La caída del tipo de cambio en Brasil: causas, reacción de las autoridades y perspectivas
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.40 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
El tipo de cambio en Brasil tuvo una baja fuerte y cayó por debajo de 1.60 reales por dólar la semana pasada.
Como ustedes saben, lo que sucede en el mercado de cambios brasileño ha sido tradicionalmente un elemento muy importante para la evolución del tipo de cambio en Uruguay. Por eso, les proponemos poner el foco del espacio de análisis económico de hoy en ese mercado: repasar la evolución reciente del real, analizar las medidas que está tomando el Gobierno de Dilma Rousseff y conversar sobre las perspectivas para los próximos meses. En seguida, el diálogo será con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
¿Por qué sigue cayendo el tipo de cambio en Brasil?
TAMARA SCHANDY (TS):
Lo primero que tenemos que decir es que lo que vimos la semana pasada no fue un fenómeno aislado, sino que en muchas partes del mundo se observó un debilitamiento adicional del dólar. Por ejemplo, el euro superó los 1,44 dólares el viernes. Las monedas de Australia y de Nueva Zelanda, que son grandes productores de commodities (como Brasil) también se apreciaron.
Brasil entonces no fue la excepción. En términos generales, y dejando de lado lo que fue puntualmente la semana pasada, lo que está sucediendo es que Brasil está recibiendo un flujo de capitales muy significativo, que lógicamente presiona sobre el valor del real.
Ese ingreso de capitales se sustenta en un optimismo bastante generalizado acerca de la economía brasileña, que es vista por muchos como una de las grandes "promesas" en el mundo emergente. Y también se sustenta en la búsqueda de rendimientos que hoy son muy atractivos para los inversores internacionales. Las tasas de rendimiento que se pueden obtener por inversiones en reales son altas y si a eso se le suma la "ganancia" en dólares por la baja del tipo de cambio realmente la rentabilidad en dólares que están obteniendo los inversores resulta muy atractiva.
JAE: ¿Existen estadísticas de cuán importantes son esos flujos de capitales que están ingresando en Brasil?
TS: El banco central lleva registros de la entrada de divisas que sucede por el "canal financiero", dejando de lado las transacciones comerciales. Según esos datos, en el primer trimestre de 2011 ingresaron más de 31.000 millones de dólares, que es una cifra importantísima. Es más que la entrada neta de todo el 2010, que había sido de unos 26.000 millones. Estamos hablando de aproximadamente del equivalente a un punto y medio del PBI en solo un trimestre.
JAE: ¿De esos datos puede concluirse, entonces, que las medidas que está tomando el Gobierno no están surtiendo efecto?
TS: Es difícil saber qué hubiese pasado sin esas medidas. Se podría argumentar que quizás el ingreso de divisas hubiera sido aún mayor y que el tipo de cambio habría caído aún más. Pero lo que sí podemos decir es que no han logrado revertir las presiones bajistas que hoy pesan sobre el mercado de cambios.
Paradójicamente, mirando la evolución día a día de las últimas dos semanas también hay algunos analistas que señalan que de hecho las últimas disposiciones podrían haber acentuado la caída del dólar en Brasil.
JAE: ¿Por qué?
TS: A fines de marzo se anunció que se iba a cobrar más impuestos sobre los préstamos que las empresas y los bancos obtienen en el exterior. Hasta ahora se gravaban los préstamos hasta un plazo de 90 días, para desalentar los créditos de corto plazo. Para esos créditos (de hasta 90 días) se subió la tasa del impuesto. Y, además, pasaron a gravarse los créditos de hasta un año de plazo.
El objetivo, lógicamente, era desalentar que las empresas tomaran endeudamiento afuera y siguieran trayendo más dólares al mercado, dólares que luego fueran vendidos y sumaran más presión sobre el tipo de cambio.
Lo que sucedió es que las nuevas disposiciones no tuvieron vigencia inmediata, sino que se anunció que entrarían en vigor en un plazo de 30 días. Entonces muchos analistas brasileños sostienen que lo que sucedió fue que los bancos y las empresas buscaron "anticiparse" a la entrada en vigencia de los mayores impuestos y en los hechos se generó un ingreso de capitales aún mayor, al menos transitoriamente. De hecho, el mismo 28 de marzo, el día del anuncio, entraron por el canal financiero casi 2.300 millones de los 9.000 millones de dólares que ingresaron a Brasil en todo marzo.
JAE: ¿Qué otras medidas ha tomado el Gobierno?
TS: Para tratar de que no se "esquivara" ese impuesto sobre los préstamos obtenidos en el exterior, el Gobierno extendió su aplicación determinando que se gravaran no sólo las nuevas operaciones sino también la renovación y el traspaso de las deudas. Y luego finalmente se terminó extendiendo a créditos de hasta dos años.
Conjuntamente con estas medidas el banco central está interviniendo fuertemente en el mercado de divisas, tanto spot como futuro. En marzo las compras de dólares superaron los 8.800 millones de dólares, casi cuatro veces más de lo que era el promedio mensual en los primeros meses de 2010. Si bien todavía no hay cifras oficiales, en los primeros días de abril las compras se habrían intensificado aún más.
JAE: ¿Cómo son las perspectivas para los próximos meses? Te lo pregunto porque el tipo de cambio en Uruguay en general tiende a seguir bastante de cerca lo que sucede en Brasil.
TS: Sí, por supuesto. En Uruguay el dólar también estuvo cayendo bastante en estas últimas semanas. La caída siguió a la decisión del Copom de aumentar la tasa de referencia de la política monetaria (lo cual refuerza las presiones de apreciación del peso), pero seguramente también recogió el impacto de los movimientos más recientes del tipo de cambio en Brasil. En definitiva, desde finales de marzo el tipo de cambio en Brasil cayó más de 5%, desde 1,66 hasta 1,57 aproximadamente.
Las proyecciones de tipo de cambio siempre son difíciles. Seguramente lo que suceda con el tipo de cambio en Brasil va a estar muy atado, como hasta ahora, con lo que suceda con el valor del dólar en el mundo. Ciertamente no debemos descartar bajas adicionales si el dólar sigue debilitándose frente a otras monedas y si los precios de los commodities siguen en alza.
Ahora, en un horizonte un poco más largo, nos parece que el espacio para que Brasil se siga encareciendo en dólares es limitado.
A nuestro juicio es bien relevante que las cuentas externas de Brasil se han ido deteriorando paulatinamente.
JAE: El déficit de cuenta corriente está aumentando, ¿verdad?
TS: Sí, el déficit de cuenta corriente era 2,3% del PIB según los últimos datos oficiales, mientras que un año atrás estaba en 1,6% del PIB y a principios de 2008 era prácticamente 0. Eso para nosotros es una clara señal de que a Brasil le está costando sobrellevar estos niveles de tipo de cambio y, más tarde o más temprano, eso es algo que puede empezar a pesar en las expectativas de mercado. Por eso tendemos a pensar que en el futuro esto puede ser una limitante importante para que sigamos viendo caídas más fuertes del tipo de cambio en Brasil, más allá de que en el corto plazo eso es ciertamente una posibilidad.
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