(emitido a las 8.44 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY
En el caso de Tacuarembó no estamos hablando de un problema puntual, sino más bien de una crisis económica que por diferentes factores está afectando a varias industrias de ese departamento.

Y aquí seguramente hay que ver razones distintas. Por un lado tenemos el caso del Frigorífico Tacuarembó, que fue afectado por un incendio, y ha generado problemas importantes en cuanto al nivel de actividad.

Además, tenemos a la empresa Weyerhaeuser, la multinacional con sede en Estados Unidos, que afectada por la crisis internacional también mandó trabajadores al seguro de paro y bajó su nivel de actividad en forma importante.

Y por otra parte tenemos a Urupanel, una empresa que se dedica a la producción de contrachapados de madera y que, también afectada por una crisis internacional, tiene problemas de ese tenor.

De hecho, Urupanel se ha vendido recientemente. Hace muy pocas semanas entró en un régimen de concurso, pidió una especie de concordato a la Justicia. En el caso de esta empresa se anuncia que hoy van a retomar el trabajo.

Pero el tema ha sido foco y ha generado mucha preocupación, a tal punto que el diputado del Partido Nacional (PN) por Tacuarembó, Antonio Chiesa, se reunió la semana pasada con el ministro de Industria, Roberto Kreimerman.

Vamos a recibir al diputado Chiesa a partir de este momento. ¿Cómo cae en este escenario este cambio con respecto a Urupanel, que ahora retoma la actividad?

ANTONIO CHIESA:
Por supuesto que da tranquilidad a los obreros de esa empresa. Aunque tampoco sabemos exactamente cuál va a ser el horizonte. Sabemos que se había conseguido determinado monto de materia prima que por lo menos es una noticia auspiciosa, era algo que nos preocupaba. Como usted muy bien decía, tuvimos una reunión con el ministro Kreimerman. Estábamos preocupados de que [la respuesta al pedido de la reunión] se extendiera en el tiempo, pero el miércoles logramos tener esa conversación tan urgente con el ministro.

Nosotros veíamos que frente a otras situaciones, como algunas medidas proteccionistas de Brasil, el Gobierno había tratado de solucionar rápidamente este problema que estaba afectando alguna industria del sur. Pero sentíamos que no se estaba dando la misma atención a lo que estaba pasando en el norte, o porque no se tenía la información de lo que estaba pasando acá en la región o porque no se conocía exactamente la situación de las empresas acá.

Sabemos que la crisis internacional, especialmente la de Europa y la de Estados Unidos, afectó al sector maderero de nuestra zona. Eso hizo que esos mercados se cerraran para nuestras industrias, con una importante repercusión en el pasaje de obreros al seguro de paro.

JAE – Claro, estos casos –el de Weyerhaeuser y el de Urupanel– no responden a medidas proteccionistas de Brasil sino a una cuestión de mercados. Es mucho más difícil manejar esa situación, ¿no?

AC – Eso fue lo que conversamos con el ministro Kreimerman. El ministro nos dijo que él tenía conocimiento de lo que estaba pasando acá en la zona, que estaban reuniéndose y tratando de buscar medidas paliativas para estas empresas que estaban pasando esta situación. Y que por otro lado, con respecto a los obreros, estaban dispuestos a enviar la extensión de seguro de paro –si la situación así lo ameritara– para que estos trabajadores también pudieran continuar recibiendo esa atención.

También hablamos de la posibilidad de que Uruguay buscara otros mercados. Lo que no es tan sencillo porque esta situación de crisis internacional también afecta a países de la región, como Chile, que compite con nosotros en estas áreas, lo cual hace más difícil que Uruguay se pueda insertar en nuevos mercados.

Pero dijo que había ese interés y que estos eran los tres puntos en los que el Ministerio estaba trabajando en este momento.

JAE – ¿Pero hay que esperar alguna medida adicional por parte del Gobierno? ¿Qué manejó el ministro en esta ocasión?

AC – El ministro me dijo que con el Ministerio de Economía estaban buscando medidas paliativas para las empresas. Yo pienso que puede ser algún crédito, alguna posibilidad de exoneración de algún gravamen, ese tipo de medidas, pero no profundizó en cuáles iban a ser concretamente.

JAE – Porque en el caso de Urupanel la firma está afectada además por los mercados internacionales, que están demandando mucho menos y también pagando menos, pero también por problemas de gestión internos que ha tenido la empresa.

AC – Es verdad, es así. La de Urupanel y la de Weyerhaeuser son dos situaciones distintas. Por lo que me habían informado ellos, Weyerhaeuser tenía esa posibilidad de enviar un 80% de la plantilla de sus trabajadores al seguro de paro entre estos meses de octubre y noviembre, si esta situación se mantenía.

JAE – Y el caso de Frigorífico Tacuarembó, por lo que se ha manejado, es diferente. Se han enviado 550 empleados al seguro de paro por el incendio que afectó a la planta.

AC – Exacto. Un accidente grave en la playa de faenas que afectó a 550 trabajadores, que son los que están en el seguro de paro en este momento.

JAE – ¿Y cuáles son las perspectivas en este caso?

AC – Por lo que habíamos hablado con la empresa, estaban actuando rápidamente para ver si en noviembre podían comenzar nuevamente a poner en condiciones la playa de faena, y sé que están trabajando en ese sentido.

JAE – Estamos hablando aquí de tres factores que son coyunturales, ¿cómo ubica estas novedades y esta situación particular? ¿Estamos hablando de un fenómeno que se va a revertir en algún momento en el corto plazo?

AC – Nosotros esperamos que sí. Aunque las perspectivas internacionales son las que mandan y muchas veces no podemos modificarlas. Pero a mí me interesaba, por un lado, ver si desde el punto de vista del Gobierno había alguna línea de atención a las empresas para ayudarlas a pasar esta situación. Y por otro lado me interesaba el punto de vista del trabajador con respecto al seguro de paro, con una pérdida importante de su ingreso. Eso ya está repercutiendo en nuestra región, con lo que puede pasar en los pequeños comerciantes, con lo que pasa en los transportistas. Todo esto tiene una repercusión que ya se está sintiendo en el medio.

JAE – ¿De qué manera?

AC – Con la baja del consumo. Pequeños comercios que dependían de ese consumo local, del trabajador que cobra su salario y que invierte, que compra cosas, que consume, algo que hoy no está pasando. Está bajando notoriamente.


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JAE – Veamos el caso de Urupanel. El semanario Brecha informaba el viernes que los trabajadores debían presentarse ese día a sus puestos de trabajo para reiniciar las actividades. Fue una noticia que obviamente animó a los empleados de Tacuarembó, en particular a los de Urupanel, que si bien van a seguir en seguro de paro parcial tienen esta otra salida, porque la situación va cambiando.

De hecho, quedaba mencionado que a partir de ese momento la empresa parecería tener otra vez posibilidades de comprar materia prima. Porque también quedó planteado que ha tenido problemas de gestión importantes, algo que no tiene mucho que ver con la otra situación, la de Weyerhaeuser. Si bien son dos empresas parecidas porque operan en el mismo rubro, son firmas totalmente distintas. Weyerhaeuser es una de las más importantes del mundo, mientras que Urupanel era una empresa de capitales chilenos que se instaló en Uruguay y que hoy arrastra un pasivo muy importante después de venderse a un fondo de inversiones suizo.

Habrá que ver cómo evolucionan los hechos con esta industria, la de Urupanel, la de Weyerhaeuser y también la del Frigorífico Tacuarembó.


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