Jorge Bardier: con Argentina y el Mercosur "el camino es la negociación, no hay otra opción"
Las relaciones comerciales entre Uruguay y Argentina han tenido un "sesgo conflictivo" en los últimos años, indicó Jorge Bardier, vicepresidente del Consejo Asesor e Investigador del Centro de Estudios de Integración y Comercio Internacional. Entrevistado por En Perspectiva, manifestó que el proteccionismo argentino tiene una "dudosa compatibilidad" con las normas multilaterales de la Organización Mundial del Comercio, sugirió que los trabajadores de ambos países formen parte de las negociaciones y propuso modificaciones a la normativa del Mercosur. En tanto, subrayó la importancia de insistir en la vía del diálogo para mejorar el relacionamiento entre los integrantes de la unión aduanera. "El barrio que nos tocó vivir es este, y sin duda el camino es la negociación, no hay otra opción. No podemos patear el tablero e irnos", remarcó.
(emitido a las 8.38 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
¿El ambiente "color de rosa" que los Gobiernos de Uruguay y Argentina exhibieron en los últimos meses se diluye ahora con las diferencias surgidas en torno a la forma de monitorear la planta de celulosa de UPM? ¿O en realidad todo fue una ilusión óptica mientras se mantenían sin avances otros problemas serios de la relación bilateral, por ejemplo en el plano comercial?
Para acercarnos a la respuesta, quizá sea necesario formular algunas otras preguntas.
Por ejemplo, ¿qué pasó con las trabas a la importación de alimentos que Argentina impuso el 7 de mayo pasado y que afectaron a empresas uruguayas? La buena sintonía entre los presidentes Cristina Fernández y José Mujica, que se plasmó en los acuerdos firmados en Anchorena y en la Casa Rosada, ¿se tradujo en un acceso más fluido de productos uruguayos al mercado argentino?
La semana pasada la presidenta Fernández reivindicó el modelo económico desarrollado por Néstor Kirchner cuando comenzó su mandato en 2003, y que implica defender el mercado interno para desarrollar la industria local y apuntar al exterior.
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(Audio Cristina Fernández.)
"Todos tienen que saber que para que esto sea sustentable social, política e institucionalmente tenemos que tener un fuerte mercado interno, con trabajadores con buenos salarios, con trabajadores que también participen de la generación de la riqueza".
(Fin.)
JAE - ¿Cómo impacta este anuncio en las expectativas de la industria uruguaya?
Para analizar las relaciones comerciales con Argentina, recibimos a Jorge Bardier, ex presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias del Uruguay, y hoy vicepresidente del Consejo Asesor e Investigador del Centro de Estudios de Integración y Comercio Internacional, con sede en Miami, Estados Unidos.
Primero ubiquémonos en el hoy. Empresarios uruguayos que pidieron no ser identificados nos aseguraron que, pese al acercamiento de los Gobiernos de Argentina y Uruguay, las restricciones impuestas por Argentina en mayo en el rubro alimentos se mantienen en pie. ¿Usted esperaba un cambio de actitud de Argentina con la asunción de José Mujica como presidente uruguayo y los primeros meses de acercamiento entre ambos gobiernos?
JORGE BARDIER:
La relación comercial con Argentina en los últimos años ha tenido un sesgo conflictivo. No solamente es una cuestión del último tiempo, esto viene de varios años atrás.
En el inicio de cualquier administración siempre hay una expectativa, de la misma manera que sucedió con el inicio de la administración del presidente Vázquez, porque por una cuestión de estilo o de proximidad con el otro pudiera ser que mejore la relación con quien en ese momento pueda estar conflictiva.
Pero a lo largo de este período que lleva esta administración Argentina ha tenido otras manifestaciones de restricciones comerciales, por ejemplo las que usted mencionó.
EMILIANO COTELO:
Cuando se lograron los acuerdos entre Cristina Fernández y Mujica en Anchorena y Casa Rosada se insistió mucho en que era fundamental desbloquear el problema por la planta de UPM, porque con un nuevo ambiente en ese tema se podía también destrabar otros asuntos importantes que estaban pendientes en la agenda bilateral, y se mencionaron las trabas comerciales.
JB - Es verdad. Sin embargo, se avanzó en estos otros aspectos que usted menciona, lo vinculado a la planta de UPM, pero las cuestiones comerciales se mantuvieron como están. Y de hecho, como dijo recién Elhordoy, las empresas uruguayas que están exportando, algunas de ellas en el rubro alimentos, mantienen dificultades para acceder al mercado interno argentino.
JAE - ¿Estamos hablando de un problema puntual? Porque si miramos las ventas de Uruguay a Argentina, por ejemplo si tomamos el período enero-octubre de 2010 y lo comparamos con el mismo período de 2003, nos encontramos con que en los últimos siete años las exportaciones se triplicaron, y en particular el sector autopartista ha tenido un crecimiento espectacular, en ese período se multiplicó por 10.
