Tras la victoria de Ollanta Humala en Perú, la bolsa se desplomó el lunes. Más allá del nerviosismo inicial, ¿qué economía recibe el nuevo Gobierno? ¿Cuáles serán sus principales desafíos?
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.46 Hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
Tras la confirmación de la victoria de Ollanta Humala en Perú, la bolsa cayó 12,5% el lunes, lo que obligó a suspender por dos horas las operaciones en la mañana y a cerrar después la sesión de manera anticipada.
Ayer martes la bolsa evolucionó favorablemente pero de todos modos es claro que hay cierto nerviosismo en el mercado.
Frente a esta situación, les proponemos en los próximos minutos conversar del desempeño reciente de la economía peruana, de las expectativas que se abren tras la victoria de Humala y de los principales desafíos que tendrá esta nueva administración. El diálogo será con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.
Florencia, para empezar, entonces ¿cómo analizan la reacción inicial de los mercados tras la confirmación de la victoria de Humala? Sin dudas reflejó un clima de bastante nerviosismo en torno al nuevo Gobierno.
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Sin dudas que Humala no era el candidato favorito de los mercados ni del empresariado peruano. De acuerdo a los analistas políticos era el candidato más a la izquierda en el espectro político peruano. Un candidato que en el pasado declaró su simpatía por la gestión de Chávez en Venezuela, por ejemplo, y que tuvo declaraciones muy polémicas, sobre todo en su primera campaña electoral en 2006 y, aunque en menor medida, también en la primera vuelta de esta última campaña.
A modo de ejemplo, entre las propuestas más radicales que realizó en el pasado estaba la creación de un nuevo fondo de pensiones a partir de la toma o expropiación de los fondos de las Administradoras Privadas de fondos de Pensiones, la renegociación de algunos de los tratados de libre comercio firmados por Perú en los últimos años (como el alcanzado con Estados Unidos) y la introducción de cambios regulatorios en los mercados de hidrocarburos y mineras (que incluían la nacionalización del gas natural o la limitación de exportaciones de gas natural para asegurar el abastecimiento interno). Estos planteos marcaban una postura muy radical, muy poco amigable para los mercados.
EC - Sin embargo, el Humala de 2011 tuvo un tono más moderado. ¿No alcanzó para revertir esa imagen más radical?
FC Efectivamente, el Humala de 2011 planteó un tono sensiblemente más moderado. De hecho, de cara al balotaje elaboró un nuevo programa (más orientado al centro político), incorporó a su equipo a técnicos del expresidente Toledo, declaró acercarse al "modelo de Gobierno de Lula" y se comprometió a no alterar el entorno político y económico de Perú. Incluso, en su nuevo programa se comprometió a no afectar los ahorros privados en las Administradoras de Fondos de Pensiones, porque esa propuesta había tenido una amplia oposición de buena parte del electorado.
Lo que dicen los analistas políticos es que muchos leen esas medidas como parte de una estrategia por ganarse al electorado de centro en el marco del balotaje. Y en ese sentido reclaman señales concretas. En particular hay mucha ansiedad entre los empresarios y entre la misma oposición porque Humala designe a los miembros de su gabinete y sobre todo al equipo económico.
Hay que tener presente, además, que en su discurso de asunción el domingo Humala enfatizó que iba a mantener todas las promesas hechas a Perú. El tema es que como decíamos recién ha habido promesas de muy variado tono y eso puede haber contribuido a generar mayor incertidumbre en torno al tipo de Gobierno que llevará adelante Humala.
EC - Ayer martes la bolsa se recuperó significativamente aún cuando no hubo novedades concretas. ¿A qué atribuyen esa mejora?
FC A veces es difícil justificar los vaivenes del mercado, pero parecería que luego de la reacción de pánico inicial, ha primado algo más de calma.
