Entrevistas

Expertos anuncian posible "disputa" por mano de obra entre diferentes sectores de la industria

Expertos anuncian posible "disputa" por mano de obra entre diferentes sectores de la industria

Se calcula que en los próximos dos años la construcción va a tener un déficit de 10.000 trabajadores. Con algunas obras de gran porte ya confirmadas y varios proyectos de infraestructura con chances de concretarse, conseguir mano de obra será una tarea difícil, y la solución podría estar en los recursos humanos de industrias como la agropecuaria, que ofrecen sueldos menos tentadores. El economista Juan Manuel Rodríguez, director general del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, dijo a En Perspectiva que si los salarios en el sector rural son muy inferiores es "muy probable" que haya traslados hacia la construcción, y estimó que si las condiciones laborales no llegan a una cierta equiparación "hay actividades que no se van a poder desarrollar". En tanto, el ingeniero agrónomo Luis Bianco, presidente de las Cooperativas Agrarias Federadas, agregó: "Creo que los sectores que corren más riesgo son aquellos en los cuales la demanda por trabajo especializado ha sido menor y la tasa de incorporación tecnológica es más baja, porque muchas veces la tecnología, sobre todo algunas tecnologías, puede sustituir mano de obra".


(emitido a las 09.00 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
El desempleo en Uruguay llegó a 6,1% en noviembre, un nivel históricamente bajo, y todo indica que todavía va a seguir cayendo más.

La razón es sencilla. El país sigue creciendo y las empresas continúan demandando cada vez más trabajadores, especialmente empleados calificados.

En este escenario, el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, advirtió que el sector agropecuario corre riesgo de perder mano de obra debido a que utiliza recursos humanos baratos y no capacita a su personal.

En declaraciones a Últimas Noticias, dijo que el agro "va a sufrir serios problemas" porque otros sectores productivos que necesiten personal "recurrirán al sector agropecuario en busca de trabajadores".

¿Qué dicen los empresarios rurales sobre ese diagnóstico? ¿Es posible un esfuerzo coordinado con el Gobierno para buscar soluciones con anticipación?

Vamos a conversarlo en los próximos minutos con el ingeniero agrónomo Luis Blanco, presidente de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), y el economista Juan Manuel Rodríguez, director general del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), y experto en relaciones laborales.
    
Vamos a recorrer el escenario a partir de este diagnóstico y estas manifestaciones. En particular, el ministro Brenta aportó algún dato más, dijo que la industria de la construcción vive un boom de crecimiento que llevó la ocupación en ese sector a niveles históricos, con casi 54.000 personas empleadas. Pero además se vienen grandes obras como las de la pastera Montes del Plata que seguramente se va a confirmar en los próximos meses y la de la minera Aratirí, y están previstos otros proyectos de infraestructura e inmobiliarios importantes. Por eso se calcula que la construcción va a tener un déficit de 10.000 obreros en los próximos dos años.

En este marco, el ministro Eduardo Brenta advirtió que "hay sectores empresariales que no han advertido el riesgo que corren" de perder buena parte de sus empleados, y apuntó al sector agropecuario: "El ejemplo más claro es el de las gremiales agropecuarias".

¿Qué dicen los propios empresarios del agro?

LUIS BIANCO:
Yo no conocía las declaraciones del ministro Brenta. En el sector agropecuario está habiendo una fuerte inversión en la capacitación del personal, sobre todo a partir de este proceso tan violento de crecimiento que ha ocurrido en los últimos años.

Sin embargo creo que sí es cierto, y seguramente Juan Manuel lo va a corroborar porque hemos estado trabajando en este tema, que no ha habido todavía una fuerte instrumentación con el sector público, fundamentalmente con el Inefop, con el que recién estamos iniciando un trabajo en conjunto para establecer planes de capacitación. Pero creo que aquellos sectores, sobre todo los vinculados a la producción agropecuaria, que han tenido un desarrollo más fuerte en los últimos tiempos han tenido instancias de capacitación de su personal porque la inclusión de nuevas tecnologías lo ha hecho imprescindible. No ha salido mucho a la luz pública.