Entonces, si miramos este asunto en términos globales, sin ir a los sectores, vemos que Argentina hoy es un mejor socio que antes, al menos en términos de dinero, y vale la pregunta si esto depende de Uruguay o es el resultado de la conveniencia y aceptación de Argentina. ¿Cómo ve este punto?
JB - El sector autopartista y el sector automotor han tenido una explosión en los últimos años. Si vamos a la balanza comercial Uruguay-Argentina, tradicionalmente ha sido favorable a Argentina en más de tres a uno; y salvo puntualmente y en algunos años muy particulares, Uruguay ha tenido una balanza comercial positiva. Esto no quita que las exportaciones hayan aumentado en forma exponencial. El sector autopartista puede explicar esto por alguna razón, por ejemplo una empresa argentina que antes producía en Argentina se instaló en Uruguay y ahora produce aquí y desde aquí exporta a Argentina.
Por otra parte, en la relación comercial Brasil-Argentina existe un intercambio compensando en el sector automotor: según la cantidad de dólares que se exportan para un lado es la cantidad de vehículos que pueden ingresar al otro. El mercado brasileño últimamente tiene una demanda muy importante, no solamente de automotores, sino de un conjunto muy importante de rubros, y eso ha hecho que las exportaciones argentinas de vehículos hacia Brasil aumentaran, lo que conlleva que las exportaciones de autopartes de Uruguay a Argentina también hayan aumentado en forma importante.
Sería bueno ver si esas importaciones de Uruguay a Argentina son en carácter definitivo o en carácter temporal. Porque si son en carácter temporal reflejan que eso ha generado una corriente de exportación de Argentina a terceros mercados, como Brasil, México o algún otro.
JAE - La pregunta era si estamos ante un fenómeno en que Argentina favorece las importaciones en el caso de las autopartes y opone resistencia en el caso de los alimentos, es decir, si Argentina tiene la intención de no desarrollar el vínculo comercial en áreas en que hay competencia, por ejemplo en el caso de los lácteos.
JB - Parte de la respuesta está en lo que le comentaba antes. Si las importaciones están vinculadas a exportaciones posteriores, no inciden en el mercado interno argentino, son importaciones que se hacen para exportar un producto final. Mientras que si hablamos de alimentos terminados, seguramente van a competir y van a incidir en el mercado interno argentino.
JAE - Vamos a otro aspecto que tiene que ver con el proteccionismo. Desde que surgió la última crisis internacional se ha insistido mucho en el riesgo de aplicación de medidas restrictivas al comercio como un fenómeno global. A partir de esto la Unión Europea realiza informes trimestrales sobre la situación en general desde octubre de 2008.
JB - Es cierto.
JAE - El último informe, que se difundió la semana pasada, refleja que entre mayo y setiembre de este año Argentina fue el país que adoptó más medidas restrictivas al comercio internacional. ¿Le sorprende este dato o le parece lógico?
JB - Es un dato objetivo. Desde octubre de 2008, en el contexto de la crisis económica internacional, Argentina ha extendido el sistema de licencias no automáticas a un rango cada vez más amplio de productos. Esto que inicialmente estaba enfocado a textiles, calzado, juguetes, se ha ido extendiendo a otros productos: neumáticos, acero, maquinaria, metales básicos. Es un proteccionismo que tiene al menos una dudosa compatibilidad con las normas multilaterales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que impacta sin duda sobre la producción local uruguaya, porque el peso específico de las exportaciones uruguayas a Argentina o del mercado argentino en las exportaciones uruguayas es mucho mayor de lo que pudieran ser las exportaciones por ejemplo de Brasil a Argentina. Entonces cuando un exportador uruguayo sufre una medida proteccionista de este tipo esta tiene un peso mucho mayor en su producción que el que puede tener en otro país.
JAE - Si es incompatible con las normas internacionales estamos ante un problema. ¿Argentina ha sido denunciada?, ¿se ubica como un país que está fuera de las normas internacionales?
JB - Yo dije "de dudosa compatibilidad".
JAE - Por eso le pregunto si Argentina está fuera de las reglas de juego o no.
JB - Cuando se toman medidas de este tipo hay que seguir determinados procedimientos para después no tener problemas en la OMC. El punto es contra qué países se toman y si esos países tienen el peso específico suficiente como para poder llevar una medida a la OMC y protestar allí. Usted puede tomar una medida, por ejemplo transformar una norma de acatamiento voluntario en un reglamento técnico, por decir algo, que después es de cumplimiento obligatorio. Para poder transformar eso en lo otro, usted tiene que seguir un procedimiento pautado por la OMC. Si no lo sigue, el país que se ve damnificado tendría que ir a protestar a la OMC, aunque quizás no tenga el peso como para hacerlo.
JAE - Hay otras lecturas. Por ejemplo Mario, de la audiencia, dice que la política económica argentina es a favor de Argentina, no en contra de Uruguay. ¿Qué dice usted?
JB - Nosotros formamos parte de un bloque, Uruguay, junto con Argentina, Brasil y Paraguay decidieron hace 19 años conformar lo que hoy sigue siendo una unión aduanera imperfecta. Ninguna negociación comercial es fácil desde el inicio, si no, no sería una negociación comercial. Lo que a uno le queda al final del día es que en esa negociación comercial hay ganadores y perdedores, y a veces los temas pasan por cómo a los perdedores se los compensa en la interna de cada país por las pérdidas que puedan haber tenido fruto de esa negociación comercial que encaró el país, que en el momento de encararla tendría que haber tenido intereses ofensivos e intereses defensivos. A veces la negociación se encara, se llega a un resultado sin tener en cuenta la totalidad de los sectores, y después empiezan las presiones de esos sectores para tener alguna protección adicional que no se tuvo en cuenta en la negociación. Si estamos en la unión aduanera, si formamos parte de un mercado común, nos guste o no nos guste, es el barrio en el que vivimos, nos gustaría vivir en otro lado pero vivimos en este, y tenemos que aprender a convivir con los vecinos.
JAE - Y haciendo una radiografía de la actualidad, ¿cuáles diría que son las áreas más afectadas en este momento, cuyo comercio es más dificultoso para Uruguay y su intención de exportar a Argentina?
JB - Sin duda que el rubro alimentos tiene problemas. Sin embargo el sector alimentos no tiene problemas de licencia automática, no sufre el problema que sufren por ejemplo los textiles y otros productos, que tienen los problemas de las licencias automáticas que se pueden cajonear y no salir.
JAE - ¿Eso quiere decir que el importador cada vez tiene que pedir autorización para que se le admita el ingreso de mercadería de fuera?
JB - Exactamente, ese es el caso de la licencia no automática, el importador argentino tiene que presentar una solicitud de importación del producto con una serie de justificativos.
JAE - ¿Qué sería lo normal? ¿Que sea automático, que lo pida una vez y después se vaya renovando?
JB - No, lo normal es la no existencia, como en Uruguay: usted presenta una solicitud de importación y sale. O puede pedir una licencia, que es una licencia automática a los efectos estadísticos, como hay en algunos sectores. Una licencia no automática implica el control de por qué está viniendo este producto.
Los alimentos no están dentro de la licencia no automática, sin embargo sufren la restricción para la circulación interna con un certificado que les tiene que dar el Ministerio de Comercio Interior, que dirige el señor Moreno. El de los alimentos es unos de lo sectores que están muy complicados por esto de la circulación interna; los otros son los que están vinculados a la necesidad de licencias no automáticas que demoran en salir. Si hablamos de textil y vestimenta, por ejemplo, hay un tema de moda en el medio, si usted pide una licencia para la temporada de verano y le demora 120 días, cuando sale ya se terminó la temporada.
JAE - Recuerdo otro caso, quizás la modalidad y la génesis son diferentes, pero tiene que ver con una denuncia que hizo la empresa argentina Ferrum, hablando de cerámicos en particular y aduciendo que los valores de los productos que se exportaban de Brasil y de Uruguay reflejaban una política de dumping, es decir, un subsidio encubierto.
JB - Es cierto.
JAE - El planteo lo realizó la argentina Ferrum y afectaba a la hoy desaparecida Metzen & Sena, que era la que exportaba en ese momento.
JB - Es verdad.
JAE - La pregunta va por el lado de la función del Mercosur como un centro para dirimir diferencias comerciales, si eso está operativo o los Gobiernos están por encima del funcionamiento del bloque.
JB - La existencia de mecanismos antidumping tiene que existir en toda relación comercial entre países.
JAE - No decimos que Ferrum tenga o no razón, eso es independiente.
JB - Por supuesto. Y en el caso de Metzen & Sena se dan algunas paradojas que después podemos mencionar. Pero con relación a las investigaciones que se hacen sobre determinada cuestión vinculada al antidumping, muchas veces sucede que las empresas enfrentan dificultades, piden tribunales, salen fallos, pero los fallos después no se cumplen. No es el primero, todo el mundo sabe lo que pasó con los neumáticos remoldeados, una fábrica uruguaya de neumáticos remoldeados presentó una controversia por no acceso a Brasil y Argentina, y después ninguno de los dos países aceptó el fallo arbitral.
JAE - Un fallo del Mercosur.
JB - Un fallo de un tribunal.
