La actividad económica uruguaya en el segundo trimestre del año - Análisis y perspectivas
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.48 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
En las últimas semanas el contexto externo estuvo marcado por la incertidumbre en torno a la situación de las economías desarrolladas. Esto provocó mucha volatilidad en los mercados financieros, que también se reflejó en Uruguay con fuertes oscilaciones en el tipo de cambio.
En medio de este escenario, la semana pasada también se conoció el dato de producción industrial correspondiente a junio, que marcó una desaceleración respecto a los meses previos.
¿Cómo pueden cambiar las perspectivas en materia de actividad económica en nuestro país frente a este panorama? En los próximos minutos, les proponemos analizar en mayor detalle los últimos indicadores disponibles y conversar de las perspectivas, en diálogo con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.
Comencemos comentando los últimos datos de actividad industrial. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en junio la industria creció sólo 3,5% frente a los niveles de un año atrás. ¿Esto marca una desaceleración respecto de los meses anteriores?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Sí, efectivamente el dato de junio mostró una performance de la industria relativamente débil. El crecimiento interanual en junio fue de solo 3,5% si se toma a toda la industria y fue de 2,6% si se excluye a la refinería de Ancap y a la planta de UPM.
Eso contrasta con los datos que teníamos hasta mayo, que mostraban un ritmo de crecimiento claramente más significativo de la industria, de más de 5% respecto de los niveles de inicios de 2010. Además, si bien algunas ramas importantes ya venían mostrando caídas en la producción desde hacía varios meses (como los frigoríficos), el porcentaje de industrias que crecían mes a mes se mantuvo hasta mayo en torno de 55%, lo cual es un nivel alto en términos históricos.
Por eso, si bien el dato de junio marcó efectivamente una desaceleración en la producción industrial, si se toma el segundo trimestre en su conjunto la industria muestra un crecimiento significativo. Concretamente, si comparamos abril-junio de 2011 con respecto a abril-junio de 2010, la industria sin refinería y sin producción de pulpa creció 4,2% y si tomamos los datos desestacionalizados, el aumento fue de 1% con respecto a enero-marzo.
JAE: ¿Y cómo fue el desempeño a nivel de ramas? Recién decías que el crecimiento hasta mayo había sido generalizado. ¿Esta desaceleración de junio también lo fue o se explica por algún sector en particular?
FC: Cuando se mira al interior de la industria, la desaceleración de junio se dio sobre todo en las ramas exportadoras, lo que a su vez es consistente con la evolución de los volúmenes exportados. De hecho, nuestra estimación desestacionalizada de las exportaciones, deflactadas por el precio promedio de exportación que calcula la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), muestra una relativa estabilidad de los volúmenes exportados desde hace varios meses. Como en el segundo trimestre del año pasado los volúmenes de exportación habían alcanzado un pico, la comparación interanual marca una caída en abril-junio.
De todas formas, la situación al interior del sector exportador es heterogénea. Por un lado, hay ramas cuyas exportaciones caen significativamente en los últimos meses, como los frigoríficos, que enfrentan una escasez de materia prima muy significativa, y la industria textil, que se ha visto muy afectada por la situación de Paylana en lo que va del año. Pero, por otro lado, hay algunas ramas que están exhibiendo un aumento importante de los volúmenes exportados. Las más importantes son la industria láctea y los molinos de arroz, que se están viendo beneficiadas por una remisión de leche y una cosecha arrocera récord este año.
JAE: ¿Y qué está sucediendo con las ramas más orientadas al consumo interno?
FC: Las industrias que venden sus productos en el mercado interno también mostraron subas menores en junio que en meses previos, pero su producción está en niveles récord. En general, el desempeño de las ventas en el mercado interno sigue siendo muy bueno y así lo muestran los datos de importaciones de bienes de consumo, por ejemplo, que continúan creciendo mes a mes a tasas superiores al 20%.
