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¿Inflación en dólares o en moneda nacional?

¿Inflación en dólares o en moneda nacional?

Economistas uruguayos alertan sobre las consecuencias que tendrán los conflictos laborales en materia de inversión y cumplimiento de metas fiscales. El Gobierno se debate según los expertos en tener una inflación en dólares o en moneda nacional.


La oposición sigue de cerca las resoluciones del Ministerio de Economía y pide al Gobierno que no tenga miedo de aplicar las medidas que sean necesarias para controlar la inflación.
La inflación es el crecimiento continuo y generalizado de los precios de los bienes y servicios y factores productivos de una economía a lo largo del tiempo.

Es el aumento general del nivel de precios de una economía, es decir lo que varía el precio de las "cosas" en comparación con un periodo anterior.
El motivo de este aumento, suele ser el crecimiento de la cantidad de dinero disponible, es decir, la existencia de más billetes en circulación.

Cuando esta cantidad crece considerablemente, el valor del dinero disminuye.
También existe el llamado crecimiento nominal "irreal". Por ejemplo, cuando el precio del cordero sube en Navidad porque aumenta la demanda pero la oferta es limitada a cierta cantidad.

Incluso hay quienes definen a la inflación como el movimiento persistente al alza del nivel general de precios o disminución del poder adquisitivo del dinero.

La inflación se mide a través de las variaciones en el Índice de Precios al Consumo (IPC), el cual procura reflejar los precios de una canasta de bienes que se considera representativa del consumo de las familias.
En este sentido, la economista María Dolores Benavente dijo a El Espectador que el Gobierno tiene un dilema de hierro.
La asesora de la Cámara de comercio abogó por fortalecer la austeridad fiscal.

"La única manara de revertir este círculo vicioso sería generar superávit fiscal más importante del que se tiene ahora y con eso comprar dólares de manera de no tener inflación en dólares, no tener que emitir dinero –que es la inflación en pesos-, ni tener que emitir deuda –que aumenta el déficit para fiscal-. Mientras ese círculo no se corte por la vía de mayor austeridad fiscal vamos a tener o bien inflación en dólares (lo que le llaman a veces atraso cambiario, y el dólar creciendo permanentemente), o bien, que haya que sostener el dólar, y eso repercute a la larga en los precios en pesos", dijo Benevente.

La inflación es un fenómeno económico que tiene causas y genera efectos y cuyas teorías explicativas suelen agruparse en tres categorías.

La Inflación de demanda: Esto es cuando se produce un aumento significativo de la demanda en el mercado de bienes y servicios y el sector productivo no es capaz de cubrirla; la Inflación de costos u oferta, que se produce como consecuencia del incremento de los precios por parte de los productores de estos bienes y servicios; y la Inflación estructural, que es el resultado de determinadas conductas sociales ajustadas por una previsión futura de precios a priori.

En todo proceso inflacionario pueden distinguirse dos elementos: las presiones inflacionarias, que son los desequilibrios básicos causantes de aumentos autónomos en los precios y los mecanismos de propagación.

Las presiones inflacionarias se originan en un proceso de demanda que provoca un ascenso de los precios en uno o varios mercados.

Mientras tanto, los mecanismos de propagación hacen que esos aumentos de precios se extiendan al sistema económico en su conjunto y se repitan a través del tiempo.

La inflación debe estar controlada para asegurar la economía del país.
Para eso los bancos centrales, son los encargados de fijar tipos de interés más altos, que permitan reducir la oferta de dinero y con esto disminuir la inflación.

Si esto no ocurre las consecuencias pueden ser muy negativas, teniendo en cuenta que las medidas para controlar la inflación, como el aumento de los tipos de interés, pueden producir una desaceleración muy importante en el crecimiento de la economía y aumentar por tanto la tasa del desempleo.
La economista María Dolores Benavente abogó para que el Gobierno se enfoque en la reducción del gasto público en forma progresiva, en este momento de crecimiento coyuntural.

"Hay una alerta que no es menor y no hay que descartar en cuanto al panorama laboral, porque si bien son pocos los sectores que tienen conflictividad, también es cierto que son sectores muy sensibles para la economía en su conjunto y que ya están empezando a alertar a los inversores extranjeros. Hasta ahora la inversión extranjera en Uruguay venía creciendo a tasas muy pero muy buenas entonces hay una señal de alerta ahí, se le fue la mano a la normativa laboral y se le está yendo la mano a algunos gremios en estema conflictividad y eso puede afectar la inversión y por lo tanto al empleo", dijo Benavente.

Existen aumentos generalizados de precios, que se producen de una vez y para siempre, y aumentos de precios que son persistentes en el tiempo.
En Uruguay, la suba de precios se moderaría en noviembre, de acuerdo a la mediana de las expectativas relevadas por el Banco Central.
De todos modos, para el cierre del año, más de la mitad de los analistas encuestados por el Banco Central, estiman que la inflación superará el 7%, techo del rango meta oficial.

Se sostiene por parte de los expertos que los precios minoristas aumenten este mes 0,2%.

Vamos a recordar que el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, aseguró en el pasado mes de octubre en el Parlamento que el Gobierno cumplirá con la meta inflacionaria, que sólo circunstancialmente podría superar el rango objetivo.
El escenario actual ubica a Uruguay soportando presiones inflacionarias tanto del interior como desde el exterior.

En lo local esto se produce porque la economía está creciendo por encima de su capacidad.

Hay sectores que se encuentran, según los analistas económicos al borde del sobrecalentamiento.

Se deben tomar en cuenta además, el bajo nivel de desempleo, y el crecimiento de los salarios reales a ritmo acelerado.

Mientras tanto las presiones que llegan del exterior se originan básicamente por la suba de las materias primas de exportación.