¿En qué consiste la "Operación Twist" anunciada por la Reserva Federal la semana pasada?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.49 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos (EEUU) anunció nuevas medidas para estimular la actividad económica. Ante los crecientes temores de que Estados Unidos vuelva a caer en recesión, la semana pasada la autoridad monetaria de ese país dispuso medidas adicionales para promover un mayor dinamismo de la economía, lo que se conoció bajo el nombre de "Operación Twist".
¿Cuáles fueron las medidas anunciadas por la Reserva Federal? ¿Qué impactos pueden tener esas medidas sobre la actividad económica y sobre el valor del dólar?
En los próximos minutos, les proponemos analizar en más detalle la llamada "Operación Twist", en diálogo con el economista Pablo Rosselli de la consultora Deloitte.
Comencemos repasando en qué consisten las medidas anunciadas por la Reserva Federal.
PABLO ROSSELLI (PR):
A grandes rasgos, la autoridad monetaria de EEUU anunció la extensión de los vencimientos promedio de su portafolio. En concreto, la Fed anunció la compra de Bonos del Tesoro norteamericano de entre 6 y 30 años de plazo por un monto equivalente a 400.000 millones de dólares. Simultáneamente, la Fed va a vender títulos del Tesoro que están en su poder y que vencen en 3 años o menos, también por un valor de 400.000 millones de dólares.
JAE: ¿Y cuál es el objetivo de esas operaciones en las que se compran y se venden títulos públicos de distintos plazos?
PR: El principal objetivo de esas operaciones es alentar una caída de las tasas de interés a plazos largos, a 6 años o más. De allí la denominación de "Operación Twist" (que significa torcer) porque de alguna manera se procura torcer o aplanar la curva de tasas de interés.
Y la lógica es la siguiente: si la autoridad monetaria sale a comprar masivamente títulos del Tesoro a plazos largos, la cotización de esos bonos va a aumentar, lo que a su vez implica una reducción de las tasas de interés que pagan esos títulos.
Y si los títulos del Tesoro norteamericano pagan tasas de interés muy bajas, o sea tasas poco atractivas para los ahorristas y para las instituciones financieras, esos agentes van a buscar un destino alternativo para sus fondos, lo que debería alentar un incremento del crédito para consumo e inversión.
En última instancia, entonces, las operaciones buscan promover nuevas caídas de las tasas de interés a largo plazo, a los efectos de alentar una recuperación más ágil del crédito y de la actividad económica.
JAE: Y todo esto se produce en un marco en el que Estados Unidos corre riesgos de volver a caer en recesión, ¿no es así?
PR: Exactamente. Quizás por ello había tanta expectativa previo a la reunión de la Reserva Federal. La economía norteamericana prácticamente no creció en la primera mitad del año, el desempleo permanece en torno de 9% hace varios meses y algunos indicadores preliminares dan cuenta de una situación de estancamiento de la actividad en este tercer trimestre del año.
En ese marco, los mercados estaban a la espera de qué más podía hacer Ben Bernanke para impulsar una recuperación más ágil de la actividad económica.
JAE: Justamente yendo a ese punto, ¿cuán significativos pueden ser los impactos de esta medida anunciada por la Reserva Federal? ¿Será suficiente para reimpulsar la actividad en Estados Unidos?
PR: Nosotros tendemos a pensar que los impactos de la medida van a ser bastante acotados. ¿Por qué decimos esto? Porque las tasas de interés a largo plazo ya estaban en niveles muy bajos en términos históricos antes de la decisión de la Reserva Federal y a pesar de eso, el crédito no estaba dando señales de recuperación.
A modo de ejemplo: en algunas regiones de Estados Unidos se ofrecen préstamos hipotecarios a 30 años de plazo a una tasa de tan solo 4% anual. Esa es una tasa muy reducida. Y a pesar de ello, el mercado hipotecario no da señales de reactivación porque los bancos han ajustado los criterios para la concesión de créditos y porque el consumidor norteamericano está desendeudándose y no desea embarcarse nuevamente en operaciones de esa naturaleza. Y ese proceso de "desapalancamiento" o desendeudamiento en el que está inmerso el consumidor norteamericano probablemente se va a extender por algunos años más, aun cuando las tasas de interés puedan llegar a mostrar nuevos descensos.
En ese contexto, la medida fue recibida con cierto "escepticismo" por parte de los mercados, con caídas fuertes de las bolsas el jueves y el viernes pasado.
JAE: ¿Y qué otra medida podría haber adoptado la Reserva Federal la semana pasada? ¿Qué otra cosa estaban esperando los mercados?
PR: Algunos analistas aguardaban una tercera ronda de "relajación cuantitativa" (o "quantitative easing" por su denominación en inglés). Las operaciones de "relajación cuantitativa" consisten en la compra de títulos financiadas con emisión de nuevos dólares. Se trata de una herramienta más potente que la extensión de vencimientos anunciada la semana pasada, aunque también es cierto que los efectos de las dos primeras rondas de "relajación cuantitativa" sobre el crédito han sido relativamente moderados.
Lo cierto es que hoy por hoy, las herramientas de las que dispone la Reserva Federal para impulsar la actividad lucen bastante limitadas. En ese marco, a nuestro juicio sería deseable la aprobación de nuevos estímulos en el frente fiscal para evitar que la economía norteamericana recaiga en recesión. En ese sentido, el plan de estímulo fiscal sugerido hace algunas semanas por Obama y que actualmente está en discusión en el Congreso parece apuntar en la decisión correcta. Como comentamos en su momento, se trata de un paquete de medidas basadas en el recorte de impuestos y en un aumento de la inversión en infraestructura con el objetivo de impulsar la actividad y de generar empleo en los próximos meses.
JAE: O sea, que por el momento, esta nueva operación anunciada por la Reserva Federal no parecería modificar sustantivamente las perspectivas para Estados Unidos. ¿Es así?
PR: Es así. La decisión no cambia significativamente el escenario que estábamos contemplando para Estados Unidos. Una economía que probablemente va a crecer a tasas muy reducidas tanto en 2011 como en 2012, con un desempleo que probablemente va a permanecer en niveles altos por un tiempo relativamente prolongado.
Por otra parte, los nuevos anuncios de la Reserva Federal tampoco cambian sustantivamente nuestra visión respecto del valor del dólar en el mundo. Si bien la divisa norteamericana se ha fortalecido en las últimas semanas (e incluso podría experimentar una apreciación adicional si se agudizan las tensiones en torno a la crisis fiscal europea), en una perspectiva de mediano plazo seguimos aguardando que el dólar permanezca relativamente débil frente a las monedas de las economías emergentes. Porque el crecimiento de Estados Unidos va a ser modesto en los próximos años y porque la Reserva Federal ya anunció que va a mantener una política monetaria muy laxa, muy expansiva, por al menos dos años más.
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