Los precios de los commodities cayeron en las últimas semanas. ¿Hay espacio para mayores descensos? ¿Qué impactos se pueden observar sobre la economía uruguaya?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.45 Hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
En las últimas semanas, los precios de los commodities se vieron afectados por la mayor incertidumbre que se padece en los mercados financieros internacionales a raíz de la crisis fiscal en Europa. Por ejemplo, los precios de la soja mostraron descensos fuertes, del orden de 20%.
Teniendo en cuenta la importancia de los precios de los commodities para el desempeño del sector exportador nos pareció que valía la pena dedicar nuestro análisis económico de hoy a ese tema. ¿Qué está sucediendo con los precios de las materias primas que exporta el país? ¿Se pueden esperar más correcciones bajistas? ¿Qué impactos hay que aguardar sobre la economía uruguaya? En seguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
Comencemos con una mirada general del comportamiento reciente de los precios de los commodities y de los factores que están detrás de las caídas que hemos estado observando.
PABLO ROSSELLI (PR):
En líneas generales los precios de los commodities habían mostrado una trayectoria creciente desde inicios o mediados de 2010 hasta julio o agosto de este año. Sin embargo, con la agudización de la crisis de deuda en Europa, los mercados bursátiles comenzaron a registrar pérdidas y los precios de los commodities no escaparon a esa tendencia bajista que comenzó a fines de agosto. A su vez, la actividad económica comenzó a resentirse de forma muy clara en la Zona del Euro y, aunque en menor medida, también se comenzaron a observar impactos en algunas economías emergentes como Brasil, donde se ha registrado una desaceleración apreciable de la actividad.
En ese marco, los precios de algunos granos mostraron descensos realmente importantes en las últimas semanas. El precio del trigo a nivel internacional se ubica en torno de US$ 210 la tonelada, el precio de la soja en Chicago ronda los US$ 410. Estos valores resultan más de 20% inferiores a los que veíamos a fines de agosto. Entre los granos, el arroz es una excepción importante porque se sitúa en torno de los 600 dólares por tonelada en la variedad de grano largo de Houston, y eso pauta un valor muy alto y de hecho mayor al observado unos meses atrás.
Si salimos de los granos, los precios de la celulosa bajaron fuertemente también. El precio de la celulosa de fibra corta (similar a la que se produce en nuestro país) cayó 15% en los últimos meses, ubicándose en US$ 700 la tonelada.
EC: ¿Cómo se comportaron otros productos importantes para Uruguay como los lácteos y la carne?
PR: Allí tenemos comportamientos diferentes. Los precios de los lácteos habían alcanzado un pico a inicios de año, fueron los primeros en acusar el impacto de la crisis en Europa y llevan varios meses de baja, una baja que fue más fuerte sobre mediados de año. Hoy el precio de la leche en polvo está en torno de 3.600 dólares la tonelada y eso supone una caída de más de 20% en relación a marzo.
En el caso de la carne, no tenemos una referencia clara en el mercado internacional. Sin embargo, el precio promedio de exportación de carne vacuna ha mostrado una evolución favorable en las últimas semanas y los valores actuales son bien altos en términos históricos.
En síntesis, tuvimos bajas fuertes en trigo, soja, lácteos y celulosa, aunque desde una perspectiva histórica siguen siendo precios altos. Por su parte, la carne y el arroz se han mantenido muy firmes.
EC: ¿Y qué está sucediendo en el caso de los metales? Te lo pregunto porque en la agenda de inversiones está el proyecto de la minera Aratirí.
PR: Los precios de los metales mostraron una trayectoria bajista, de hecho más marcada que los precios de los alimentos. En particular, las distintas variedades de mineral de hierro cayeron cera de 30% frente a agosto y actualmente se ubican en torno de US$ 120 la tonelada. Por su parte, el precio del cobre en los mercados mundiales también disminuyó en los últimos meses, aunque lo hizo a un ritmo algo menor.
