S&P volvió a rebajar la calificación de la deuda de Grecia y Portugal - Análisis y perspectivas
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.48 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
El martes la agencia Standard & Poor´s rebajó nuevamente las calificaciones de la deuda de Portugal y Grecia.
No es novedad que estos dos países enfrentan dificultades fiscales bastante grandes, pero llama la atención la frecuencia con la que oímos este tipo de anuncios. Para Portugal, por ejemplo, la propia Standard & Poor´s ya había revisado la calificación la semana pasada. ¿Siguen empeorando las perspectivas? ¿Qué cambió en una semana? Con estos datos sobre la mesa, en el espacio económico de hoy les proponemos conversar con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, sobre las últimas señales que vienen de Europa.
¿Cómo vieron esta revisión de las calificaciones de la deuda de Grecia y Portugal?
TAMARA SCHANDY (TS):
No podemos hablar de "sorpresas" teniendo en cuenta la situación fiscal frágil que tienen los dos países. Pero hay que decir que tampoco era algo que estuviera plenamente descontado por el mercado. De hecho, después de que se conoció la noticia las cotizaciones de los bonos de los dos países tuvieron reacciones negativas, lo que indica que no era algo completamente anticipado. Con esa baja de precios, el riesgo país de los papeles de Portugal trepó hasta los niveles más altos desde que el país forma parte de la zona del euro. En el caso de Grecia también hubo un aumento del riesgo país, pero en ese caso todavía vemos niveles algo más bajos a los que se vieron en mayo del año pasado, cuando "explotó" todo el problema fiscal allí.
JAE: ¿Cómo quedaron las calificaciones ahora?
TS: Portugal quedó con BBB-, que es el escalón más bajo de deuda dentro de la categoría de investment grade. Y además Standard & Poor´s dejó la deuda con "outlook negativo", como se dice en la jerga, que quiere decir que si se vuelve a revisar la nota lo más probable es que sea a la baja. Eso significa que hay un riesgo real de que se pierda el investment grade.
La rebaja de Grecia fue de dos escalones, pero en ese caso ya se había perdido el investment grade. La deuda ahora está calificada con BB-, tres escalones por debajo del umbral de investment grade.
JAE: En el caso de Portugal llama bastante la atención que Standard & Poor´s haya modificado la calificación de la deuda por segunda vez en sólo una semana. ¿Cómo se explica un cambio en tan poco tiempo?
TS: Para explicar eso tenemos que explicar brevemente cómo viene el tema de las negociaciones en Europa por los mecanismos de resolución de los problemas de deuda.
En la revisión de la nota de Portugal que hizo Standard & Poor´s la semana pasada la agencia ya había advertido que dependiendo de cómo avanzaran esas negociaciones podía tener que cambiar nuevamente la nota. Y eso fue justamente lo que sucedió, porque los detalles de cómo va quedando el plan del llamado "Mecanismo de Estabilidad Europeo" no son demasiado favorables a Portugal.
JAE: Pongamos el foco entonces en explicar de qué se trata ese nuevo esquema que se está negociando.
TS: Hasta ahora, los países que tuvieron dificultades (Grecia primero, Irlanda después) fueron "rescatados" por un fondo de emergencia que se creó hace casi un año, que se llama European Financial Stability Facility. Ese fondo se creó con aportes de varios países y entonces, en los hechos, podríamos decir que el resto de los países europeos terminaron pagando el costo de los problemas fiscales que tuvieron los países "rescatados".
Políticamente eso es algo delicado, y no tardaron en oírse voces reclamando que hubiera mecanismos formales más estructurados por si esto sigue pasando en el futuro. Mecanismos que, entre otras cosas, aseguraran que el país que debe ser "rescatado" también pague algo de los costos del proceso.
Lo que ya está decidido es que el "fondo de emergencia" termina en 2013 y que a partir de allí será remplazado por este "Mecanismo de Estabilidad Europeo", o ESM como se lo conoce en prensa por sus siglas en inglés. Lo que no está claro son los detalles de cómo va a funcionar exactamente el esquema.
JAE: Pero imagino que sí hay grandes lineamientos.