JAE - Ya vamos a ver eso, porque la capacitación es una respuesta posible, porque cambian las estructuras productivas con la incorporación de tecnología, pero hay otros elementos que también pueden llevar a que sectores como la construcción vayan al agro a tentar a potenciales trabajadores de repente con mejores sueldos.

¿Qué dice Rodríguez a propósito de esto? ¿Advierte que hay un riesgo de pérdida de mano de obra en el sector agropecuario?

JUAN MANUEL RODRÍGUEZ:
Por lo menos creo que va a haber una disputa muy fuerte. Porque la construcción ha logrado niveles de empleo bastante estables, cosa que no era habitual antes, pero además con salarios bastante altos, con lo cual de hecho como en la construcción se trabaja con una modalidad muy particular, que es un acuerdo de empresarios y sindicatos, se están haciendo permanentes llamados públicos a capacitación. Existen cursos estables de capacitación para el ingreso de trabajadores al sector. Esto se va a buscar, de hecho son llamados públicos, con salarios importantes, con lo cual es probable que el sector dispute los trabajadores no solo calificados, sino también los no calificados, a los sectores en los que actualmente están trabajando.

JAE - Usted dice que no solamente con capacitación se puede retener un recurso humano, que hay que acompañar con un sueldo mejor.

JMR - Es inevitable, el trabajador elige, y ante una situación en que le ofrecen un trabajo permanente, con salarios muy superiores y condiciones de trabajo bastante razonables, porque en la construcción existen acuerdos de hace muy largo tiempo de todas las partes, si los salarios en el sector rural son muy inferiores es muy probable que haya traslados hacia la construcción.

JAE - El semanario Búsqueda en su edición del jueves pasado recoge, a partir de datos del BPS de abril del año 2010, salarios promedios por actividad que tal vez lleven a hacerse una visión algo distorsionada, porque por ejemplo en el sector cría de ganado vacuno aparecen los sueldos más bajos, 3.248 pesos por mes, pero seguramente allí no están contemplados alimentación y vivienda para los peones. Pero si uno compara los niveles salariales con los de otros sectores, por ejempo instalaciones eléctricas y de comunicación, o sanitarias, los sueldos promedio andan en más del doble, en los 8.000 pesos, y por ahí puede haber una tentación.

¿Qué dice el ingeniero Bianco a propósito de esto? ¿El sector agropecuario está en condiciones de acompañar con crecimiento de salarios para retener mano de obra?

LB - Sí, en los hechos ha acompañado. Esa información que sale del BPS seguramente tiene que ver con la información que proporcionan las empresas sobre los salarios y los aportes. Habría que desmenuzar la información para ver si está contemplado el tema de la vivienda y la alimentación, por ejemplo, que es un hecho que está contemplado en los salarios rurales.

Hay otras condiciones de trabajo en el medio rural que tampoco están reflejadas en los salarios. Porque lo que se conoce como el ficto de alimentación y vivienda es muy inferior a los montos que los empresarios destinan a esos pagos. De modo que si uno hiciera los ajustes correspondientes probablemente los salarios serían mejores. De todas maneras, en general ha habido, sobre todo en los niveles de mayor especialización en el agro, un incremento de salarios importantes que va acompañado con los incrementos de productividad.

Es importante tener en cuenta algo a lo que Juan Manuel hacía referencia recién, la comparación entre los tipos de ocupación en un medio y otro, las condiciones de vida del medio rural. El trabajador rural, además del salario, tiene algunas expectativas para sí y para su familia que no pueden ser colmadas como en el medio urbano. Entonces ante la posibilidad de un mejor salario, de un mejor ingreso, y también de una mejor posibilidad de desarrollo en el medio urbano, seguramente emigre. Desde hace mucho tiempo venimos haciendo énfasis en eso, en la necesidad de que se concreten los planes por ejemplo de electrificación rural, de caminería rural, que las escuelas rurales funcionen para que los hijos de los trabajadores rurales tengan una educación no digo igual, pero similar o comparable con la que se imparte en el medio urbano. Esas también son trabas o limitaciones no ya para el trabajo rural, sino para la permanencia en el medio rural. Por más que hoy hay mucha gente que se traslada a su trabajo en el medio rural cotidianamente, en algunas zonas eso no es posible porque las distancias son muy grandes y los trabajadores deben vivir en el lugar de trabajo, lo que los aísla o les impide acceder a condiciones que en el medio urbano están más al alcance de la mano.

JAE - Y después hay otra polémica que ha advertido el propio Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en los últimos meses, que tiene que ver con la carga horaria. Si bien es cierto que hay una ley que está vigente, los sindicatos rurales dicen que no se puede controlar que efectivamente se cumpla el régimen de ocho horas. Hay un informe del MGAP que dice que en promedio un trabajador rural trabaja siete horas más por semana que un trabajador del sector privado urbano. Es un dato científico, que surge de un estudio, que marca otra diferencia. Ya no es solamente el tema salarial o del medio, sino también la propia carga horaria.

LB - Exactamente, porque el hecho de vivir en el lugar de trabajo hace difícil establecer el límite entre el trabajo y la actividad cotidiana o normal de cualquiera en el ámbito donde reside. Me parece que en general la ley de ocho horas se está cumpliendo bastante bien, porque ha tenido cierta laxitud. En su momento, cuando se discutió el tema de la regulación de la jornada propusimos la posibilidad de compensar algún período de tiempo de mayores cargas horarias restándolo de otro, y eso se hizo en parte. Pero esas características del trabajo rural, que fueron muy discutidas en su momento, cuando se discutió la ley, en parte fueron contempladas y en parte no, y hacen que muchas de estas cosas que estamos conversando se reflejen en los niveles de salario y las aspiraciones del trabajador.

JAE - Vayamos a la particularidad de los sectores, porque la realidad del agro difiere mucho según los sectores. Los últimos datos son de 2006: 157.000 personas es la población económicamente activa en el sector agropecuario, de las cuales la gran mayoría, 147.500, son empleadas, pero se marca un descenso por la emigración, cayó 15 % entre los años 1985 y 2006, y cuenta con un personal activo que en su amplia mayoría, cerca del 80 %, pertenece al género masculino.

Rodríguez, a su juicio, ¿cuáles son los sectores del agro que corren más riesgo de perder mano de obra?

JMR - No conozco los detalles concretos de cada sector específico, pero hay sectores en los que tradicionalmente ha habido poca preocupación por las condiciones de trabajo e incluso salarios bajos. Por ejemplo, aunque ha habido cambios relativos en este aspecto, la forestación fue un sector muchas veces abandonado de estas mejoras. También es el caso de algunos cultivos que en momentos de cosecha o en momentos especiales requieren mucha gente, hay empresas de servicio que ocupan en forma permanente rotando los cultivos de acuerdo con el tiempo, y se habla de que los salarios o las condiciones no son comparativamente lo que se encuentra en otros sectores. Esto varía según las zonas también, pero es probable que entre estos sectores haya una disputa y escasee el personal no solamente técnico sino también no calificado. Veremos cómo se acomodan. Yo estimo que cuando en una sociedad la tasa de desempleo llega a estos niveles y hay dificultades para encontrar trabajadores, inevitablemente las condiciones tienen que ir a una cierta igualación. No digo a un equilibrio total, porque las condiciones de productividad son muy distintas entre los sectores, pero sí a una cierta equiparación, porque de otra manera simplemente hay actividades que no se van a poder desarrollar.

JAE - Ingeniero Bianco, ¿qué dice usted?, ¿qué sectores dentro del agro corren más riesgo?

LB - Creo que los sectores que corren más riesgo son aquellos en los cuales la demanda por trabajo especializado ha sido menor y la tasa de incorporación tecnológica es más baja, porque muchas veces la tecnología, sobre todo algunas tecnologías, puede sustituir mano de obra.

JAE - ¿Cuáles son esos sectores?

LB - Básicamente los sectores que están teniendo más dificultades en ese sentido son los vinculados a la ganadería vacuna en general y a la cría en particular, en los que los procesos biológicos hacen muy difícil la incorporación tecnológica, más allá de que sea posible en una cantidad de aspectos. Un concepto que se ha extendido bastante últimamente en el agro uruguayo es el de la industrialización de algunos procesos productivos. En aquellos procesos productivos que pueden hacerse de forma más industrial, en los que pueden preverse determinados pasos en determinados tiempos y con mayor incorporación de tecnología es más fácil entrenar, capacitar personal, generar mejores salarios, porque la productividad de esa mano de obra se ve incrementada por el apalancamiento de la tecnología. Tal vez el ejemplo más claro en eso es el desarrollo que ha tenido la agricultura en estos últimos años, en que la organización del trabajo se ha modificado de manera tal que uno puede prever determinadas tareas en determinados tiempos y con gran incorporación de tecnología.

Esos sectores seguramente van a tener más facilidad para acomodarse a los cambios, y seguramente los otros en los que el trabajador debe necesariamente residir en el lugar, en los que las necesidades de capacitación tal vez son menores y por lo tanto también las posibilidades de remunerar mejor esa mano de obra, van a tener más dificultades. Hay aspectos de los procesos biológicos que son muy difíciles de modificar, y seguramente la ganadería y los sectores más vinculados a la cría, los sectores de producción más extensivos se van a sentir más afectados.

JAE - De la audiencia llegan comentarios a propósito de la calidad del trabajo. Por ejemplo, Cecilia plantea que la calidad del trabajo rural es muy superior al de la construcción –aire libre, tecnología, sombra, poco ruido–.

Pero aparecen otros comentarios a propósito de la explotación. Por ejemplo, Omar dice: "No se respeta nada, bastaría con inspecciones del Ministerio de Trabajo para controlar esta situación".

Pablo de Dolores dice que "aquí en Dolores hay empresas argentinas con trabajo rural, estamos en negro", y también hace referencia a la necesidad de inspecciones. Hay de todo, los propios sindicatos reclaman que el Ministerio de Trabajo actúe con más firmeza en los predios rurales para controlar la situación.

LB - Sí, como en todo, hay gente buena en todos los sectores. Seguramente debe de haber en el sector rural gente que no hace las cosas bien como en otros sectores de la economía. Es seguro que en el sector de la construcción o de los servicios o en otros sectores también hay empresarios que no cumplen con las normas, de modo que está muy bien que si hay normas para cumplir y hay un ministerio que es el responsable de fiscalizarlas, las fiscalice.

Yo no soy de demonizar a ningún sector en particular. Creo que, como en todos lados, hay gente que hace las cosas bien y gente que no hace las cosas bien, y quien hace las cosas bien seguramente no tiene problemas, y quien no hace lo que debe hacer seguramente se va a ver involucrado en problemas. En ese sentido no hay que ser tan drástico y decir "en tal sector ocurre tal cosa". Seguramente en esta temporada de verano en las zonas del este debe de haber una cantidad de trabajo en negro en una cantidad de empresas y el Ministerio de Trabajo debe estar trabajando y haciendo las inspecciones que corresponden. Hay que ver las cosas con un poco más de perspectiva y largo plazo y ver qué podemos hacer para tratar de que las normativas que el país tiene, sobre todo en materia de protección laboral, se cumplan y cada quien pueda sentirse respaldado.

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JAE - Hay más elementos a propósito del mercado de trabajo y de la falta de empleo que se estaría generando en el sector agropecuario. Por ejemplo, hay una nota del diario El País que dice que la construcción busca 10.000 trabajadores, que el sector agropecuario es un posible afectado por esta demanda adicional, pero que hay otro campo fértil para captar personal que son las Fuerzas Armadas, una institución que paga bajos salarios y cuyo personal se siente tentado por las retribuciones de otros sectores. Incluso en la nota de Sebastián Panzel se maneja que un soldado gana unos 5.000 pesos líquidos, cuando un peón de obra percibe por mes 13.700. No solamente el agro puede estar sintiendo esta demanda adicional.

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JAE - Pero quedó abierto el camino de la capacitación como una estrategia que han desplegado el Gobierno y algún sector del empresariado para retener personal. En particular, ¿qué viene haciendo el Inefop para atender estos problemas que se vienen?

JMR - El Inefop tiene una estrategia bastante flexible en todos los sectores. Solamente para dar un marco de cómo se actúa: se ha hecho un acuerdo con la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, otro con la Cámara Metalúrgica, con el sector de la construcción en conjunto, con los empresarios y los trabajadores, para  atender las necesidades de cada uno de estos sectores.

JAE - ¿Recibió algún planteo del agro? Porque el ministro Brenta en las declaraciones a Últimas Noticias del viernes hacía referencia a que en el agro las gremiales no están tomando conciencia del riesgo que corren.

JMR - En el caso del agro hace poco hubo una reunión con varias gremiales como la Asociación Rural, la Federación Rural, la CAF, la Asociación de Cultivadores de Arroz, que quisimos que se continuara en la conformación de un acuerdo sectorial, que es la herramienta que prevé la ley para atender la problemática global de un sector. Estas eran las expectativas que teníamos, concretar este ámbito que permitiría una planificación del conjunto, aunque luego las problemáticas fueran muy diversas y se atendieran de formas diferentes. Seguimos trabajando para lograrlo.

JAE - ¿Para qué sería ese trabajo? ¿Qué producto se podría esperar en función de la realidad que se está dando?

JMR - El producto es este, la planificación a mediano plazo del conjunto de la problemática del sector rural. Porque si bien hay asociaciones que tienen lógicas distintas, es muy probable que haya problemáticas comunes, aunque también haya problemáticas diferentes. Por ejemplo, en el caso del arroz hemos conversado la posibilidad de dividir las zonas de plantación en tres, y hacer una especie de circuito o de rotación para ir atendiendo las problemáticas, que en este caso básicamente son de manejo de tecnología nueva, de nuevas máquinas, porque hubo una fuerte agregación de máquinas en el sector, y los trabajadores no las conocen, como es lógico, porque son nuevas en el país. Esto permitiría atender problemáticas de distintas zonas en forma ordenada.

JAE - Eso a su vez tiene que ir acompañado por un salario digno, o un buen salario o buenas condiciones de trabajo.

JMR - Seguramente, pero en este sector existe una negociación colectiva, existe un acuerdo, hay una Comisión Sectorial del Arroz en la que están tanto los trabajadores como los empresarios, y hay un acuerdo colectivo. Ni para los salarios ni para las condiciones de trabajo el ámbito es el Inefop, eso corresponde al ámbito de las relaciones laborales que ya está tratado específicamente. Se hace además capacitación si hay un cambio en el trabajo, va a haber cambios tanto de condiciones de trabajo como de salarios.

Lo mismo podríamos decir de todos los sectores. La ley de creación de Inefop establece que donde hay problemáticas de sectores específicos y problemáticas globales lo mejor sería tratarlas en un comité sectorial.

JAE - Ingeniero Bianco, ¿qué dice usted a propósito de esto? ¿Por qué el agro no ha logrado conformar un comité sectorial?

