(emitido a las 7.41 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Después de quince meses de negociaciones, Ancap firmó el viernes la venta a Pdvsa de la parte que todavía poseía en el paquete accionario de Petrolera del Cono Sur, una red de estaciones de servicio ubicada en la República Argentina.

De esta forma, Pdvsa pasa a controlar el 94% de la empresa, ya que durante el gobierno de Tabaré Vázquez ya había comprado a Ancap otro 47%.

Según el diario El País, por la adquisición Pdvsa no abona nada en efectivo, o mejor dicho paga un dólar, pero en cambio asume los compromisos que le correspondían a Ancap por su cuota parte en el pasivo de Petrolera del Cono Sur y también asume el costo de varios juicios que enfrenta la empresa, todo lo cual supera el valor patrimonial de la participación uruguaya en esa sociedad anónima.

Para conocer un poco más a propósito de esta decisión, estamos en comunicación con el licenciado Raúl Sendic, presidente de Ancap.

¿Por qué toma Ancap esta determinación? ¿Por qué sale definitivamente de estas estaciones de servicio en Argentina?

RAÚL SENDIC:
Desde el año 2005 estamos procurando salir de este negocio, que ha generado una importante pérdida para Ancap en los doce años que duró. Hacía doce años que Ancap era propietaria de esta red de estaciones de servicio en Argentina. Recién en el año 2006 logramos un acuerdo con Pdvsa para que comprara una parte del paquete accionario y ahora estamos procurando desprendernos totalmente de lo que nos quedaba de ese paquete. Las condiciones del mercado argentino no permitían que nuestra empresa, con su tamaño, con su escala, pudiera permanecer en ese mercado atendiendo a la variabilidad enorme que hay en las condiciones del negocio. Hay un...

EC - ...Este es un punto importante y por eso quiero preguntarle de manera específica –porque hubo mucha polémica en torno a este negocio– si la compra de la red de estaciones de servicio en Argentina fue una mala decisión en su origen o lo que ocurrió fue que después el negocio cambió a partir de la política en materia de combustibles que instauró el matrimonio Kirchner. ¿Cuál es la razón?

RS – La decisión de compra era un paquete más completo que la red, incluía la petroquímica que tenemos, Carboclor (Carboclor y Petrolera del Cono Sur eran una sola empresa llamada Sol Petróleo, esa empresa se compró y después Ancap la separó en dos partes). Yo creo que en ese momento no fue una mala decisión. Pero después ocurrieron dos cosas. Por un lado, aparecieron una serie de pasivos encubiertos de la empresa Sol, había deudas que no estaban a la luz en el momento en que se produjo la operación y que Ancap tuvo que asumirlas. Y después el cambio tremendo que hubo en las condiciones del mercado por parte del Gobierno argentino, que generó que durante muchos años la empresa estuviera vendiendo productos a menor precio que al que los compraba a los refineros.

EC – ¿A qué decisión de gobierno se refiere?

RS – A la decisión de subsidiar el precio del petróleo, ir hacia una estructura de precios controlados sin controlar el precio de toda la cadena. O sea, controlaba el precio al refinador –el precio del crudo– y el precio al público, pero no controlaba el precio de la cadena. Entonces teníamos un precio fijado al público que generalmente era más bajo que el precio al que se podía comprar los productos.

EC – Ahora, ¿cómo se entiende que a Pdvsa no solamente le interese quedarse con su participación en estas estaciones de servicio sino que además aumente su parte en el capital accionario?

RS – Pdvsa tiene condiciones mucho mejores que nosotros para negociar con el Gobierno argentino, Pdvsa es proveedora de productos en la República Argentina. Argentina tiene una deuda muy importante, fundamentalmente por el abastecimiento de gas oil, que Pdvsa le entrega al estado argentino y a muchas de las empresas de distribución en ese país. Esto le permite a Pdvsa negociar con el Gobierno la posibilidad de entrar en lo que se llama el PET (Programa de Energía Total) que establece un subsidio a las empresas de distribución. Nosotros nunca pudimos entrar en ese programa. Pdvsa tiene mejores condiciones que nosotros para poder sostener este negocio, incluso creo que nuestra salida de la empresa le facilita la negociación con el Gobierno argentino, porque en ese sentido nosotros somos un estorbo para las negociaciones.

EC – ¿Esta decisión de vender se tomó por unanimidad en el directorio de Ancap? ¿Qué dijeron los representantes de la oposición?

RS – Sí, yo mantuve informado a los directores de la evolución de las negociaciones. Y tengo que decir algo que no trasmitimos en su momento a la opinión pública: hace cuatro días estábamos evaluando no la compra del negocio por parte de Pdvsa sino la liquidación del negocio, porque Pdvsa Argentina nos había comunicado que no tenía autorización de Caracas para comprar la red. Entonces le habíamos planteado que, en el caso de que no compraran la red, teníamos que liquidar la empresa y...

EC - ...Ese fue un escenario que llegó a manejarse entonces.

