¿Cómo queda el panorama fiscal de Grecia tras los anuncios de privatizaciones y nuevos ajustes del gasto público?
Análisis con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 08.48 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
El panorama fiscal de Grecia es bastante crítico y desde hace tiempo viene perfilándose como un elemento de riesgo muy importante en los mercados financieros internacionales, en particular en Europa.
Para tratar de paliar esa situación, el Gobierno griego anunció esta semana que introduciría nuevos ajustes del gasto público y que vendería su participación en empresas clave en los rubros de telecomunicaciones, energía y puertos (entre otros). El mercado está siguiendo con atención estas novedades, pero persisten incertidumbres: ¿cuánto ayudan estas privatizaciones? ¿Hay posibilidades reales de cumplir los objetivos fiscales? Proponemos dedicar el espacio de análisis económico de hoy a Grecia. El diálogo es con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
El Gobierno de Grecia está anunciando que venderá activos y participaciones en empresas con el objetivo de recaudar unos 50.000 millones de euros de acá a 2015. Es un patrimonio realmente enorme. ¿Es un paso necesario para "salvar" la situación fiscal?
TAMARA SCHANDY (TS):
Es un número realmente grande, estamos hablando del equivalente al 20% del PBI de Grecia aproximadamente. Se discute mucho acerca de si es una medida esencial o no, pero lo cierto es que había mucha presión política para hacerlo.
Hemos comentado en otras oportunidades que el resto de Europa se está mostrando bastante reacio a seguir costeando problemas que de algún modo les son ajenos. En este marco, el reclamo de avanzar en la línea de las privatizaciones como forma de atender al menos parte de las necesidades de fondos que tiene el Estado griego ya se había instalado hace un tiempo en el debate. De hecho el propio FMI había puesto un énfasis en este sentido. La semana pasada, por ejemplo, el responsable de la misión del FMI en Grecia había hecho hincapié en la necesidad de avanzar en reformas estructurales, pero las privatizaciones aparecieron muy claramente en la "agenda" de los pendientes.
JAE - ¿Cuándo se concretarían esas ventas?
TS - Allí hay un punto de incertidumbre grande. Los candidatos para las primeras ventas son participaciones en una empresa de telecomunicaciones, en una compañía de agua, una de energía y también en puertos. El plan en principio es obtener entre 3.500 y 5.500 millones de euros este año y entre 4.000 y 6.000 millones en 2012.
Los más críticos, de todos modos, dicen que el Gobierno ya ha tenido planes de privatización "en la agenda" varias veces en el pasado y que siempre le ha costado encontrar compradores. sea por la oposición de los gremios o por las propias perspectivas de negocio.
Por ahora no hay un plan muy detallado, ni precios a los cuales se aspira a vender, así que por ahora es poco lo que se puede agregar en forma objetiva a este debate.
JAE - Junto con estas privatizaciones también se comunicó que habrá un nuevo ajuste fiscal. ¿Cómo vieron ustedes esos anuncios de recortes del gasto?
TS - Grecia está en una situación complicada. Por un lado, tiene un déficit muy grande, que hasta estos anuncios se manejaba que iba a estar en casi 10% del PBI este año. Eso es más que la meta que se había comprometido con el "salvataje" del año pasado y que de por sí suponía un desequilibrio importante, del orden de 7.5% del PBI. Mirado así, es claro que todo esfuerzo por tener un gasto menor es bienvenido.
Pero por otro lado, no debemos perder de vista que Grecia sigue en recesión. Se espera que el PBI caiga 4% este año y para el 2012 no hay expectativas de crecimiento demasiado claras. Desde este punto de vista, entonces, un recorte del gasto de la magnitud del que se está planteando (2,8% del PBI adicional al programa de austeridad que se tenía previamente) también es un riesgo, porque puede profundizar la recesión. En definitiva, tratar de que Grecia quiebre ese círculo vicioso de caída del PBI y caída de la recaudación también es un ingrediente clave en la fórmula para salir de esta situación.
JAE - ¿Qué conclusión sacan entonces de los anuncios de esta semana?
TS - El plan de recorte de gastos todavía es difícil de evaluar en los términos que planteaba recién, en buena medida porque no hay detalles de qué rubros de gastos estarían afectados. También están pendientes reuniones con líderes de la oposición, para ver si estos planes pueden salir como una solución de consenso.
Se espera que haya un plan más detallado recién la semana que viene, que es además- cuando se espera que la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo terminen la evaluación de la situación griega que están haciendo en forma conjunta.
Esto ya da una pauta de que lo que se está buscando es tomar medidas de consenso, que ayuden a abrir el camino para que Grecia pueda tener acceso a más financiamiento de parte del resto de Europa o del FMI. Son anuncios que de alguna medida buscan señalizar un "compromiso" por parte de la propia Grecia y mitigar la resistencia política que hoy puede estar enfrentando un nuevo plan de respaldo o de salvataje.
De todas formas, nos parece poco probable que con los anuncios de esta semana se aquieten las aguas y que se despeje la posibilidad de un default parcial o de una reestructura de la deuda.
JAE - ¿Por qué?
TS - Porque realmente la dinámica de la deuda luce insostenible: partimos de un nivel altísimo (de más de 150% del PBI), el costo que se está pagando por la nueva deuda es grande, Grecia todavía no logra tener ni siquiera superávit a nivel primario (antes del pago de intereses) y además todavía enfrenta un panorama recesivo (que tiene, a su vez, raíces muy de fondo en temas de productividad, que no se solucionan de un día para otro y menos en un país que no tiene moneda propia que devaluar).
Lo que preocupa es no sólo la disponibilidad de fondos para hacer frente a los vencimientos de deuda más próximos (que eventualmente se podría cubrir con los fondos provenientes de las ventas de activos que se están planteando) sino también y fundamentalmente- la dinámica futura. Y en esa línea el panorama sigue sin ser muy auspicioso.
Por eso la verdad es que no debe llamar la atención que los mercados no reaccionaron con mucho entusiasmo a estos anuncios.
JAE - Sí, la medida usual de "riesgo país" en Europa -que es la diferencia de rendimiento con respecto a los bonos alemanes- prácticamente no se movió y sigue fluctuando en niveles altísimos, ¿qué cabe esperar?
TS - Los rendimientos que el mercado está pidiendo para mantener deuda de Grecia están en 17% para los títulos a 10 años y en 26% para los papeles a dos años. Estos son dos indicadores que nos parece clave monitorear en los próximos días, porque en definitiva nos siguen marcando que la percepción del mercado es de riesgo alto y que parece estar descontándose algún tipo de reestructura con quitas, con pérdidas para los acreedores.