece esta opción que está al alcance de la mano, no hay que inventar demasiado.

EE - Cuando uno estudia a fondo cómo lo hizo Japón, se da cuenta de que hay que poner bastante cabeza y también algo de dinero. Para redondear la idea, si las energías renovables pueden reducir un 20% las emisiones de gas con efecto invernadero, la conservación o eficiencia energética puede reducirlas en 60%, como potencial. Ellos lo saben, ratificaron el Protocolo de Kioto y lo están cumpliendo, saben que tienen que hacer un esfuerzo denodado en el tema eficiencia energética. Lo han hecho en cinco niveles fundamentales: 1) en el nivel industrial, 2) en el sector transporte, 3) en el sector edificios y el sector residencial, 4) en el control de los equipos y dispositivos que consumen energía (heladeras, videocaseteros, hornos de microondas, automóviles, etc.), y 5) todo lo que tiene que ver con el trabajo de concientización y cambio cultural de la población para que entienda la importancia de cuidar este recurso escaso.

JAE - Veamos algunos casos concretos, por ejemplo a nivel industrial hay subsidios del Estado para compras de equipos eficientes. ¿Cómo funciona eso?

EE - El enfoque japonés es dar una batería de medidas que contribuyan a aumentar la eficiencia energética. En esa batería de medidas hay obligaciones y derechos. Los derechos, lo que el Gobierno da, son subsidios para equipos altamente eficientes, por ejemplo hornos que tengan un probado incremento de la eficiencia a nivel industrial pueden subsidiar desde un tercio hasta la mitad de la inversión; lo mismo las calderas y otros tipos de dispositivos, por ejemplo para la cogeneración de energía térmica y energía eléctrica. Pero al mismo tiempo hay obligaciones. Las obligaciones para las industrias grandes, que técnicamente en Japón son aquellas que consumen el equivalente a 1.500 kilolitros de petróleo por año –que equivale a una industria de mediana a grande de Uruguay para arriba–, ya están reguladas, y están obligadas a contar con un gerente de energía interno que debe reportar al Ministerio de Energía todos los planes de eficiencia energética que tienen en el corto, mediano y largo plazo, y sobre todo lograr el compromiso de reducir en 1% el consumo de energía anualmente.

JAE - Ahí entra la obligación, están obligados a consumir cada vez menos energía.

EE - Cada año tienen la espada de Damocles de demostrarle al Ministerio de Energía que redujeron 1% su consumo.

JAE - ¿Y si no cumplen con eso?

EE - Si no cumplen con eso hay una escala de sanciones, pero siempre del lado de la colaboración estatal. Lo primero que hace el gobierno si una industria no cumplió es darle asistencia técnica para que logre alcanzar la meta, y si la industria desobedece o no hace esfuerzos claros en ese sentido, empiezan las sanciones. La primera de ellas –esto también es un tema cultural de Japón que me llamó mucho la atención– es, hablando mal y pronto, el escrache público: si la industria no sigue las recomendaciones publican en la prensa el nombre del incumplidor, y si el incumplimiento persiste, recién ahí se ponen multas.

JAE - ¿Qué pasa con los grandes edificios?

EE - Los grandes edificios también están regulados, hay dos niveles, por un lado las nuevas construcciones, las que vayan a tener más de 2.000 metros cuadrados deben reportar previamente, antes de la construcción, todas las medidas de eficiencia energética que están planeadas en el edificio, que van desde la aislación de paredes y vidrios para evitar pérdidas de calefacción o aire acondicionado, hasta los sistemas de iluminación, los sistemas de aire acondicionado y ventilación, y también los sistemas de calentamiento de agua y de ascensores. La eficiencia energética se planifica desde antes de la construcción.

