Análisis Económico

La economía de Brasil se desacelera: perspectivas para el resto del año y posibles impactos sobre la economía uruguaya

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 8.40 Hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
La economía de Brasil se estancó en mayo y junio. Así lo informa el Índice de Actividad Económica que elabora el Banco Central de Brasil y que parecería estar anticipando un crecimiento muy bajo del PIB en el segundo trimestre del año.  

Teniendo en cuenta que se trata del principal socio comercial de Uruguay, parece relevante analizar en más detalle qué está pasando en el país vecino luego de un primer trimestre con crecimiento récord. En seguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.


Quizás sea bueno comenzar repasando algunos números. ¿Qué están mostrando las últimas cifras de actividad en Brasil?


PABLO ROSSELLI (PR):  
Desde hace algunas semanas estamos viendo indicadores que pautan una desaceleración importante de la economía brasileña. A modo de ejemplo, la producción industrial cayó durante tres meses consecutivos (entre abril y junio de este año). Las ventas minoristas, que habían impulsado la recuperación de la economía en la segunda mitad del año pasado y en enero-marzo de 2010, se estabilizaron en el segundo trimestre de este año. Por su parte, las exportaciones siguieron creciendo en abril-junio, pero a un ritmo menor que en enero-marzo.

En este marco y como tú comentabas al inicio de la nota, el Índice de Actividad Económica que elabora el Banco Central de Brasil se estancó en mayo y en junio. En otras palabras, la economía no habría crecido en esos dos meses.

Con este panorama, los analistas ajustaron sus estimaciones de crecimiento para el segundo trimestre del año. Ese dato lo vamos a conocer el viernes que viene, pero los analistas esperan que el dato arroje una expansión del PIB de sólo 0,5% en abril-junio, luego de crecer 2,7% en enero-marzo. Estamos hablando entonces de una desaceleración muy significativa de la economía brasileña.
 

JAE: ¿Cómo se explica este enfriamiento de Brasil? ¿Qué razones podrían estar por detrás de este freno de la actividad?


PR: A nuestro juicio son varios los factores que explican este menor crecimiento de Brasil en abril-junio. En primer lugar, debemos tener en cuenta que a finales de 2009 y a comienzos de 2010 la economía brasileña estaba creciendo a tasas excesivamente altas. El PIB aumentó 2,3% en octubre-diciembre del año pasado y 2,7% en enero-marzo de este año, lo que equivale a un crecimiento anualizado del orden del 10%, un ritmo de expansión similar al de China. Lógicamente entonces, cabía esperar una desaceleración de Brasil en el segundo trimestre del año, teniendo en cuenta que los niveles de inversión en esa economía no son suficientes para sostener un ritmo de crecimiento tan importante como el de China.

En segundo lugar, el enfriamiento de la economía mundial observado en los últimos meses (y que comentamos recientemente aquí En Perspectiva) seguramente quitó dinamismo a las exportaciones brasileñas. Estados Unidos, Japón y fundamentalmente China –que es el principal cliente de Brasil– se desaceleraron en abril-junio y eso estaría explicando el menor crecimiento de las ventas externas de Brasil en ese período.

Finalmente, es importante destacar que en los últimos meses el gobierno comenzó a retirar los estímulos fiscales y monetarios que había introducido en 2009 como respuesta a la crisis internacional, y eso también estaría por detrás de este enfriamiento de la actividad.


JAE: ¿A qué estímulos te estás refiriendo concretamente?


PR: En los últimos meses el gobierno levantó algunas exoneraciones tributarias que habían sido introducidas el año pasado para alentar un mayor consumo del sector privado. En particular, el gobierno retiró los estímulos fiscales sobre las ventas de automóviles, electrodomésticos y algunos artículos vinculados a la construcción. Esas medidas podrían estar por detrás del menor ritmo de crecimiento de las ventas minoristas observado en los últimos meses.

