La preocupación es considerablemente explícita en el documento: "el componente inflacionario en la economía global en el mediano plazo parece ser difícil de soslayar".

Además manifiesta que no hay actualmente ningún tipo de certezas en los mercados internacionales aunque, a pesar de ello, "Uruguay pudo realizar exitosamente transacciones relevantes para manejar sus pasivos hacia una menor dolarización y un mejor perfil de vencimientos".

También se maneja que el contexto macroeconómico sigue caracterizándose por elevadas tasas de crecimiento y por lo que en ese marco, "la inflación debe reposicionarse como la principal preocupación en el balance de riesgos de la economía uruguaya" y por eso "la atención prioritaria que demanda la estabilidad de precios en el momento actual es consistente con la necesidad de dar continuidad a un desarrollo armónico de la producción, la competitividad y la mejora de los indicadores sociales".

En el Comité de Política Monetaria, el Banco Central del Uruguay observó que la tasa de inflación se ha acelerado y que las expectativas en los plazos relevantes se mantienen notoriamente por encima del rango objetivo, (...) por lo que "el BCU entendió conveniente en esta instancia, elevar la Tasa de Política Monetaria en 75 puntos básicos, llevándola de 8% a 8.75%".

El ente anuncia que realizará un monitoreo permanente tanto sobre la situación global como sobre la doméstica en el lapso que medie hasta la próxima reunión del Comité de Política Monetaria, fijada para de marzo de 2012.