Ing. Bernasconi: "La instalación de un reactor nuclear en Uruguay nos daría ciertas ventajas"
El debate sobre la conveniencia de recurrir a centrales nucleares para generar energía se ha revitalizado en el mundo. Actualmente hay 440 reactores en operación que producen cerca del 17 % de la electricidad que se consume en el planeta y unos 60 en proceso de construcción. El ingeniero uruguayo Gabriel Bernasconi, técnico de la Agencia Internacional de Energía Atómica, destacó que "el uso de la energía nuclear es completamente neutro y no produce ninguna emisión de carbono en forma de CO2, que es un gas que produce un efecto invernadero muy fuerte y aumenta la temperatura global". Entrevistado por En Perspectiva, agregó que si bien esta forma de generación tiene un costo alto, "produce mucha energía con relación a su costo, rinde mucho". Con respecto a la utilización de esta alternativa en Uruguay, sostuvo que la instalación de un reactor "nos daría ciertas ventajas", particularmente "el principio de soberanía, no depender totalmente de fuentes de energía extranjeras, que quedan fuera de control".
(emitido a las 09.00 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Chile empezó este mes los primeros trámites para avanzar en la construcción de centrales nucleares. Al mismo tiempo, el Gobierno de Sebastián Piñera está próximo a concretar acuerdos de cooperación en energía atómica con Francia y Estados Unidos.
Estos pasos se dan en medio de una ola de revueltas populares en varios países árabes que ha puesto un manto de incertidumbre en torno al futuro de la producción de petróleo; el crudo Brenta anda en los 120 dólares el barril.
Pero a su vez, en el mundo se ha revitalizado el debate acerca de la conveniencia o no de recurrir a centrales nucleares para la generación de energía. Mientras en China, la India, Bulgaria, Japón, Rusia, Corea del Sur, Finlandia o Francia se construyen unos 60 reactores, en Uruguay la discusión que comenzó hace dos años no parece registrar grandes avances.
¿Qué lugar le cabe a la energía nuclear en este escenario en el que las renovables tienden a ganar adeptos por su impacto ambiental? ¿Es esperable que aumente el ritmo de construcción de nuevos reactores? ¿La extensión de la vida útil de las viejas unidades no implica correr riesgos demasiados grandes?
Para responder a estas y otras preguntas, recibimos en los estudios de El Espectador al ingeniero Gabriel Bernasconi, técnico de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que reside en Canadá.
Usted se fue del país hace 20 años.
GABRIEL BERNASCONI:
Sí, aproximadamente.
JAE - Y se vinculó a la AEIA ¿cuándo?
GB - Me fui del país contratado por la AIEA.
JAE - Se fue a Austria.
GB - A Austria, sí.
JAE - Y en Canadá hay una sede de la Agencia.
GB - Sí, hay una sede pequeña. Hago una pequeña corrección: yo residí en Canadá durante cinco años, pero hace seis meses que volví a Austria, porque debido a la coyuntura del sistema de salvaguardas actual se ha reducido el número de inspectores residentes en Canadá, se están concentrando todos los inspectores en Austria para que tengan flexibilidad de viajar a más países.
JAE - ¿Qué es eso del efecto salvaguardia?
GB - La política de salvaguardias está cambiando en este momento. Hubo un impacto de lo que ocurrió en Irak por los años noventa, se descubrió que Irak tenía un programa para producir armas nucleares. Cumplía con los acuerdos de salvaguardia en los papeles, formalmente, pero los acuerdos eran limitados y no permitían descubrir ese programa, porque de hecho se podían verificar y visitar solo instalaciones declaradas, entonces resultaba sumamente fácil no declarar.
JAE - ¿Y eso qué le cambió a usted en particular?
GB - Yo entré en salvaguardias en el año 97 antes trabajé en física nuclear, y en ese momento ya se estaban produciendo los cambios. Los cambios se resumen en lo que se llama el Protocolo Adicional, que le da mayores poderes al organismo de energía atómica, aunque desafortunadamente solo con los países firmantes. Pero como nos permite acceder de otra forma a las instalaciones y a otro tipo de información, recurrimos a un sistema de salvaguardias integradas en el que hacemos menos inspecciones rutinarias.
JAE - Usted cumple ese rol de visitar plantas en nombre de la Agencia.
