La crisis fiscal en la Zona del Euro se profundiza y continúa generando gran inestabilidad en los mercados financieros
Análisis del economista Uri Lichtenstein, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.40 Hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
La semana pasada se produjeron nuevas "turbulencias" financieras en Europa. La situación parece estar agravándose en diversos frentes: Grecia se encamina a un posible default, el riesgo país de Italia y España continúa aumentando, las acciones de los bancos europeos sufren caídas fuertes. Algunos analistas, incluso, advierten que el desenlace de la crisis fiscal europea podría ser tan traumático como el de la crisis financiera de 2008-2009.
Ante este panorama, nos parece relevante destinar los próximos minutos a analizar más a fondo las últimas novedades que han surgido en torno a la crisis de la Zona del Euro, con el economista Uri Lichtenstein de la consultora Deloitte.
Comencemos por repasar cuáles fueron las novedades más importantes que surgieron en torno a la situación de la Zona del Euro en los últimos días.
URI LICHTENSTEIN (UL):
Como tú decías recién, fueron jornadas muy "agitadas" en Europa. En primer lugar, cada vez se hace más evidente que Grecia se encamina a un "default" de la deuda pública. La desvalorización que han sufrido los títulos de ese país ha sido extraordinaria. Por ejemplo, los bonos públicos de Grecia que vencen dentro de dos años cotizan a solamente 45 euros por cada 100 euros de valor nominal. Eso implica que los mercados están descontando un default del gobierno de Grecia en el correr de los próximos dos años. Incluso, si bien Angela Merkel reiteró que los líderes europeos van a realizar todos los esfuerzos que sean necesarios para evitar ese desenlace, diversos medios de prensa han publicado que los gobiernos europeos ya están evaluando las estrategias a seguir para mitigar los impactos de un default de Grecia en los próximos meses.
Ese es un primer elemento. En segundo lugar, la incertidumbre en torno a Grecia vino acompañada de nuevas subas del "riesgo país" de las demás economías "periféricas" de la Zona del Euro: Portugal, Irlanda, Italia y España. En particular, las primas de riesgo soberano de Italia y España volvieron a aproximarse a los 400 puntos básicos a comienzos de la semana pasada y eso genera mucho temor porque la dimensión de la deuda de cualquiera de esos dos países es notoriamente mayor que el volumen de deuda de los gobiernos de Grecia, Portugal e Irlanda en conjunto.
Finalmente, en ese marco de creciente incertidumbre las acciones de los bancos europeos también sufrieron caídas fuertes.
EC: Y las acciones de los bancos europeos se desvalorizan porque esas instituciones sufrirían pérdidas fuertes ante un eventual default de Grecia, ¿no es así?
UL: Exactamente. Los bancos europeos son los principales acreedores privados del Gobierno de Grecia. De hecho, los bancos de la Zona del Euro cuentan con títulos públicos y privados de Grecia por un valor aproximado de 130.000 millones de dólares. En contraste, los bancos norteamericanos tienen títulos griegos por tan solo 9.000 millones de dólares. Esas cifras denotan que la exposición al riesgo griego de los bancos norteamericanos es prácticamente insignificante en comparación con la exposición que tienen los bancos europeos.
En ese contexto, las acciones de las 500 instituciones financieras europeas más importantes (recopiladas a través de un índice que elabora Bloomberg) cayeron aproximadamente 40% en los últimos seis meses. Esa es una caída muy abultada, y los principales bancos franceses (que son los más expuestos a la deuda griega) se desvalorizaron más de 50% en el mismo período.
Justamente, ese temor en torno a los bancos europeos determinó que el jueves pasado los principales bancos centrales dispusieran medidas extraordinarias para garantizar liquidez a esas instituciones.
EC: ¿Podemos repasar cuáles fueron esas medidas adoptadas por los bancos centrales?
UL: A grandes rasgos, el Banco Central Europeo junto con la Reserva Federal de Estados Unidos y los bancos centrales de Japón, Reino Unido y Suiza se comprometieron a prestar dólares a tres meses de plazo a todas aquellas instituciones financieras de la Eurozona que así lo requieran. Es importante tener en cuenta que la autoridad monetaria europea ya permitía la realización de operaciones similares en euros, pero algunos bancos estaban enfrentando dificultades para obtener liquidez en la divisa norteamericana.