TS: Claro. Éste justamente era uno de los temas centrales que se trataban en la cumbre de líderes europeos la semana pasada. Aparentemente, lo que va a suceder es que reestructurar la deuda puede ser una precondición para acceder a créditos del ESM. A su vez, la deuda pública de estos países quedaría subordinada a los créditos del ESM, lo que significa que si el país tiene dificultades para pagar el ESM tendría preferencia para cobrar primero que los inversores que tengan títulos de deuda pública.
En definitiva, y más allá de los detalles técnicos, ésta no es una buena noticia para los que hoy tienen papeles públicos o privados de estos países. Hasta ahora la asistencia del fondo de emergencia se estaba dando sin condicionamientos demasiado explícitos ni duros, mientras que la perspectiva es que en el futuro el país que llega a pedir asistencia del ESM va a tener que hacer algún tipo de reestructuración de la deuda, que seguramente va a dejar peor parados a los inversores.
JAE: Si los precios de los papeles de Grecia y Portugal están reaccionando a noticias como ésta es porque hay un riesgo o un temor de que efectivamente estos países tengan que acudir a un paquete de asistencia. ¿Es así?
TS: Sí. Grecia ya accedió a fondos de "rescate", pero desde ese entonces la verdad es que la situación económica y fiscal sigue siendo complicada. La economía no logra volver a crecer (de hecho los últimos datos conocidos marcaron una nueva caída del PBI de casi 6% anual en el cuarto trimestre de 2010) y eso hace que los ingresos fiscales no logren subir. Y en ese marco no hay mejoras significativas ni en el déficit fiscal ni en la capacidad de Grecia de honrar sus compromisos futuros. El plan de por sí era tener un déficit fiscal de 7.5% del PBI en 2011 y aún así hay temores de que no se cumpla (de que el déficit sea aún peor). El riesgo aquí entonces es que la ayuda que en su momento recibió el país no sea suficiente y que deba recurrir nuevamente a la asistencia del resto de Europa, esta vez con condiciones diferentes.
Portugal todavía no recibió asistencia, pero la situación también es complicada. Los oyentes probablemente recuerden que la semana pasada dimitió el primer ministro porque en el parlamento no se aprobó el paquete de austeridad fiscal que estaba proponiendo.
JAE: Aún así los más optimistas señalan que los niveles de endeudamiento de Portugal no son comparables con los de Grecia o Irlanda, por ejemplo.
TS: Eso es cierto. El ratio deuda / PIB de Portugal era 81% al cierre de 2010, mientras que el de Irlanda está en torno a 95% y el de Grecia es 140%. Pero el panorama para delante no es bueno. El déficit fiscal está en 7,3% del PIB, lo cual indica que la deuda va a seguir aumentando y, además, el calendario de vencimientos pone a las autoridades en un aprieto importante.
Por ejemplo, en estos últimos días en la prensa especializada se marcaba que hay obligaciones por unos 9.000 millones de euros entre abril y junio, pero que la situación actual de caja sólo permite asegurar los vencimientos de abril.
JAE: ¿Hay un rescate en puerta, entonces?
TS: La probabilidad no es menor. Tendremos que ver también qué curso toman los acontecimientos políticos. Aparentemente habrá elecciones en mayo o junio. Habrá que ver si se logran consensos para implementar algún tipo de ajuste en el frente fiscal. Al margen de eso tenemos una economía en recesión y las proyecciones apuntan a que el PBI va a caer en el conjunto del 2011. Algunos siguen proyectando caída del PBI para 2012 también. En esas condiciones es difícil que veamos mejoras sustantivas en el frente fiscal.
Standard & Poor´s fue bastante explícita y dijo que era probable que Portugal tuviera que acceder a los fondos de ayuda ya sea ahora o más adelante, porque, más allá de lo apretado de los vencimientos más cercanos, la dinámica de la deuda no es saludable y el acceso a nuevo financiamiento de mercado está resultando extremadamente caro.
En síntesis, con todos estos elementos la probabilidad de que veamos restructuras de las deudas soberanas en algunos países de Europa parece alta. Y en algunos casos, como en Grecia, los inversores podrían sufrir quitas fuertes.
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