GB - De todos modos, las opiniones que expreso acá son mías, no necesariamente reflejan la opinión de la Agencia.
JAE - Veamos el panorama mundial. Se calcula que hoy hay 440 reactores en operación, que producen cerca del 17 % de la electricidad que se consume en el mundo. Hay unos 60 reactores en construcción en países como China, la India, Bulgaria, Japón. ¿Cómo ve esto?, ¿qué perspectivas presenta el sector?
GB - La energía nuclear es una necesidad desde el punto de vista ecológico. Hemos desarrollado la civilización sobre la base de extraer carbón, en forma de carbono o petróleo de la tierra, que estuvo secuestrado bajo tierra por cientos de millones de años en algunos casos y decenas de millones en otros. Entonces estamos corriendo el riesgo de cambiar el clima de la Tierra en forma radical y hacerla inhóspita al menos para nosotros, si no para la vida en general. El uso de la energía nuclear es completamente neutro, no produce ninguna emisión de carbono en forma de CO2, que es un gas que produce un efecto invernadero muy fuerte y aumenta la temperatura global.
JAE - Seguramente mucha gente se sentirá impactada por esa afirmación: hay perspectivas de crecimiento porque la energía nuclear es ecológica o es buena para el medioambiente.
GB - Esa es la opción, pero en la práctica en el mundo actual las decisiones se manejan en términos económicos, no en términos de medioambiente, y la energía nuclear es económicamente favorable por el aumento del precio de energías alternativas, particularmente el aumento del precio del petróleo, que inmediatamente produce un aumento del precio del gas natural y del carbón.
JAE - ¿Hay números? ¿Cuántos reactores van a ser construidos en el futuro cercano? ¿Cómo viene ese tema?
GB - Usted lo dijo, hay aproximadamente 60 reactores en construcción. Pero la AIEA recibió pedidos de ayuda de más de 60 países para organizar una infraestructura capaz de tener reactores nucleares en el sistema energético. No tengo la lista de los 60 países, pero incluye a Chile, Jordania, los Emiratos Árabes y muchos otros países en los cuales está a distintos grados la introducción de energía nuclear. Y si sumamos todos los reactores que están proyectados ahí, deben de ser al menos 100 más.
JAE - Son países que ya son nucleares, que están incorporando nuevas centrales o que proyectan hacerlo, y países que hasta ahora no tienen experiencia.
GB - Exactamente. A esos países la AIEA les ofrece un programa de ayuda que les permite desarrollar la infraestructura, para manejar una central nuclear se requiere una infraestructura nacional que en este momento Uruguay no tiene. La central nuclear puede ser operada por empresas extranjeras, pero necesita una autoridad regulatoria nacional que le dé las garantías de seguridad necesarias a la población del país, y que proteja a los trabajadores de la radiación, o sea que implemente un plan de protección radiológica que beneficie a la gente que trabaja, no necesariamente a la empresa.
JAE - ¿Cuánto tiempo demanda que un país se prepare institucionalmente para eso?
GB - En teoría son entre cinco y diez años, por lo menos. Probablemente se pueda reducir si uno hace un plan focalizado, pero no ha ocurrido hasta ahora.
JAE - Tal vez convenga repasar algunas ventajas. Está claro que hay una tendencia, por los proyectos que están en desarrollo y por las manifestaciones de algunos países de que la apuesta por la energía nuclear no ha cesado y que va en vías de crecer. Entonces sería bueno repasar las ventajas que tiene la producción de energía eléctrica basada en reactores nucleares. Usted mencionaba el tema costos.
GB - Las centrales nucleares en este momento son sumamente costosas. Es de esperar que el costo baje con centrales modulares.
JAE - La construcción de la central requiere una fuerte inversión.
GB - Exactamente.
JAE - Ese es un problema para países pequeños.
GB - Sí. Otro problema para países pequeños es que los módulos más pequeños para la construcción de las centrales actuales son muy grandes. Yo tuve una entrevista hace unos dos años acá en la radio, y en aquella época una central pequeña era una central de 600 o 700 megavatios, mientras que ahora el módulo mínimo es de 1.000 megavatios, con muy pocas excepciones, como la oferta de reactores de uranio natural de Canadá, que son de alrededor de 780.
JAE - En el caso de Uruguay eso equivale al 70 % del consumo, más o menos.
