Se mantiene el reclamo por fideicomiso de los activos de bancos quebrados
Presidente de Aebu - Banca Privada, Juan José Ramos: La resolución del Central para el Banco de Créditos no cambia la situación. El dinero en juego es del Estado, y se reclama un fideicomiso para administrar la cartera del BHU, la cartera del República, la de los bancos Caja Obrera, Comercial, Montevideo, y esta del Banco de Crédito. Son casi U$S 3.000 millones.
(Emitido a las 07.35)
EMILIANO COTELO:
Luego de varias postergaciones, el Banco Central resolvió ayer suspender definitivamente la subasta de carteras del ex Banco de Crédito. Paralelamente, el gobierno anunció que cancelará en julio las deudas por unos U$S 70 millones que ese banco quebrado mantiene todavía con sus ex ahorristas.
El Central informó que decidió dejar sin efecto la subasta y que, en su lugar, convocará a los oferentes para formular otras propuestas para que adquieran parcial o totalmente las carteras. El presidente del BCU, Julio de Brun, dijo a el diario El País que esas empresas interesadas le hicieron saber que "no están en condiciones de ofrecer gran cosa" por las carteras que se encontraban en venta, razón por la cual ahora se les dará la oportunidad de ofertar por las partes de ellas que más les interesen. De Brun aventuró que seguramente las propuestas de compra se referirán a los créditos más grandes y mejor garantizados, y explicó que para la recuperación de los activos remanentes el fondo de liquidación aplicará tratamientos de otro tipo.
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¿Qué consecuencias tiene esta decisión del BCU en la manifestación programada para hoy por Aebu y distintas gremiales agropecuarias, precisamente en protesta contra de la subasta, entre otros puntos? La movilización se llevará a cabo igual, según se anunció ayer.
Estamos en comunicación con el presidente del sector financiero privado de Aebu, Juan José Ramos.
JUAN JOSÉ RAMOS:
No hay cambios de ninguna naturaleza. En primer lugar, porque la comunicación del BCU salió formalmente bastante tarde en la noche, con lo cual la movilización ya se había concretado bajo cualquier circunstancia. Pero, en el tema de fondo, tampoco hay cambios que permitan decir que pudo levantarse la movilización.
EC - ¿Por qué? ¿Qué es lo que ustedes reclamaban en el caso concreto del Banco de Crédito?
JJR - La primera consecuencia práctica es el fracaso estrepitoso del BCU en la liquidación del Banco de Crédito. Es la tercera vez que se prorrogaba la subasta, para llegar a la conclusión que se sabía de antemano: que en estas condiciones no iba a haber un precio razonable, que el precio que ofrecerían sería tan bajo que la subasta sería declarada desierta. Con lo cual ahora se intenta otro mecanismo: ver las carteras grandes que están bien garantizadas, para dárselas a un particular.
El procedimiento es el mismo, con lo cual no sabemos si el Estado va a recaudar con la venta lo que necesita para terminar de pagar a los depositantes (para pagar el 31 de julio debería sacar dinero de las arcas del Estado), y en segundo lugar el si el Estado sacara lo que le falta para pagar a los ahorristas tiene un segundo problema: le va a regalar al particular los U$S 180 millones que puso dentro del Crédito. Por lo tanto la situación es exactamente igual a lo que estaba planteado a última hora de la tarde de ayer.
EC - ¿Qué entienden que hay que hacer con estas carteras?
JJR - Lo hemos planteado con las otras 10 gremiales: básicamente tomar el problema en su conjunto, que no es sólo el Banco de Crédito (el Crédito tiene sus peculiaridades pero por el manejo del BCU, no porque el origen del dinero sea distinto al que está planteado en las otras tres liquidaciones); tomar también la cartera morosa del Banco Hipotecario, que es un gran dolor de cabeza, un gran problema porque son decenas de miles de uruguayos que están metidos allí (la morosidad, escuchaba ayer, llegaba al 65% en toda la cartera del BHU); tomar la cartera pesada del Banco de la República, parte de la cual está ya en un fideicomiso que está con un funcionamiento bastante precario, y hacer de eso un solo proceso de administración de estas carteras, cuyo propietario sea el Estado.
EC - Repasemos qué estaría comprendido en ese fideicomiso.
