Propuesta para depositantes de los bancos quebrados
Presidente del Banco Central, Julio de Brun: Los depositantes que renuncien a sus derechos contra los fondos de liquidación y entreguen bonos del Tesoro con vencimiento anterior al 2015, recibirán a cambio bonos en Unidades Indexadas con vencimiento en 15 años. La operación es similar a la que se aplicó en el canje de deuda con las Afap, pero no supone la integración de efectivo.
(Emitido a las 07.37)
EMILIANO COTELO:
Todavía hay cuentas pendientes de los bancos quebrados en 2002, Montevideo, Caja Obrera, viejo Comercial. El ministro de Economía, Isaac Alfie, propuso ayer a la Bolsa de Valores para resolver la cuestión de los ahorristas de esas instituciones con cuentas de más de 100 mil dólares, así como la situación de los tenedores de eurobonos emitidos por ellas.
Muy sintéticamente, la operación supone que los depositantes renuncien a sus derechos contra los fondos de liquidación y entreguen bonos del Tesoro con vencimiento anterior al 2015, para que, a cambio, se les devuelva bonos en Unidades Indexadas con vencimiento en 15 años.
Todos los comentarios reseñados hoy insisten en comparar esta operación con la que se aplicó en el canje de deuda con las Afap, sólo que en este caso no supone la integración de efectivo.
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Vamos a tratar de pasar en limpio esta propuesta, que tiene connotaciones complejas desde el punto de vista técnico, en diálogo con el presidente del Banco Central, economista Julio de Brun. ¿De qué tamaño de problema estamos hablando?
JULIO DE BRUN:
Son aproximadamente unos 180 millones de dólares de eurobonos del Comercial, casi 90 millones de eurobonos del Montevideo, y unos 150 millones de dólares de depósitos por encima de U$S 100 mil que no están cubiertos por los certificados de depósitos distribuidos entre los depositantes del Montevideo, el Caja Obrera y el Comercial. O sea que andamos en una cifra un poco mayor a los 400 millones de dólares.
EC - ¿Cuántos son los ahorristas abarcados?
JB - Por los depósitos mayores a U$S 100 mil son pocos; no recuerdo el número ahora pero eran menos del 5 por ciento de los ahorristas de estos bancos. En el caso de los eurobonos no lo sabemos, porque no tenemos...
EC - Se ha manejado el número de 7.300 personas.
JB - Puede ser. El tema es que de los eurobonos no tenemos idea en realidad de cuántos son individualmente.
EC - Bien. Algo de dinero han recuperado esos ahorristas.
JB - Sí. Hasta el momento los depositantes han recibido certificados por hasta U$S 100 mil o la prorrata, dependiendo de cuál sea al mayor; por ejemplo en el caso del Banco Comercial un depositante de un millón de dólares recibió algo más de U$S 300 mil en certificados de depósito, porque el Comercial ha pagado algo más de 30% de lo que era el depósito original.
En el caso de los tenedores de eurobonos del Comercial y el Montevideo, han cobrado la prorrata: algo más del 30% en el Comercial y algo menos en el Montevideo (28% o algo así).
EC - ¿Por qué se da este paso ahora, entonces?
JB - Hubo hace un tiempo una solicitud de dar a estos ahorristas un trato análogo al que recibieron las Afap en oportunidad del canje que se hizo en noviembre de 2002. Entonces, en un momento muy particular de la situación financiera del país y con muy poco acceso a financiamiento, se hizo una operación por la cual las Afap entregaron efectivo, bonos de corto plazo y derechos contra los bancos (que entonces todavía no estaban en liquidación pero estaban en camino a ello, dado el trámite que estaba adquiriendo la resolución de la crisis), a cambio de un instrumento en Unidades Indexadas a plazo largo.
EC - En ese momento las Afap lograron sacarse de encima esos papeles de los bancos cerrados, y le dieron además aire al gobierno, le dieron dinero.
JB - Esa transacción siempre fue planteada como una cosa horrible mirándola por la mitad, digamos. Cuando la hicimos, en noviembre de 2002, se criticaba al gobierno que estaba metiendo la mano en las Afap, sacándoles efectivo y bonos de corto plazo a cambio de un papel en pesos y a largo plazo. Dos años después se decía que se hizo un salvataje canjeándoles un papel del gobierno por sus derechos contra los bancos en liquidación. En realidad, si toma esas dos mitades juntas, como es la naturaleza de la transacción, las Afap recibieron un bono en UI a 10 años que tenía en aquel momento un cupón de 7% que, tomando en cuenta que hacían la integración con un derecho contra los bancos en liquidación, que valía poco o nada (nuestra estimación era más o menos lo que han sido los porcentajes de recuperación de estos fondos), poniendo todo junto le daba un bono en UI del orden del 10 u 11%, que era más o menos la tasa de interés de mercado que podían pagar. Incluso alguna emisión que habíamos hecho en esa época daba en ese entorno, y es más o menos lo que están dando hoy también las emisiones de bonos en UI.
