Análisis Económico

La economía uruguaya se desaceleró en el tercer trimestre - Análisis y perspectivas

Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 9.20 Hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
El PBI uruguayo creció 1% en el tercer trimestre del año (frente al trimestre inmediato previo) y registra una suba de 7,9% respecto de los niveles de un año atrás.

Sin embargo, ese 1% de crecimiento en el trimestre significa una desaceleración sensible en relación a lo que venían siendo las subas de los trimestres previos, que mostraban incrementos del PBI en el entorno de 2% por trimestre.

Con estos datos sobre la mesa, parece conveniente entender cómo se explica y cuán generalizada fue esa desaceleración de la actividad económica en el trimestre julio-setiembre y analizar además las perspectivas para los próximos meses. De eso conversaremos con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

¿Cómo vieron el dato de PBI del tercer trimestre que divulgó el Banco Central el miércoles pasado?
 

TAMARA SCHANDY (TS):  
Como tú decías, el dato marcó un crecimiento de 1% frente al segundo trimestre y eso implica una desaceleración notoria frente a lo que habíamos visto en los trimestres previos.

Sin embargo, también hay que marcar que esa desaceleración era en buena medida esperada a la luz de indicadores parciales que se habían ido conociendo en los últimos meses. Indicadores como producción industrial, movimiento portuario o exportaciones ya estaban pautando una pérdida de dinamismo bastante significativa. Además, en otras economías emergentes ya habíamos visto un enfriamiento en el segundo o tercer trimestre del año. Brasil o Argentina son dos ejemplos cercanos, pero también en otras economías latinoamericanas o incluso en países asiáticos habíamos visto en los últimos datos una moderación en el ritmo de crecimiento.

De todos modos, hay que advertir que el dato fue algo mejor que el que nosotros estábamos aguardando. Nosotros estimábamos un crecimiento de 0,5% frente al segundo trimestre.


EC: ¿Y cómo fue el comportamiento por sector de actividad en el tercer trimestre del año?


TS: En línea con lo que esperábamos la desaceleración fue bastante generalizada. En algunos casos vimos incluso caídas frente a abril-junio, pero en buena medida eran caídas que aguardábamos.

Por un lado, en un marco de menos generación hidroeléctrica, el sector de Electricidad Gas y Agua volvió a contraerse, desde niveles muy altos en la primera mitad del año. También la industria manufacturera cayó (casi 1% frente al segundo trimestre) pero eso tampoco sorprendió porque ya lo venían mostrado los datos mensuales de producción industrial del INE. Y, por último, las actividades primarias se retrajeron 0,4%, aunque según el comunicado eso estuvo explicado por la menor actividad en el sector pesquero, porque desde julio la captura está afectada por un conflicto en el marco de las negociaciones salariales. De hecho, la producción del sector agropecuario (en términos desestacionalizados) se mantuvo prácticamente estable frente al trimestre anterior.

El resto de los grandes sectores que publica el BCU, que incluyen el transporte y las comunicaciones, el sector comercial, la construcción y otros servicios diversos, continuaron creciendo, aunque en todos los casos a tasas más moderadas que en los trimestres anteriores. Incluso, a nivel de la actividad comercial y de la construcción, la desaceleración fue más importante que la que estábamos esperando nosotros, aunque, como decíamos al inicio, en términos generales podemos decir que no hubo grandes sorpresas en el desempeño sectorial.


EC: ¿Y cómo evolucionaron los componentes de la demanda? Es decir, ¿qué pasó a nivel del consumo, de la inversión y de las exportaciones en el tercer trimestre?


TS: Desde la perspectiva de la demanda, hay que tener presente antes que nada que el Banco Central no publica datos desestacionalizados. Por eso, a los efectos de analizar de mejor manera la evolución reciente de los principales componentes de la demanda, en Deloitte realizamos estimaciones desestacionalizadas de las series oficiales, que nos permiten hacer la comparación con el trimestre inmediato previo.
    

EC: Hecha entonces la aclaración, ¿qué mostraron esas estimaciones desestacionalizadas que elaboran en Deloitt?


TS: A nivel de la demanda interna y en un marco de suba firme de salarios y de desempleo en niveles mínimos, el consumo privado siguió creciendo a buen ritmo en el tercer trimestre (aunque, en línea con lo que mostró la actividad comercial, se desaceleró en relación al trimestre anterior).  

A nivel de la inversión, no tenemos buenas estimaciones desestacionalizadas. Si miramos los datos oficiales, la inversión privada en activos fijos aumentó 8,2% frente al tercer trimestre de 2009, pero esta suba se vio compensada en buena medida por una reducción de los stocks muy importante. A nuestro juicio, en esa contracción de los stocks seguramente incidió de forma decisiva la caída de las existencias vacunas (por la mala parición de terneros de la primavera 2009). Eso explicó que en total la inversión privada creciera algo menos de 1% frente a los niveles de un año atrás.

Por otra parte, la demanda del sector público siguió disminuyendo, debido a una menor inversión. De hecho, la inversión pública se ubicó 20% por debajo de los niveles del tercer trimestre de 2009, que de todos modos vale advertir que eran muy altos.


EC: O sea que a nivel de la demanda interna el impulso estuvo básicamente en el sector privado. ¿Y qué sucedió con las exportaciones?


TS: A nivel de las exportaciones, estamos con niveles 11% superiores a los del tercer trimestre de 2009, pero esto obedece esencialmente a las subas que se registraron en los trimestres anteriores. De hecho, nuestras estimaciones desestacionalizadas marcan un descenso de las exportaciones en términos reales frente al segundo trimestre del año, en línea con lo que ya venían marcando los datos mensuales de exportaciones de bienes.

A nuestro juicio, este descenso de las exportaciones puede tener algún factor coyuntural, como por ejemplo el hecho de que la faena del invierno fue muy reducida y eso tuvo impactos en las exportaciones de carne y en las curtiembres (por la falta de cueros locales para procesar), pero es una señal que de todas maneras nos parece relevante seguir monitoreando en los próximos meses, para ver si hay elementos más persistentes detrás del freno que se vio en el trimestre julio-setiembre en el crecimiento exportador.


EC: Para terminar, ¿cómo quedan las proyecciones luego de conocidos estos nuevos datos?


TS: Si bien como decíamos al inicio el dato fue algo menor al que estábamos esperando (nosotros estimábamos un crecimiento de 0,5% en el tercer trimestre), al mismo tiempo el Banco Central corrigió a la baja las estimaciones de trimestres previos (sobre todo la del segundo trimestre), por lo que el crecimiento acumulado hasta setiembre está en línea con lo que estábamos contemplando. Por ese motivo y como tampoco tuvimos sorpresas por sectores ni por componentes de la demanda, no estamos cambiando significativamente nuestras proyecciones, ni para 2010 ni para 2011.

Concretamente, esperamos para los próximos trimestres crecimientos de entre 1% y 1,5%, lo que nos dejaría con un aumento del PBI de 8,3% en el promedio de 2010 y de casi 5% en 2011. Hay que advertir que en esos pronósticos estamos contemplando un escenario internacional que seguiría siendo favorable el próximo año, con precios de commodities que se mantendrían en valores elevados y, a su vez, asumimos condiciones climáticas "normales" en nuestro país. Por supuesto que si el escenario externo se deteriorara significativamente o si en nuestro país se verifica una nueva sequía (como algunos meteorólogos están advirtiendo), eso implicaría un crecimiento menor de la economía uruguaya.


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