JJR - La cartera del BHU, la cartera morosa 4 y 5 del República más la que vaya a pasar, la de los bancos Caja Obrera, Comercial, Montevideo, y esta del Banco de Crédito. Son casi U$S 3.000 millones.
EC - Un único fideicomiso ¿manejado por quién?
JJR - Por el Estado, que es el propietario de ese dinero. No hay que olvidar que es el dueño del República y el Hipotecario, pero en estas carteras cuya liquidación se está manejando lo que hay es plata que puso el Estado, casi U$S 1.200 millones que son del Estado y que es el acreedor principal o primario; no los depositantes. En todo caso, lo que hay es una cesión de los derechos del Estado en beneficio de los depositantes para que puedan cobrar: en el caso del Crédito el 100 por ciento en bonos del Estado, y en el resto hasta el 100% hasta U$S 100 mil y por encima de esto a prorrateo en cada banco.
EC - Ese fideicomiso es el que está previsto en un proyecto de ley que está a consideración del Parlamento.
JJR - Esa es la idea en el proyecto que está a consideración de la Cámara de Diputados en este momento.
EC - ¿Qué apoyo político recoge por ahora?
JJR - No lo conozco con precisión, pero sé que lo apoyan el sector del doctor Larrañaga y el Encuentro Progresista.
EC - ¿Por qué sería mejor ese fideicomiso que el sistema que se está siguiendo hasta ahora para operar con los bancos quebrados?
JJR - Aquí nadie toma en cuenta dos cosas: cuando se empezó a salir de la crisis del sistema (todavía no se salió, pero cuando se salió de lo más grueso), se manejó un razonable equilibrio entre el tema de los depositantes y el de los deudores. Si los deudores no pagan, no hay posibilidad de compensar a los depositantes el daño que les provocó la caída de los cuatro bancos privados. Por otro lado, el Estado tiene que recuperar... se sabe que no todo lo que puso allí, pero por lo menos gran parte de ello.
Se trata de darle un manejo lo suficientemente razonable y no especulativo en el sentido de darle tiempo y hacer todas las acciones que correspondan para que los deudores vayan pagando. En este esquema de venta de carteras a privados, lo que se busca es comprar la cartera al más bajo precio para sacarle rápidamente la mayor utilidad posible; no se la compra para hacer filantropía sino para hacer un muy buen negocio. Y, para quien compra, cuanto más rápido, mejor: baja el riesgo y la capacidad de recuperar lo invertido más la ganancia es mucho menor.
EC - Usted habla de las ventajas para quien, en el esquema de tercerización, se haga cargo de esas carteras.
JJR - En este caso, concretamente del Banco de Crédito. Para quien compre la cartera es un negocio redondo: va a ofertar muy bajo, va a comprar con garantías reales, y si no cobra ejecuta las garantías y a otra historia; se acabó el negocio. Si usted vale garantías que valen 62 millones de dólares a 10, 20, 30 millones, la diferencia entre los 62 y el precio al que haya comprado.
EC - Eso para el Crédito en particular. ¿Y en general, para lo que ustedes proponen llevar al fideicomiso?
JJR - Se trata de darle a los deudores... Ahora encuentro al BCU muy preocupado por los depositantes, pero cuando cerró los bancos no se preocupó en absoluto por ellos, la preocupación le vino de golpe. Nosotros hablamos siempre de un equilibrio entre la recuperación de los deudores y buscar la forma y la capacidad de pago por parte de quienes le debían a los bancos en liquidación. Esta es una situación donde también hay responsabilidad del gobierno, porque no hay que olvidar que hubo una gran incitación por los equipos económicos anteriores a que la gente se endeudara en dólares cuando tenía ingresos en pesos, y la devaluación de junio de 2002, cuando se liberó la flotación del dólar, provocó que (además de quienes perdieron el trabajo) la gente pasara por condiciones muy apretadas para poder cumplir con sus obligaciones en el cortísimo plazo.
EC - ¿Qué ventajas tendría el fideicomiso con lo que el gobierno propone? La tercerización se está proponiendo porque se entiende que no hubo eficiencia como se ha venido operando hasta ahora en la liquidación de los bancos; que hubo lentitud...