Cuando se nos planteó dar una solución similar a los eurobonistas del Montevideo y el Comercial y a los depositantes de más de U$S 100 mil en el Caja Obrera, debía tener una estructura similar: por cada 100 de derechos contra los bancos en liquidación, había que tener 273 de papeles del gobierno y efectivo, como fue la relación de canje que se hizo con las Afap. El problema que nos planteaban los ahorristas de estos bancos, y con razón, era en primer lugar que conseguir efectivo en la proporción que habían dado las Afap les era mucho más difícil, y que a su vez luego del canje realmente tampoco había bonos cortos como para poder aportar. Por eso esta estructura que se les propone ahora es un poco más flexible que la ofrecida a las Afap: no hay efectivo y los bonos son hasta el 2015.
EC - Ordenemos la fórmula, entonces.
JB - Por cada U$S 100 de derechos contra los bancos en liquidación, el ahorrista trae U$S 273 de bonos hasta el 2015 (con una distribución en el tiempo que está especificada), y contra esos U$S 373 en total recibe U$S 373 de un bono en UI a 15 años al 5%. El hecho de que el plazo sea mayor y la tasa de interés un poco menor que la que se hizo con las Afap refleja justamente la compensación que implica esa mayor flexibilidad de no tener efectivo y tener bonos del gobierno a plazos más largos que en la transacción con las Afap.
Toda esta complejidad obedece a que, en definitiva, lo que se procura es que como producto de todo esto resulte una operación de financiamiento para el gobierno a una tasa de mercado...
EC - Sí: allí vamos a la otra cara de esta operación.
JB - Es la única forma en que podemos hacerlo. No podemos darle una transferencia a los ahorristas sin autorización legal, y la única forma de hacerlo es como lo hicimos con las Afap, lo que en aquel momento contó con la autorización del Tribunal de Cuentas: un financiamiento un poco heterodoxo del gobierno pero cuyo resultado final es un financiamiento a tasa de mercado.
EC - ¿Es un rescate para esos ahorristas que, en última instancia, termina siendo un costo adicional para el Estado, para toda la sociedad uruguaya, un costo más que asumimos todos después de la crisis bancaria?
JB - No, porque en definitiva lo que resulta de todo esto es un financiamiento... Cuando usted toma en cuenta los derechos contra los fondos, lo que pueda rescatarse de ellos, los derechos que el ahorrista está transfiriendo al gobierno, a lo que pueda ser hoy una expectativa de recuperación de esos fondos, es en definitiva como si el gobierno se estuviera endeudando en UI al 10 u 11%, que es a lo que se está endeudando hoy. O sea que para el conjunto de la sociedad no representa un costo adicional.
Usted me preguntará entonces cuál es el beneficio para el ahorrista. Bueno: eso dependerá de la evaluación que pueda hacer cada uno de ellos, porque esta es una propuesta absolutamente voluntaria: habrá alguno que tenga expectativas de recuperación mayor o a más corto plazo de lo que pueda resultar de estos fondos, y de pronto prefiere recuperar el 40, 50, 60% del capital y, dependiendo del número de su expectativa estará un poco su decisión financiera. De pronto prefiere recuperar eso en un plazo relativamente corto a esperar 15 años para recuperar todo el capital. Habrá otro que de pronto prefiere esperar 15 años y recuperar todo el capital y tener esa seguridad, y transferir sus derechos contra los fondos al gobierno... Depende de la evaluación personal de la situación que haga cada ahorrista. No olvide que en la entrega de los derechos contra los fondos el ahorrista está entregando los certificados de depósitos que recibió del Banco Comercial, para hacerlo análogo con la transacción con las Afap.
Puede haber alguien que prefiere seguir recibiendo la recuperación del Comercial y lo que pueda resultar de los fondos, aunque no sea el 100% de sus depósitos, pero es algo que va a recuperar en un tiempo relativamente corto. Y habrá otros que prefieran recuperar todo su capital pero en un plazo más largo. Es una decisión que tomará cada ahorrista según sus preferencias individuales.
EC - Dice el diario El País que anoche persistían versiones encontradas sobre si los ahorristas podrán presentarse al canje por una parte de lo que les resta cobrar, o si sólo podrán hacerlo por el 100% de sus derechos.
