En la primera reunión del año, el Copom de Brasil recortó la tasa Selic en 50 puntos. ¿Qué consecuencias puede tener esta rebaja?
Análisis del economista Pablo Rosselli, socio de la Consultora Deloitte.
(emitido a las 8.45 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
En la primera reunión de 2012 el Comité de Política Monetaria del Banco Central de Brasil, el Copom, recortó la tasa Selic en 50 puntos básicos por cuarta vez consecutiva, tal como era esperado por los analistas de aquel país. Así, desde agosto, cuando se inició el ciclo de flexibilización de la política monetaria, la tasa Selic fue reducida en 200 puntos básicos y se ubica ahora en 10,50% anual, el menor valor desde mediados de 2010.
¿Qué elementos motivaron este recorte tan pronunciado? ¿Qué impactos puede tener sobre el valor del dólar en Brasil y en particular sobre la competitividad bilateral con nuestro país? Sobre ese tema estaremos conversando con el economista Pablo Rosselli, socio de la Consultora Deloitte.
Para empezar, ¿a qué responde esta sucesión de recortes de la Selic? ¿Fue tan severo el deterioro de la actividad económica en Brasil?
PR: Recordemos que la primera baja, decidida en agosto, contempló fundamentalmente el deterioro que empezaba a mostrar el contexto internacional. Desde ese punto de vista se puede decir que procuró ser una baja "preventiva". Como expresó el propio Copom en el comunicado emitido luego de la reunión, se apuntaba a evitar que el freno de las economías desarrolladas impactara en la economía brasileña. Al mismo tiempo se preveía que las presiones inflacionarias externas se moderaran, trayendo cierto alivio a la situación inflacionaria interna. De hecho, en ese momento la inflación en Brasil alcanzaba a 7% anual, nivel que no se registraba desde 2005, y la economía crecía firmemente. Eso llevó a que la decisión del Copom fuera muy criticada por los analistas privados en esa oportunidad.
Sin embargo, los datos oficiales de PIB del segundo y tercer trimestre, que se conocieron más adelante, mostraron un freno importante del crecimiento en Brasil y en cierto modo demostraron que la decisión del Copom había sido acertada. El Banco Central anticipó mejor que los analistas privados que la crisis internacional tendría efectos relevantes sobre la actividad económica. Incluso en julio-setiembre la actividad se estancó el PIB tuvo un crecimiento nulo luego de mostrar subas de 0,8% y 0,7% en el primer y segundo trimestre.
JAE: ¿Porqué se observó un freno tan marcado?
PR: Ese freno se dio en un escenario de deterioro de la competitividad de Brasil, que se tradujo en menores exportaciones y mayores importaciones, particularmente desde China. En ese marco, la producción industrial, que tiene un peso significativo en el PIB, mostró caídas importantes, en el entorno de 1% en el tercer trimestre. Desde el lado de la demanda, un elemento que llamó la atención particularmente fue el desempeño pobre que mostró el consumo privado, que hasta el momento venía sustentando la expansión económica.
Esos elementos entonces, el enfriamiento de la actividad económica, tanto de las exportaciones como de la demanda interna, explican los recortes tan marcados que viene implementando el Copom.
JAE: ¿Cómo son las perspectivas para las próximas reuniones? Se aguardan más rebajas de tasa de interés. ¿Es así?
PR: Sí. A través de los distintos comunicados emitidos después de estas últimas reuniones, el Copom ha transmitido su intención de implementar bajas graduales de la Selic por un período relativamente prolongado. En consecuencia, el mercado espera nuevas bajas de la tasa, al menos en las dos próximas reuniones, que van a ser en marzo y en abril.
En términos generales, existe cierto consenso acerca de que en la reunión de marzo el recorte será otra vez de medio punto porcentual. Sin embargo, con miras a la reunión de abril se dan algunas discrepancias entre los analistas privados. Hay quienes creen que el Copom mantendrá el ritmo de ajuste visto hasta ahora, pero empieza a ganar relevancia la visión de un recorte menor, de 25 puntos básicos. Esa visión de un ajuste menor se sustenta en que la inflación ha mostrado algunas bajas recientemente pero sigue en niveles altos cerró 2011 en 6,5% y las expectativas de mercado siguen situando a la inflación de 2012 por encima de la meta puntual del Gobierno, que es 4,5% anual. Apuntan más bien a un 5%. Además, algunos indicadores preliminares de actividad empiezan a mostrar ciertas señales de repunte de la actividad económica. Por ejemplo, en noviembre el Indicador Mensual de Actividad que elabora el Banco Central de Brasil subió 1,1%. De todas maneras, estamos hablando de que en los próximos meses la Selic podría llegar a ubicarse en niveles de un dígito, en torno de 9%, lo que constituiría un nivel muy bajo en términos históricos.
JAE: ¿Qué impactos puede tener esta flexibilización tan marcada de la política monetaria sobre el tipo de cambio?
PR: La baja de la tasa de política monetaria induce presiones alcistas sobre el tipo de cambio, que es un objetivo perseguido en cierto modo por el equipo económico en Brasil. De hecho, luego de que se produjera el primer recorte de la Selic que tomó por sorpresa al mercado la cotización del dólar mostró un salto importante. Concretamente, pasó de cotizar 1,59 reales al cierre de agosto a 1,85 reales en setiembre y en los meses siguientes el valor del dólar continuó mostrando subas en Brasil, pero más moderadas. De todas maneras, esta evolución del tipo de cambio no se puede atribuir enteramente a las decisiones domésticas de política monetaria, ya que hay que tener en cuenta que en estos últimos meses se dieron turbulencias en los mercados internacionales.
En ese contexto, en los últimos meses del año pasado el dólar se fortaleció frente a varias monedas en nuestra región, como es el caso del peso chileno, y también frente a las monedas de otros países exportadores de materias primas, como Australia y Nueva Zelanda y en las últimas semanas hemos visto un movimiento contrario, con un fortalecimiento del real y una caída del dólar, a pesar de la última rebaja de la tasa Selic.
Para los próximos meses, teniendo en cuenta que el mercado ya descuenta bajas adicionales de la Selic, no se aguardan correcciones abruptas del tipo de cambio en Brasil, más allá de que seguramente se sigan dando episodios de volatilidad cambiaria. De hecho, la mediana de la Encuesta de Expectativas que releva el Banco Central prevé que el dólar se ubique en torno de 1,80 reales al cierre de este año, apenas algo por encima de los valores a los que ha estado cotizando en estos días.
JAE: Y mirando hacia nuestro país, ¿qué podría pasar entonces con la competitividad bilateral? Es un tema relevante, ya que Brasil es nuestro principal socio comercial.
PR: Tradicionalmente, el tipo de cambio en nuestro país ha seguido muy de cerca la evolución del dólar en Brasil. Sin embargo, recordemos que en la última reunión del Copom del Banco Central de Uruguay, en diciembre del año pasado, se decidió aumentar la tasa de Política Monetaria en 75 puntos básicos, llevándola a 8,75% anual. Es decir que la política monetaria en nuestro país está adoptando una tónica más restrictiva, que contrasta claramente con lo que esta sucediendo en Brasil.
Como comentamos hace algunas semanas cuando conversamos sobre este tema, el endurecimiento monetario que se está dando en nuestro país junto con las próximas rebajas de tasas previstas en Brasil podría alentar alguna reducción de nuestra capacidad de competencia con Brasil. En principio no aguardamos un cambio importante pero debemos estar atentos a este tema.
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