GB - Obviamente una central nuclear no puede funcionar solo para Uruguay, porque en caso de que requiriera mantenimiento o ante cualquier evento tendría que salir rápidamente de la red y sería imposible levantar otras centrales a tiempo para evitar un apagón general. La red no es estable. Ese problema también se da con las fuentes alternativas, pero por otros motivos. Por ejemplo la energía eólica y la energía solar dependen de condiciones climáticas, si ocupan más del 10 % de la potencia de la red es imposible mantener la estabilidad frente a cambios climáticos rápidos.
JAE - Volviendo al tema de los costos, está claro que esto requiere una fuerte inversión. ¿Cuánto puede ser?
GB - Los costos son muy variables. Para una central de 1.000 megavatios he visto entre inversiones de entre 4.000, 5.000 millones de dólares y unos 9.000 millones. Es una inversión muy importante, es un cambio importante en la deuda externa del país, por ejemplo.
JAE - Sin embargo en cuanto a costos por megavatio generado es bajo.
GB - Relativamente bajo. Además las centrales nucleares tienen un factor de carga muy alto. Por ejemplo, mencionamos que el 17 % de la energía eléctrica mundial es generado por centrales nucleares, pese a que los países que tienen centrales nucleares son relativamente pocos. La potencia instalada de esas centrales es probablemente solo el 4 o 5 % de la potencia instalada mundial, pero generan el 17 % de la energía. Entonces una central nuclear, si bien tiene un costo alto, como funciona la mayor parte del tiempo, entre 80 y 90 % del tiempo, produce mucha energía con relación a su costo, o sea, rinde mucho.
JAE - Aparte produce prácticamente al firme, tiene que producir siempre más o menos lo mismo, no es como una represa; por ejemplo, las del río Negro hoy tienen las compuertas cerradas a esta hora, y de repente pueden estar produciendo a pleno. Eso no sucede con una central nuclear.
GB - Eso es cierto. Con una turbina hidráulica uno abre la canilla y en uno o dos minutos puede estar generando el 100 % de la potencia partiendo de cero; una central nuclear necesita días para alcanzar el 100 % de la potencia, y las variaciones de potencia son limitadas también. Por eso las centrales nucleares tienen que funcionar en base.
JAE - ¿Qué quiere decir "en base"?
GB - Quiere decir que generan siempre, de día y de noche; las variaciones de consumo tienen que ser cubiertas por otras centrales. Por otro lado, el uso de la energía nuclear y de energía alternativas en forma eficiente requiere el almacenamiento de energía.
JAE - De la audiencia viene esa pregunta, ¿qué pasa con la basura nuclear?, ¿qué pasa con su envasamiento? Es un problema que no está del todo resuelto.
GB - Es un problema que no está del todo resuelto porque es difícil plantear una resolución definitiva. La basura nuclear tiene una duración larga, no es infinita como los residuos tóxicos que producimos continuamente y no nos hacemos problemas por eso, como fábricas químicas que producen arsénico y otras sustancias tóxicas, eso dura por siempre. Los átomos excitados que producen radiación decaen, entonces en un cierto tiempo dejan de ser nocivos.
JAE - ¿En cuánto tiempo?
GB - Depende del isótopo en particular, algunos tienen vidas de milisegundos, otros de millones de años. La radiactividad del combustible usado se va reduciendo paulatinamente, e incluso cientos o miles de años después es significativa. Millones de años después no es significativa, pero a los seres vivos que estén en aquella época podría producirles efectos estadísticamente nocivos para la salud.
JAE - ¿Qué pasa hoy con la basura? Usted dice que el tema no está resuelto definitivamente.
GB - No está resuelto definitivamente porque se pretende demostrar que un lugar donde se va a poner la basura va a durar inalterado durante 10 millones de años, y nada dura 10 millones de años en la Tierra.
JAE - ¿Adónde van a parar los residuos hoy?
GB - Es variable según el país. Países como Inglaterra y Francia están reprocesando el combustible, extraen lo que es útil de los residuos y lo reutilizan en los reactores nucleares, y el resto lo vitrifican y lo guardan sobre tierra en recipientes blindados.
JAE - Sobre tierra.
