El tipo de cambio cayó por debajo de los 18,50 pesos en las últimas jornadas. ¿Qué está detrás de la baja sostenida del dólar y qué perspectivas hay para los próximos meses?
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.45 Hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
En las últimas dos jornadas, el dólar cotizó en 18,40 pesos, acumulando una baja de 0,5% en lo que va de la semana y ubicándose en el menor nivel desde junio de 2002.
Esa caída se dio incluso pese a que el Banco Central reforzó de forma muy significativa las intervenciones en el mercado cambiario. En los últimos cinco días compró unos 50 millones de dólares, lo que representó algo más de 30% del total transado en el mercado en esos días.
¿Qué está detrás de este descenso persistente del dólar en nuestro país? ¿Qué podemos esperar para los próximos meses? Estas son algunas de las preguntas que intentaremos responder en diálogo con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Pongamos el tema en perspectiva, comencemos con una mirada un poco más larga. Por ejemplo, quizás valga la pena analizar la evolución del dólar en este primer semestre del año, que cerró justamente ayer.
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Si miramos la evolución del dólar desde inicios de año, la trayectoria ha sido de descenso sostenido. De hecho, el tipo de cambio viene bajando sin pausa prácticamente desde mediados de 2010, cuando había tenido una suba transitoria a instancias de algunas declaraciones del equipo económico en ese momento. Incluso, más allá de esa pausa en junio-julio del año pasado, la tendencia de caída del dólar tiene ya varios años.
Concretamente, si miramos este primer semestre de 2011, el tipo de cambio acumula una caída de 8,4%, pasó de 20,09 pesos al cierre de 2010 a 18,40 pesos en el día de ayer, y en los últimos doce meses la baja alcanzó a 13%.
EC: ¿Y qué está detrás de esta baja tan fuerte del dólar? ¿La suba de la tasa de interés por parte del Banco Central el jueves pasado está incidiendo en la trayectoria bajista de estos últimos días?
FC: En alguna medida la decisión de aumentar la tasa de interés en 50 puntos básicos puede haber reforzado la expectativa de descenso del dólar a nivel de algunos agentes, pero tendemos a pensar que la decisión del jueves pasado no fue una sorpresa para el mercado en general y que en buena medida estaba descontada.
A nuestro juicio, el descenso del dólar tiene que ver con una conjunción de elementos, algunos relacionados al contexto externo y otros al contexto local.
A nivel internacional, se conocieron en las últimas semanas datos bastante desalentadores en relación a la recuperación de la economía de Estados Unidos (tanto en materia del mercado de trabajo como de la producción industrial y del sector inmobiliario) y eso está llevando a los analistas a revisar a la baja sus proyecciones de crecimiento para este año. En ese contexto, se profundizan las perspectivas de que las tasas de interés en Estados Unidos se mantengan en niveles mínimos por un tiempo cada vez más largo. Por lo tanto, en un marco de mucha liquidez, es decir, de mucha oferta de dólares en el mundo por un tiempo cada vez más prolongado, el valor del dólar tiende a bajar en todo el mundo. Además, este contexto de liquidez elevada, con pocas oportunidades de rentabilidad en los mercados desarrollados, alienta flujos fuertes de capitales a las economías emergentes que están creciendo firmemente.
EC: Y Uruguay es uno de esos países que reciben flujos de capitales de inversión desde el exterior, ¿no?
FC: Efectivamente. Estamos con una economía uruguaya que crece mucho (los datos del primer trimestre del año confirmaron un crecimiento muy vigoroso), nuestros precios de exportación están en niveles muy altos. Todo esto está generando presiones inflacionarias importantes y alienta un necesario endurecimiento de la política monetaria, es decir, un incremento de las tasas de interés, lo que a su vez refuerza el ingreso de capitales y el cambio de portafolios a favor de la moneda local.