EC: ¿Por qué se da esa caída tan fuerte en el caso del hierro?
PR: Es difícil saberlo con certeza. Por un lado, la caída se encuadra en un contexto general de baja de las materias primas. Pero los analistas manejan algunos elementos adicionales. Por un lado, los precios que se registraban hasta hace unos meses atrás parecían demasiado elevados en relación con los costos de producción de los proyectos de mayor tamaño llevados a cabo por las principales empresas productoras de hierro. Así, los precios que se veían a principios de año, de US$ 180 por tonelada, probablemente no resultaban sostenibles en el largo plazo. A su vez, y de cara a los próximos años, varios analistas proyectan que el precio del hierro podría caer aún más, hasta niveles cercanos a los US$ 90 por tonelada.
Esos pronósticos se sustentan en que aparentemente veremos en los próximos años varios proyectos de expansión de la producción con costos de operación más bajos que los precios actuales. Si se confirmara esa visión, los precios bajarían más, como prevén varios especialistas de la industria.
EC: A partir de esos datos, ¿cómo debemos interpretar estas tendencias? ¿Cuánto debemos preocuparnos?
PR: Está claro que los precios de los commodities constituyen una variable por demás relevante para nuestra economía. En los últimos años tuvimos un crecimiento exportador muy fuerte apoyado justamente en la producción de materias primas.
Desde ese punto de vista, estamos sin dudas ante una señal negativa para la economía uruguaya, aunque los precios actuales siguen siendo precios altos en términos históricos.
EC: ¿Y cuáles son los riesgos para los próximos meses? ¿Podemos ver caídas adicionales de los precios?
PR: Es claramente un riesgo que se viene incrementando, aunque desde una perspectiva de mediano plazo hay algunos factores que nos siguen haciendo pensar que los precios de las materias primas deberían mantenerse en niveles altos en términos históricos. El crecimiento de la demanda asiática probablemente continuará presionando sobre la oferta. Los stocks de alimentos siguen en niveles bajos y para atender la mayor demanda se requiere producir cada vez más en áreas de menor productividad o en áreas más alejadas de los puertos. Eso le da sustento a un escenario de precios altos por un período largo. Del mismo modo, hay sustento para precios altos desde la perspectiva de que el escenario de dólar barato y de bajas tasas de interés también luce como bastante duradero.
Entonces, en una perspectiva de mediano plazo el panorama para las materias primas sigue siendo, a nuestro juicio, bueno. Pero los riesgos a corto plazo de correcciones bajistas se han incrementado porque está subiendo el riesgo de un desenlace muy desordenado de la crisis europea con impactos recesivos o de desaceleración fuerte para la economía mundial.
EC: ¿Y qué impactos tenemos que esperar sobre nuestro país?
PR: Recién decíamos que los precios de las materias primas siguen siendo altos desde una perspectiva histórica. De todos modos, las bajas de las últimas semanas han sido en algunos casos bastante importantes. Aunque el dólar subió desde los niveles de 18,50 que tuvimos hace unos meses, la suba del dólar no resulta suficiente para compensar la caída de precios. En otras palabras, los costos en dólares se han incrementado en relación a los precios de venta, y eso afecta la rentabilidad exportadora.
En ese marco, debemos esperar que la economía uruguaya se desacelere sobre fines de año y en 2012. Como comentamos otras veces en el programa, nosotros veníamos proyectando un aumento del PIB de 5,7% para este año y de 5% para 2012. La proyección de 2012, si se excluye el efecto de Montes del Plata, supone una suba de poco más de 4%, menor al crecimiento previsto para 2011...
Es decir que ya veníamos previendo cierta desaceleración, pero con este contexto internacional es probable que la desaceleración sea algo más pronunciada. Veremos si corresponde revisar nuestras proyecciones cuando tengamos los datos del tercer trimestre dentro de 15 días.
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