Brasil anunció nuevas medidas para proteger la producción local: ¿en qué consisten esas disposiciones y cómo pueden afectar a las exportaciones uruguayas?
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.42 Hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
Hace unos días, analizamos la desaceleración que muestra la economía brasileña en los últimos meses y en particular el freno de la producción industrial en ese país, como consecuencia sobre todo de la competencia de productos importados.
En ese marco, justamente, la semana pasada se conoció la noticia de que Brasil decidió avanzar en el establecimiento de medidas de corte proteccionista sobre varios productos.
Teniendo en cuenta que el país vecino es el principal mercado de nuestras exportaciones, parece relevante analizar el tema con más profundidad y, por eso, de esto vamos a conversar en seguida con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.
Si estás de acuerdo, comencemos repasando un poco en qué consisten estas medidas que implementó el Gobierno brasileño.
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
La medida concreta que afectaría a las exportaciones de Uruguay en este momento es la suspensión de las licencias automáticas para el ingreso de determinados bienes a Brasil, que en términos prácticos implica trabar temporalmente la entrada de ciertos productos al país vecino. Hay que señalar que esta medida no es nueva, ya desde comienzos de año Brasil había adoptado medidas de este tipo y Argentina también lo hizo algunos meses atrás.
En esta oportunidad y según plantearon las autoridades brasileñas, la suspensión de las licencias automáticas se impuso para establecer un plazo durante el cual se pueda estudiar si los exportadores de esos bienes están incurriendo en prácticas no competitivas, tales como el dumping o la falsa declaración de origen. Respecto a este último punto hay una preocupación particular en Brasil por posibles triangulaciones que estén permitiendo el ingreso de productos chinos desde otros países de la región, aprovechando las facilidades que tiene el comercio entre los países del Mercosur.
Esa preocupación se sustenta en que, como tú decías al inicio y como ya hemos comentado en otra oportunidad, en un marco de fortalecimiento significativo del real la competencia de productos importados más que nada chinos ha afectado el desempeño de la industria brasileña en el último tiempo.
EC: Sí, y justamente la pérdida de competitividad de la producción local es actualmente un tema de preocupación central para el Gobierno brasileño, ¿verdad?
FC: Sí, efectivamente. En este sentido, hay que señalar que la suspensión de las licencias automáticas de importación no es una medida aislada, sino que forma parte de un plan de estímulo a la producción local y a las exportaciones brasileñas, que fue adoptado en agosto, ante el freno que venía mostrando la industria.
Si bien ese plan abarca diferentes medidas (como facilidades de financiamiento para los sectores más afectados, beneficios impositivos, reintegros sobre las exportaciones y priorización de la producción nacional en las compras del Gobierno) el fortalecimiento de la política comercial era un punto clave. De hecho, si bien no se divulgaron acciones concretas, cuando se dio a conocer este paquete las autoridades anunciaron que se iba a intensificar la defensa comercial a través de controles antidumping y del combate a la triangulación de productos. Además, se dijo que se priorizaría el cumplimiento de los acuerdos regionales y con el Mercosur y se planteó impulsar, en el ámbito del bloque, el aumento del Arancel Externo Común. Así que, en cierta medida, ya desde el anuncio de este programa de estímulo se podía prever la adopción de medidas tendientes a proteger a la industria local.
EC: Yendo concretamente a la última medida anunciada, ¿cómo puede afectar la suspensión de las licencias automáticas a las exportaciones uruguayas?
FC: Según el comunicado emitido por el Ministerio de Industria de Brasil y de acuerdo a la información que manejan también las autoridades uruguayas, la nueva disposición recaería, en principio, únicamente sobre las exportaciones uruguayas de determinadas variedades de papel, que tienen un peso relativamente reducido sobre el total vendido a Brasil.
Hay que señalar que Brasil es el principal destino de las exportaciones uruguayas. Según datos del Banco Central, en 2010 las ventas a Brasil alcanzaron a US$ 1.400 millones, algo más del 20% del total exportado ese año.
