Las restricciones a las importaciones en Argentina: posibles impactos en esa economía y en nuestro país
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.40 Hs.)
JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
El Gobierno argentino estableció nuevas restricciones al ingreso de algunos productos importados. Como era de esperar, esas medidas despertaron reclamos entre los industriales uruguayos que se están viendo afectados por estas restricciones, pero también han generado críticas en la vecina orilla.
Frente a esta situación, parece relevante analizar en más detalle esta situación, con el objetivo de intentar comprender mejor qué está detrás de la decisión del Gobierno argentino y analizar cuáles pueden ser los impactos de esta medida, sobre la propia economía argentina y sobre nuestro país también. De esto dialogamos en seguida con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
El Gobierno argentino ha señalado que el objetivo de estas medidas es defender a la industria y a los trabajadores argentinos de una competencia de productos importados que es cada vez mayor. Quizás valga la pena comenzar comentando algunas cifras, ¿cómo evolucionaron las importaciones argentinas en estos últimos años?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Las importaciones argentinas mostraron un crecimiento muy fuerte en los últimos años. Entre 2002 y 2010 las importaciones de bienes aumentaron más de 500% es decir que se multiplicaron por algo más de seis. En ese período las exportaciones también tuvieron un crecimiento fuerte pero notoriamente menor. de casi 170% en dólares.
Por supuesto que desde los niveles mínimos de 2002 (post quiebre de la convertibilidad) era esperable que las importaciones se recuperaran en un marco de crecimiento económico, pero en los últimos años esa tendencia incluso se agudizó y empezó a preocupar a las autoridades. De hecho, en 2010 las importaciones de bienes subieron 46% en dólares, frente a un aumento de 23% de las exportaciones.
En ese marco, el superávit comercial y el superávit de cuenta corriente vienen descendiendo muy aceleradamente.
JAE: ¿Por qué está cayendo tan rápido el saldo comercial en Argentina? ¿Hay un tema de competitividad de por medio?
FC: - Efectivamente. El modelo económico argentino desde el primer gobierno de Néstor Kirchner se ha apoyado en tratar de mantener un tipo de cambio alto que alentara el crecimiento exportador. De esa manera, en estos últimos años, de debilitamiento fuerte del dólar en todo el mundo, Argentina procuró evitar que el dólar bajara y para ello mantuvo una política monetaria muy expansiva. Al mismo tiempo, se llevó adelante una política fiscal muy expansiva y se persiguió una mejora salarial significativa. Toda esta conjunción de elementos implicó un crecimiento muy fuerte de la demanda y a la postre generó el aumento de la inflación.
Y, justamente, con el correr de los años la inflación ha ido deteriorando esa competitividad, que era artificialmente alta. De hecho, aunque el tipo de cambio nominal ha mantenido una senda alcista, con inflaciones de más de 20% anual los precios en dólares han venido subiendo de forma muy significativa. Si miramos 2010, por ejemplo, el dólar pasó de 3,83 pesos a fin de 2009 a 4,01 pesos al cierre de 2010, pero con una inflación de más de 25% la inflación en dólares fue de más de 20% en el conjunto del año.
En definitiva, lo que estamos viendo en Argentina es que el Gobierno ha estado persiguiendo demasiados objetivos: quiere aumentar el gasto público, quiere que suban los salarios y además que el tipo de cambio se mantenga alto y que las importaciones no suban. Todo al mismo tiempo no se puede. Más tarde o más temprano esa conjunción de elementos se hace insostenible y eso es lo que estamos viendo en Argentina. Finalmente la inflación está haciendo que el tipo de cambio real tienda a normalizarse, bajando en Argentina tal como vimos en los últimos años en prácticamente todas las economías emergentes.
JAE: Ahora, tu decías recién que la inflación alta está afectando la competitividad de la economía argentina. Y en estos días algunos analistas argentinos han advertido que al restringir las importaciones se pueden generar de hecho más presiones inflacionarias. ¿Cómo están viendo este riesgo?
FC: En una economía como la argentina, que está en franco crecimiento, restringir las importaciones puede generar de hecho más presiones inflacionarias, porque se está reduciendo la oferta de algunos bienes en un momento en que la demanda está muy firme y enfrenta de hecho restricciones del lado de la oferta. Eso es definitivamente más presión sobre los precios. Por eso estas medidas pueden implicar a la postre más inflación y más pérdida de competitividad para Argentina, sin perjuicio de que a corto plazo puedan frenar un poco las importaciones.
JAE: Está claro. Y yendo a lo que son los posibles impactos de estas medidas en Uruguay, ¿cuán vulnerable es hoy la economía uruguaya al establecimiento de este tipo de medidas proteccionistas por parte de Argentina? Por ejemplo, ¿cuánto estamos exportando hoy a Argentina?
FC: A nivel global, la importancia de la economía argentina como destino de nuestras exportaciones de bienes bajó mucho luego de la devaluación argentina de 2001 y de nuestra posterior devaluación en 2002. En la década de los 90, Argentina concentraba casi 20% de las exportaciones de bienes de Uruguay. Hoy concentra menos de 10% de los montos exportados.
De todos modos, si bien a nivel total la dependencia de Argentina se ha reducido, en algunos sectores (como la vestimenta, la industria papelera, la industria autopartista o algunas industrias de alimentos diversos, por ejemplo) Argentina sí es un mercado clave. Y, en esos casos, este tipo de medidas puede generar daños importantes. Además, en la medida en que Argentina frene sus importaciones, puede haber algún impacto en la exportación de servicios logísticos a Argentina.
En cualquier caso, al margen de lo que puede ser el impacto en algunos sectores, vemos un impacto relativamente acotado en la economía uruguaya, sin perjuicio de que estamos ante otro problema en el funcionamiento del Mercosur.
JAE: Para terminar, ¿qué puede hacer Uruguay frente a esta situación?
FC: Nos parece importante que evitemos caer en el simplismo de "pagar con la misma moneda", porque a nuestro juicio las represalias terminarían siendo siempre más perjudiciales para Uruguay que para Argentina.
JAE ¿Por qué?
FC: Por varios motivos. Por un lado, porque poner restricciones a las importaciones desde Argentina dejaría al consumidor uruguayo con menos opciones de consumo y probablemente con opciones más caras en varios casos.
Por otra parte, hay un tema del tamaño relativo que tienen las economías. Argentina es más importante para nosotros como proveedor, de lo que es Uruguay como destino de las exportaciones argentinas. Es decir, perderíamos más nosotros por restringir las importaciones desde Argentina que Argentina por perder exportaciones a Uruguay. Además, las interferencias en el libre comercio tienen otros impactos perjudiciales para la economía más pequeña. Por ejemplo, tienden a desestimular la radicación de inversiones.
Y, por último, no hay que perder de vista que la relación con Argentina trasciende lo comercial. Argentina es fundamental para Uruguay, por ejemplo, desde el punto de vista energético, desde el punto de vista de los servicios y ni hablar desde otras perspectivas, como la social y la cultural.
Por todas estas razones, Uruguay debe apuntar siempre a solucionar este tipo de conflictos por la vía diplomática, procurando que las cosas funcionen mejor con Argentina y no estableciendo represalias que entorpezcan aún más la relación entre ambos países. En cualquier caso, más allá de buscar un mejor relacionamiento en el Mercosur, a nuestro juicio parece cada vez más claro que Uruguay debe procurar un patrón de inserción comercial más abierto al mundo.
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