JB - Lo que expliqué antes es la situación general; después hay que empezar a sacar punta con algunas consideraciones particulares. Por ejemplo, cuando el ahorrista transfiere sus derechos contra los fondos, está transfiriendo también los certificados de depósitos que recibió del Nuevo Banco Comercial a efectos de que fuera una situación análoga a la que recibieron las Afap en su momento. Ahora: esos certificados de depósitos del NBC son a seis años, pagaderos trimestralmente, o sea que son 24 cuotas; hasta ahora han cobrado cinco, o sea que lo que están transfiriendo son 19 veinticuatroavos. Por esos 5 veinticuatroavos restantes, el ahorrista sigue quedando con una pequeña parte como acreedor residual de los fondos de recuperación de activos porque no se la estaría transfiriendo al gobierno.
Si, como ha ocurrido en algunos casos de tenedores de eurobonos, todavía no han cobrado porque no han querido transferir la titularidad para recibir a cambio los certificados de depósitos, cuando lo hagan ahora pueden entregar los 24 veinticuatroavos o cobrar cinco veinticuatroavos en efectivo y quedar como acreedor de los fondos. Eso también es una decisión individual.
Lo que sí es que esto tiene sentido en la medida en que es un paquete en su conjunto: no podemos decir que sólo traemos bonos y nos quedamos con los certificados de depósitos... Todo esto está calculado como una transacción justa en términos financieros para que diera los números que señalaba al principio, y sólo tiene sentido como paquete. Puede ocurrir que haya una transferencia parcial pero manteniendo los porcentajes: siempre manteniendo esta relación de 100 y 273 entre derechos contra los fondos y bonos del Estado.
EC - Ya a ese nivel de detalles deberá averiguarlo directamente la persona interesada. Pero en relación al interés de toda la sociedad uruguaya en este tipo de operaciones, usted decía que lo que está haciendo el Estado con esta operación es como si emitiera un bono en UI a un interés del 10% anual; financiarse a ese costo.
Pero también en estos días se está lanzando otra emisión en UI. ¿Qué tipo de problemas está tratando de solucionar este gobierno con estas operaciones que han tomado estado público en menos de una semana?
JB - Esta última es, de alguna manera, completar el ciclo de lo que fue la salida de la crisis con una propuesta para los ahorristas que fuera equivalente financieramente. Implica a mediano plazo una reducción de intereses para el Estado: en definitiva es la extensión de plazos de algunos bonos y un cupón más bajo a cambio de un capital un poco más alto a plazo más largo, y por lo tanto implica una reducción del flujo de intereses año a año y un capital más alto en un período más prolongado; es simplemente una operación de administración de pasivos sin mayor impacto en las condiciones de financiamiento de corto plazo; el efecto neto de todo esto se nota en el largo plazo.
La más importante desde el punto de vista del financiamiento de corto plazo es esta emisión global que estamos sacando en estos días, cuyo objetivo es básicamente cubrir las amortizaciones de deuda local que tenemos en el segundo semestre. Son dos bonos, en realidad: uno en UI y uno protegido a dólar, digamos, con protección cambiaria, que apunta a atender distintos riesgos de que quieran cubrirse los inversores: el de inflación o el de devaluación.
EC - Con papeles que trasladan esos vencimientos del segundo semestre ¿para cuándo?
JB - En el caso del bono en UI es idéntico al que emitimos en octubre del año pasado con vencimiento 2006: es un papel a tres años cuyo cupón se va a estar determinando en estos días según como esté el mercado, y en ese caso es un bono denominado en pesos con ajuste por inflación según la variación de la UI.
El otro es un bono en pesos con una tasa de interés fija en pesos (que también se va a estar determinando en estos días), que a su vez paga un cupón que es el mayor entre esa tasa de interés fija en pesos que se determinará en estos días o la devaluación del período. Los cupones se pagan semestralmente, al cabo de cada semestre se compara el cupón y la devaluación del semestre y lo que se paga al inversor es la mayor de las dos. En el caso extremo de que la devaluación sea sistemáticamente superior a la tasa de interés del semestre, lo que estará recibiendo el inversor al cabo de todo el proceso será de nuevo su capital en dólares.
Una aclaración final: en el caso de los ahorristas del Comercial y el Montevideo y los de más de U$S 100 mil del Caja Obrera, el período para decidir respecto a esta transacción es bastante prolongado. No hemos definido hasta ahora hasta cuándo se puede hacer, pero la idea es que se pueda analizar esta propuesta por bastante tiempo para tomar finalmente la decisión. La otra transacción sí, se va a estar cerrando la semana que viene.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón