Alivio en los pasos de frontera
Antonio Serrentino (Cámara de Transporte Internacional): Las autoridades brasileñas trasladaron a los puestos a funcionarios que no acatan las medidas dispuestas por el sindicato de aduaneros. Debe estudiarse cómo compartir los sobrecostos entre todos los sectores involucrados. La vía judicial no parece adecuada para resarcir los daños.
(Emitido a las 07.38)
EMILIANO COTELO:
Se extienden por más de un mes las dificultades para el comercio entre Uruguay y Brasil, como consecuencia de la huelga que llevan a cabo los aduaneros brasileños.
Los auditores fiscales de la Aduana de Brasil no levantaron el paro en la asamblea que efectuaron ayer. De todos modos, y paralelamente, el gobierno brasileño resolvió sustituir a algunos de los funcionarios en conflicto del paso de frontera de Yaguarón. Esa resolución abre una esperanza a los camioneros uruguayos que hace más de un mes tienen decenas de vehículos aguardando para entrar a Brasil.
Estamos con el doctor Antonio Serrentino, asesor de la Cámara de Auto Transporte Internacional del Uruguay (Catidu). ¿Cuál fue el cambio que se produjo ayer?
ANTONIO SERRENTINO:
La asamblea de los auditores fiscales decidió, por una mayoría absoluta, la continuación de la "operación padrón", que es una suerte de conflicto, un "trabajo a reglamento", que practican cuando controlan las mercaderías de importación y exportación de Brasil. Dado el conflicto prolongado que viene manteniendo esta corporación desde el 13 de abril pasado, las autoridades del Ministerio de Hacienda brasileño han dispuesto el traslado de los auditores fiscales del puerto seco de Livramento, que estaban comprometidos con la "operación padrón", y han designado a dos nuevos auditores que aparentemente (según información extraoficial recibida ayer de nuestros colegas de ABTI) no estarían adheridos a la gremial que nuclea a los fiscales, y por lo tanto efectuarían la operación en ese puerto seco con mayor flexibilidad para atenuar las graves consecuencias que tienen los largos tiempos de espera que el transporte sufre en ese lugar.
EC - Esa es una primera novedad.
AS - Creemos que es un poco una repercusión de las preocupaciones que los operadores privados hemos manifestado a lo largo de estas semanas. Las distintas gremiales vinculadas al comercio, la Cámara de Industrias, la Unión de Exportadores, hemos mantenido contacto permanente con nuestra Cancillería, con las oficinas consulares en los principales puntos de Rio Grande do Sul, y sabemos de la preocupación del Ministerio de Hacienda de Brasil en relación a este conflicto, que no sólo ocasiona perjuicios graves a nuestro país, sino que está perjudicando gravemente la situación en Brasil.
EC - Usted habla de una decisión que tomó la aduana brasileña en cuanto al funcionamiento del paso en la zona de Livramento.
AS - Efectivamente; suponemos que es una medida de las autoridades buscando flexibilizar el mecanismo de la "operación padrón" en ese paso de frontera.
EC - ¿Y lo que se mencionaba ayer de tarde en la frontera de Yaguarón?
AS - Estamos hablando de estos cambios en los auditores de Rio Branco - Yaguarón. Este es un cambio que se suma a una cierta flexibilización que ya se había dado hace unos días en el Chuy. Esto significa que los tiempos de espera que desde el comienzo de este conflicto son de unos cinco o seis días como mínimo a 10 - 12 días máximo, en el Chuy hace unos días (y ahora aparentemente en Yaguarón con estas medidas dispuestas por el Ministerio), se reducirían sensiblemente, estimamos que a un promedio de 48 horas, si se confirma esta información.
EC - Entonces, son decisiones de las autoridades brasileñas, no del sindicato de auditores fiscales.
AS - Exactamente: de las autoridades de la aduana, de la jerarquía, en relación a cambios que introduce en los auditores trasladando a los que mantenían el conflicto y, suponemos, designar a gente que no responde a las decisiones de Unafisco, la gremial.
EC - Pero por el lado sindical, el panorama sigue siendo el mismo.
AS - Quizás ha empeorado, porque la asamblea de la semana pasada previó incluso una nueva ronda de negociaciones previa a la asamblea que se realizaba ayer, y ya no prevé siquiera esa negociación ni han fijado una nueva asamblea. Tenemos incluso información recibida ayer en el sentido de que se estaría definiendo un paro de 72 horas la semana próxima.
EC - ¿Cuántos son hasta ahora los camiones bloqueados en la frontera?
AS - Estimamos para los tres principales puntos de frontera un promedio diario acumulado de entre 600 y 800 camiones, tanto uruguayos como brasileños.
EC - Habla de promedio porque algunos van pasando.
AS - Exactamente: a medida en que se van realizando las operaciones del despacho y los controles documentarios, van quedando liberados pero en tiempos dos, tres y cuatro veces más prolongados de lo habitual.
EC - Y eso ocasiona pérdidas en dinero para los transportistas. Ustedes hablaron de U$S 200 diarios por camión simple. La semana pasada yo preguntaba quién paga ese dinero, y ustedes han hablado de demandar al propio gobierno brasileño.
AS - En la reunión del Consejo Empresarial de Transporte de Cargas del Mercosur, Chile y Bolivia, que tuvimos la semana pasada en Buenos Aires, se planteó la posibilidad de implementar algunas medidas en ese sentido. No es fácil, porque me parece que no es posible hacer demandas a partir de las diferentes asociaciones gremiales; cada empresa tendría que implementar su propia reclamación ante los tribunales brasileños, con la estimación de los daños y perjuicios. Por lo tanto creo que este mecanismo podría estar abierto a la decisión particular de cada empresa que haya sufrido los daños, los perjuicios, los costos.
EC - Ustedes estiman una pérdida total de unos U$S 3 millones, contando camiones brasileños y uruguayos.
AS - Exactamente.
EC - Pero usted mismo decía que estas demandas de carácter individual de las propias empresas suenan complejas, difíciles, y entonces ¿será dinero perdido? ¿Cómo se repartirá ese costo?
AS - Normalmente, los problemas en la frontera siempre ocasionan costos fijos a las empresas de transporte, costos ocultos, que siempre son absorbidos por los transportistas; no es casual que el transporte esté en crisis por estas situaciones. En realidad, lo que aparece como más factible después de una reunión que tuvimos el lunes pasado entre los directivos de las cámaras, Catidu a la que represento, y el Círculo Brasileño de Transportistas Internacionales, que es una entidad que nuclea a las empresas de ese país que tienen filiales en Uruguay. También lo estamos conversando con los colegas de Brasil para que, a partir de las primeras 24 horas de demora del vehículo en los pasos de frontera, los costos que se generados sean compartidos por los distintos operadores que integran la cadena de comercio exterior: los exportadores, los importadores y los transportistas deberían empezar a conversar esta situación para, por lo menos, repartir las pérdidas.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón