La crisis fiscal en Europa vuelve al primer plano de la agenda internacional
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.45 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
La semana pasada la crisis fiscal en Europa volvió a ocupar los titulares de la prensa internacional. Volvió el temor por la capacidad de repago de la deuda y el "riesgo país" de países como Irlanda y Portugal se disparó. Concretamente, el viernes el mercado estaba exigiendo a los bonos irlandeses 630 puntos más que a un bono alemán de similar plazo, mientras que la prima en el caso de los bonos de Portugal era de casi 450 puntos. En el caso particular de Irlanda, la semana pasada hubo anuncios de un ajuste fiscal fuerte, pero no se descarta que igual deban recurrir al apoyo del resto de Europa, como en su momento lo hizo Grecia. Con estos datos sobre la mesa, les proponemos poner el foco de nuestro espacio de análisis económico de hoy en Europa. El diálogo será con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
En los mercados internacionales se percibe un nerviosismo creciente por las dificultades fiscales de Irlanda. ¿Cuáles son los temores? ¿Puede haber un default de la deuda, por ejemplo?
TAMARA SCHANDY (TS):
Más adelante podemos comentar qué tipo de problemas fiscales y financieros tiene Irlanda. Hay que aclarar que el caso de Grecia en mayo sentó algunos precedentes y eso de alguna forma "marca la cancha".
Podríamos decir que la incertidumbre del mercado no es tan aguda como era en ese entonces, porque Grecia fue respaldada por los otros países europeos y, entonces, los mercados descuentan que para Irlanda debería haber un camino similar abierto. En otras palabras, no se está previendo un default; la pregunta ahora es si Irlanda va o no a recurrir a lo que se llama el Fondo Europeo de Estabilización Financiera, que es ese fondo de emergencia que se creó a comienzos del año cuando Europa tuvo que salir a respaldar a Grecia.
JAE: En ese sentido, la prensa internacional marca que Irlanda (a diferencia de Grecia en mayo) tiene un stock de reservas todavía importante. ¿Esto hace menos probable que tenga que recurrir a la ayuda del fondo?
TS: Es cierto. Los analistas internacionales marcan que Irlanda tiene unos 20.000 millones de euros que alcanzan para cubrir las necesidades de financiamiento hasta mediados del año que viene aproximadamente.
Lo cierto es que pese a que podría "aguantar" un poco más, no tiene mucho sentido esperar si finalmente van a terminar recurriendo al fondo (o al FMI, como también se ha manejado en los últimos días). Dilatar esa medida solamente exacerba la inquietud de los mercados y dificulta y encarece el acceso al financiamiento por parte del gobierno (tú mencionabas al inicio la prima de riesgo país que está pagando Irlanda sobre los bonos alemanes, por ejemplo. son más de 600 puntos).
Y cuando uno mira la situación fiscal en Irlanda parece bastante crítica: este año el déficit fiscal va a estar algo por encima de 30% del PBI y la deuda pública ha subido hasta casi 90% del PBI, cuando tres años atrás estaba en 25%.
JAE: ¿Por qué entonces las autoridades no han buscado asistencia hasta ahora?
TS: Por un lado está el hecho de que recurrir al fondo de asistencia es una decisión grande a nivel político. Supone exponerse a cierta condicionalidad por parte del resto de los demás países.
Allí hay un tema que no es menor y es que Irlanda tiene muy bajos impuestos a la renta de las empresas y ese ha sido un factor de atracción de inversiones en años anteriores. Visto desde un punto de vista competitivo, es probable que los demás países europeos pidan un cambio en esta situación, con lo que Irlanda perdería lo que ha sido un rasgo muy importante de su estrategia de atracción de inversiones en el pasado.
Por otro lado, Irlanda todavía tiene un monto significativo de reservas. Hay analistas internacionales que han marcado que con eso pueden "comprar tiempo" para volver a ganar la confianza de los mercados. Y evitar así meterse en un acuerdo que seguramente implicaría un costo alto en término de intereses a pagar por Irlanda por la asistencia.
