La economía china ante el fuerte enfriamiento de los países desarrollados - Desempeño reciente y perspectivas
Análisis del economista Uri Lichtenstein, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.46 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
"El Gobierno de Estados Unidos debe detener su adicción a la deuda". Así reaccionaba el Gobierno de China ante la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos algunos días atrás.
Las economías desarrolladas están en problemas y las autoridades de China comienza a mostrar algunas señales de preocupación. ¿Cuán relevante es esta rebaja de la calificación de Estados Unidos para las finanzas chinas? ¿Cómo pueden verse afectadas las perspectivas de crecimiento de ese país ante un enfriamiento aún más pronunciado del mundo desarrollado?
Con esas preguntas sobre la mesa, les proponemos poner una mirada "a fondo" en el gigante asiático, con el economista Uri Lichtenstein, de la consultora Deloitte.
Comencemos por analizar la reacción del Gobierno chino ante la rebaja de la calificación de Estados Unidos. Una reacción tan enfática como la que mostró Beijing probablemente está asociada al hecho de que China es el principal acreedor de Estados Unidos, ¿no es así?
URI LICHTENSTEIN (UL):
Exactamente. En el año 2008 China se transformó en el principal acreedor del gobierno norteamericano. En ese marco, al cierre del año pasado las reservas de China incluían títulos de deuda de Estados Unidos por más de un billón y medio de dólares. Esa cifra es realmente extraordinaria y representa una buena razón para que el gobierno de China muestre algún tipo de preocupación por las finanzas de Estados Unidos.
De todas formas y más allá de las declaraciones realizadas por el Gobierno chino (que forman parte de un "juego" casi permanente de presiones entre Washington y Beijing en torno a la política económica que lleva adelante cada uno de esos países), por ahora la rebaja de la nota de Estados Unidos no representa una amenaza seria para las finanzas del país oriental.
JAE: ¿Por qué decís eso?
UL: Porque la solvencia de Estados Unidos no parece correr riesgos por el momento. De hecho, luego de la decisión adoptada por Standard & Poor´s a comienzos de agosto, la demanda por títulos del Tesoro norteamericano ha aumentado fuertemente y la cotización de esos papeles ha alcanzado niveles récord. En ocasiones anteriores hemos señalado que la buena reputación de pago que tiene Estados Unidos, la posibilidad de endeudarse en la moneda propia y el rol de "moneda de reserva" que le cabe al dólar en el mundo, son elementos que fortalecen la confianza de los inversores en la economía norteamericana, aun cuando el déficit fiscal y la deuda de ese país son elevados en la comparación internacional. Desde esa perspectiva, entonces, no parece haber un riesgo significativo (al menos en el corto o mediano plazo) de que las finanzas chinas se vean desestabilizadas producto de una eventual desvalorización fuerte de los títulos de deuda de Estados Unidos.
JAE: Queda claro ese punto. ¿Y cuán dependiente es la economía china de los países desarrollados en términos de actividad económica?
UL: La economía china ha sustentado la fuerte expansión observada en las últimas décadas a partir de un dinamismo extraordinario de las exportaciones. El último programa de planificación quinquenal aprobado por el Gobierno de China apunta a transformar ese patrón de crecimiento y a alentar un incremento de la actividad basado en una mayor participación de la demanda doméstica.
De todas formas y más allá de ese programa que a nuestro juicio apunta en la decisión correcta, procesar un cambio de ese tipo puede requerir muchos años, por lo que es indudable que la economía china va a seguir dependiendo en buena medida de la demanda externa.
JAE: Y en ese contexto, ¿cómo está evolucionando la actividad en China ante el fuerte enfriamiento de la economía norteamericana y de las economías europeas?
UL: Allí están comenzando a observarse algunas señales "mixtas". Por un lado, las últimas cifras de PBI muestran que la economía china siguió registrando un dinamismo muy significativo en el primer semestre del año. En ese sentido, las cifras dieron cuenta de un crecimiento anualizado del PBI del orden del 9% tanto en el primer como en el segundo trimestre del año.
Pero, por otra parte, algunos indicadores más recientes permiten avizorar cierta desaceleración de la actividad en las últimas semanas. A modo de ejemplo, el Purchasing Manager´s Index se situó en torno de los 51 puntos tanto en junio como en julio y eso supone un enfriamiento significativo de la producción industrial. En la misma línea, las exportaciones de bienes evidenciaron un menor ritmo de expansión que en meses previos.
Ciertamente, todavía son datos muy incipientes como para concluir que China está sintiendo impactos sustantivos de la crisis en las economías desarrolladas, pero en cualquier caso no nos extrañaría ver cierta desaceleración de la economía china en este tercer trimestre que está transcurriendo, fundamentalmente considerando que el ritmo de crecimiento evidenciado previamente lucía muy elevado.
JAE: Lo decís porque China estaba mostrando señales de "sobrecalentamiento" al igual que otras economías emergentes, ¿no?
UL: Exactamente. La inflación en China venía mostrando una trayectoria marcadamente alcista y en los doce meses a julio alcanzó a 6,5%. Ese es un nivel significativamente mayor que el objetivo del Gobierno, de 4%.
Y no solo los precios minoristas estaban aumentando a un ritmo importante. Los precios de los activos financieros y de los activos inmobiliarios también estaban incrementándose a tasas muy elevadas, lo que ha generado temores en torno a la posible formación de "burbujas" en esos mercados.
Desde esa perspectiva, entonces, un menor ritmo de crecimiento de la actividad podría ser funcional a los intereses del Gobierno chino, ya que favorecería una moderación de la inflación y alentaría un menor ritmo de aumento en los precios de los activos.
JAE: ¿Pero cómo puede impactarnos una desaceleración de China por estas latitudes? ¿Tendremos que esperar un menor ritmo de crecimiento también en nuestra región?
UL: Si se confirma esta moderación en la tasa de expansión de China, seguramente también vamos a observar un enfriamiento del resto del mundo emergente. De hecho, en Brasil los últimos indicadores de actividad dan cuenta de cierta desaceleración de esa economía a partir de junio y en nuestro país también se visualizan señales de enlentecimiento a nivel de la industria manufacturera y en los volúmenes exportados.
En ese marco, la segunda mitad de 2011 probablemente traiga consigo un crecimiento algo menor de las economías emergentes con relación a las tasas observadas en la primera mitad del año.
En cualquier caso, resulta crucial seguir de cerca los próximos indicadores de actividad económica que se divulguen en China. Ese país se ha transformado en un pilar fundamental para el crecimiento de las economías emergentes y de las economías exportadoras de materias primas como Uruguay. Y eso es así porque China es el principal cliente de numerosas economías asiáticas y de algunas economías clave en nuestra región, como Brasil. Además, la demanda proveniente de China se ha transformado en un "driver" muy relevante del precio de algunas de las materias primas que exporta Uruguay.
Por eso, en un contexto en el que las principales economías desarrolladas van a enfrentar un crecimiento muy reducido o incluso podrían volver a caer en recesión, el dinamismo de China va a representar un elemento determinante para la economía mundial en general y para las economías emergentes exportadoras de materias primas como la economía uruguaya en particular.
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