RS – Sí, se manejó en el directorio, todos los directores estábamos de acuerdo en que la disyuntiva era esa: o nos compraban nuestra participación en la red o este lunes –porque el plazo era el viernes– estábamos tomando las medidas necesarias para ir a la liquidación de la empresa. Este último caso tenía un costo muy alto para Ancap que podía estar entre los 30 y los 50 millones de dólares aproximadamente.

EC – Finalmente se llegó a un acuerdo, cambió la posición de Pdvsa entonces.

RS – Sí, porque Pdvsa Argentina insistió ante Caracas para poder lograr la autorización para la compra de la red. Ese fue un elemento muy importante porque el jueves el presidente de Pdvsa Argentina viajó a Montevideo, se reunió conmigo, me dijo que habían cambiado las opiniones en el directorio de Caracas y que existía la posibilidad de que pudiéramos avanzar en la negociación. Durante todo el jueves avanzamos en esto y el viernes a las tres de la tarde Caracas autorizó la compra de la red, en estas condiciones que usted refería al principio de la nota.

EC – O sea, sin que Ancap reciba nada de dinero en efectivo. No es lo que Ancap pretendía hace un tiempo.

RS – El acuerdo que teníamos con Pdvsa era que nuestra participación en esta empresa tenía un valor de 11.800.000 dólares aproximadamente hace un año y tres meses, cuando firmamos el acuerdo de gerenciamiento. Lo que ocurrió después es que las deudas económicas y financieras de la empresa y la evolución que tuvieron estas deudas en este año y pico obligan a Ancap a aportar unos 17 millones de dólares. El pasivo total era 34 millones y esto implicaba un aporte importante de Ancap, o sea que si a los 11 millones le restábamos nuestra responsabilidad en ese endeudamiento íbamos a una cifra que daba menos que cero. Por lo tanto, acordamos que la mejor salida era ese dólar famoso que pusimos en el contrato para no poner cero.

EC – ¿No hay nada más? Porque en algún momento también se negoció la posibilidad de acceso de Pdvsa a estaciones de servicio en Uruguay, por ejemplo.

RS – No, no hay nada más. Eso fue descartado hace tiempo en las negociaciones. Incluso se había mencionado la posibilidad de que esta transferencia fuera parte de la negociación, con la deuda y todo eso. Nosotros habíamos decidido separar esta negociación de otros elementos que componen el relacionamiento con Pdvsa por la decisión que teníamos de que o nos compraban o le poníamos fin a este negocio. Y creo que fue una decisión acertada, porque permitió que llegáramos al final de la negociación sin que esto se enturbiara con otras situaciones que tenemos planteadas con Pdvsa.

EC – Las pérdidas para Ancap en este negocio con las estaciones de servicio desde el año 1999, ¿son efectivamente de 100 millones de dólares?

RS – No, las pérdidas superan los 100 millones de dólares. Ahora que salimos y que ya no tenemos más nada que ver hemos pedido un informe sobre el total, pero anda encima de los 150 millones de dólares en el acumulado de estos años. Y Pdvsa, en lo que va de su gestión desde 2006, ha tenido que aportar más de 100 millones de dólares. O sea que es realmente una empresa de la que era necesario salir cuanto antes.

EC – Y para el caso de Ancap ese dinero es dinero perdido y punto, ¿no?

RS – Ese ha sido dinero perdido. Yo el otro día refería que la primera decisión que tomamos cuando asumimos en el directorio de Ancap en el año 2005, en el gobierno de Tabaré Vázquez, fue transferir 11 millones de dólares para cubrir pérdidas en Argentina. Y a partir de allí hubo que transferir entre 5 y 6 millones de dólares por mes durante unos cuantos meses hasta que logramos el acuerdo con Pdvsa.

EC – Para terminar, con respecto a Carboclor, el otro negocio de Ancap en Argentina, ahí las cifras son distintas.

RS – Sí, a lo largo de todos estos años hemos tenido importantes aportes de Carboclor al grupo Ancap. Carboclor deja resultados positivos, 3 millones, 4 millones, 5 millones de dólares por año...

EC - ...Incluso tiene una terminal portuaria propia.

RS – Sí. Estamos fortaleciendo los elementos logísticos, construyendo tanques, construyendo esferas para el almacenamiento de productos. Hemos mejorado las condiciones logísticas, que en Carboclor son un negocio en sí mismo, aparte de la petroquímica. La petroquímica está muy bien posicionada en el mercado argentino e incluso está exportando hacia la región. Tiene un valor que supera ampliamente los 60 o 70 millones de dólares. Hemos tenido varias ofertas para comprarnos la empresa y no nos hemos puesto de acuerdo en la venta, porque nosotros somos conscientes de que la empresa vale por encima de los 60 millones de dólares.

EC – ¿Y cómo ha sido ahí la evolución de las pérdidas y de las ganancias?

RS – La empresa termina todos los años con números positivos y eso ha sido un elemento muy bueno de lo que pasó en Argentina. O sea, por un lado tenemos la muy mala experiencia de la red de estaciones de servicio ,pero por otro lado tenemos a Carboclor que ha tenido una buena performance en todos estos años.


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