En ese sentido, hay que recordar que las encuestas planteaban una contienda muy pareja entre Fujimori y Humala. De hecho unas pocas semanas antes de las elecciones se planteaba como más probable una victoria de Keiko Fujimori y, por eso, aunque en las últimas encuestas ya se insinuaba una ventaja a favor de Humala, quizás haya habido también cierto grado de sorpresa en algunos sectores de la sociedad y de la economía peruana.
Pero más allá de eso, algunos operadores bursátiles señalaban ayer también que muchos inversores salieron a comprar títulos peruanos, aprovechando la baja fuerte del lunes, porque siguen apostando a una economía que muestra buenos fundamentos económicos luego de más de una década de crecimiento muy firme.
EC - En relación a este punto, y pensando en la economía que recibe la nueva administración, ¿cuál ha sido la evolución de la economía de Perú en los últimos años?
FC - En términos generales, Perú ha tenido un desempeño muy favorable en la última década. Fue la economía de mayor dinamismo en nuestra región en ese período. Creció a un ritmo promedio anual de casi 5,5% entre 2000 y 2010 y, en base a un manejo muy ortodoxo de la política monetaria y fiscal ha mantenido fundamentos macroeconómicos sólidos. De hecho, hoy Perú es de las economías latinoamericanas con menores niveles de inflación (cerró 2010 con una inflación de 2%, en línea con el objetivo puntual del gobierno y aunque viene subiendo en los últimos meses, mantiene una inflación por debajo de 3,5%, que es el tope del rango objetivo actual).
A nivel de las cuentas públicas, se vio un deterioro del resultado fiscal con la crisis internacional de 2009, pero el resultado global tendió a mejorar en 2010 y cerró muy cerca del equilibrio (en un déficit de sólo 0,6% del PBI). Y en relación a esto, además, Perú tiene una deuda pública reducida, de menos de 24% del PBI en 2010 (en términos netos).
Este manejo ordenado a nivel macroeconómico le permitió a Perú obtener el investment grade en 2008 y la ha transformado en una de las economías más atractivas dentro de nuestro continente para la inversión extranjera. Los flujos de IED se han ubicado en los últimos 4 años entre 4% y 5% del PBI, que es un guarismo alto en la comparación regional. Por lo que sin dudas han sido varios los logros económicos alcanzados en los últimos diez años.
EC - ¿Y cuáles son las materias pendientes? O, desde otra perspectiva, ¿cuáles serán los principales desafíos para este nuevo Gobierno?
FC - Bueno. Entre los elementos que quedaron en el "debe" de las últimas administraciones de Toledo y de Alan García y que probablemente incidieron en el cambio de rumbo elegido por los votantes está el hecho de que, pese al fuerte crecimiento económico, hay importantes segmentos de la sociedad que continúan en la pobreza. En ese sentido, si bien los indicadores marcan que entre 2004 y 2009 el porcentaje de pobreza a nivel nacional bajó de casi 50% a 35%, los niveles son significativamente más elevados en las zonas rurales (en torno a 60%), porque los beneficios del crecimiento se concentraron en Lima y en la franja costera fundamentalmente. Y, por otra parte, persisten además problemáticas de corrupción y de delincuencia y criminalidad muy elevadas.
En estas áreas estarán seguramente algunos de los desafíos más importantes para el nuevo Gobierno. En particular en la campaña se ha generado mucha expectativa en torno a sus planes sociales (que para algunos son de corte "populista"). El desafío en ese sentido será lograr avances sociales significativos sin que eso implique un deterioro muy importante de las cuentas públicas.
En definitiva, con una economía que se encuentra a nivel macroeconómico relativamente "en orden", seguramente los desafíos más relevantes para el Gobierno pasarán por el plano social y por el plano político también, sobre todo en este comienzo de su gestión donde tendrá un desafío clave en lograr reconciliar las expectativas generadas entre sus votantes más de izquierda (los que lo apoyaron en la primera vuelta fundamentalmente) y aquellos más moderados, de centro, que apostaron a él en la segunda vuelta.
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