JJR - En el caso del Banco de Crédito no sé cuál es la lentitud. Hace tres meses que eso está en manos del BCU, se viene trabajando a un ritmo aparentemente importante, y por lo tanto... El BCU mismo nos dice que es por una razón de lentitud que hay problemas en el Banco de Crédito.
EC - Pero pregunto en general con los bancos quebrados.
JJR - En general, el comportamiento del Central ha sido muy errático. "Como no lo sé hacer y no lo puedo hacer, se lo regalo a otro". Con la plata del Estado es fácil ser genero; es fácil regalar la plata de los demás, regalar U$S 180 millones o pagar comisiones que a esta altura ni se sabe de cuánto son para poder cobrar.
EC - Pero, precisamente, una de las críticas que recibe la idea del fideicomiso es que se parecería mucho a lo que ha estado ocurriendo hasta ahora, que ha estado muy pautado por problemas. El hecho de que al fideicomiso lo estén reclamando Aebu y gremiales agropecuarias le da para pensar a un sector de la población que ese instrumento beneficiaría justamente a los deudores y a los funcionarios...
JJR - Los funcionarios ya están afuera.
EC - ...y no tanto a los depositantes o, mejor dicho, al conjunto de la sociedad que debería cargar con costos altos de operación (lo que ha venido pasando por los costos fijos por ejemplo en materia de salarios de los fondos de liquidación de los bancos) y por lo tanto pagando la diferencia.
JJR - En el caso del Crédito, el costo es mucho mayor por el regalo de los U$S 180 millones que por cualquier costo operativo del sistema. En segundo lugar, los fondos salen de allí mismo y los ahorristas del Crédito no están de acuerdo con esta solución. Los propios ahorristas no están de acuerdo. Pero además si se plantea por el lado de Aebu, el sindicato ya no tiene ningún puesto de trabajo por el Crédito, por lo tanto en este tema de la subasta no está reivindicando nada propio.
EC - Dejemos de lado al Banco de Crédito y hablemos del conjunto del problema y de la idea del fideicomiso.
JJR - Hoy no hay ningún trabajador afiliado a Aebu en los tres fondos.
EC - Pero a Aebu le interesa que se implemente un sistema desde el Estado para la operación del fideicomiso, en la medida en que por esa vía se tomaría funcionarios...
JJR - No, no. Por supuesto, se debería tomar algunos funcionarios. Pero es mucho menos que manejar las liquidaciones por separado, como se estuvo haciendo hasta ahora. ¿Por qué era el Banco de Crédito por un lado y los otros tres por otro? ¿Por qué tenían estructuras operativas y administrativas distintas? No por una acción de Aebu ni porque Aebu lo reclamado. Al revés: Aebu reivindicó que se hiciera todo este proceso junto, sabiendo que se necesitaría menos empleados.
Con lo que no estamos de acuerdo es que en este esquema se favorezca a los bufetes lobbystas, que son los que llevan la ganancia en esta historia. Paradójicamente, un ex ministro de Economía, el doctor De Posadas, que va a ganar si se terceriza porque él tiene uno de los bufetes más influyentes en el mercado, es de los que habla contra Aebu en este sentido. Hay muchos intereses ocultos, aquí: sólo aparecen los de quienes se mueven públicamente, como nosotros; pero los ocultos, los que nunca hablan o en teoría hablan "por principios" pero después llevan la ganancia de sus estudios jurídicos, a esos nunca se los pone en discusión. Y los bufetes lobbystas que tiene este país son más de uno.
EC - ¿Por qué sería eficiente un fideicomiso manejado desde el Estado?
JJR - En primer lugar, porque esa es plata del Estado. A ese dinero lo puso la sociedad: los U$S 1.200 millones vienen del famoso préstamo del Fondo Monetario en mayo de 2002. ¿Por qué lo vamos a regalar? ¿O el Estado va a decir ahora que no tiene condiciones para hacerlo?
EC - Y para los deudores ¿no sería un camino más sencillo para operar, para intentar prórrogas, manejos políticos de esas deudas?
JJR - ¿Y usted cree que si se privatiza o se vende la cartera no va a haber un lobby más fuerte para hacer una ley de refinanciación, que es mucho peor que esto que estamos planteando? No sería la primera vez que el sistema político vote una ley de refinanciación al barrer.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón