¿Cómo cerraron las cuentas públicas en 2010?
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.46 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
El déficit fiscal se situó en 1,2% del PBI al cierre de 2010. Esas cifras (que fueron dadas a conocer en la tarde de ayer por el Ministerio de Economía y Finanzas) marcaron una mejora con relación a 2009, cuando el desbalance de las cuentas públicas se ubicó en 1,7% del PBI.
¿Cuáles son las claves de esta mejora de las cifras fiscales que se observó el año pasado? En seguida, conversamos sobre este tema con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
¿Cómo están viendo ustedes las cifras fiscales de cierre de año que se conocieron en la tarde de ayer?
TAMARA SCHANDY (TS):
Como tú comentabas recién, en el cierre de 2010 se observa una mejora de las cuentas del sector público en relación a las cifras a diciembre de 2009.
El resultado primario del sector público (que incluye no sólo al Gobierno central, sino también a las empresas públicas, a las intendencias, al Banco de Seguros, al Banco Central y al BPS) cerró el año en 1,7% del PBI. Eso significa que antes del pago de intereses el sector público obtuvo un superávit importante, de unos 700 millones de dólares aproximadamente.
A su vez, el sector público pagó intereses por casi 3 puntos del PBI. Si sustraemos estos intereses del resultado primario que comentaba antes tenemos ese déficit global de 1,2% del PBI al que hacías referencia al inicio. Ese nivel de déficit, como tú adelantabas, es bastante menor al que vimos en 2009; de hecho es cinco décimas del PBI menor que el déficit de 2009.
Pero hay un elemento adicional y es que esa mejora se dio a pesar de que el resultado fiscal de 2010 se vio afectado negativamente por la creación del Fondo de Estabilización Energética por parte de UTE.
JAE: ¿Cómo es eso?
En 2010 UTE canalizó unos 150 millones de dólares para constituir el llamado Fondo de Estabilización Energética. Esos fondos (que en el futuro podrían emplearse para subsidiar la generación de electricidad ante un escenario de sequía por ejemplo) fueron contabilizados como un egreso de UTE, pero en los hechos representaron un ahorro del ente. De esta manera, si no contamos ese dinero vertido al Fondo de Estabilización Energética como un "gasto" de UTE, el déficit fiscal de 2010 se situó en tan solo 0,8% del PBI. Y eso implica una mejora de casi de 1% del PIB con relación a 2009.
JAE: ¿Cuáles son las causas de esa mejora de las cifras fiscales el año pasado?
TS: Lo primero que debemos decir es que el déficit fiscal fue menor porque mejoró el resultado primario (de hecho los intereses aumentaron en relación a 2009).
Dentro de la mejora del resultado primario, vemos que el principal elemento explicativo es un mejor resultado a nivel de las empresas públicas.
A nivel del consolidado Gobierno central-BPS también hubo una mejora, pero más pequeña. Lo que sucede allí es que los ingresos del Gobierno aumentaron significativamente, en línea con un crecimiento económico fuerte, pero el gasto también creció.
A nivel del Banco Central tuvimos bastante estabilidad y a nivel de las intendencias de hecho tuvimos un menor resultado primario.
Por eso decía antes que el menor déficit fiscal que tuvo el sector público en 2010 respondió básicamente a los mejores resultados obtenidos por las empresas públicas.
JAE: ¿Y qué estuvo por detrás de los mejores resultados de las empresas?
TS: El destaque allí está en UTE. Durante buena parte de 2010 Uruguay tuvo niveles de lluvias muy altos, que permitieron que la demanda de electricidad fuera abastecida por la generación de energía proveniente de las represas. Eso provocó un ahorro significativo para UTE, que en la primera mitad del año prácticamente no debió recurrir a la generación en las centrales térmicas ni a la importación de electricidad desde los países vecinos, que se caracterizan por ser fuentes mucho más costosas que la generación hidroeléctrica. Eso supuso un cambio fuerte respecto a 2009, porque 2009 había sido un año de pocas lluvias y de costos muy altos para UTE.
El resto de las empresas públicas, en cambio, tuvieron resultados algo peores que en 2009. Pero la mejora a nivel de UTE fue tan marcada que a nivel del conjunto de las empresas se observa un superávit primario sensiblemente más alto que en 2009.
JAE: ¿De qué magnitudes estamos hablando, concretamente?
TS: De aproximadamente 0,8% del PIB. Eso equivale a unos 330 millones de dólares aproximadamente.
Ahora, de cara a 2011, es importante tener en cuenta que esas condiciones extraordinariamente favorables han comenzado a revertirse. Tuvimos una primavera y un inicio de verano bastante "secos" y eso ya está limitando la capacidad de generación de las represas. De hecho, desde noviembre las represas están abasteciendo sólo cerca de 50% de la demanda de electricidad. El resto de la energía debe ser generada en las centrales térmicas o importada desde Argentina, y eso está comenzando a sentirse en las cuentas de UTE, de hecho ya lo vemos en los últimos meses de 2010 de las cifras oficiales.
Por otra parte, el petróleo cotiza ahora arriba de los 90 dólares por barril (de hecho ayer el Brent superó los 100 dólares) y eso también presiona a la baja los resultados de Ancap.
Es en ese marco que el Gobierno decidió introducir ajustes en las tarifas de los combustibles y de la energía eléctrica. Concretamente, a comienzos de enero los precios de los combustibles aumentaron 6,6% en promedio. A su vez, para los próximos días se anuncia que el Poder Ejecutivo dispondrá un incremento de las tarifas de UTE que podría ubicarse en torno de 5,5% en promedio.
JAE: ¿Esos aumentos van a evitar un deterioro de los resultados de Ancap y de UTE?
TS: Eso va a depender de la evolución de los costos. En principio estamos estimando que es probable que en los próximos meses veamos cierto deterioro en las cuentas de UTE y Ancap. En ese sentido, hay que recordar que el Gobierno también está cuidando el control de la inflación e incrementos más importantes de las tarifas (para evitar deterioros del resultado fiscal) podrían redundar en mayores presiones sobre los precios, que es algo que el equipo económico no quiere incentivar.
Por otra parte, también es cierto que si la situación se agrava podría recurrirse a los recursos del Fondo de Estabilización Energética para paliar el impacto. Este seguramente va a ser un determinante de la evolución de las cuentas públicas en 2011. Y por otro lado tendremos que ver si se terminan implementando cambios en materia de impuestos a raíz de todo el debate que está suscitando el tema de la distribución del ingreso.
En cualquier caso, vale recordar como referencia que la meta que se estableció en la ley de Presupuesto es de un déficit fiscal de 1,1% del PBI, que a nivel global está más o menos en línea con lo que fue el cierre de 2010.
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