Entrevistas

Implementación de trazabilidad del ganado se topa con dificultades que retrasan faena

La semana pasada, el porcentaje de vacunos faenados cayó más de 10% debido a problemas en la aplicación del sistema de trazabilidad. La directora del Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Marianela González, explicó que el ganado no cumplía con el requisito de cuarentena necesario para ser exportado hacia Europa y otros mercados que exigen esa medida. "El tema es que certificaban lotes de tropas y no animales individuales. [...] Si no conocemos la historia de esos animales, obviamente no reúnen las condiciones y van a ser rechazados. Pero estamos estimulando a los productores a que hagan sus lecturas de campo y sepan cuál es el estado de situación para que después no se lleven sorpresas desagradables. Es un tema cultural que hay que ir cambiando" señaló la jerarca. "Ahora, al tener en la base de datos la historia de cada animal sabemos de dónde vino, con quién estuvo, cuándo nació, qué sexo tiene, qué raza. La información es mucho más rica y podemos darle mayor transparencia y credibilidad a todo el sistema productivo", aseveró.


(emitido a las 8.43 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Uruguay hace punta a nivel mundial en el tema trazabilidad, este sistema que permite seguir la ruta del animal desde que nace hasta que se faena.

Estamos hablando de un procedimiento que empezó en setiembre del año 2006 y que hace algunos días dio un paso definitivo. A partir del 10 de agosto de 2011 se comenzó a exigir que todo animal que ingrese a la planta de faena deba tener, además de los certificados de embarque a faena, una guía de control de movimiento.

En una nota que publicó El Observador el sábado se hace referencia al comienzo de este mecanismo y se dice que "al sistema le saltaron los tapones". La nota de Eduardo Blasina, señala que "con escasez de internet hasta las vacas dejan de ser competitivas" y afirma que "el flujo de información de los productores al Ministerio de Ganadería y de allí a los frigoríficos ha tenido varios cuellos de botella. En los frigoríficos los inspectores ministeriales mandaron para atrás a los ganados por falta de información". La nota agrega que los operadores encargados de recopilar datos de ganado y enviarlos al Ministerio de Ganadería se subieron a los techos de sus casas o se treparon a las lomas para agarrar señal y mandar información por internet. Algunos, después de muchos minutos de esperar, lo lograron, pero otros no. Otra información viajó por correo y muchos productores que mandaron los papeles con más de un mes de antelación no lograron que fueran registrados.

Además, la nota consigna que estos inconvenientes fueron la causa de que la faena de vacunos bajara más de 10% la semana pasada.

EMLIANO COTELO:
Es ingenioso el título de esa columna, con un reclamo implícito a partir de toda esa descripción: "Aire libre y banda ancha".

JAE - ¿Cuál es el estado de situación con respecto a estas dificultades, a estos cuellos de botella? Vamos a recibir a la doctora María Elena González, directora del Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

¿Efectivamente estos inconvenientes explican que haya caído la faena un 10% la semana pasada?

MARÍANELA GONZÁLEZ:
En concreto sí, porque evidentemente las tropas que estaban mandando no tenían la certificación adecuada de los 40 días en el destino de los animales. Por tanto, no estaban cumpliendo con una norma que es de orden estrictamente sanitario: las cuarentenas. Esto no es de ahora, es una condición que la Unión Europea –como mercado más exigente– y otros mercados requieren a la hora de adquirir nuestros productos. Ahora que la herramienta alcanzó la globalidad, es decir que tenemos a todo el rodeo nacional identificado y registrado, esto nos permite certificar nuestros productos, dar garantías de que esos animales cumplieron con el período establecido, la cuarentena.

JAE – ¿Pero entonces estamos hablando de que los animales no cumplían con la cuarentena o de que hubo problemas de transmisión de datos del predio al Ministerio de Ganadería para que se habilitara el ingreso de los animales a planta?

MG – Cumplir se cumple, porque los veterinarios acreditados lo pueden certificar a través de los documentos en papel que poseen en los establecimientos. El tema es que certificaban lotes de tropas y no animales individuales. Ahora, al tener en la base de datos la historia de cada animal sabemos de dónde vino, con quién estuvo, cuándo nació, qué sexo tiene, qué raza. La información es mucho más rica y podemos darle mayor transparencia y credibilidad a todo el sistema productivo.