Y ya en la operación del edificio ocurre lo mismo que en las industrias, los edificios que superen ese límite de consumo deben instalar un gerente de energía que reporte al Ministerio de Energía y cumpla la meta de reducir anualmente un 1% su consumo energético. Ahí hay muchas cosas para hacer, desde mejores prácticas, como se llama en la jerga de la eficiencia energética, mejores prácticas de operación de los sistemas, que pasan primero que nada en el tema del aire acondicionado por el set point de temperatura, a qué temperatura quiero climatizar aire, usarlo racionalmente, en verano no pretender que haya 20 grados dentro del edificio, sino 26, para evitar enfriar de más y gastar energía, y aparte de eso sistemas de enfriamiento gratuito, lo que se llama free cooling, cuando las condiciones exteriores lo permiten inyectar aire fresco del exterior. En iluminación hay mucho para hacer, no solo instalar lámparas más eficientes, en lo que se puede ganar 20 o 30% sustituyendo los tubolux por las más modernas, que son del tipo T5, pero también pasa por ajustar los niveles de iluminación a lo necesario, no poner 100 tubos en tantos metros cuadrados, sino medir qué nivel de iluminación se tiene, y si se está pasado, reducirlo.

JAE - ¿Para esto también hay subsidio del Estado?

EE - Hay subsidios también, tanto para equipos como para lo que se llama retrofit, la mejora de las instalaciones. Por ejemplo, un complejo de edificios bastante grande que visitamos era un edificio antiguo que detectaron que perdía mucha calefacción por las ventanas, entonces una de las medidas fue poner un segundo ventanal exterior para generar una cámara de aire en el medio y aislar de manera sustancial el edificio, con lo cual lograron reducir un 40% el consumo de aire acondicionado; esa es una de toda una batería de medidas. Para ese tipo de cosas existen subsidios estatales.

JAE - ¿Y qué ha hecho Japón en materia de eficiencia energética en el transporte?

EE - Es muy interesante. También está regulado, aquellas empresas que tengan 200 camiones o más o que transporten una determinada cantidad de carga por x kilómetros también están obligadas a tener gerentes de energía internos que cumplan todos estos requisitos. Además han desarrollado un programa muy famoso en el mundo, el Top Runner Program, que empuja hacia delante la eficiencia energética de los equipos; esto tanto para vehículos como para acondicionadores de aire o calentadores de agua e incluso para lámparas. En el sector automotor, lo que al principio era una molestia, porque los obligaba a invertir en investigación y desarrollo para mejorar la eficiencia de los vehículos, terminó por darles la ventaja competitiva en el mundo que ha hecho que los autos japoneses estén entre los más eficientes.

JAE - ¿De qué forma se ha hecho eso?

EE - Cada cinco años revisan la eficiencia de los vehículos, se fijan cuál es el auto más eficiente, y si en este momento el auto más eficiente del mercado es uno que da 15 kilómetros por litro, sacan un anuncio y establecen que dentro de cinco años a partir de ese momento no se van a poder comercializar vehículos que no rindan por lo menos 15 kilómetros por litro, dan un plazo de cinco años para que todos los fabricantes mejoren la eficiencia y la empujen hacia delante. Por eso los vehículos que se venden en Japón hoy ya son de 16 y 17 kilómetros por litro, y los híbridos que están saliendo al mercado están en 25 kilómetros por litro. Un auto estándar en Uruguay anda en los 12 kilómetros por litro, estamos en el doble. Un auto híbrido, la nueva tecnología que utiliza nafta y al mismo tiempo tiene un motor eléctrico que se carga cuando uno frena el auto, aprovecha la energía del frenado para cargar la batería, además el motor es un poco más pequeño, trabaja siempre en su punto de máxima eficiencia, y la energía adicional para una subida o para acelerar la da con el motor eléctrico. Eso permite llegar a 25 kilómetros por litro.

JAE - ¿Son coches muy costosos? ¿Cómo se da con relación a los menos eficientes? Uno tiende a pensar que los menos eficientes son más baratos, al menos en el corto plazo, en el momento de la compra.

EE - Sí; desconozco si hay subsidios para ese tipo de vehículos, son un poco más costosos, pero hay una brecha importante después en el ahorro de combustible. De todas maneras, lo que ha hecho Japón en este sector, más que dar subsidios importantes para los vehículos, que sé que los da pero no conozco el monto, es obligar a no comercializar vehículos de bajo rendimiento. Usted no puede vender un auto de 10 kilómetros por litro en Japón, está prohibido, ni producido en Japón ni importado, está expresamente prohibido no cumplir con ese estándar de eficiencia.

***

JAE - Da la impresión de que Japón invierte mucho dinero en estos programas de eficiencia energética para que funcionen y para que tanto públicos como privados, grandes y pequeños consumidores, incorporen esta visión de eficiencia energética. ¿Cuánto dinero destina el gobierno de Japón? ¿Es un elemento central para que un país avance en este terreno?

EE - Sí, estoy convencido de que es central. Hemos escuchado ayer los anuncios en los informativos sobre lo que Uruguay pretende hacer en materia de incorporación de generación eléctrica, estamos hablando de entre 3.000 y 6.000 millones de dólares que se pretenden invertir en nueva energía. Me gustaría recordar que la eficiencia energética es una forma de generación virtual de energía, es lo que en la jerga llamamos "negawatt" –con ene de "no"–; están los megawatts que uno incorpora con centrales térmicas o turbinas eólicas, pero también están los negawatts, que son los que uno retira del consumo, que en el fondo es lo mismo que generarla, pero evitarla. Todos los estudios demuestran que es más barato retirar consumo de energía, evitarlo siendo más eficiente, que instalar nueva generación. Lo he escuchado en Japón y lo conozco de mi experiencia en los casos en que SEG Ingeniería ha desarrollado proyectos superrentables para ahorro de energía en industrias o edificios, pero también está en un informe del BID del año pasado, que decía que Uruguay podría reducir 10% su consumo de energía invirtiendo unos 120 millones de dólares, y que si no lo hacía por el lado de la eficiencia energética y prefería hacerlo por el lado de incorporar nueva generación de energía, eso le costaría 380 millones de dólares. Cuesta más del triple incorporar nueva oferta energética que retirarla vía eficiencia energética.

JAE - ¿Qué implicaría eso en el caso de Uruguay?

EE - Implicaría destinar recursos; yo no estoy en el sector estatal, no conozco la manera de evaluar el nivel de inversión que el Gobierno podría destinar a eficiencia energética, pero el BID recomendaba, en un informe que hizo para distintos países, la eficiencia energética con un presupuesto de 120 millones de dólares para evitar invertir 380, como que sería un negocio que se paga solo.

JAE - ¿Cuál es el punto de partida? ¿Es muy difícil para Uruguay bajar 10% de consumo? Usted mencionaba al principio que Japón es el más eficiente medido en intensidad energética, y ponía el caso de Rusia que es bastante ineficiente, y también el de China. ¿Cómo está Uruguay?

EE - Uruguay está muy bien en los índices de intensidad energética, en América del Sur está en el primer lugar. Sin embargo estoy convencido de que existe mucho potencial de ahorro a distintos niveles, desde alumbrado público, pasando por el sector industrial, siguiendo por el transporte, y también a nivel residencial. Pero es necesario romper algunas barreras no solo tecnológicas sino también culturales para que la gente compre equipos más eficientes para sus casas, gaste algunos pesos más en una heladera nueva, sabiendo que ese dinero le vuelve en poco tiempo por el lado de los pesos que paga de menos en la factura de UTE. Y si esto no funciona como mecanismo de mercado, el Gobierno podría destinar algunos dólares de estos 3.000 o 5.000 millones que piensa gastar en nueva generación en fomentar o subsidiar tecnologías más eficientes. Sería un buen negocio, porque alguien los paga esos 3.000 millones de dólares que van a gastar el Gobierno o los privados en nueva generación, los terminamos pagando los consumidores en la tarifa de UTE o en la tarifa de combustibles.

JAE - Ayer el ministro Roberto Kreimerman hacía mención al tema eficiencia energética como un puntal, porque también es un elemento que incide en la matriz energética, justamente buscando hacer más eficiente el consumo y bajar la demanda de energía para una determinada producción.

EE - Exactamente. Uruguay viene bastante bien en este tema comparativamente con los países de la región. El Programa de Eficiencia Energética que está en la Dirección Nacional de Energía trabaja desde hace varios años con muy buenos resultados. En lo personal apostaría alguna ficha más a este Programa de Eficiencia Energética, lo dotaría de mayores recursos, lo que sería un muy buen negocio para el país y para la población en general.

JAE - El asunto es de qué nivel y calidad de información dispone el consumidor final para observar y analizar que, por ejemplo en una heladera, le conviene gastar más dinero al principio porque después eso retorna vía una menor facturación de UTE en el hogar.

EE - Exactamente. Al respecto me llevé una sorpresa negativa en Japón, porque después de tanto escuchar hablar de eficiencia energética uno piensa que todos los japoneses están totalmente concientizados del tema, pero nos mostraron una encuesta sobre el etiquetado energético, que es una etiqueta que se pone a los electrodomésticos que se venden en los comercios que indica el consumo de energía y la eficiencia del equipo, y apenas el 40% la conocía, y de ese 40% apenas la mitad entendía lo que significaba. Esto en Japón tiene muchos años, hace mucho que existen las etiquetas energéticas, sin embargo esta encuesta que se hizo recientemente entre la población japonesa demostró que la mayoría no las conoce. O sea que lamentablemente el solo hecho de poner una etiqueta energética no resuelve el problema de falta de información de la población a la hora de comprar un electrodoméstico.

JAE - En Uruguay seguramente esa encuesta daría un porcentaje mayor de desconocimiento.

EE - Sí, porque en Uruguay recién estamos empezando a etiquetar, Japón lleva muchos años etiquetando. Tiendo a suponer que en Uruguay va a llevar muchos años que la gente las comprenda e internalice su significado. Por eso en Japón hay otra batería de medidas, por ejemplo se premia a las empresas que venden electrodomésticos por dar una buena difusión de la eficiencia de los equipos. Por ejemplo, estuvimos en Yodobashi Camera, un sitio de venta de electrodomésticos en Japón muy grande, que fue el premiado el año pasado por sus actividades de difusión e información a los consumidores sobre la eficiencia de los productos. Allí cada equipo tiene su etiqueta energética y un cartel que indica cuánto consume en el año, y compara ese consumo con el de los menos eficientes, y los vendedores podían informar fundadamente sobre el consumo de energía y por qué podía convenir más gastar algunos dólares más en un equipo frente a otro más barato.

JAE - En cuanto a disponibilidad de equipamiento para el hogar, ¿cómo está Uruguay con respecto a Japón?

EE - En Japón uno ve un adelanto tecnológico enorme, estamos muy lejos. Por ejemplo, en Japón ya es casi un estándar el uso de lámparas led a nivel domiciliario, una cosa que acá todavía no se conoce. Todavía pensamos que las lámparas fluorescentes compactas, las de bajo consumo, son la panacea, sin embargo las lámparas led consumen la mitad que estas, entregan la misma cantidad de luz y duran más del doble. Obviamente son mucho más caras también.

JAE - Y pagan un impuesto como si fueran un producto suntuario, acá en Uruguay.

EE - Desconozco, no sé si pagan más o menos, pero no hay duda de que el futuro en iluminación va por el lado de las lámparas led; hace falta que bajen un poco más de precio. Nos decían los vendedores de este tipo de equipos de iluminación que en Japón la gente ya no lleva lámparas de bajo consumo, lleva estas, a pesar de que cuestan más del doble, no solo porque ahorran y hay bastante conciencia en el tema ambiental y de ahorro de energía, sino también porque sabe que la instala y dura el doble, esa lámpara va a estar muchos años instalada en su lugar sin quemarse.

Como eso hay otros artefactos. También es bastante popular el uso de bombas de calor para agua caliente en las casas, en vez de calefones eléctricos como usamos nosotros utilizan bombas de calor, que son equipos eficientes como el acondicionador de aire; es el símil del acondicionador de aire cuando uno lo compara con una estufita a cuarzo o con un caloventilador eléctrico, que son superineficientes. En materia de calentamiento de agua pasa lo mismo, uno puede utilizar bombas de calor, que en el fondo es como un sistema de aire acondicionado split, tiene una unidad interior y otra exterior que calienta agua; eso consume un tercio de lo que consume un calefón eléctrico. Las bombas de calor están bastante difundidas y tienen subsidios bastante importantes, creo que el subsidio por cada equipo de esos es de 400 dólares; igual sigue siendo más caro que un calefón, pero con ese subsidio el Gobierno logra que poco a poco se haga más popular y más casas tengan esos sistemas.

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Transcripción: María Lila Ltaif