Entrevistas

Lacalle Pou: proyecto de Aratirí "es negativo por más que se pongan muchos ceros y muchos dólares"

Lacalle Pou: proyecto de Aratirí "es negativo por más que se pongan muchos ceros y muchos dólares"

El diputado nacionalista Luis Lacalle Pou manifestó tener una visión "negativa" sobre el proyecto de minería a cielo abierto anunciado por Aratirí. Entrevistado por En Perspectiva, sostuvo que la información presentada por la empresa india ha sido "engañosa" y que la iniciativa, tal como está planteada, trae aparejados "muchísimos riesgos para el concepto país Uruguay natural". El legislador del sector Aire Fresco profundizó en su postura: "Estoy en contra del proyecto Aratirí por los lugares geográficos que va a abarcar, por el tipo de trabajo –que lo va a dar– y porque Uruguay puede llegar a perder todo [...] Con respecto a la minería en general, uno no puede estar cerrado a la evolución de las técnicas y las formas de explotación cuando son amigables con el ecosistema, con las otras explotaciones y con la salud humana", manifestó.


(emitido a las 10.11 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Es uno de los diputados que más se han concentrado en los temas ambientales.

Por eso probablemente Luis Lacalle Pou fue uno de los primeros en el ámbito político en oponerse al proyecto de extracción de hierro de la minera Aratirí, e incluso impulsó la interpelación que se realizará el próximo 14 de julio en la Cámara baja por este tema a tres ministros en conjunto: el ministro de Turismo, el ministro de Industria y la ministra de Vivienda y Medio Ambiente.

Aratirí ha anunciado una inversión de 3.000 millones de dólares, que sería la mayor en la historia del país, y ya ha venido efectuando actividades de prospección y de exploración, mientras aguarda la habilitación de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).

Pero en las últimas semanas también se conoció la intención de otra firma, Gladiator, de capitales australianos, que planea dedicarse a la extracción de hierro en el departamento de Rivera invirtiendo unos 360 millones de dólares.

¿Por qué Lacalle Pou se opone al proyecto Aratirí? ¿Cómo ve la actividad minera en general? ¿Cuáles son los factores que percibe pueden perjudicar al país? ¿Está dispuesto a que Uruguay resigne los 500 millones de dólares anuales que esta actividad dejaría en nuestro territorio?

Vamos a conversar con el diputado Luis Lacalle Pou, de Aire Fresco, Partido Nacional (PN).

¿Por qué se ha plantado tan contundentemente en contra del proyecto de inversión de la minera Aratirí cuando otros integrantes del PN, por ejemplo Carmelo Vidalín, se han manifestado a favor, o el propio Gerardo Amarilla –que va a ser el miembro interpelante– ha planteado que tiene dudas al respecto pero no ha sido tan crítico?

LUIS LACALLE POU:
Hoy de mañana estuve releyendo algunos documentos, y una de las fuentes más importantes son las entrevistas tuyas y de Juan Andrés Elhordoy, que desde 2009 están siguiendo este tema. Alcanza con leer esas entrevistas para empezar por lo menos a dudar. Hace un rato estaba leyendo una del 12 de abril del año pasado a Fernando Puntigliano, y arranca con incertidumbres. Para empezar, afirma que la empresa que él representa en nuestro país va a explotar el 50 % de la minería que tenía en Brasil, y a los cuatro meses de esa nota la minera vendió esa explotación, que era la primera. Esto a modo de anécdota. Después, desde 1.000 empleados directos por parte del gobierno de aquel entonces hasta 10.000 por parte del actual. El gobierno de aquel entonces habló de 1.200 millones de dólares, y hoy estamos a mitad de camino, porque en cualquier momento nos van a decir otra cifra disparatada, pero hoy se habla de 3.000 millones de dólares.

Es una inversión que desde mi punto de vista hay que separarla en tres elementos: primero la explotación en sí misma, después quién la explota, y tercero hacer un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas), como se hace en algunos temas específicos. A mí ese análisis me lleva a tener una visión más que crítica, negativa sobre esto mismo. He tenido la posibilidad de visitar otros países y ver lo que queda de algunas minas de cielo abierto; recuerdo particularmente el caso de Montana, en Estados Unidos, la desolación de ese lugar, las enfermedades que trajo aparejadas. Es notorio que esto es una explotación que no dura más de 20, 25 años.

Se han manejado cifras de todo tipo y color, y ahí es donde nosotros tenemos que empezar a hacer un análisis con o sin proyecto Aratirí, porque el proyecto Aratirí no es explotación en la triple frontera –casi cuádruple, porque abarca una puntita de Cerro Largo– de los departamentos de Treinta y Tres, Florida, Durazno. Eso sí o sí trae aparejado un mineroducto, que si uno ve el supuesto trazado –y de aquí en adelante todo lo que diga es supuesto– atraviesa zonas declaradas como áreas protegidas. Uruguay se dio una reglamentación en el gobierno anterior incluso más estricta con el ordenamiento territorial y el cuidado del ambiente, y no hay proyecto si no existe el famoso puerto minero –que no se sabe si es puerto o no– en el departamento de mayor explotación y desarrollo turístico en los próximos años, de esto a nadie le cabe la menor duda. Un desarrollo turístico que está fuertemente influido por la capacidad de mantener el ecosistema de determinada forma, los equilibrios entre el desarrollo y la sustentación de la ecología y el ambiente. Esos tres elementos de la explotación son lo primero que nos alerta en cuanto a que no se trata solo de una mina y determinada forma de extracción.

EC - Si vamos al negocio en general, a la actividad en general, ¿usted tiene una posición en contra sobre la actividad minera a cielo abierto de partida?

LLP - No puedo ser más realista que el rey. En nuestro país se están haciendo algunas explotaciones en el norte, no las conozco en carne propia, no las conozco de primera fuente, pero ya están. Esta es una que supuestamente va a ser y que agrega tres elementos vitales, ata tres puntas de nuestro país, no es solo la explotación en Valentines, Cerro Chato y en esa zona, lo que ya de por sí daría para hacer un análisis.

EC - Le preguntaba porque hoy veía declaraciones del MPP –más temprano hablamos con el diputado Esteban Pérez– en el matutino La Diaria, del diputado Álvaro Vega, que dice que en torno a Aratirí hay un reduccionismo de la discusión sobre la base de barras a favor o en contra. Vega dice: "Esto no es ni bueno ni malo, depende de qué plan se presente. Por ejemplo, si presentan un proyecto que va a dejar un socavón vacío y nos van a hacer gastar al santo botón, nos va a ir mal y voy a estar en contra; en cambio, si hay un plan de infraestructura y desarrollo voy a estar a favor. Confío en que habrá un buen proyecto". ¿Para usted no existe este tipo de consideraciones?

LLP - Tenemos que hacer un balance entre lo que hay, lo que puede llegar a haber y lo que va a quedar. Se nos habla por ejemplo de un elemento que es vital, que es el tema de cuánta gente va a trabajar; yo he leído a Puntigliano, he leído al gobierno anterior y a este, y van de 1.500 empleados a 10.000. Nuestra información –que vamos a tener más acabada el día de la interpelación– es que van a ser 1.200 en la mina, 10 en el mineroducto y aproximadamente 140 en el puerto. Eso no supera los 1.500 empleados. Y se nos dice que va a haber entre 3.000 y 10.000, un margen bastante amplio, de empleos indirectos. El índice internacional del Comité de Minería para este tipo de explotaciones establece que por cada empleo directo hay 1,7 (mínimo) y 2,5 (máximo) de empleados. Eso lleva a una cifra inferior a los 4.000. Y si trasladamos eso a la gente que está siendo empleada hoy en la triple o cuádruple frontera, por donde pasa el mineroducto y la que se va a poder emplear en Rocha –está publicado en el semanario Voces– no es tan superior el número de empleos que se van a generar durante 20 años. Y después de esos 20 años no queda nada, porque en el planteo de esta empresa tampoco hay proceso de remediación.

EC - ¿Cómo que no hay proceso de remediación?