GB - Sí; se está estudiando ponerlos en repositorios geológicos cuya duración, según estudios geológicos, se estima muy larga. Pero en la mayoría de los países el combustible retirado del reactor primero se pone en grandes piletas bajo agua, porque el agua es un blindaje muy conveniente; de hecho se ve a través del agua, se pueden usar herramientas y moverlo, y sin embargo el agua blinda de la radiación a los operadores. Después de que decayeron durante unos siete u ocho años y producen una cantidad muy limitada de calor, que no se van a fundir ni prender fuego, se quitan del agua, se secan y se ponen en recipientes rellenos normalmente de helio, donde pueden durar cientos de años, también sobre tierra. En distintos países se usan distintos tipos de recipientes, pero el concepto es el mismo. Esa es la situación actual, ahora se está acumulando eso. De todos modos, ese combustible contiene todavía cerca de un 60, 70 % del uranio que tenía originalmente, y mientras se usó en el reactor se produjo plutonio, que también puede producir energía. Entonces si uno ve la situación del mundo de acá a unos 40, 50 años, uno esperaría que esa energía fuera necesaria, o sea que se tome el combustible nuclear que en este momento se considera basura como fuente de energía.
JAE - El otro aspecto que planteábamos al comienzo tiene que ver con la seguridad de las plantas y los reactores que ya tienen muchos años. Porque cada equipamiento tiene una vida útil de 30, 40, 50 años, ¿definida por quién?
GB - Está definida en base a experiencias, y depende mucho del tipo de reactores y de los materiales con que se haya construido.
JAE - Por ejemplo, en Alemania ahora hay una fuerte discusión porque se están extendiendo los plazos de vida útil, el Estado define que un reactor puede seguir trabajando pese a que está terminando la vida útil que se había determinado oportunamente. ¿Qué significa eso en términos de seguridad?
GB - En el caso particular de Alemania, entiendo que se han hecho estudios científicos muy serios que permiten extender la vida útil. La vida útil que se definió antes fue más bien por motivos políticos, no por motivos técnicos. Normalmente en un reactor nuclear se ponen pedazos del metal que se utilizó para construir el recipiente del reactor, que es lo que resiste la presión y la radiación, que se llaman testigos. Esos se extraen periódicamente y se someten a una cantidad de pruebas, y sobre esa base se estima cuánta más vida útil tiene el reactor. La decisión de prolongar la vida útil se basa en que el reactor realmente lo puede hacer, y además se reemplazaron los elementos del reactor que se demostró que estaban comprometidos.
JAE - ¿La AIEA tiene participación, incide directamente en eso, en la regulación de esos reactores?
GB - La AIEA no es un organismo que regula la seguridad nuclear, pero ayuda de varias formas. Continuamente organizamos simposios y conferencias en los que expertos de todos los países intercambian sus experiencias y medidas. Se publican documentos técnicos para guía y tenemos un programa de energía nuclear por el que los expertos del organismo, que normalmente antes fueron expertos en países donde se usa la energía nuclear intensamente, ayudan y asesoran a países en instalaciones que lo requieran. Aparte de eso, hay muchas organizaciones privadas, como la Confederación de Usuarios de Energía Nuclear (Bueno, por sus siglas en inglés), que también asesora a países y centrales nucleares cuando lo requieren, y hacen inspecciones focalizadas en la seguridad.
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JAE - Un oyente pregunta a qué distancia está la central de Atucha, en Zárate, en Argentina, de la frontera con Uruguay. Usted como inspector de la Agencia visitó Atucha; Atucha tiene dos centrales, una en construcción y otra que ya tiene muchos años en operación.
GB - Sí, está operando desde 1969. Es un reactor casi único en el mundo; único hasta que empiece a funcionar Atucha II, que tiene el mismo diseño.
JAE - ¿Por qué es único?
GB - Porque es un reactor de agua pesada basado en el diseño de recipiente de presión; todos los demás reactores que funcionan con agua pesada y uranio natural o muy levemente enriquecido están basados en tubos de presión que contienen el combustible que está reaccionando y produciendo calor. Este contiene el combustible en un recipiente muy grande.
JAE - El hecho de que esté funcionando desde el año 68, 69 ¿debe ser un elemento de preocupación para Uruguay?
GB - Argentina está tomando las medidas del caso. Además, si bien Atucha está funcionando desde 1968, 1969, casi todos los componentes fueron reemplazados. Tuvo paradas muy largas durante las cuales se reemplazaron elementos internos del reactor, generadores de vapor, tuberías y todos los metales que se dañan por la radiación, que fueron reemplazados por aleaciones más resistentes.