JAE - ¿Qué pasó con eso?
JB - El mismo mecanismo de solución de controversias prevé que si uno de los países no acata el fallo el otro país puede tomar alguna retaliación en términos económicos. Pero en el medio queda la empresa que no pudo exportar, además de los tiempos que muchas veces llevan estas cosas. Porque los tiempos con los cuales estas cosas se manejan en el ámbito y no se tome a mal el término de la burocracia mercosuriana hacen que cuando se llega a una solución, así sea favorable para la empresa, muchas veces el producto dejó de producirse o la empresa no existe más.
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JAE - Como decíamos al comienzo, la semana pasada la presidenta argentina reivindicó el modelo económico que desarrolló Néstor Kirchner a partir de 2003, eso de defender el mercado interno, desarrollar la industria local y apuntar así al exterior. Una política que se concreta muchas veces con medidas proteccionistas como estábamos comentando. Entonces, ¿qué opina de la actitud del Estado uruguayo ante esta actitud y esta política que se impulsan del otro lado del río? ¿Hay otro camino posible para enfrentarse por ejemplo a las trabas comerciales impuestas por Argentina?
JB - Como decíamos hoy: el barrio que nos tocó vivir es este, el proceso de integración en el que estamos inmersos es este, y sin duda el camino es la negociación, no hay otra opción. No podemos patear el tablero e irnos, no creo que las condiciones estén dadas para una situación como esa. Hay que continuar negociando, negociar cada vez y todos los días. Quizás alguna vez lo mencionamos haya algunos actores que todavía no han entrado del todo en esta negociación.
JAE - ¿Por ejemplo?
JB - Quizás tenga que ver con los trabajadores. Sería bueno que a veces las centrales sindicales tanto de Uruguay como de Argentina también pudieran hablar de estos temas, porque cuando hay un conflicto comercial afecta a los trabajadores, en este caso afecta a los trabajadores uruguayos, entonces quizás sería bueno que la central sindical de Uruguay se preocupara y se ocupara de la solución de los conflictos que en definitiva afectan y atentan contra las fuentes laborales.
JAE - ¿Cómo sería eso?
JB - Levantar el teléfono, llamar y decir qué es lo que está pasando, por qué hay trabas en ese tema.
JAE - Por ejemplo, un sindicato uruguayo llamaría a un sindicato argentino; ahí se presentaría el asunto de fondo, la defensa de puestos de trabajo en industrias ubicadas en un lugar y en otro.
JB - Sí, pero el Mercosur tiene ámbitos para esto, formalmente existe el Foro Consultivo Económico y Social en el que participan tanto los empleadores como los sindicatos, existe un lugar formal donde se puede hablar de estos temas.
JAE - Por otra parte, uno puede preguntarse si los empresarios uruguayos no deberían apuntar a acuerdos privados con sus pares argentinos para trabajar en conjunto y buscar complementación. ¿Eso ocurre?
JB - Ahí hay dos cosas. Por un lado puede haber complementación productiva, en el sentido de buscar alguna cadena productiva en la que se pueda hacer parte de la producción de algo en un país y seguirla en el otro. Para eso habría que modificar algunas cosas vinculadas a las normas de origen que no permiten totalmente la utilización de esa figura de la especialización productiva. Y por el otro lado podría pensarse en acuerdos que no necesariamente tienen que ser de precios ni de reparto de cuotas de mercado. El tránsito en una especialización productiva puede ser un camino, se necesita avanzar y modificar algunas cuestiones sobre normas de origen que permitan que la producción de un país transite hacia el otro, o que venga un insumo a Uruguay, sea procesado y se reporte al país de origen. En ese caso la titularidad o la propiedad de la materia prima sigue siendo de quien la va a recibir al final, y Uruguay puede utilizar un conjunto importante de horas hombre, de horas máquina que tiene ociosas para procesar materia prima para otro país que no tiene capacidad o está desbordada.
JAE - Usted dice que en el marco normativo hoy hay algo que no favorece esto.
JB - Sí. Si un brasileño tiene la capacidad productiva de su planta desbordada y le quiere mandar a alguien en Uruguay un insumo para que lo procese y le devuelva una pieza procesada, ese producto cuando vuelve a Brasil tiene que transitar por un certificado de origen. Debería modificarse la normativa para que se pudiera certificar el origen de ese proceso productivo.
JAE - Como si fuera brasileño.
JB - No, como si fuera Mercosur, en definitiva el insumo viene de un lado, se procesa en el otro y vuelve. Esa figura de façon, que se utiliza mucho en muchas industrias, por ejemplo en la industria de la vestimenta alguien tiene la materia prima y se la da a alguien para que la procese, a nivel de Mercosur no está desarrollada desde el punto de vista normativo.
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Transcripción: María Lila Ltaif