LLP - Yo estaba leyendo las entrevistas a Fernando Puntigliano, y dice que "eventualmente habría proceso de remediación". Eventualmente. Ni siquiera sabemos si la empresa que va a explotar va a llevar adelante esos procesos de remediación.

EC - ¿A qué se refiere con procesos de remediación?

LLP - Hay que ver los cráteres que quedan en los lugares de explotación de estas minas, vamos a exagerar, el más grande de 1,5 kilómetros de diámetro por 600 metros de profundidad. Se nos dice, a partir de la información oficial o extraoficial, que en este caso no serían tan grandes, pero estas 14.000 hectáreas que se van a explotar, si es que no se llega a más, van a generar suelos que después van a ser inutilizados. Los procesos de remediación son muy onerosos.

EC - Teóricamente eso es algo que la propia Dinama va a exigir que no ocurra. Estaba viendo ese documento que circula con mitos y mentiras a propósito de Aratirí...

LLP - ...El que volanteó el presidente de la República.

EC - Parece que lo volanteó el presidente de la República, pero a su vez es muy similar a exposiciones que la empresa ha hecho en distintos puntos del país, y a propósito de este punto, de que esa zona que se dedique a la minería por Aratirí después va a quedar improductiva, que se perderán esas tierras para siempre, la respuesta es: "Falso. Antes de mover una sola piedra, Aratirí deberá tener aprobado por la Dinama, es decir, por el Estado, los planes de cierre de cada una de las minas, lo que implica la proyección de un uso igual o alternativo para cada una de las áreas afectadas, de acuerdo con los planes de desarrollo que tenga el Estado para esa zona del país. La Dinama no autorizaría ninguna actividad que implicara la contaminación o inutilización de las tierras luego de la actividad minera".

LLP - Con todo respeto, me parece muy linda esa afirmación, pero carece de ecuación económica para la empresa en este caso. Y lo de los 500 millones de dólares que mencionabas al principio que le va a dejar al Estado tampoco es cierto.

EC - No son 500 millones de dólares que vayan a quedar para el Estado –si bien en algún momento creo que se manejó esa cifra–, son 500 millones de dólares que quedan en el país por año. Eso es lo que ha afirmado la empresa.

LLP - Lo que afirma la empresa, que estoy viendo acá, es que son 500 millones de dólares de facturación.

EC - Según un estudio de impacto económico realizado por la consultora CPA Ferrere, quedarían en el país más de 400 millones de dólares cada año durante la vida útil del emprendimiento.

LLP - ¿Entonces cómo se entiende que se hable de desde 60 millones de dólares por un lado hasta 500 millones de dólares por otro? Comprenderá que es bastante poco sustentable la información que han dado hasta ahora el Gobierno y el mayor interesado, que es la propia empresa, sobre una explotación que, reitero, tiene muchísimos riesgos ambientales, muchísimos riesgos para el concepto país Uruguay natural que hace mucho que manejamos, y corre serios riesgos una forma de turismo que pretendemos hacer en la costa uruguaya. Uruguay no tiene 3.000 kilómetros de costa como tienen algunos países de América del Sur, Uruguay tiene 220 kilómetros de costa atlántica, hay que cuidar cada metro, cada kilómetro de ella y ver hacia dónde está su futuro. Y el futuro no es dentro de 5, 10 o 15 años, es ver qué queda después de este tipo de explotaciones, y qué queda o qué va quedando durante la explotación de este tipo de emprendimientos, que es cuánto trabajo se da, cuánto trabajo se pierde, qué es desarrollo, qué es involución y hasta dónde este tipo de explotaciones después nos abortan un tipo de país que queremos para adelante.

EC - Para usted, va a quedar afectada la actividad turística; ¿de qué manera?

LLP - No me cabe la menor duda de que va a ser muy difícil vender la costa de Rocha como un lugar natural cuando entren barcos y haya un muelle con un caño saliendo un kilómetro y pico al océano descargando y cargando materiales como el hierro en uno de los lugares –la faja costera– que el Estado a nivel nacional y la Intendencia de Rocha están tratando de manejar de cierto modo.

