Análisis Económico

Tipo de cambio y competitividad. ¿Hemos ingresado en un "atraso cambiario"?

Análisis económico de Tea, Deloitte & Touche

(Emitido a las 08.20)

EMILIANO COTELO:
En los últimos días surgieron algunas advertencias en relación a la posibilidad de que nuestro país ingrese nuevamente en una situación de atraso cambiario. Esas advertencias se apoyan en el hecho de que la inflación ha superado a la devaluación en los últimos meses.

Se trata, sin dudas, de un tema polémico y a la vez relevante. Por esa razón, ese será el tema en el análisis económico de hoy, en diálogo con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Tea Deloitte & Touche. Para empezar, ¿a cuánto asciende la brecha entre inflación y devaluación?

PABLO ROSSELLI:
Lógicamente, la brecha entre inflación y devaluación depende del período que consideremos. Por ejemplo, en lo que va del año (es decir hasta fines junio) la diferencia entre inflación y devaluación (tomando el tipo de cambio promedio mensual) fue de 3,8%; si consideramos un período un poco más largo, como el transcurrido desde fin de 2002 hasta junio de 2004, la brecha fue de 6,6%. Quiere decir que en el último año y medio nuestros precios internos (los precios del consumo) medidos en dólares subieron 6,6%.

EC - ¿Qué evaluación hacen ustedes de esa brecha? ¿Se puede concluir que el país está ingresando en una situación de atraso cambiario?

PR - Se trata sin dudas de un tema polémico. Por eso, corresponde advertir que lo que nosotros podemos hacer, desde la perspectiva del análisis técnico, es básicamente ordenar el debate, además de, por supuesto, emitir nuestra opinión propia.

Para ordenar el debate, nos parece que al menos hay tres perspectivas de análisis: la primera tiene que ver con cómo medir el atraso cambiario, la segunda tiene que ver con el papel que juega la política económica y en particular la política cambiaria en la determinación del tipo de cambio real (de la competitividad) y la tercera, relacionada con los aspectos distributivos del debate. Las modificaciones del tipo de cambio real vienen acompañadas de grandes cambios en la distribución del ingreso, y por esa razón los debates tienden a ser difíciles, va veces apasionados.

EC - Comencemos con la primera de esas perspectivas. ¿Cómo se mide el llamado atraso cambiario? O dicho de otra manera, ¿cuándo es correcto decir que se está en una situación de "atraso cambiario"?

PR - Alguna otra vez hemos comentado esto en el programa. Es habitual encontrar quienes dicen que cuando la inflación supera a la devaluación se está en una situación de atraso cambiario. Y de hecho, ese ha sido el criterio empleado estos días para advertir sobre el atraso cambiario. En el último año y medio la inflación ha superado a la devaluación.

Sin embargo, esa definición, que admitimos es bastante frecuente, adolece de dos problemas.

EC - ¿Cuáles son esos problemas?

PR - En primer lugar, esa medición sólo se concentra en el nivel de inflación en dólares que se observa en nuestro país. Pero en el último año y medio también hubo inflación, medida en dólares, en el mundo. Por ejemplo, en el último año y medio la inflación en EEUU fue de aproximadamente 4,5%; debido a la apreciación del euro, la inflación en dólares en Europa fue del orden del 20%; en Argentina fue de 25% aproximadamente (porque el dólar bajó en Argentina) y en Brasil, por la misma razón, fue del orden de 30%.

Si los precios en dólares suben más en el exterior que en nuestro país, entonces estamos ganando competitividad. Ese ha sido claramente el caso con Europa y con la región.

EC - Pasando en limpio, con Europa y la región hemos ganado competitividad.

PR - En el último año y medio, a pesar de esa brecha de 6,6%. Y con Estados Unidos hemos tenido una pérdida marginal de competitividad si medidmos la competitividad por la inflación en dólares.

Pero además de ese problema, que surge de no considerar la inflación externa, existe como decía un segundo problema más sustantivo. El análisis de la competitividad a partir de la brecha entre inflación y devaluación, no tiene en cuenta el nivel de partida. Durante el último año y medio tuvimos en Uruguay inflación en dólares pero se debe tener en cuenta que los precios en dólares eran extremadamente bajos.

En otras palabras, cuando decimos que esa definición no considera el nivel de partida estamos diciendo que el período elegido para medir la brecha entre inflación y devaluación es de por sí arbitrario. Si en lugar de medir la brecha en el último año y medio, tomamos los últimos dos años y medio, la devaluación superó ampliamente a la inflación. Y entonces, con el mismo criterio de análisis sacaríamos la conclusión de que en lugar de atraso cambiario tenemos adelanto cambiario.

EC - Si entiendo bien el planteo, el problema con ese enfoque es determinar cuál es el período correcto para hacer la comparación.

PR - Exactamente. Si no incorporamos nuevos elementos al análisis, estaremos siempre escogiendo períodos de forma arbitraria.

EC - Y entonces, ¿de qué otra forma se puede encarar el tema?

PR - A nivel de la profesión y a nivel académico, se entiende que es necesario enmarcar el análisis sobre un concepto de "nivel de equilibrio". En palabras simples, habría que decir cuál es un nivel "razonable" de tipo de cambio real o de competitividad y a partir de allí, si el tipo de cambio es mayor que ese "nivel de equilibrio" concluiríamos que estamos ante una situación de adelanto cambiario y si está por debajo concluiríamos que estamos en una situación de atraso cambiario.

EC - ¿Y cómo se define ese tipo de cambio de equilibrio?

PR - Si tomamos la competitividad bilateral con Estados Unidos, por ejemplo, de los últimos 65 años, observamos que el tipo de cambio se encuentra hoy claramente por encima del promedio histórico.

Así como en los años 90 se encontraba por debajo del promedio histórico, ahora se encuentra por encima. Y hay evidencia estadística suficiente, con respaldo en la teoría económica, para decir que el promedio histórico (en un período tan largo como 65 años) es una estimación adecuada, aunque por cierto no exacta ni la única, de lo que podría llamarse tipo de cambio de equilibrio.

EC - Es decir que, para ustedes, no habría atraso cambiario.

PR - No. Adoptando este enfoque de largo plazo, podríamos concluir que tenemos todavía una situación de adelanto cambiario o de subvaluación de nuestra moneda; es decir que nuestros precios en dólares son bajos en relación a los precios promedio históricos, estimamos que tenemos un adelanto cambiario del orden de 15% a 20%.

Por esa razón, nosotros pensamos a modo de proyección indicativa que en los próximos años tendremos una inflación en dólares moderada.

Se trata de una proyección indicativa, que parte de la base de que el tipo de cambio está en un nivel históricamente alto en términos reales o, lo que es igual, que los precios internos medidos en dólares son demasiado bajos; y si son demasiado bajos tenderán a subir gradualmente, y lo harán con relativa independencia de la política económica.

EC - Por eso decían ustedes que en los próximos tendremos una inflación en dólares moderada.

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Dejaste planteada la segunda perspectiva a la que hacías referencia al inicio: qué papel juega la política económica en la determinación del tipo de cambio real o de la competitividad, y también de los aspectos distributivos que tiene un debate de este tipo.

PR - Sí, porque está claro que cuando cambia el tipo de cambio real se modifica la distribución del ingreso.

EC - Lo retomamos en un programa próximo

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Edición: Jorge García Ramón