En definitiva, es una conjunción de elementos, entonces, lo que explica que el dólar baje en Uruguay, como lo está haciendo en otras economías emergentes y exportadoras de materias primas, que enfrentan un panorama similar. Sin ir más lejos, el dólar está bajando significativamente también en Brasil. Ayer el dólar bajó 0,5% y cerró en 1,56 reales, nuevamente por debajo de 1,60.
EC: ¿Qué cabe esperar para los próximos meses? ¿Podemos ver bajas adicionales del tipo de cambio?
FC: A la luz de los últimos datos de la economía de Estados Unidos y de nuestro país, pensamos que podemos ver alguna baja más del tipo de cambio en las próximas semanas. Y, de forma indicativa, apuntamos a un dólar cotizando en torno de 18 pesos en este segundo semestre de 2011. Incluso, aun cuando el dólar dejara de bajar hacia 2012, a nuestro juicio se mantendrá en niveles históricamente bajos también el año que viene.
Por supuesto, estas proyecciones asumen que el escenario internacional se mantiene en términos generales sin grandes cambios.
EC: ¿Qué impactos puede tener o está teniendo este descenso del dólar en nuestro país? Te lo pregunto pensando en términos de la competitividad del sector exportador, por ejemplo.
FC: Es claro que el incremento de los costos en dólares es un desafío muy importante hoy para el sector exportador y algunas empresas o ramas pueden estar enfrentando dificultades en ese sentido. Sin embargo, también es importante advertir que los precios de venta de varios de los principales sectores exportadores están hoy en niveles extraordinariamente altos. Y, por otro lado, si bien la competitividad con Estados Unidos o con Europa está en niveles mínimos, frente a otros mercados o competidores clave como Brasil, Australia o Nueva Zelanda la competitividad (al menos según el indicador habitual de tipo de cambio real) está todavía en niveles razonables, en torno a la media histórica o ligeramente por debajo de esos niveles.
En última instancia, nos parece importante tener presente que el encarecimiento en dólares es inevitable en el contexto actual, sobre todo en una economía que crece mucho. Si se procura intentar evitar la baja del dólar, el impacto se sentirá vía una mayor inflación y eso es algo que hemos estado viendo en nuestro país.
EC: Para terminar, más allá de los impactos en el sector exportador, la caída del dólar impacta también en las decisiones a nivel del consumidor interno, ¿verdad? Estoy pensando por ejemplo en el boom de ventas de automóviles y de otros bienes importados que se tienden a abaratar con la baja del dólar. ¿Cómo están viendo este tema?
FC: Es claro que el hecho de que el dólar baje tiende a abaratar los bienes importados en general y sobre todo aquellos que en nuestro país se venden directamente en dólares como los automóviles o los electrodomésticos. En ese contexto estamos viendo efectivamente un auge en el consumo de estos bienes muy fuerte en estos últimos años. Y nuestras proyecciones marcan que este año se alcanzarán probablemente nuevos récords de ventas en estos rubros.
EC: ¿Y en este panorama podría estar gestándose un patrón de sobreendeudamiento similar al que vimos en los años 90?
FC: Los datos de crédito al consumo están confirmando una expansión muy fuerte del crédito a las familias. De hecho, podemos tratar este tema y comentar algunas cifras al respecto la semana próxima. Pero es importante destacar al menos un elemento clave que diferencia esta expansión del crédito que estamos viendo hoy con la que vimos en los años 90: el crédito a las familias hoy por hoy presenta una dolarización prácticamente nula. El crédito inmobiliario está esencialmente en unidades indexadas y el crédito al consumo se da casi en su totalidad en pesos. A nuestro juicio, esto es una mejora clave respecto a lo visto en los 90, porque representa una mayor fortaleza de la situación financiera de las familias (que tienen esencialmente sus ingresos en pesos) para enfrentar eventuales cambios abruptos en el escenario externo que generen saltos del valor del dólar en nuestro país.
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