LB - Concuerdo con el análisis que ha hecho Juan Manuel. En la reunión que tuvimos hace unos meses se dejaron sentadas algunas bases para empezar a trabajar. Recordemos que si bien el Inefop de alguna manera es el heredero de la Junta Nacional de Empleo (Junae) y muchas de las cosas de la Junta se trasladaron, en lo que tiene que ver especialmente con el tema del trabajo rural el Inefop recién está comenzando a armar sus cuadros gerenciales y demás. Juan Manuel seguramente lo tiene más presente que yo, pero el coordinador del área rural fue nombrado hace dos meses, ya hemos tenido contactos con él, le hemos presentado algunas propuestas de trabajo. En principio, según las directivas que tenía del Inefop, podían ser de acuerdo directo de algunas instituciones con el Inefop.

JAE - ¿Por ejemplo qué propuestas de trabajo?

LB - Queremos desarrollar en conjunto con el Inefop una capacitación para la gente vinculada a nuestras empresas cooperativas, que son bastante complejas, tienen una visión de mediano plazo. Estamos hablando de un plan de capacitación a cuatro o cinco años.

JAE - ¿En qué áreas?

LB - Las empresas cooperativas van desde la producción y la capacitación de los trabajadores rurales en el medio rural hasta empresas de integración vertical agroindustriales que tienen planes de capacitación para sus empleados en las áreas industriales.

JAE - No necesariamente en el sector agrícola.

LB - No necesariamente en el sector agrícola. Hay empresas cooperativas que trabajan en el sector agrícola, en el sector ganadero, en el sector hortifrutícola, en el sector lácteo. Las dos o tres empresas lácteas principales del Uruguay son empresas cooperativas, y abarcan planes de capacitación para los trabajadores desde el peón tambero que tiene que ordeñar la vaca dos veces por día hasta el trabajador de la fábrica que tiene supervisar una máquina que embolsa leche. Nuestra propuesta es evaluar cuáles son las demandas para los próximos años, y en función de eso establecer un programa, en conjunto con el Inefop, que nos permita desarrollar en el mediano y largo plazo el tema de la capacitación, pero no solamente a nivel rural. Hemos estado en conversaciones con el Inefop para eso y seguramente la semana que viene vamos a avanzar en alguna reunión con el ingeniero Favaro, que es el coordinador del área rural. Esa es nuestra visión en el caso particular de nuestras empresas, muchas de las cuales tienen una integración vertical importante y abarcan todos los eslabones de la cadena productiva.

JAE - Economista Rodríguez, ¿hay capacidad para que el Inefop responda a esta demanda? Aparece de la audiencia alguna inquietud a propósito de la capacidad operativa del Inefop hoy para dar respuesta a esto.

JMR - Por lo menos tenemos que enfrentar esta nueva realidad. El Inefop continúa lo que ha hecho hasta ahora, las actividades que venía desarrollando la Junae, pero tratando de racionalizarlas, porque un instituto permite una operativa mucho más racional y de largo plazo. Puede haber problemas de oferta de capacitación, que es un problema que encontramos en el sector rural, pero los hechos muestran que si uno planifica a largo plazo estos problemas se solucionan, se encuentra una forma de atender esta problemática. Como bien decía Bianco, desde el punto de vista del Inefop lo que buscamos es atender la problemática, porque sabemos que es real, y si bien hay dificultades, o van a existir dificultades para atender las necesidades de capacitación, que son muchas y diversas, estamos tratando de racionalizar el trabajo para lograr eficacia.

Esto es lo que queremos, por eso hemos nombrado un nuevo coordinador, el ingeniero Favaro, que asumió hace unos dos meses, para potenciar la capacidad de trabajo y atender problemáticas de muchos sectores. Hemos tenido un planteo de Colonización, porque se va a expandir, los colonos también tienen una necesidad de manejo en sí mismo, porque tomar la tierra no implica que esto se mantenga ni que sea económicamente racional. Estamos tratando de hacer un acuerdo. Hemos recibido un pedido de información del SUL. Estamos tratando de ver el conjunto de las problemáticas, de las realidades, y de desarrollar nuestra propia capacidad interna para atenderlas. En eso está el Inefop.

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Transcripción: María Lila Ltaif


(Foto de portada: Daquella manera / flickr.com)