Por otra parte, a partir de abril el Banco Central comenzó a endurecer la política monetaria, a través de tres subas consecutivas de la tasa Selic. La tasa Selic pasó de 8,75% anual en marzo a 10,75% en julio. El objetivo de esa medida era reducir la inflación que se encontraba por encima de la meta puntual fijada por el gobierno, pero lógicamente el endurecimiento de la política monetaria también debe haber impactado sobre el ritmo de crecimiento económico.

 
JAE: ¿Y seguirá el Banco Central "ajustando las tuercas" para evitar un aumento de la inflación?


PR: La respuesta a esa pregunta la vamos a tener mañana por la tarde. De hecho, hoy y mañana se reúne el Comité de Política Monetaria en Brasil y el mercado está a la espera de la nueva decisión del comité.

De todas maneras, lo cierto es que los analistas no aguardan una nueva suba de la tasa Selic en esta reunión. ¿Por qué no se espera una nueva suba de la tasa Selic? Por un lado, porque la inflación ya cayó desde 5,3% anual en abril a 4,6% en julio y se ubica ya muy cerca de la meta puntual del gobierno (que es 4,5%). Por otro lado y como comentábamos anteriormente, la economía está arrojando señales de enfriamiento y una nueva suba de la tasa Selic podría tener impactos negativos sobre el nivel de actividad, máxime cuando el apriete monetario aprobado en los últimos meses terminó siendo coincidente con el enfriamiento de la economía mundial.


JAE: ¿Y cómo quedan las perspectivas para los próximos meses? ¿Cuánto podría crecer Brasil en esta segunda mitad del año?


PR: Los analistas esperan un crecimiento moderado de Brasil en el segundo semestre del año, de algo menos de 1% por trimestre.

De todas formas, y aún creciendo a tasas bajas en esta segunda mitad de 2010, la economía brasileña completaría un muy buen año. En este sentido, teniendo en cuenta que el crecimiento de enero-marzo dejó un "efecto arrastre" de 6% para el resto del año, estamos previendo que la economía brasileña crezca en torno de 7% en el promedio de 2010. Esa es una tasa muy alta para la historia de Brasil.

En tanto, para 2011 la Encuesta de Expectativas del Banco Central de Brasil apunta a un crecimiento de entre 4% y 5%, un registro que sería inferior al de 2010 pero que igualmente sería alto en términos históricos. Quiere decir que los analistas en Brasil interpretan, como nosotros, que el enfriamiento de la economía brasileña será transitorio y que para el año próximo veremos un crecimiento razonable, pero más moderado que las altas tasas de expansión vistas hasta el primer trimestre.


JAE: Para terminar, ¿qué impacto puede tener este enfriamiento de Brasil sobre la economía uruguaya? Te lo pregunto porque en los últimos años ha aumentado fuertemente la participación de Brasil en nuestras exportaciones.


PR: Eso es cierto. Brasil es el principal socio comercial de Uruguay. En los primeros seis meses de este año un 20% de nuestras exportaciones de bienes estuvieron dirigidas a ese mercado, por un total de 630 millones de dólares. Adicionalmente, Brasil tiene una participación importante en nuestras exportaciones de servicios, fundamentalmente a través de la afluencia de un número creciente de turistas y por la industria de servicios logísticos.

Es indudable que una desaceleración de Brasil podría traducirse en un menor dinamismo para nuestras ventas externas. Y de hecho, en los últimos meses hemos observado señales de enfriamiento en la producción industrial y cierta desaceleración en las exportaciones de bienes.

Por eso, estamos contemplando (y lo comentamos hace unos días en el programa) que la economía uruguaya va a mostrar un crecimiento pequeño en la segunda mitad de este año, en respuesta a la tendencia mostrada en la economía mundial en general y en Brasil en particular. De todos modos, gracias a la fuerte expansión que vimos en el primer trimestre del año y a la que también se habría registrado en el segundo trimestre, estamos proyectando un crecimiento de la economía uruguaya importante, de 7%, en el promedio del año.


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