Acá hay dos temas que creo que llevan a la confusión y es bueno aclarar. Uno es que estamos hablando del sistema que empezó en el año 2006, la trazabilidad con carácter nacional y obligatorio. A partir de ahí, todos los animales nacidos dentro del territorio nacional tenían que ser identificados y registrados. De allí que surjan animales trazados y no trazados. Trazados quiere decir que son identificados y registrados desde el momento en que nacen, antes de que cumplan los seis meses de nacidos, siguiendo todos los movimientos que tuvieron esos animales –es decir con cambio de propiedad o sin cambio, si se va de un campo a otro– y todas las transacciones de las que fueron parte. Ese animal tiene carácter de trazado. Esa característica no es lo que están exigiendo la Unión Europea y otros mercados. Quiero dejarlo claro porque también en El Observador días atrás se dijo que a partir del 10 de agosto los animales que no estuvieran trazados no iban a poder ingresar a plantas de faena habilitadas para la exportación. No es así, no podrán hacerlo los que no estén identificados y registrados –o sea, con el par de caravanas incorporadas, la visual y la electrónica– y no tengan el certificado que registra ese animal, que lo hace el propio productor, que se escanea en la base de datos en el SNIG y que incorpora toda esa información a nuestra base de datos. Son cosas diferentes, un animal puede perder la trazabilidad si algunos de sus movimientos no fueron registrados. Esto lo quería aclarar porque hay errores conceptuales y se ha creado mucha confusión.

Por otro lado, hay dos etapas dentro de nuestro sistema de registro de identificación. Una fue a partir del 1º de setiembre del 2006. Luego, cuando el sistema maduró y todos los productores entendieron la logística y empezaron a desarrollar los procedimientos de forma adecuada, se largó la segunda etapa. Esta empezó el 30 de abril del 2010, fecha para la cual Uruguay se había comprometido internacionalmente a identificar y registrar todos sus animales bovinos. En ese momento, como no se llegaba, se hizo una modificación a la ley de trazabilidad –fue una de las primeras leyes que votó esta administración– con la que se amplió el período por 15 meses. Es decir, se corrió hasta el 30 de junio de 2011 el plazo para identificar y registrar a todos aquellos animales adultos que habían nacido seis meses antes del 1º de setiembre del 2006, lo que son alrededor de dos millones de animales. ¿Qué pasó? Las caravanas se entregaron de manera adecuada; la trazabilidad tiene varios componentes y uno es justamente la distribución de caravanas a través del correo uruguayo. También tiene un desarrollo de software y de hardware muy importantes, centralizado en el SNIG, donde se almacena toda la información, no solo del registro y la identificación del animal sino de todos los movimientos que ese animal realiza en su vida. Hay registros de productores, de marcas y de todos los operadores que intervienen en la cadena...

JAE - ...Veamos el asunto que se exige a partir del 10 de agosto, que es este instructivo para que los animales puedan ingresar directamente a plantas de faena con destino a exportación. En particular aquí se establece que la guía electrónica de movimiento tiene que estar en el frigorífico en el momento en que el animal llega a la planta para ser faenado, ¿verdad?

MG – Exacto. El camión no tiene por qué acompañar la documentación –la Guía de Propiedad y Tránsito, que históricamente acompañó a la hacienda– sino que tiene que estar en el momento en que llega la tropa. La pueden mandar por vía electrónica, por fax o alguna otra forma. La guía electrónica habla...

JAE – ...Lo que dice la nota de El Observador es que hubo problemas, ya sea con el inspector que estaba en el predio y que no se podía conectar para mandar la información o de productores que lo habían mandado con bastante tiempo de anticipación pero cuyos datos no fueron en su debido momento.

MG – No, son cosas totalmente distintas. Debemos estar orgullosos de este sistema, porque somos los únicos en el mundo que lo hemos desarrollado. Acá obviamente se usa la plataforma tecnológica de internet, las comunicaciones electrónicas, pero también hay nuevas tecnologías. Acá el operador habilitado –que es el contratado por el productor o a veces es el productor mismo– hace su lectura con un lector que tiene una batería, que es autónomo y no necesita de internet. Si en ese momento tiene acceso a internet, puede hacer la consulta en la base de datos para ver el estatus de esos animales. Si no, lo puede mandar horas después, cuando se va la tropa. Así puede saber la situación en que está. Además, cada productor registrado en el sistema tiene la posibilidad de solicitar su clave de usuario para acceder a su cuenta corriente y conocer el estado y la situación de los animales.

¿Qué pasó en este caso? Tenemos un lote de animales que estamos pensando en mandarlo a una planta de faena. Si no conocemos la historia de esos animales, obviamente no reúnen las condiciones y van a ser rechazados. Pero estamos estimulando a los productores a que hagan sus lecturas de campo y sepan cuál es el estado de situación para que después no se lleven sorpresas desagradables. Es un tema cultural que hay que ir cambiando. Durante 38 años, mientras existió Dicose y todo era soportado en papel, estábamos acostumbrados a hacerlo de esa manera. Hoy en día tenemos formas de saber en tiempo real todo el estado de situación. También cabe agregar que esta herramienta es muy importante desde el punto de vista sanitario. Así como podemos certificar el estado de situación de un animal, también si hay una alerta de una enfermedad, como un animal que tiene síntomas de fiebre aftosa por ejemplo, las autoridades sanitarias pueden saber inmediatamente dónde está ese animal, con quiénes está, a quién pertenece, en qué padrón, en qué seccional policial, en qué departamento. De esa manera puede tomar las medidas correspondientes. Eso es muy importante para todos los productores y en definitiva para todo el país.


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