Lógicamente, esa decisión otorga algo de "alivio" a los bancos europeos y, de hecho, el jueves y el viernes las acciones de esas instituciones registraron algunas subas, pero en última instancia la medida no resuelve los problemas "de fondo" que enfrentan algunas de las economías periféricas de Europa, que hace cuatro años que no logran crecer en forma significativa y cuyos gobiernos enfrentan problemas de financiamiento muy importantes.
EC: ¿Y cómo podrían resolverse esos problemas "de fondo"? ¿Qué otras medidas podrían adoptar los líderes europeos?
UL: Hoy por hoy, la mayoría de los analistas coincide en que los gobiernos de la Eurozona deberían reconocer que Grecia es insolvente y finalmente aceptar un "default" de esa economía, con pérdidas importantes para los inversores privados y para los demás gobiernos de la Eurozona.
Esa medida sería un primer paso para detener la incertidumbre, pero claramente debería ser acompañada por disposiciones muy contundentes que otorguen certeza a los inversores de que la crisis no se va a propagar a otras economías europeas y a los bancos europeos. Para ello, una posibilidad es disponer una ampliación muy importante del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (que es un fondo que ha sido creado con aportes de todos los miembros de la Eurozona), que les asegure a Portugal, Irlanda, Italia, España y a los bancos europeos la obtención de financiamiento abundante a una tasa "generosa" en los próximos años.
También hay otras líneas de acción que están en la "agenda", como la emisión de Eurobonos, que en definitiva apuntaría a este último objetivo que luce crucial: aislar a Italia, a España y a los bancos europeos de un mayor efecto "contagio" del que ya hemos visto en estos días. El tema es que más allá del relativo consenso que parece existir entre los analistas, la realidad política es sumamente compleja y eso está dificultando la resolución de la crisis.
EC: Te referís, por ejemplo, a la pérdida fuerte de popularidad que enfrenta Angela Merkel toda vez que toma medidas tendientes a asistir a los demás gobiernos europeos.
UL: Indudablemente. Alemania es el principal contribuyente en los programas de asistencia financiera y el electorado alemán ha demostrado una oposición muy marcada a este tipo de medidas. A su vez, los gobiernos de Finlandia y Holanda están exigiendo garantías para continuar aportando fondos a las economías periféricas de la Eurozona.
Y el tema es que en la medida en que transcurre el tiempo y los líderes europeos no llegan a resoluciones drásticas y contundentes para encauzar la crisis fiscal, las perspectivas continúan deteriorándose y las dimensiones del problema parecen hacerse cada vez mayores.
EC: Justamente yendo a ese punto. En los últimos días algunos analistas advirtieron que un desenlace traumático de la crisis fiscal en Europa podría tener impactos similares que la crisis financiera de 2008 y 2009. ¿Cómo están viendo ustedes este tema?
UL: Resulta muy difícil prever de antemano las dimensiones de una crisis financiera. En principio, nosotros tendemos a pensar que los efectos de una profundización de la crisis fiscal en Europa sobre los mercados financieros y sobre la actividad económica mundial deberían ser menores que los impactos de la crisis de 2008 y 2009.
EC: ¿Por qué piensan eso?
UL: Porque en aquel momento se vieron amenazados simultáneamente el sistema financiero norteamericano y el sistema financiero de Reino Unido, de dimensiones mucho mayores que las instituciones financieras de la Eurozona (que parecen ser las más expuestas hoy en día). Adicionalmente, en 2008 prácticamente la totalidad de las economías desarrolladas y algunas economías emergentes cayeron en una recesión muy profunda. Al día de hoy eso luce menos probable, entre otras razones, porque el nivel de crédito en las economías desarrolladas ya es muy bajo y eso deja menos espacio para retracciones de la actividad tan importantes como las que vimos a finales de 2008. Además, otro factor clave para las economías exportadoras de materias primas como la economía uruguaya, es que pese a la fuerte incertidumbre prevaleciente en los mercados financieros, por el momento los precios de los commodities se han mantenido muy firmes, a diferencia de lo observado en 2008-2009.
En cualquier caso y más allá de lo anterior, a esta altura parece bastante claro que vamos a seguir teniendo mucha volatilidad en los mercados financieros en los próximos meses. Cuanto más tiempo se tarde en acordar medidas de fondo para Grecia y para "proteger" a Italia, a España y a los bancos europeos, la probabilidad de una crisis más severa en Europa, con mayores impactos para el mundo entero aumenta.
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