Como hemos comentado otras veces, este dinamismo refleja el aumento sostenido del consumo privado, en un contexto caracterizado por un mercado de trabajo que se muestra sumamente dinámico y con una expansión importante del crédito al consumo. Además, hay un factor de impulso adicional para el consumo de bienes importados que es el descenso del tipo de cambio. Más allá de las oscilaciones que vimos en los últimos días, el tipo de cambio real de Uruguay está en niveles muy bajos en términos históricos y eso se traduce en un abaratamiento de los bienes importados que alienta su consumo. A modo de ejemplo, la venta de automóviles 0 km. aumentó 32% en el segundo trimestre (a partir de niveles ya muy altos el año pasado) y en el primer semestre se vendieron más de 23.800 unidades. Por tanto, muy probablemente estemos ante un nuevo récord en 2011.
JAE: Entonces, con estos datos, ¿podemos anticipar un buen dato de PBI en el segundo trimestre?
FC: Sí. Nuestras estimaciones apuntan a una expansión del PBI en torno a 1,5% en el segundo trimestre, frente al primer trimestre. A nivel sectorial, este crecimiento no solo se habría basado en el aumento de la producción industrial y en el muy buen desempeño de la actividad comercial que comentábamos recién, sino que seguramente fue nuevamente generalizado. En particular, seguramente los datos muestren nuevamente una tasa de expansión importante en el sector de transporte y comunicaciones, porque los datos de movimientos de mercaderías en el puerto de Montevideo vienen superando mes a mes el récord del año pasado y la expansión de la telefonía celular y los servicios de datos continúan impulsando de forma muy importante a las comunicaciones.
Desde la perspectiva de la demanda, en tanto, el crecimiento del segundo trimestre habría estado basado fundamentalmente en el dinamismo de la demanda interna.
JAE: Ahora, mirando para adelante, ¿cómo pueden afectar estas turbulencias en el marco externo las perspectivas para los próximos meses?
FC: Nosotros tendemos a pensar que este clima de "pánico" en los mercados es transitorio en buena medida y por lo tanto no estamos modificando sustancialmente nuestras proyecciones. En tanto se mantengan los precios de los commodities en niveles altos y las tasas de interés en las economías desarrolladas permanezcan en niveles mínimos, a nuestro juicio las economías emergentes van a seguir creciendo firmemente. En concreto, nuestras estimaciones de crecimiento para la economía uruguaya continúan en torno de 7% para 2011 y alrededor de 5% para 2012.
Si bien no podemos descartar que las turbulencias a nivel internacional provoquen cierta desaceleración en el tercer trimestre, hay que tener presente al mismo tiempo que en estos meses debería comenzar a ganar fuerza la construcción de la planta de Montes del Plata, lo que supone un impulso importante a la actividad económica. Por lo tanto, si bien podrían observarse algunos efectos transitorios derivados de estas turbulencias, pensamos que no justifican una revisión relevante de las proyecciones.
JAE: ¿No están viendo entonces que podamos ver un escenario más negativo en los próximos meses?
FC: Como decíamos recién, por el momento pensamos que el escenario más probable es de un crecimiento sostenido. De todas formas, es cierto que el balance de riesgos se ha deteriorado en estas semanas.
A nuestro juicio, como hemos señalado otras veces, los mayores riesgos se encuentran en el desenlace de la crisis fiscal que atraviesa Europa, sobre todo si los problemas terminan arrastrando a Italia y España a una crisis de deuda más severa. Si eso sucediera, estaríamos frente a un contexto mundial notoriamente más negativo que el que hoy estamos imaginando.
En particular, el deterioro de las expectativas a nivel mundial determinaría probablemente una reversión en el ingreso de capitales a las economías emergentes (entre ellas la uruguaya) y eso tendería a generar un ajuste contractivo del gasto doméstico y un aumento más persistente del dólar. Si además se viera un ajuste a la baja de los precios de exportación de las materias primas, esto también afectaría a la actividad económica y a la trayectoria prevista para el tipo de cambio.
En cualquier caso, aún frente a este desenlace, pensamos que los impactos serían incluso menos significativos que lo visto en 2008-2009, cuando debimos enfrentar una crisis financiera global de características muy particulares.
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