En este esfuerzo por mejorar las expectativas del mercado, la semana pasada se lanzó un plan de ajuste fiscal muy ambicioso, que busca reducir el déficit fiscal con recortes de gastos por casi 4% del PBI en 2011 y medidas adicionales en los años siguientes para llevar al déficit fiscal a niveles más controlables (en el entorno del 3% en 2014).
JAE: Pero los mercados no lo recibieron con mucho optimismo, al menos a juzgar por la evolución de las primas de riesgo, ¿verdad?
TS: No, es cierto. A nuestro juicio la clave allí es que los desequilibrios fiscales son producto de las dificultades que sigue teniendo el sistema financiero. Del desbalance de algo más de 30% del PBI de 2010 habría aproximadamente 20% que corresponde a los costos de "rescate" de los bancos.
Durante la crisis Irlanda fue de los primeros gobiernos en respaldar el 100% de los depósitos en el sistema bancario y también fueron muy agresivos en dar garantías sobre las deudas de los bancos. Eso le pone mucha fragilidad a las cuentas públicas.
El mercado está viendo que con un paquete de austeridad fiscal no necesariamente se ataca el problema de fondo (que es en realidad la debilidad que aún hoy tiene el sistema bancario). En cambio, sí se genera un impacto negativo sobre la actividad económica. Un ajuste fiscal de esa magnitud probablemente va a tener un impacto recesivo.
JAE: En realidad, sería una profundización de un escenario que de por sí es recesivo. El viernes se conocieron los datos de PBI del tercer trimestre en la zona del euro y en Irlanda tuvimos una caída de 1,6% en términos anualizados.
TS: Es verdad. Esa fue una caída algo más acotada que la que vimos en trimestres anteriores, pero lo cierto es que el PBI sigue cayendo. Y las proyecciones no son auspiciosas. El último informe del FMI manejaba cierta recuperación para el próximo año, pero otros analistas ya prevén una nueva caída para 2011 y una recuperación muy débil recién en 2012.
Un ajuste fiscal en momentos como éste es complicado, porque si se resiente la actividad económica la recaudación de impuestos puede caer todavía más, forzar entonces más ajustes o impedir que se consiga la meta de reducción del déficit, que es algo que el mercado va a estar mirando muy de cerca.
JAE: ¿Qué pasaría si Irlanda termina solicitando la ayuda del resto de Europa? ¿Tendríamos que ver una "normalización" de las primas y más calma en los mercados?
TS: Es difícil de prever, porque en realidad como decíamos antes hay un problema en el sistema financiero aún sin resolver. Y no es claro si los fondos de la asistencia van a poder ser aplicados directamente allí. De hecho, en el acuerdo que en su momento se hizo con Grecia había una condición de que el fondo no iba a tener exposición directa al sistema financiero.
En definitiva, está claro que obtener la asistencia del fondo no es el fin del problema. Miremos a Grecia, por ejemplo. La asistencia del fondo europeo le permite hacer frente a los vencimientos más cercanos, pero hay un desafío para adelante que sigue estando presente y por algo incluso hoy el mercado le pone a sus bonos una prima de unos 900 puntos básicos por sobre el rendimiento de los papeles alemanes.
El otro elemento que preocupa a los tenedores de bonos europeos es que Alemania y Francia han estado alentando la creación de un mecanismo formal de resolución de problemas de deuda que empiece a regir en 2013, que es plazo previsto para este fondo de estabilización que se creó en forma temporaria para atender la crisis griega. En particular, los alemanes están abogando para que ese mecanismo prevea que cuando un país deba ser rescatado los tenedores de bonos absorban parte de las pérdidas (con quitas, por ejemplo). En un principio estos temas se iban a tratar en una cumbre en diciembre, pero a fines de la semana pasada se manejaba la posibilidad de que hubiera noticias esta misma semana. Así que tendremos que estar atentos.