JAE - Pero uno tiende a pensar en elementos de seguridad y en la prevención de accidentes, sin embargo hay una actividad normal, habitual de contaminación que produce una planta.
GB - Una planta nuclear produce residuos de baja actividad que normalmente son volúmenes muy grandes como para manejarlos y retenerlos. Atucha y otras centrales nucleares de vez en cuando tienen que descargar los residuos líquidos en el río.
JAE - En este caso en el río Paraná.
GB - El río Paraná, que es el que hace de fuente fría que refrigera a Atucha para que pueda producir energía eléctrica. Esas cantidades normalmente están reguladas por el organismo regulatorio del país; en el caso de Argentina el Calin (Consejo Asesor para el Licenciamiento de Instalaciones Nucleares) es un organismo muy fuerte, con personal de conocimiento técnico profundo. Yo conozco a varias de las personas que trabajan ahí y pienso que lo deben de estar haciendo de acuerdo con las normas internacionales y minimizando la cantidad de material radiactivo que se descarga.
JAE - ¿Y Brasil cómo está?
GB - Brasil tiene dos centrales nucleares funcionando en este momento en Angra dos Reis y otra más en construcción, tiene planes de construir varias más y de concretar en el futuro muy próximo la construcción de una cuarta central. Argentina está negociando con Canadá la construcción de otra central nuclear, probablemente en la zona de Embalse.
JAE - Argentina ya tiene una, ¿no?
GB - Argentina tiene dos centrales funcionando: Atucha y Embalse.
JAE - Embalse está en Córdoba.
GB - Sí; Atucha II está en construcción en este momento, va a estar terminada en un plazo de uno o dos años; está en construcción desde hace mucho tiempo, desde hace 30 o 40 años, se empezó a construir alrededor de 1980.
JAE - Es interesante ver el panorama regional. Por ejemplo, un oyente dice "no a la energía nuclear, que venga energía de Paraguay barata". Pero no sabemos si esta bombita que está prendida ahora no está alimentada con energía argentina importada y producida a partir del reactor nuclear. Eso no se sabe, podríamos estar consumiendo energía eléctrica basada en un reactor nuclear.
GB - De hecho, si Uruguay no toma la decisión de utilizar energía nuclear va a terminar comprando energía de los países vecinos, y el porcentaje de energía nuclear que viene va a ir creciendo continuamente, visto que los recursos hidráulicos no pueden aumentarse.
JAE - Visto que se va a fortalecer muchísimo la interconexión con Brasil y con Argentina está bastante bien, aunque todavía requiere mucha inversión para mejorar su parque de generación de energía, ¿valdrá la pena instalar un reactor en Uruguay, tomando en cuenta la escala y estos elementos que estamos manejando?
GB - La instalación de un reactor en Uruguay nos daría ciertas ventajas. Primero, el principio de soberanía, no depender totalmente de fuentes de energía extranjeras, que quedan fuera de control. Otros países le van a vender energía a Uruguay si no la precisan, todos los países son egoístas, primero protegen su población y después la población vecina.
JAE - Pero en el caso de Uruguay tendríamos que exportar necesariamente.
GB - Necesariamente, pero con la cantidad de países limítrofes que tenemos siempre tendremos algún mercado.
JAE - Dice Martín: "Todo bien con la energía atómica, con la central atómica. Quizás muchos en Uruguay estaríamos de acuerdo, pero hacé una encuesta a ver quién la quiere en su departamento: nadie".
GB - Será que sí o será que no. Yo conozco poblaciones en Canadá donde están extremadamente contentos de que se construyan o reconstruyan centrales nucleares en su proximidad porque de hecho, como la inversión es muy grande, tiene un impacto muy positivo en la economía global, en generación de fuentes de trabajo bien pagas y de infraestructura. Una central nuclear implica construir caminos para llevar los materiales, implica trasladar gente, trasladar técnicos e ingenieros que tienen un poder adquisitivo normalmente bastante alto. Además el tema de la inversión quizás no sea tan importante desde el punto de vista de que la central nuclear podría ser instalada por una empresa extranjera capaz de financiarla y Uruguay compraría la energía. Sin embargo estaría en territorio nacional y se tendría control de la seguridad y de la energía que produce en cierto modo, para asegurarnos de que el país no se quede sin energía.
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Transcripción: María Lila Ltaif