Además, las exportaciones uruguayas a Brasil comprenden numerosos rubros. Los más importantes son cereales (como trigo, cebada y arroz), plásticos, productos lácteos, autopartes, productos químicos y farmacéuticos y papel entre otros.
En ese sentido, en la medida en que por el momento solo se estarían afectando algunas partidas arancelarias de la industria papelera, a priori, el impacto no parece tan relevante. Sin embargo, hay que advertir que las autoridades brasileñas anunciaron que estas disposiciones forman parte de un proceso de modernización de las medidas de defensa comercial y en este marco el Ministerio de Comercio Exterior abrió una consulta pública, para recoger sugerencias de las empresas privadas. En consecuencia, no nos extrañaría que en los próximos meses se amplíe el alcance de estas acciones o se tomen algunas medidas "complementarias".
EC: - Y más allá de los impactos específicos que comentabas ¿ustedes ven estas acciones como un giro hacia un mayor proteccionismo? Te lo pregunto porque desde el Gobierno uruguayo se tendió a minimizar el impacto de esta medida.
FC: Como decía recién, en la medida en que la suspensión de las licencias de importación recae sobre pocos rubros y traba el ingreso de productos de forma temporal, el impacto parece ser acotado en el corto plazo. Sin embargo, desde una óptica de más largo plazo, la adopción de medidas de tipo proteccionista finalmente genera interferencias en el comercio regional. Recordemos que también Argentina ha impuesto trabas similares que han generado, al menos, cierto enlentecimiento en el ingreso de bienes desde Uruguay.
Si bien, según se dice desde Brasil, en la implementación de estas medidas se va a priorizar mantener el intercambio comercial a nivel regional, respetando todos los acuerdos en el marco del Mercosur, de todos modos estas acciones suelen terminar afectando a los países más pequeños del bloque.
EC: ¿Por qué decís eso?
FC: Pensemos, por ejemplo, cómo puede incidir este tipo de medidas en las decisiones de las empresas que están pensando en instalarse en la región. A la hora de optar por establecerse en un país pequeño del Mercosur, como el nuestro, es clave que el inversor pueda confiar en que desde aquí podrá acceder a todo el mercado que este bloque representa (en particular a los mercados más grandes). Por eso, si este tipo de intervenciones o trabas por parte de las economías más grandes empiezan a ser más comunes, terminan desalentando la instalación de inversiones en las economías más pequeñas de la región.
EC: - Ahora, algunas autoridades uruguayas señalaban en estos días que había confianza en que se iba a poder negociar con Brasil una liberación rápida de las licencias para los productos uruguayos e incluso se mencionaba que la medida podía terminar siendo positiva para Uruguay si Brasil termina privilegiando el ingreso de productos de la región. ¿Cómo ven esto?
FC: A nuestro juicio, más allá de que el Gobierno logre, a través de negociaciones con las autoridades, destrabar más o menos ágilmente el intercambio con Brasil en este caso o con Argentina en su momento, como decíamos recién, lo importante es que el comercio en la región fluya sin restricciones. Es decir, que el Mercosur opere efectivamente como un área de libre comercio.
Por eso, en nuestra opinión este tipo de medidas son a la postre perjudiciales para nuestro país. Y del mismo modo, un eventual aumento del Arancel Externo Común, tal como plantean Brasil o Argentina, tampoco debería ser apoyado por Uruguay. Para Uruguay es fundamental que se logre un Mercosur más abierto, que facilite el acceso de nuestros productos a otros mercados. Además, un Mercosur más cerrado terminaría limitando y encareciendo seguramente el acceso a bienes importados. En definitiva, entonces, en una economía como la nuestra, en que las importaciones son muy relevantes tanto en la canasta de consumo como para las empresas, el avance de medidas proteccionistas, que cierren la economía regional al mundo, terminaría implicando una pérdida de bienestar para los uruguayos en su conjunto.
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