EC - La respuesta que se da a esa objeción es que el proyecto de terminal portuaria está a una distancia y prevé una operativa similares a las de la boya petrolera que funciona desde hace décadas en José Ignacio y donde no parece haber reclamos por afectación del turismo.

LLP - Si esa es la comparación –porque estamos caminando sobre terreno desconocido para muchos– o eso es lo que se le dice a la opinión pública, si tuviéramos que hacer de nuevo la boya de José Ignacio, ¿la haríamos ahí? Creo que es clarísimo que la respuesta sería no, porque sabemos el tipo de contaminación que se produce sobre las playas y los daños que se causa al turismo ante la más mínima falla que ha habido. Imagínese la posibilidad que tenemos de hacerla o no. Es muy importante poner en la balanza por un lado lo que el Uruguay gana durante el tiempo que gana y por otro lo que Uruguay pierde, durante cuánto tiempo lo pierde y lo que pierde para siempre. Me parece que ahí el balance es negativo por más que se pongan muchos ceros y muchos dólares y se hable de empresas internacionales que, dicho sea de paso, todavía no han explotado ninguna mina, porque la de Brasil, que el señor Puntigliano dijo que iban a explotar, cuatro meses después de la nota con ustedes la vendieron.

***

EC - Así como estamos acostumbrados a escuchar sobre el Uruguay agropecuario, en el futuro podemos llegar a hablar también del Uruguay minero, si es que llegan a concretarse los proyectos de esta actividad que en estos días están sobre la mesa.

***

EC - Usted manejaba como uno de los argumentos que lo preocupan la falta de información, o la información que entiende ha sido confusa, contradictoria...

LLP - ...Engañosa.

EC - ¿Llega a calificarla de engañosa?

LLP - Sí.

EC - Por ejemplo, en cuanto a las cifras a propósito del empleo que va a generar el proyecto Aratirí, en una nota del 23 de junio en Últimas Noticias se citaba a Francisco da Silva, integrante del sindicato de trabajadores de Aratirí, que incluso lo visitó a usted en su despacho para darle sus argumentos. Da Silva está a favor del proyecto minero, y en esa nota dijo: "Valentines es una zona postergada del interior profundo, que ahora tiene la posibilidad de tener trabajo en cantidad y en calidad para que los trabajadores de abajo podamos tener una mejor calidad de vida". ¿Qué responde a ese argumento? Varios oyentes van también por ese lado.

LLP - Es el argumento más sustentable que tiene este emprendimiento. Cuando me vinieron a visitar pedí especialmente que esta persona viniera en la delegación, porque había tenido unas expresiones sobre mi punto de vista que me parecía que no correspondían, entonces quería que estuviera. Conversamos un largo rato con él, con un productor rural, con gente que está trabajando en forma tercerizada en la caminería. Y ese es el argumento más sustentable que hay, por 15, 20 años es el que hace fuerza.

EC - Juan Pablo de Cerro Chato dice: "Estaría bueno que el entrevistado hubiera venido antes de Aratirí a comprobar las condiciones de trabajo de los trabajadores rurales de esta zona y sus salarios. Las esperanzas de la población toda hoy son otras".

LLP - Conozco bien esa zona. Es cierto, por eso digo que ese es el argumento más fuerte que tiene el supuesto emprendimiento, que salarios de 6.000 pesos que estaban pagando hoy se duplican, y durante algunos años va a ser así. Esa es la fortaleza, que cuando uno mira a los ojos a esa gente que está trabajando lo hace flaquear –no dudar, porque el concepto de la explotación es un concepto país y tenemos el deber de mirar por encima de algunas situaciones, aunque duelan–, porque es cierto, y comprendo que hay gente en Cerro Chato, en Valentines y en esa zona que no debe de estar nada contenta con nuestra posición.

EC - Después hay oyentes que a propósito de sus preocupaciones en cuanto al impacto ambiental consultan: "¿Qué dice de la explotación arenera, los lagos que ha dejado en distintas zonas de Carrasco?". Lo plantean varios oyentes: "Los cráteres que quedaron en la Costa de Oro por las areneras, ¿quién remedió eso? No se hizo ninguna remediación".

Y después hay otros que preguntan si no habría que extender la preocupación ambiental también a las plantaciones de arroz y de soja. "¿No se puede sostener que esas también contaminan y destruyen ecosistemas?"

LLP - Seguramente las dos preguntas o las dos afirmaciones sean ciertas, pero el Uruguay no se ha dado a sí mismo, no le ha dado a la Dinama, un presupuesto importante y mecanismos desde la creación del Ministerio de Medio Ambiente.

Con respecto a los lagos de Ciudad de la Costa, yo vivo a pocos kilómetros de ahí, en su momento traté de hacer análisis sobre su contaminación y la afectación de las viviendas y los edificios que están haciendo en la vuelta, y no se puedo porque había que hacerlos bajo denuncia o demanda.

Con respecto a algunas explotaciones, alcanza con ver algunos lugares de la ruta Interbalnearia, en la Costa de Oro, donde estamos con algunos procesos de tratamientos químicos que también tendrían que ser analizados. A veces las preocupaciones por el ambiente son de reacción y no de acción, son a posteriori, cuando el daño ya está generado y hay que remediar. Me parece que si el Uruguay sigue creyéndose a sí mismo, sigue entendiéndose a sí mismo como un lugar único en el mundo, porque Dios así lo quiso, por falta de proceso de industrialización y porque tenemos alguna conciencia ambiental, tenemos que fortalecer ese punto de vista.

EC - Hablando de esto, a propósito del tipo de pozos o de excavaciones que hay que hacer en este tipo de actividad minera –la minería a cielo abierto y la acumulación de la tierra a sus bordes–, el destino que después puede tener o no la zona que es directamente afectada por la extracción de hierro, si va a haber o no reparación, restauración, cuando entrevistamos a Fernando Puntigliano hace poco, le preguntamos, y él daba esta explicación:

(Audio Fernando Puntigliano.)

"Se hace un pozo que tiene una profundidad de 300 metros, que es grande, los cinco pozos juntos cubren 617 hectáreas, no 120.000 hectáreas como se ha dicho por ahí. Y efectivamente, para acceder a la veta hay que poner tierra al costado, se llaman depósitos estériles. Que esos campos queden inutilizados es contradictorio con las experiencias que vemos en muchos países de Europa; en la Unión Europea no está prohibida la minería a cielo abierto, al contrario de lo que se dice. Se hace un proceso de recuperación, usted puede ver muchas fotos de Suecia, Alemania, incluso de Finlandia, que son países que tienen los estándares más altos del mundo desde el punto de vista ambiental.

Acá quiero ir a la contradicción entre el Uruguay natural y el Uruguay minero, que no es tal, porque esos países siguen haciendo minería a cielo abierto y tienen los estándares ambientales más altos. Esos depósitos se cubren con tierra fértil y se puede seguir con actividades. De esos casos está lleno, está lleno en Estados Unidos, en Europa, en muchos lugares del mundo. Como también tenemos casos en algunos países de América del Sur donde no se ha hecho eso con la razonabilidad y la responsabilidad que hay que tener".

(Fin.)

EC - ¿Qué dice usted?

LLP - Con muchísimo respeto al profesional Puntigliano, sus propias versiones han sido contradictorias. Conversábamos al principio de una sobre la empresa que representa. A mí la que me importa es la visión oficial, el compromiso oficial. Estamos atrás de un documento que supuestamente en el 2009 habría firmado la empresa Aratirí con el Gobierno que fue denunciado o manejado por la Federación Rural y algún otro grupo ecologista.

Se nos dice que el mineroducto no genera problemas en ningún lugar del mundo, y tengo aquí accidentes en Chile, en Argentina, con fuentes oficiales; tengo la propia declaración del impacto del muelle en la costa, afectación al sistema de dunas y procesos erosivos, emisión de sustancias químicas hacia el ambiente por descarga y carga de buques, dragado periódico, descarga de agua del lastre de buques e introducción de especies exóticas, etcétera. Y puedo seguir, pero sería muy largo. Por eso es la interpelación.

