Análisis Económico

El desempleo alcanzó mínimos históricos en agosto. Análisis de las últimas cifras del mercado de trabajo en Uruguay

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 8.45 Hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
Los datos del mercado de trabajo para el mes de agosto arrojaron una baja importante del desempleo, que se ubicó en 6,2% en el total del país. Se trata sin lugar a dudas de un nivel muy reducido en la historia del Uruguay.

Con el desempleo en niveles tan bajos, desde el Gobierno se señaló que la preocupación ahora es la "calidad del empleo" y, en ese sentido, el Poder Ejecutivo anunció el martes medidas tendientes a reducir la informalidad en el mercado de trabajo.

¿Cómo se analizan las últimas cifras del mercado laboral? ¿Qué muestran las estadísticas en relación al informalismo? ¿Cuáles son las perspectivas de aquí en más? En seguida conversamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.


¿Cómo evaluaron estas últimas cifras del mercado de trabajo divulgadas por el INE?


FLORENCIA CARRIQUIRY(FC):
Los datos de agosto confirmaron la firmeza que muestra el mercado de trabajo uruguayo.

En lo que fue el dato puntual del mes, tú adelantabas recién que el desempleo mostró una baja significativa. Concretamente, la tasa de desempleo para el total del país pasó de 7% en julio a 6,2% en agosto. Más allá de que en los últimos años hemos tenido cambios metodológicos en las estimaciones de las estadísticas del mercado de trabajo, de todas maneras a nuestro juicio podemos afirmar con suficiente certeza que se trata de un mínimo histórico de desempleo en nuestro país.

Ahora, como siempre decimos, la evolución mensual de estas series presenta bastante volatilidad, y además la encuesta a partir de la cual surgen estos datos tiene margen de error. Por eso, no debemos darle demasiada importancia a lo que es el dato puntual de un mes. En ese sentido, lo más importante es que el mercado de trabajo mostró un desempeño muy favorable en los últimos años. Y, si bien el dato específico de agosto fue particularmente bueno, tenemos desde hace varios meses al desempleo en niveles mínimos, en el entorno de 6% o 7% de la población económicamente activa, y al empleo en niveles récord, entre 58% y 60% de la población en edad de trabajar.


EC: Para dar una mejor dimensión a estas tasas de empleo y desempleo que recién mencionabas, quizás valga la pena comentar qué significan en términos de personas. Por ejemplo, ¿Cuántas personas siguen estando en situación de desempleo según estos últimos datos de agosto?


FC: El INE no publica los datos en términos de cantidad de personas, pero a partir de estimaciones de cómo evoluciona la población en nuestro país, podemos decir que una tasa de desocupación de 6,2% implica unas 105.500 personas desempleados aproximadamente. Eso es unas 12.000 personas menos que en julio y casi 16.000 personas menos que un año atrás.

Para poner otra referencia, la población ocupada, es decir el total de ocupados, está entre 1,5 y 1,6 millones de personas, lo que es un nivel récord para nuestro país.


EC: Ahora, cuando miramos los datos del INE por región parecería que la baja del desempleo en agosto se dio básicamente en el Interior del país.


FC: Es cierto. En el Interior vimos una baja particularmente fuerte de la tasa de desocupación, que pasó de 7,4% en julio a 5,8% en agosto. En cambio, en Montevideo, la tasa de desempleo subió (aunque muy ligeramente), desde 6,5% a 6,7%.

De todas maneras, aunque el desempleo aumentó levemente en la capital, cuando miramos las demás estadísticas del mercado de trabajo vemos que tanto en el Interior como en Montevideo tuvimos un mayor dinamismo en el mercado de trabajo.


EC: ¿A qué te referís con eso de "mayor dinamismo" del mercado de trabajo?


FC: En Montevideo, la suba leve de la desocupación en agosto no se explicó por una caída del empleo (de hecho la tasa de empleo subió casi un punto porcentual respecto a julio). Sino que el mayor desempleo fue consecuencia exclusivamente del aumento de la tasa de actividad. Es decir que hubo más gente buscando trabajo y eso hizo subir la desocupación (porque no se crearon tantos empleos como para absorber a todos los nuevos trabajadores que se volcaron al mercado). No es que se perdieron puestos de trabajo, y eso es una señal positiva en términos de la evolución de la actividad económica en la capital.

En el Interior del país, también vimos más personas volcándose al mercado de trabajo (es decir un aumento de la tasa de actividad), pero la creación de empleos fue mayor aún y eso permitió que el desempleo igualmente cayera.


EC: Una vez conocidos estos datos el Gobierno anunció un "giro en la política de empleo", señalando que la preocupación ya no es la desocupación sino "la calidad del empleo". En ese sentido, se lanzaron el martes una batería de medidas que apuntan a reducir la informalidad en el mercado de trabajo. ¿Qué marcan las estadísticas en relación a esta problemática?


FC: El tema de la calidad del empleo es efectivamente un tema bien relevante. A veces perdemos de vista que, aunque el desempleo bajó mucho en los últimos años, todavía tenemos niveles de informalidad muy significativos.

Si miramos los últimos datos del INE en lo que hace puntualmente a la informalidad, los trabajadores que declaran no estar registrados, es decir, no tener cobertura de seguridad social, ascienden a casi 30% del total de ocupados actualmente, algo más de 400.000 personas. Este porcentaje viene bajando en los últimos años, a instancias del mayor dinamismo del mercado laboral y de crecientes esfuerzos de fiscalización por parte del BPS y de la DGI, pero de todas maneras sigue estando en niveles altos, sobre todo en algunos sectores y en algunas zonas del país. De allí que el Gobierno esté presentando medidas que apuntan directamente a lograr mejoras en este terreno.


EC: Para ir terminando y mirando para adelante, ¿cuáles son las perspectivas para el mercado de trabajo?


FC: Nosotros mantenemos la visión de que, en un contexto de crecimiento de la actividad económica, el mercado de trabajo se va a mantener firme en los próximos años, con niveles de desempleo similares a los actuales, en el entorno de 6% o 7%.

A su vez, esta firmeza del mercado laboral va a contribuir, a nuestro juicio, a continuar reduciendo la informalidad y mejorando la calidad del empleo en nuestro país, sin perjuicio de lo que pueda hacer el Gobierno para acelerar este proceso.

EC: Está claro que todos debemos celebrar estos resultados del mercado de trabajo. De todos modos, eso tiene una contracara. ¿A qué me refiero? A que son varias las empresas que empiezan a enfrentar dificultades para contratar trabajadores. ¿Cómo están viendo esto Uds.?


FC: Efectivamente, en realidad son varios los desafíos para las empresas en este contexto. Por un lado, como tu decías, con el desempleo en niveles mínimos, las empresas están enfrentando hoy por hoy y seguramente seguirán enfrentando en los próximos años dificultades que vez mayores para encontrar trabajadores, sobre todo capacitados, y para retener a los recursos más valiosos.

Y, por otro lado, es esperable que este buen contexto del mercado laboral continúe presionando al alza los salarios reales en los próximos años. Si bien, como hemos dicho varias veces, a nuestro juicio el Gobierno debería tomar medidas para evitar que las negociaciones de los Consejos de Salarios deriven en ajustes salariales desmedidos, tendemos a pensar que de todas maneras los salarios van a seguir aumentando en los próximos años. Esto implica para las empresas el imperativo permanente de mejorar la productividad.

En definitiva, en este contexto se hace cada vez más importante la gestión de los recursos humanos. Tanto en lo que hace a los procesos de reclutamiento y retención de trabajadores, como en lo relativo a la motivación y la capacitación del personal.


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