EC - Pero por ejemplo, pregunta Ricardo desde la audiencia: "¿Por qué no esperamos el veredicto de la Dinama antes de hacer un uso político de este tema que en el mundo ya tiene soluciones?".

LLP - En cuanto a lo del uso político, con todo respeto a Ricardo, a mí me pagan por dedicarme a gobernar, y eso es política.

EC - Dice el oyente: "Esto se parece mucho al debate previo a la instalación de la planta de Botnia".

LLP - Puede ser, el sistema político tuvo otra actitud en su momento, pero son explotaciones totalmente distintas, si bien toda intervención del ser humano en el ambiente lo modifica. Y cuando se habla de determinados cultivos también, hoy la discusión en foros internacionales es cómo conviven la agricultura, la ganadería y la forestación en un mismo predio. Pero me resulta muy difícil ver cómo convive una vaca dentro de un pozo o la agricultura dentro de un pozo, me complica mucho imaginarlo. Entiendo la posición de Ricardo, pero yo tengo la necesidad y la obligación de hablar ahora y no después de que esto se haya generado.

Aparte, este proceso es muy largo, acá había preguntas de Elhordoy, creo que en la primera entrevista al propio Puntigliano cuando habla de las distintas etapas. En la triple frontera hace tiempo que se viene haciendo prospección, hace tiempo que se está entrando a los campos de la gente, pero el proceso de investigación política de toma de conocimiento ¿tiene que ser ahí o tiene que ser una vez otorgado y que la explotación comience? Creo que la responsabilidad es hacerlo ahora, porque después este proceso ya va a estar disparado.

Por ejemplo, el propio presidente de la República hace un año y medio dijo que tenía serias chances de otorgarle 200 hectáreas del Ministerio de Defensa sobre la costa a esta industria. ¿En qué quedó eso? ¿Qué tengo que esperar? ¿Que se enajenen esas hectáreas, o averiguar antes? Yo hice un pedido de informes hace un mes y medio al respecto y se me contestó que no hay ningún tipo de enajenación, de ningún modo. Me parece que tenemos que acompañar este proceso e ir preguntando a medida que tenemos información. Por eso me parece que la interpelación del 14 va a generar un mojón importante en esta discusión.

EC - Con la interpelación y la información que se vaya volcando próximamente, ¿puede ocurrir que usted cambie su posición? ¿Todavía tiene un criterio abierto con respecto al proyecto Aratirí y la minería a cielo abierto en general, o directamente está en contra como punto de partida?

LLP - Estoy en contra del proyecto Aratirí por los lugares geográficos que va a abarcar, por el tipo de trabajo –que lo va a dar– y porque Uruguay puede llegar a perder todo.

Con respecto a la minería en general, hace dos días volví de una visita corta de un día y medio a Chile donde se están haciendo explotaciones del subsuelo con meros agujeros, sin hacer cráteres. Entonces uno no puede estar cerrado a la evolución de las técnicas y las formas de explotación cuando son amigables con el ecosistema, con las otras explotaciones y con la salud humana.

EC - La pregunta venía porque es un hecho que a partir de los trabajos realizados por Aratirí ha quedado confirmado que el Uruguay tiene una riqueza de la cual no tenía certeza, al menos en cuanto a su volumen, que es importante, es un patrimonio que todo indica vale la pena explotar, entre otras cosas para diversificar la matriz productiva del país. Entonces, ¿cómo hacemos, desde su punto de vista?

LLP - No sé si todo indica que debemos explotarlo. Hay que hacer las ecuaciones de que hablábamos más temprano, por cuánto tiempo es, qué se gana, qué se pierde, cómo queda el país después del plazo de estas explotaciones; hay que analizarlas de a una, qué comprende, qué no comprende. Yo no soy una persona cerrada, tengo la cabeza abierta, pero con respecto a la interpelación, mi posición es invariable, la de compañeros del PN –y así fue que se votó la moción– es con fines aclaratorios, de conocimiento. Algunos se afirmarán su visión negativa, algunos cambiarán de opinión y otros afirmarán su visión positiva. Para eso son los partidos políticos, para que las visiones sean variadas.

***

Transcripción: María Lila Ltaif